CAPÍTULO I: Regulus Black


Disclaimer: Este fic participa en el "Amigo Navideño 2018 – 2019" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black". Todos los personajes reconocibles pertenecen a J. K. Rowling

Radenzaprior, espero que te guste tu regalo. Este fic me costó un poco más de trabajo que el anterior, pero me encuentro satisfecha con el resultado, espero que tú también lo estés. Respecto a tu tercer petición, me temo que no me dio tiempo de escribirla; pero, la verdad es que me inspiró bastante. Así que, me comprometo a escribirla como algo extra un día de estos y regalártelo. Espero que disfrutes de esto.

Petición escogida: Media. Un fic acerca de cómo se sintió la familia Black después de que Sirius escapó.


Escuchó entre sueños el rugido del motor de moto de Sirius. Despertó pensando en que su madre se estaría deshaciendo de ese aparto infernal que su hermano había adaptado para que volara.

Salió de su habitación dispuesto a avisarle a Sirius, con la esperanza de que, con esto recuperaran la confianza que había entre ellos antes de Hogwarts, cuando todo se había terminado. Grande fue su sorpresa cuando abrió la puerta del cuarto del mayor de los Black y lo encontró vacío, y extrañamente ordenado.

Las paredes estaban cubiertas de banderas de Gryffindor y fotos de Sirius con sus amigos; el armario estaba vacío, y la cama desordenada. Pasaron varios minutos antes de que comprendiera lo que había ocurrido: Sirius había huido de casa.

Por un instante considero el ir a avisarle a su madre. Lo seguirían y lo traerían de vuelta a casa. Pero, el cariño de hermano que le tenía lo impulsó a darle la oportunidad que no le había dado antes; la oportunidad de ser feliz, aunque fuera lejos de él. Regulus sabía que Sirius no era feliz en esa casa desde que había entrado a Hogwarts y había quedado en Gryffindor; su madre se la pasaba incordiándolo, y recordándole la decepción que era para la familia, Regulus, en un intento de mantener a sus padres felices se había alejado de él, dejándolo solo. Fue por ello que, pensando en todas las veces que Sirius lo había necesitado y que él le había dado la espalda, volvió a su habitación sin decir nada de la huida de Sirius.

A la mañana siguiente despertó con los gritos de su madre al descubrir que Sirius había huido. Durante el resto del día, se negó a salir de su habitación mientras Walburga gritaba a los cuatro vientos lo decepcionada que estaba de su hijo. Regulus sabía que su huida le dolía, pero, también sabía que ella jamás lo aceptaría. Mientras su madre hablaba de las decepciones que le había causado Sirius; él pensaba en las decepciones que ellos como familia le habían causado a su hermano.

Cada vez que le dieron la espalda cuando los necesitaba, cuando entró en Gryffindor, y nadie más que su madre le había escrito cartas, aunque estas no hablasen de nada más que no fuese la decepción que Sirius representaba para la familia. Las veces que terminó en la enfermería por una travesura que había salido mal y, que él no había ido a visitarlo.

La vez que se cayó de la escoba mientras jugaba Quidditch, y Regulus había ido por la noche, para que nadie lo viese. Se quedó en las sobras viendo como James Potter animaba a Sirius y este reía. Nadie, ni siquiera su hermano, supo que él había ido a verlo a la enfermería.

Por la tarde, llegaron a visitarlos Druella y Narcissa Black. Mientras Druella hablaba con su madre sobre las decepciones de los hijos, Narcissa había subido a hablar con él. Hacía cuatro años, que su prima Andromeda había huido con aquel muggle, y Narcissa estaba en vísperas de casarse. Nunca había hablado de Andromeda, pero, aquella tarde sirvió para que ambos pudiesen hablar sobre sus hermanos.

—¿Sabes Regulus?, en un futuro envidiarás a Sirius por lo que hizo. Cuando alguien más tome decisiones por ti y tú no te atrevas a desobedecerlas, envidiarás a mi primo, por la valentía que tuvo para luchar por lo que quería, sin importarle lo que pensasen los demás. Y, quizá, durante un minuto, desearás haber sido como él, que no permitió que nadie manipulase su vida.

—¿La envidias?

—¿A quién?

—A Andromeda

—A veces. Son… sentimientos encontrados. La admiro, fue mucha su valentía al dejar todo atrás, su familia, su riqueza y todo lo conocido por alguien a quien apenas conocía, y, en quien confió, le daría lo que quería. La envidio, porque anhelo algún día encontrar un amor tan fuerte y verdadero, como el que encontró ella, lo suficientemente fuerte para dejarlo todo atrás, con tal de estar con la persona que ama. La extraño a diario, extraño poder saber que cuento con ella para todo. Y, sin embargo, al mismo tiempo la odio, por dejarme sola con una carga demasiado grande para mí.

