Victorious no me pertenece y esas cosas que siempre se dicen.
Tori Pov
Era un día normal en otra de las locas clases de Sikowitz, como siempre golpeamos los pies contra el suelo esperando que el profesor nos revelará nuestra siguiente actividad.
-Bien. -Hizo una pausa, aprovecho para beber de su coco. -Vamos a hacer un pequeño ejercicio. Como bien sabéis cuando seáis famosos, si es que alguno de vosotros lo consigue -esto lo dijo en voz baja. -Vuestros secretos dejarán de serlo, todo el mundo los conocerá, así que quiero que cada uno escriba en un papel su mayor secreto, lo guardaremos en mi caja y después del almuerzo los expondré en los pasillos a todo Hollywood Arts.
-¿Pero nadie sabrá que son nuestros verdad? -Preguntó desconfiado Andre levantando la mano.
-No. -Rió Sikowitz inspirando poca confianza. -¡Cat no pongas tu nombre! -Dijo él, la pelirroja gritó detrás mío consiguiendo asustarme.
-Cobarde. -Se burló Jade.
Una vez pasado el susto, saque un pequeño trozo de papel en blanco y me quede pensativa frente a este.
No me considero una persona que tenga secretos, podría pensar alguna cosa que me pasó de pequeña o alguna anécdota vergonzosa. Pensándolo bien ninguna de esas cosas habrían pasado si no fuera por Trina, ella había tenido la culpa de que me quedara con la cabeza encajada en la escalera cuando tenía siete años o de que terminará con más de diez picaduras de avispas porque ella perdió mi muñeca favorita en un coche abandonado.
"A veces no soporto a mi hermana". Fue lo que escribí al final, de verdad que quiero a Trina pero a veces mi paciencia se agota.
Una vez todos terminamos Sikowitz recogió cada uno de los papeles y los guardó en la pequeña caja con una sonrisa.
Cuando la clase acabó nos dirigimos a almorzar, obviamente el tema de conversación sólo podía girar en torno a una cosa.
-¿Qué pusisteis chicos? -Preguntó Robbie.
-Que eres un idiota. -Le contestó Rex instantaneamente riendose.
-¡Rex! -Protestó Robbie.
-Yo lo deje en blanco. -Dijo Beck pasando una mano por su cabello. -No tengo secretos ya os lo dije.
No podía negar que la curiosidad por saber que habían escrito me estaba matando pero tampoco me atreví a preguntarles porque en parte podía ser aterrador ¿y si alguno de ellos era un psicópata? Aparte de Jade claro.
Estaba segura que ellos sabrían "mi secreto" nada más leerlo, después de todo conocían a Trina.
-¿Qué te pasa Vega? -Dijo Jade sacándome de mis pensamientos. -¿Tienes miedo de que todo Hollywood Arts sepa que duermes con tus peluches?
-Yo no hago eso. -Me crucé de brazos fingiendo estar ofendida. -¿No serás tu la que teme que todo el instituto sepa que duermes con tus tijeras?
-Me gusta dormir segura. -Se encogió de hombros.
Andre cambio el tema hablando sobre la nueva canción que estaba componiendo para una de sus clases, después continuamos hablando un rato sobre algunas tonterías y aunque habíamos logrado distraer la conversación del tema en el que todos estábamos pensando no fue lo suficiente para evitar que en cuanto sonó la campana echaramos a correr hacia el edificio.
Sikowitz había copiado e impreso todos los secretos varias veces, después los había pegado sobre cartulinas amarillas por todos los pasillos.
Enseguida pude localizar el mio y el de Beck, que como ya había dicho estaba en blanco. Vi uno bastante ofensivo sobre que en ocasiones quería matar a alguien, mi mente enseguida lo asocio a Jade ¿no se referiría a mi verdad? Aun recordaba ese perturbador viaje a "Hollywood Arts", según ella, con una pala en el asiento trasero.
Otro de los secretos hablaba de que se sentía atraído por las marionetas ¿Robbie? Por favor dime que no.
Algunas personas habían escrito sus miedos o incluso confesiones de amor, que monos. Cat soltó una risita a mi lado.
-¿Qué pasa? -Le pregunté imaginado que había visto mi secreto.
-Eso.-Dijo señalando al único papel que por algún motivo no había leído. -Parece que Tori tiene un admirador. -Volvió a soltar esa risita.
-Que sorpresa otro idiota más en Hollywood Arts. -Escuche decir a Jade al fondo.
-Vaya Tori no sabía que tuvieras un admirador secreto.
Genial ahora hasta Robbie se metía conmigo.
Pero era cierto, dirigí la mirada hasta el papel en el que alguien había escrito en inglés con una pequeña y pulcra letra: "I'm in love with Tori Vega".
¿Espera qué? ¿Quien había escrito eso?
