Summary: Leonard McCoy, un doctor con una vida tan miserable que es gracioso, cambia su vida por completo cuando decide tomar una taza de café en una cafetería por el centro de la ciudad llamada Enterprise. Coffee Shop!AU. Humor/Romance y Angst. Spock/Kirk y más. Rating podrá subir en el futuro :)

Advertencias: Jim Kirk es tonto y coqueto, Bones es un amargado, y Uhura es genial.

Personajes: Leonard McCoy, Jim Kirk, Nyota Uhura y Spock, con cameos de Sulu, Chekov, Scotty, mención de Gaila y Chapel, y muchos más personajes en el futuro.

Parejas: Spock/Kirk coqueteando como niña de secundaria, y otras más ;)

Notas al final del capítulo.


Era un día malo.

Había pasado las anteriores 48 horas atascado en la sala de emergencias el hospital, sin salida.

Niños gritando. McCoy, esta muchacha se cayó de las escaleras del club y ahora tiene un brazo roto, McCoy, esta niñera no le puso atención a los niños y ahora ellos tienen una reacción alérgica a la mantequilla de maní, McCoy, este joven puso su cosa en otra cosa, McCoy esto, McCoy aquello.

Había logrado escaparse de las garras del infierno por un descanso de una hora, y se sentía genial. Podía sentir sus ojos llorando y sangrando al mismo tiempo. Los ángeles cantaban alegremente.

Y toda esa sensación se destruyó cuándo vio que Dunkin' Donuts estaba cerrado por el día, lo que significaba lo siguiente: no café, no donas, no estómago, no vida, su hija se quedaría huérfana.

— ¿Qué…?—Fueron las únicas palabras que logró articular. Sintió que Dios se burlaba de él. Leonard, eso te pasa por burlarte del paciente que confundió una barra de desodorante con goma de mascar.

Checó su reloj y vio que aún quedaban 50 minutos exactos de su descanso. Tenía que encontrar algo con cafeína, porque se estaba desvaneciendo. Casi como si lo transportaran de un planeta a otro.

Era un día con mucho viento, se dio cuenta al caminar sin ganas en búsqueda de algún lugar que lo salvara de una muerta de repentina, y se dio aún más cuenta cuando un volante se quedó pegado a su cara.

Se lo quitó rápidamente, y estaba a punto de arrugarlo y aventárselo a la molesta pareja besuqueándose en la banca de McDonald's cuándo miró atentamente lo que decía. La tipografía era elegante, pero atractiva a la vez y en la derecha había una imagen de una taza de café gigante, para llamar la atención.

Enterprise Café.

El lugar más disfrutado por el hombre.

Búscanos en la calle justo al lado derecho de McDonald's, con nuestros vecinos La Repostería de Chapel.

Oh. Ahora eso era extrañamente conveniente.

Siguió las instrucciones del volante, adentrándose en el callejón pintoresco exactamente al lado derecho de McDonald's, y entró a la cafetería lo más rápido humanamente posible.

Olía delicioso, y el lugar era el negocio más relajante que había pisado en años. Había mesas y sillas de color chocolate, sillones acompañados con cojines de estilo vintage, entre muchos más muebles de colores cálidos, y los elegantes candelabros del techo hacían el lugar verse más… amable. Más hogareño.

La música de la guitarra acústica no era inundada por las pequeñas voces de la cafetería, y eso le gustaba mucho. Leonard nunca entendió porque algunos lugares tan placenteros como un café podían ser tan molestos, algunas veces.

Miró a su izquierda, y justo al lado de una estantería llena de todo tipo de especias dulces y tazas de café, estaba la caja. Observó el menú rápidamente (que era tonto, porque siempre pedía lo mismo, gracias a su trabajo)

Miró al empleado enfrente de él. Sus ojos eran la cosa más deslumbrantemente azul que había visto en años, y un poco de barba rubia lograba mostrarse por su quijada.

—Café Enterprise, ¿en que podría servirle? —Su sonrisa era la sonrisa más grande que había visto en años, y le molestaba. Como podía tener un trabajo tan miserable.

—Tendré un café mediano en las rocas con un shot de espresso—Leonard lo pensó por un segundo—Mejor dos shots.

—Eek, día malo, supongo—El empleado, (Jim, decía su placa dorada en su pecho derecho) sonrió ligeramente, sacando el ticket de la compra en la maquina frente a él.

