Ranma salio echo una furia, casi empujando a la gente que quería subir al ascensor del cual el bajaba, se dirigió por el pasillo esquivando solo un poco a la gente que caminaba en sentido contrario, llego a su escritorio, separo el sillón de un tirón y se dejo caer en el resoplando, luego encendió su ordenador para mirar la maldita lista. Veintiuno... ahora veintidós.
-Ranma?- el aludido ni siquiera volteo, sin mirar
-si Akane?-
-el jefe quiere verte- Ranma cerro sus ojos, como lo hacemos cuando vemos golpearse a alguien, o sabemos que algo salio mal...
-cuando?-
-ahora, ya, en este instante-
-palabras textuales?-
-textuales, oh, bien algo así como... que traiga un culo de repuesto, por que te lo va a patear tanto que necesitaras uno nuevo-
-me imaginaba que diría algo así, Ryoga ya esta allí?-
-hace media hora-
-ouch- Ranma sabia que no solo lo iba a regañar por lo de anoche, si no por no haber previsto esa reunión, que después de lo sucedido horas antes, era totalmente predecible, se levanto de la silla y paso junto a Akane, quien le acompaño mientras le palmeaba la espalda
-vamos no es para tanto-
-es tu jefe tambien, no lo conoces?-
-si, te gritara, te rebajara, te amenazara y no mucho mas-
-ja... ja... ja...- Akane se sentó junto al escritorio al lado de la puerta del jefe, el vidrio de esta, junto a todos los demás, no mostraban nada del interior, las persianas bajas eran un mal presagio, Ranma tomo aire, suspiro, y levanto la mano para golpear la puerta con la misma cara que tenían los primeros cristianos al enfrentarse a los leones en el circo romano, golpeo tres...
-QUIEN ES?-se oyó un grito que hizo que todos los demás habitantes levantaran la vista de sus ordenadores
-Saotome señor-
-SAOOOTOOOMEEE, ENTREEEEE- Ranma trago duro, mientras Akane quedaba violacia y con la boca abierta, abrió suavemente la puerta, se introdujo en medio del silencio sepulcral que era ese piso en ese momento, y cerro con la delicadeza de un cirujano la puerta
-Saotome, pasa, hijo, sientate- Ranma trago saliva, el jefe estaba peligrosamente calmo, Ryoga estaba sentado con las palmas de la mano sobre sus piernas, muy blanco y algo sudado, se sentó junto a el, el jefe, se tomo su café de un trago y los miro, seriamente, por medio minuto, sin mover un músculo, luego sonrío sorpresivamente, Ranma y Ryoga casi se abrasan del susto
-Saotome, Hibiki, hace cuanto trabajan conmigo?- los aludidos se miraron, como preguntándose quien debería responder, lo hicieron ambos a la vez
-como cinco años capitan- este perdió su sonrisa
-soy jefe de esta departamental hace diez años, si no fuera por que no soy político, ya seria jefe de la policía de Nerima... este departamento de policía es uno de los mejores de Japón, nuestro índice denuncia – casos resuelto esta en el orden del noventa siete por ciento, USTEDES (señalándoles con el dedo) son piezas fundamentales de eso, engranajes de precisión de este departamento, los Tenientes mas respetados de investigaciones, y ahora... los hazmerreír de la policía de Japón.- su rostro serio se endureció aun mas - ... la sombra se les volvió a escapar, a pesar de contar con un apoyo de mas de cincuenta agentes y dos helicópteros-
-no se como pudo señor-
-el... parecía que sabia donde estaba la trampa-
-lo perseguimos hacia ella...-
-lo estábamos canalizando hacia el cerco...-
-y de repente salio por una ventana...-
-tenia una cuerda preparada, y equipo especial señor-
-bajo con una polea individual por un lugar imposible, por eso no pudimos seguirlo-
-para cuando bajamos y los refuerzos llegaron, se había esfumado-
-no dejo huellas-
-nunca deja huellas...- Ranma y Ryoga casi que hablaban al mismo tiempo, el capitan se puso de pie lívido de ira, golpeo su escritorio con el puño, haciendo temblar la taza de café de todos en el edificio
-SIEMPRE SE ESCAPA A SUS TRAMPAS, NUNCA DEJA HUELLAS, SIEMPRE PARECE SABER QUE ES LO QUE LA POLICÍA PIENSA, ESTOY HARTO, HARTO QUE EL ALCALDE LLAME PARA RECORDARSE DE MI MADRE Y MI ABUELA, DE QUE EL JEFE DE POLICÍA DE NERIMA LLAME PARA AMENAZARME CON DESPEDIRME Y HARTO DE QUE MIS COLEGAS DEPARTAMENTALES SE RÍAN DE MI EN LAS REUNIONES, MAS VALE QUE CAPTUREN A LA SOMBRA Y LO DESENMASCAREN, O LOS MANDARE COMO INSPECTORES ESCOLARES O AGENTES DE TRAFICO, ENTENDIERON...? -Ryoga y Ranma asintieron tímidamente con la cabeza – ENTENDIERON ZOPENCOOOOOOOOOS?
