Drifters es propiedad de Kouta Hirano y yo escribo esto porque estoy loca.

No tengo mucho que decir, además de lo anterior, sólo que no tengo idea de lo que hago en este fic. Bueno, debería aclarar que las viñetas abordarán las impresiones de Anastasia y un poquito de Hijikata (porque amo a los Ends, excepto a Mitsuhide). Obviamente, habrá spoilers para quienes aún no lean el manga, pero serán pocos. Por el momento, es todo.

Gracias a quienes se atrevan a leer esto.


El cielo está cerrado y el infierno vacío

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Íncipit

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Llévame contigo, tan lejos
que, en el camino, olvide
las palabras.

Llévame contigo tan cerca
que, sin camino, no tenga
palabras.

Xavier Villaurrutia

~.~

"¿Dónde estoy?" Fue lo primero que dijo al llegar ahí, pregunta lógica y esperada, pero para ella era más que eso. Los recuerdos se confundían con ilusiones y ya no sabía qué y qué no había ocurrido realmente, o si ella aún se encontraba dormida y todo era una pesadilla como las que a menudo la atormentaban desde que había dejado el palacio real; pues todavía podía sentir los brazos de su hermana mayor rodeándola, como cuando eran más pequeñas y le pedía dormir a su lado... Pero la sensación del humo, llenando su nariz y su garganta, tampoco se había borrado de su memoria, y el olor a pólvora de los casquillos quemados y a sangre, y el sonido pesado de los cuerpos cayendo, y el llanto desconsolado de alguien... Y su cuerpo adolorido, como si le encajaran cientos de dagas, pero de una forma violenta, rápida y más aguda, o tal vez eran disparos, como los que les dieron a sus padres. Recordaba haber cerrado los ojos, buscando alivio o la muerte - ¿cuál era la diferencia? -, pero lo que había visto era a una mujer, vestida con ropas oscuras, sonriéndole.

- Ven conmigo, tú que has sido abandonada - percibió una voz y una mano que se extendía hacia ella. - Ven conmigo, Gran Duquesa.

Y luego ese sitio... Pero ¿qué era ese lugar? ¿Todavía dormía? ¿O estaba muerta? Y si ese sueño era de muerte, ¿qué era ese lugar? ¿El cielo? ¿El infierno? ¿O la nada? No tuvo tiempo de pensar más, pues una cara conocida se presentó ante ella y fue entonces que quiso llorar, pero se contuvo con tanta fuerza que sintió que un frío glacial se extendía por su cuerpo, uno más intenso que el de los inviernos de Siberia.

- Mi querida niña - oyó a Rasputín y ya no pudo estar segura de nada, ni siquiera de que ella fuera quien fuera. El monje notó su desconcierto. - No pienses en ello, ya no más. Has renacido, como tu nombre lo dice, y ahora te levantarás y demostrarás tu furia a todos aquellos que te hayan hecho daño. - Y de nuevo quiso llorar, al escuchar esas palabras, porque significaban que todo había sido verdad. Rasputín no le mentiría...

Ahora que ha pasado un tiempo de eso, recuerda y se da cuenta del error en el que cayó, porque Grigori Rasputín es el más grande mentiroso que ha conocido, empezando por ese embuste con que la tranquilizó cuando era niña y lloraba por la enfermedad de su hermano... Pues ¿no se suponía que las personas buenas iban al cielo? Un sitio en que se podía disfrutar de toda la alegría, el amor, la paz y la comprensión de Dios. ¿No se suponía que ella sería capaz de compartir eso con su familia? Reflexiona... Es cierto, ella no había sido una buena persona, por eso sólo le queda desear que sus padres, sus queridas hermanas y su pequeño hermano hayan obtenido la salvación.

Eso quiere decir que ese lugar es el infierno. Y si es así, ella y todos los demás se encuentran allí para pagar sus faltas, o cometer más... Sea como sea, algo le dice que al final obtendrán lo que se merecen: calma o turbación, castigo o absolución. Sea como sea, no les queda más que seguir hacia adelante y provocar el mismo dolor que han sufrido, hasta que algo - la presencia de esos Drifters - los detenga y los destruya... Una parte de ella espera que eso sea pronto, pues no se le antoja "vivir" una eternidad de esa manera.