¡Hola!

Finalmente me decidí hacer la segunda parte del fic de 'En Cualquier lugar del mundo', al principio no tenía una idea clara sobre ello pero lo cierto, es que de repente un día las ideas me salieron solas y empecé a escribir. Tengo ya escenas y tengo los próximos capítulos pensados, así que aquí estoy. Para quien no lo sepa, esta historia, es la segunda parte de "En cualquier lugar del mundo " que si alguien quiere leerla, la encontrara en mi lista de Fanfics (pondria el link, pero no me deja FF)

Este primer capítulo, es un poco introductorio para entender en qué momento de la historia se basa, ya que desde el otra fic a este hay unos años de diferencia y así podáis situaros sobre el tiempo se centrara y la situación.

Como siempre este fic será Rated M. Y espero que os guste y me gustaría saber vuestra opinión, ya que el enfoque es algo diferente a la primera parte saber que os parece me vendría bien.

Muchas gracias y nos vemos en el próximo, como siempre si queréis.

San.

Capitulo 1 – Nueva casa, nueva vida

Rachel se adentro en la casa, una casa vacía pero que pretendía llenarla de vida, mientras apretaba fuertemente la mano de Finn que estaba a su lado. A partir de ahora sería su casa. La casa de los dos. Les había costado un tiempo decidir irse a vivir a Los Ángeles, pero habían llegado a un punto en que la pareja pasaba más tiempo en los Ángeles que en Nueva York.

Rachel había conseguido tener un papel en una serie de televisión de crímenes, aunque su papel no era regular y solo grababa a veces, hecho que le hacía pasar semanas en L.A. Además, tenía pequeños papeles en películas y empezaba a tener más audiciones que nunca, mientras compaginaba ser la cantante de su banda.

A su vez, cuando la discográfica descubrió que Finn, Liam y Justin eran unos grandes compositores de música, fueron contratados como compositores para componer canciones para otros artistas en sus discos, escribiendo canciones para cantantes bastante conocidos o cantantes nuevos. Así que a menudo tenían reuniones en la sede de L.A.

Aunque Justin y Liam todavía no se habían decidido en ir a vivir a Los Ángeles, Rachel sabía que no tardaría en llegar dicha decisión. Los vuelos a Los Ángeles empezaban a ser regulares y ahora que Finn se había traslado definitivamente a Los Ángeles los ensayos serian mucho más complicado.

Justin era el más reacio a mudarse, ya que su relación con Alyssa, la amiga de Rachel iba demasiado bien como para separarse. En parte los entendía, ese dilema entre el amor y el trabajo. Supo por Alyssa que las discusiones eran frecuentes entre ellos dos debido a esto y se sentía mal por ambos. Hacían buena pareja y los veía felices a los dos.

En el caso de Liam, no tenía a nadie, bueno si, tenía muchos ligues pero ninguna relación seria. Pero todavía no se había decidido a mudarse a Los Ángeles, aunque no tardaría.

Tras haber sacado dos discos y hacer sus respectivos tours, la banda había decidido tomar unos meses de descanso antes de ponerse a componer canciones para su tercer disco. En ese descanso, la pareja había aprovechado para casarse, irse de luna de miel y mudarse a los Ángeles.

Rachel miro a Finn con una sonrisa antes de ponerse de puntillas y darle un beso en los labios. Habían estado viviendo juntos en el piso de Rachel de Nueva York, pero al fin y al cabo, era su dúplex. Puede que no tuviera importancia pero el hecho de elegir la casa los dos, elegir la decoración, los muebles. Elegirlo los dos, le daba mas sensación de que por fin era de los dos.

Finn le miro sonriente, antes de mirar la espaciosa casa que ahora tenían enfrente. Al estar vacía, la casa daba demasiada impresión. Se separo un momento de Rachel mientras admiraba la casa. La joven se fue un momento fuera para empezar a coger las cajas y esperar que la casa de muebles le trajera los primeros muebles. La sala donde estaba era sin duda donde pondrían la televisión, el sofá junto a la chimenea. Tenía un gran ventanal donde se veía el jardín y la piscina, donde Rachel ya había anunciado que quería poner una mesa para desayunar al aire libre y unas hamacas para la piscina.

Finn se giro hacia su derecha para ver al fondo la cocina y al lado otra la otra sala de estar donde ya habían decido en poner la mesa de comedor, que se comunicaba directamente con la cocina. Las escaleras estaban a un lado, que subían a una segunda planta donde había dos baños y cuatro habitaciones. Finn suspiro contento mientras se daba cuenta que una nueva etapa en sus vidas comenzaba, se giro hacia la puerta viendo como Rachel empezaba a entrar con una caja. El joven le sonrió y se dispuso a ayudarla.