—Necesito algo fuerte. Puedo sentir la carne separándose de mis huesos.

Jim alzó las cejas a esto, y le entregó el ticket a Leonard mientras él le entregaba el dinero. Tomó un sharpie azul marino junto con un vaso mediano de plástico, y miró a Leonard rápidamente— ¿Nombre?

—McCoy—Respondió, y se dio cuenta de que Jim escribió algo completamente diferente, pero decidió que era un truco de su imaginación gracias a la falta de descanso que ha tenido en la última semana.

Mientras esperaba su bebida, miró a su alrededor. No había mucha gente, como había mencionado, pero había más de una. Había una muchacha de piel obscura y cabello largo, escribiendo algo rápidamente en su libreta, dos jóvenes (muy jóvenes, pensó, no pasaban de universidad) hablando animadamente entre sí y un señor hablando fuertemente por su celular, soltando risas grandes cada seis segundos. También se dio cuenta de que cada nombre de los vasos tenía un color diferente, mientras la muchacha y el señor pelirrojo tenían el nombre en tinta roja, él tenía el color azul, y los dos… ¿amigos? tenían el color dorado.

No dudaba que el dueño era raro. Muy raro.

Paró sus pensamientos cuándo vio que Jim le entregó su bebida (Aún estaba sonriendo. Que martirio), y se sorprendió al ver que su vaso decía "Bones", en lugar de McCoy. Leonard lo vio desafiantemente, a lo que el empleado sonrió aun más ampliamente.

Se sentó en una de las mesas, y sacó su celular para leer las noticias del día, mientras tomaba ligeros sorbos de su café.

Y se sorprendió aún más cuándo vio a Jim acercarse a él.

— ¿Cuál es tu historia, Bones?

Leonard alzó una ceja a esto, y guardó su celular involuntariamente—McCoy. Y no hay historia.

—Todos tenemos una historia, Bones—Jim señaló la pared detrás de ellos: era un mapa mundial de color amarillo, y tenía dardos de diferentes colores (Azules, amarillos, y rojos. Aún más raro) atascados en diferentes países y continentes. Por lo que podía ver, había uno amarillo en Japón, otro en Rusia, y otro en Estados Unidos, los rojos estaban en Kenia y Escocia, y el azul estaba también en Estados Unidos, pero bastante separado del otro—Tienes ojeras grandes y vienes por café, lo que significa que tu trabajo es bastante cansado, y llevas ropa de colores negros y rojos, que son los colores oficiales del hospital local. Así que eres un doctor.

Leonard no sabía que podía levantar aún más su ceja. Abrió su boca ligeramente para contestar, pero alguien lo interrumpió—No lo dejes engañarte así. Tienes la etiqueta del hospital pegada en tu camiseta.

La mujer de piel oscura se acercó a ellos, con su café y libreta en mano, y se sentó al lado de Jim.

—Tengo que crear esta persona, Uhura. Déjame parecer misterioso por una vez.

—Misterioso…—Uhura rió ligeramente, y rodó sus ojos a esto—Disculpa a este niño. No se sabe controlar aún. Me preguntó que le echa a su café todas las mañanas.

—Dos shots de espresso—Jim sonrió sarcásticamente, lanzándole una mirada rápida a McCoy.

—Eso fue por una vez—Leonard contestó, frunciendo el ceño—Pero apuesto que lo que tú le echas es más fuerte.

Jim acercó su mano a su pecho, exageradamente—Hey, Bones, eso… Eso dolió. Soy solo una persona con sentimientos. No me hagas esto, Bones.

— ¿Fue un mal día? —Uhura ignoró el comentario de Jim—Oh, disculpa. No me he presentado. Soy Nyota Uhura, me puedes llamar Nyota.

— ¿A él sí…?—Jim comenzó, aún más herido—Olvídalo.

—Soy McCoy. Leonard McCoy. Y no me puedes llamar Bones—Dirigió lo último hacía Jim, pero este seguía sonriendo—Soy doctor, y considerando de que un idiota que trató de tragarse 10 bolitas de Nesquik al mismo tiempo fue a emergencias, no fue el mejor de los días—Jim soltó una risita, y Leonard cambió el tema rápidamente antes de entrar en un ataque de enojo por su día— ¿Eres de Kenia, o…?

