Notas de la autora:
Los personajes de Once upon a time, que no me pertenecen, están muy maltratados... bueno, estaban, ya que la serie ha acabado... y muchos acontecimientos no tienen coherencia argumental (o lo que se suele llamar "agujeros de guión").
El fic se compone de una serie de capítulos cortos (es más, algunos son excesivamente cortos).
Dentro de la fantasía del propio relato, he procurado pensar en situaciones que hubieran podido pasar, aunque todo puede ser discutible ;)
Espero que os guste.
El cementerio
- Sí, lo sé, hacía tiempo que no venía. Lo siento.
Dejé de deambular en círculos y me senté, haciendo crujir el mullido césped. A mi lado, un perro de color canela y despeluchado ladró.
- Vale, ninguna excusa es buena.
El can me miraba con ternura, fijamente. Yo, inmóvil, noté como, con ese simple gesto, me atravesaba hasta el más recóndito recoveco del alma.
- No hagas eso, por favor, te echo de menos y me dan ganas de llorar.
Graham volvió a ladrar. Porque, indudablemente, era él.
- Está bien…
Me tumbé con un sonoro suspiro y entrelacé las manos en mí estómago.
- Hace unas horas hemos vuelto de Nueva York… Llevábamos demasiado tiempo en silencio… un silencio tan tenso que, tan pronto he llegado a casa me he vuelto a marchar. Está visto que me da por huir…
Graham movió una de sus grandes orejas.
- El caso es que he vagabundeado, por el límite del bosque, y te he visto… como aquel lobo que apareció cuando llegué al pueblo…
Graham gruñó.
- Sí, seguro que era Ruby… y sí, pensábamos que Robin estaría con Marian, pero ¡oh, sorpresa!, la hermanastra de Regina se había hecho pasar por ella todo el tiempo… y sí, por si faltaba alguien, "esa Lily" - dije entrecomillando el aire - también.
Silencio. Volví a mirar al perro.
- Vale… igual daba mala espina desde el principio… cosa que debería haber sabido como ex - cazarrecompensas…
Graham ladró.
- El cuento dice que te opusiste a una malvada bruja por salvar a una inocente muchacha. Pero ya sabes… Hunter… que la bruja ni es tan mala, ni la muchacha tan inocente. Lo que en otro momento parecería una completa locura, ahora… ahora es hasta normal. "Storybrooke, el lugar donde todo se hace realidad".
Graham me puso una pata sobre las manos.
- Gracias. Eres el primero en escuchar mi slogan.
Sonreí y me puse en pie mientras retiraba, a manotazos, las verdes briznas pegadas a la ropa.
- ¿Me ayudarías a buscar lo que necesito?
Graham comenzó a correr.
- ¡No hace falta que…!
Entonces, tal y como había aparecido se esfumó, como una estrella fugaz.
… vayas con tanta prisa…
Suspiré.
- Hasta pronto Graham, espero que esto sea buena idea.
Continuará...