-SSSSSSSI SEÑOR- gritaron los poniéndose de pie
-FUERA DE MI OFICINA ANTES QUE LOS USE DE BLANCOS PARA LA PRACTICA DE PUNTERÍA, QUIERO A LA SOMBRA, ENTENDIERON, LA QUIERO, TRAS LAS REJAS, EN UNA TRAMPA PARA OSO, EN UNA BANDEJA DE PLATA CON MI NOMBRE, NO QUIERO VERLOS HASTA QUE ME LO TRAIGAN, AHORA, FUEEEEEEEEEEEERAAAAAAAAAAAAAAA-
Akane juraría que los vidrios de la oficina se resquebrajaron, tras ese grito, Ranma y Ryoga salieron tan sudados y pálidos que jurarían haber visto a belcebú en persona, Akane, se metía un dedo en el oído y lo movía como quien a escuchado algo muy fuerte
-todo bien?-
-si magnifico...-
-genial... nos ama... nos ama...-
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La historia de la Sombra era la mas fantástica historia del crimen de Japón en los últimos veinte años, llamo la atención a la policía cuando un guardia de seguridad confirmo que aparentemente un sujeto, vestido de Ninja, había cometido su tercer robo en menos de un mes, al lograr el noveno en cuatro, llamo la atención de la prensa, quien lo bautizo LA SOMBRA, luego, al lograr el décimo quinto robo en un año, era el ídolo de Japón, cuya sociedad veía en ese ladrón el clásico héroe rebelde.
La sombra no hablaba, no usaba armas de fuego, si no armas tradicionales, era gentil con quien no se resistía, si alguien no aceptaba quedarse calmado mientras realizaba sus fechorías, lo enfrentaba en duelo singular para vencerlo y controlarlo, se convirtió en esos héroes populares cuando corrió la noticia que solo robaba objetos de artes de colecciones privadas, la prenso no informo de los dos robos a museos públicos, deseosa de mantener al supuesto ladrón como una especie de Robín Hood.
Lo cierto era que la policía estaba desconcertada, La Sombra había robado tesoros antiguos japoneses, obras de artes antiguas europeas, dinero de cajas fuertes, y hasta los planos de el próximo lanzamiento de una de las empresas automovilísticas mas grande de Japón, como diría el capitan, se estaba convirtiendo en un dolor de muelas. Esta inconexión de blancos por parte del ladrón era lo que desconcertada a la policía, jamas se sabia que era lo que iba a codiciar, aun así, las ultimas tres veces, la policía estuvo bastante cerca de pillarlo. Pero en todas las ocasiones se escapo a ultimo momento, como anticipando que era lo que le esperaba en tal sala, o en tal piso o si salia por tal ventana, siempre encontraba la salida libre, era fuerte, atlético, rápido y audaz.
Desde hacia seis robos, Ranma Saotome Y Ryoga Hibiki se habían echo cargo del caso, y habían rosado la oportunidad de echarle el guante, a pesar de no encontrar un patrón de sus actos, de sus últimos seis robos justamente, los dos primeros habían sido blancos obvios, por lo que R & R (como los conocían en la departamental) habían ubicados blancos apetecibles, y La Sombra se hizo presente... para lograr una ulcera en Ryoga y migrañas constantes en Ranma...
R & R era una de las sociedades mas extrañas que habían vistos los veteranos investigadores. Los tenientes mas jóvenes de las fuerzas policiales de Japón (ambos tenían 23 años) se habían forjado un nombre apresando a tres de los mas peligrosos delincuentes, en medio de discusiones a gritos y amenazas mutuas de golpisas, de alguna manera Ranma y Ryoga lograban entenderse y definir algo así como un plan de operaciones... aunque la improvisación a la hora de la verdad era su fuerte.
El problema era que La Sombra, era tan improvisado como ellos, y R & R, al darse cuenta de ello en el perfil que se habían creado del tipo... trataron de montar planes metódicos y pensados... (lo que les infundio tiempo, golpes y cierta afonía luego de las largas discusiones), planes que fueron derrumbado por La Sombra mas pareciera por azar que por meditación... luego de escribir un penoso informe, discusiones con el psicólogo para seguir discerniendo la personalidad de La Sombra, y una reunión con su equipo... cerca de las seis R & R se aprestaban a salir hacia sus casas
-reunión esta noche pchan?- Ranma se acerco a Ryoga que guardaba sus cosas
-mmm, bien podríamos planear algo-
-puedo ir?- los detectives miraron a Akane
-por supuesto, tu ultima idea casi funciono-
-no nos vendría mal otra de esas-
-gracias, pero en realidad me divierto viéndolos pelear, ji ji- Ranma la miro con ojos entrecerrados
-no peleamos, es nuestra manera de planear-
-hacer una llave al cuello para que acepte poner un guardia en la escalera lateral es una manera extraña de planear-
-así somos, tomanos o déjanos- Ryoga se pasaba la mano por detrás de la cabeza y sonreía
-bien, le pediré a mi hermana que prepare bocadillos, los que lleve aquella vez ni los tocaron-
-no LOS TOCAMOS querrás decir, tu probaste uno de tus bocadillos casi tuvimos que llevarte al hospital