Uhura sonrió—Adivino que viste el mapa discreto de la pared de allá. Kirk puede tener ideas buenas de vez en cuando.

—No me gusta a donde va esto.

—El punto es marcar de dónde eres—Uhura lo ignoró por segunda vez—Ese de allá—Uhura señaló el señor hablando ruidosamente por celular—Es de Escocia. Es profesor de Universidad. Hey, Scotty—Uhura sonrió, y Scotty le sonrió devuelta.

—Me gustan las aventuras—Kirk explicó, mirando a Bo—Leonard intensamente—Me gusta saber de dónde viene alguien, a dónde van, porqué vinieron aquí… Me gustan las simples cosas de la vida.

Eso no era simple, y tenía un sentimiento de que Jim era una persona muy brillante. Exageradamente inteligente, pensó—Debería de volver a la caja. Spock está a punto de llegar.

Uhura sonrió aún más ampliamente (Era un festival de sonrisas aquí, era rarísimo) —Spock no se va a dejar, Jim.

—Uno tiene que tratar—Jim rió, y caminó hacía la caja rápidamente.

Y tenía razón. Justo cuando Jim llegó a su puesto, la puerta se abrió, mostrando a un muchacho alto, de cabello exageradamente negro y peinado elegantemente hacía atrás. Vestía una camiseta blanca con las mangas dobladas y una corbata azul, sosteniendo una laptop en su brazo izquierdo. La cara de Jim al verlo entrar se hizo más brillante de lo normal, sonrió incluso más ampliamente (¿Qué?), y le dio un ligero guiño a Spock.

—Jim ha estado tratando de coquetear con Spock desde que llegó aquí, hace como un mes—Nyota susurró—Spock no hace nada. Oh, estoy segura de que se da cuenta, pero a todo el mundo le encanta molestar a Jim.

McCoy sonrió. Sentía que iba a disfrutar la compañía de Spock de vez en cuando.

— ¿Cuánto tiempo tiene esta cafetería? —McCoy preguntó. Spock y Kirk seguían conversando—No había sabido de ella hasta ahora, de hecho.

—Oh, sólo lleva seis meses—Uhura contestó—Usualmente está más lleno los Viernes, Sábados y Domingos, los días en los que venden alcohol en la noche, y Gaila viene con su banda a cantar.

—Deberías venir—Kirk se sentó junto a él—Nos divertimos mucho. Nunca supe que escuchar covers de Taylor Swift sería tan divertido.

— ¿Cómo te fue con Spock? —Uhura sonrió de lado, sabiendo muy bien la respuesta—¿Un fallo total, como ayer, o anteayer, o todos los días anteriores de la semana?

—Ha, ha—Jim contestó—Y no. Esta vez estaba a punto de hacerlo reír.

—Eso es porque te pegaste la cabeza con el estante—Uno de los estudiantes mencionó sonriente—No actúes como que nadie lo vio.

Kirk rodó los ojos—Bueno, fue un fallo. Pero me gustan los desafíos.

—Deberías invitarlo al concierto—Leonard dijo— ¿No les gusta pasar el tiempo aquí?

A Jim le empezaron a brillar los ojos— ¿Crees que diría que sí?

—Claro que iría al baile de graduación contigo, Rachel—Leonard contestó sarcásticamente. Uhura reprimió una risa.

—Hey, Spock—Kirk alzó la voz. Spock se estaba sentando unas tres mesas al lado de ellos, y se retiró los audífonos al ser llamado— ¿Te gustaría venir el Sábado por la noche, a las 7:00 PM? Gaila, eh, tocará con su banda, y…

— ¿A las siete de la noche, con exactitud? —Jim se estaba sonrojando. Y McCoy rió. No era tan suave como creía que Jim sería. Kirk asintió, sonriendo—No vería un problema con asistir.

—Bueno—Kirk contestó. Que tonto—Te espero… amos.

Spock alzó una ceja y se colocó sus audífonos de vuelta, mientras Jim se tallaba los ojos de frustración.

Pff—Uhura rió, cubriéndose la mano con la boca.

—Estoy seguro de que le gustas, Rachel—Leonard rió.

—Cállate, Bones.

Y Leonard sintió que vendría ahí más seguido.


¿Qué les pareció? Vi esta idea en Tumblr el otro día, y no pude evitar hacerla. Dejen reviews, fotos de Kirk, cafés o donitas si les gusta, y si no, denme un abrazo :(