En casa, está prohibido pronunciar su nombre; madre dice que solamente tiene dos hijas, Bella y yo. Pero, yo sé que ella la extraña tanto como yo.

—Yo, no sé qué sentir por Sirius, en los últimos cinco años las cosas se enfriaron entre nosotros. Sé que a Andromeda le dolió dejarte, tú siempre estuviste con ella, y ella estuvo para ti todo el tiempo. Dudo que é haya pensado en mí antes de irse. Desde que entró a Hogwarts y quedó en Gryffindor, yo le di la espalda cuando me necesitaba, y lo dejé solo cuando madre me lo ordenaba.

—Estoy segura de que sí pensó en ti. Los vínculos entre hermanos no se rompen tan fácilmente.

Narcissa salió de ahí dejando a Regulus solo, pensando en Sirius. Después de que se fueran su tía Druella y Narcissa, su madre mandó llamar a todos los miembros de la familia. Solo para que viesen como Sirius era borrado del tapiz familiar.

—Lo que Sirius hizo, es una deshonra para la familia. Ha manchado nuestro apellido con su huida. Es por ello, que ya no puede ser un Black. A partir de ahora, Regulus es mí único hijo, Sirius ya no puede ser considerado parte de esta familia.

—Regulus— llamó su padre— ahora, depende de ti limpiar nuestro apellido de la mancha que dejo Sirius. Espero que no nos falles.

Regulus asintió con la cabeza y se fue a su habitación. Paso el resto del verano pensando en Sirius, y lamentándose por todas las veces que le dio la espalda.

Cuando volvió a Hogwarts, vio a Sirius riendo alegremente con James Potter y sus amigos. Fue es ese momento, cuando sintió un profundo odio nacer en su interior. Sirius lo había cambiado, él era feliz con sus amigos, sin pensar que había dejado a su familia sumida en la desgracia.

Regulus veía desde lejos las travesuras que hacía Sirius, como ayudaba a James para que pudiese estar con Lily Evans, lo veía reír y molestar a los Slytherin (especialmente a Severus), y, también lo veía ignorarlo cada vez que se encontraban. Y eso, era lo que más le dolía.

Algunas noches se permitió llorar por él y extrañarlo, se permitió extrañar al Sirius que conoció antes de entrar a Hogwarts, al Sirius que fue su hermano siempre, y con el que podía contar; no al Sirius de ahora, a ese chico lo desconocía.

El tiempo pasó; Regulus se unió a los mortífagos para defender la pureza de la sangre, para hacerle honor a su apellido, tal y como su madre había pedido. Luchó contra la Orden mucho tiempo; en una batalla se encontró a Sirius, que defendía a las demás personas de los mortífagos. No hubo ninguna señal de que ambos hermanos se reconociesen, pero, al volver a casa, Regulus recordó los momentos en los que ambos habían actuado como hermanos, y se permitió llorar por él una vez más.

Poco antes de que terminara la guerra, el menor de los Black se dio cuenta de que había desperdiciado su vida, defendiendo ideales tontos e incongruentes, puesto que la sangre, independientemente de si es de un sangre pura o de un hijo de muggle, es roja. Pensó en las palabras que le dijera Narcissa el día que Sirius huyo de casa

«¿Sabes Regulus?, en un futuro envidiarás a Sirius por lo que hizo. Cuando alguien más tome decisiones por ti y tú no te atrevas a desobedecerlas, envidiarás a Sirius, por la valentía que tuvo para luchar por lo que quería, sin importarle lo que pensasen los demás. Y, quizá, durante un minuto, desearás haber sido como él, que no permitió que nadie manipulase su vida.»

Y, ese día decidió hacer lo correcto por primera vez, tomar sus propias decisiones sin importarle lo que los demás dijeran. Tomo su decisión, pensando en Sirius, y deseando que esto sirviese para ayudarlo.

Fue por ello, que decidió luchar contra lo que un día defendió; y, el primer paso para ello, fue sacar el guardapelo que, sabía ocultaba un oscuro secreto sobre el que algún día fue su señor.

Antes de morir, su último pensamiento fue para Sirius, para pedirle perdón por darle la espalda todos esos años; esperando, que en un futuro, lejos de la tierra, ambos pudiesen volver a ser hermanos. Y para felicitarlo por tomar la decisión correcta a tiempo y no dejarse arrastrar por lo que ser un Black significaba.

Hola, espero que te haya gustado. La verdad es que jamás pensé en los sentimientos de la familia Black cuando este huyó de casa. El fic tendrá entr capítulos, depende del tiempo.

Saludos.