Pasaron casi cinco días hasta que la casa estuvo completamente decorada. La habitación de matrimonio fue lo primero que decoraron, ya que de momento no tenían otro lugar. Para así tener un lugar donde dormir mientras seguían decorando la casa. La decoración era sencilla, con toques lilas y blancos pero elegante y bonita, a cada lado una mesita de noche a juego y unas lámparas lilas decorando la mesa. La habitación era lo suficientemente grande como para poner sofá y una mesita pequeña a un lado de la habitación. La habitación conectaba con dos puertas, una hacia el vestidor, con la ropa de ambos, aunque Rachel ocupaba gran parte del vestidor con la cantidad de ropa que tenia y el baño, con un jacuzzi y una ducha convencional. Finn dejo que de los detalles de la decoración bajo la orden Rachel, dejo que pusiera los cuadros que ella quisiera porque realmente se le daba bien.

De momento, no sabían muy bien como ocupar las demás habitaciones restantes. Aunque tenían claro que una de ella, seria donde pondrían una especie de estudio, con la guitarra, una pequeña librería con sus libros preferidos, con los carpetas con las partituras de las canciones y un escritorio para cuando Rachel tiene que estudiar sus guiones.

Además Rachel, había colgado en esa habitación la medalla que le dieron a Finn en su honor. Finn en el fondo no había querido tenerlo allí puesto, pero Rachel quien había ido con él a Washington cuando le dieron la medalla de honor y escucho el discurso que hicieron a su honor, considero importante ponerlo. Finn quería explicarle que no se sentía orgulloso de algunas de las cosas que hizo y pasaron allí, quería decirle que aunque valoraba esa medalla, no quería saber nada más del ejército. Pero Rachel era Rachel, y una medalla lo veía como algo importante. Lo veía como se consideraba un miembro útil. Rachel no era tonta, sabía lo que suponía el ejercito, sabia lo mal que lo había pasado pero quería con ese detalle darle a entender que a pesar de las cosas malas que haya podido hacer, ella le iba a querer a pesar de su pasado. Quizá una manera extraña de demostrarlo, pero era su manera única de dárselo a entender.

Finn seguía teniendo pesadillas a veces, en contadas ocasiones cuando algo le aturdía o cuando algo le hacía recordar esos momentos duros. Rachel había encontrado una manera de calmarle y de ayudarle. Además, Rachel se había dado cuenta de que la gran mayoría de ellas aparecían cuando se acercaban el aniversario de la muerte de Daisy. Aun así, Finn estaba mejor que nunca desde que había vuelto a los EEUU. Estaba contento con su trabajo en la discografía y relacionándose con el mundo de la música. Se sentía estable y feliz.

Las demás habitaciones no tenía una utilidad concreta, aunque Rachel ya había pensado sobre qué hacer con una de ella en un futuro. Así que las otras dos las habían decorado como habitaciones para posibles invitados.

Por fin, tuvieron un día de descanso después de la mudanza y Finn estaba realmente cansado. Amaba a Rachel, pero en cuestión de decoración, moda y otros temas que él apenas prestaba atención a veces se ponía insoportable. Y agradeció que por fin hubieran acabado con la mudanza.

Finn entro en la habitación de matrimonio, para irse a duchar cuando no pudo evitar mirar hacia el cuadro que Rachel había encargado pintar y que había querido colgar en una de las paredes de su habitación. Era el retrato de una de las fotos de la boda. Era una cuadro precioso, la manera en que estaba pintada aun hacia más hermosa esa foto. Salían ellos dos, dándose un beso, ella con el ramo en la mano y de fondo uno de los jardines del lugar donde celebraron el banquete. Si había algo que le gustaba de ese cuadro es que irradiaban felicidad, sobretodo Rachel, su rostro, la postura, la imagen en si, era preciosa. Abajo de todo, casi como si fuera una firma quedaba escrito en negro, la fecha "14 de Mayo de 2022"

Hacía casi tres meses y parecía que había sido ayer. Rachel estaba tan hermosa, que aun podía verla cuando cerraba los ojos. Siempre estaba tan hermosa, pero aquel día no era por su hermoso recogido que caía en cascada por detrás ondulado o por su vestido de palabra de honor blanco marcándole la cintura y la falda con diferentes capas. No era por nada de eso. Era su cara, su rostro, sus ojos, su mirada, aquel día irradiaba de felicidad ella en si misma. Por eso, estaba más hermosa que nunca. Fue el día perfecto que no tuvieron hacia años. Finn se había dado cuenta desde el primer momento que la vio.

Por su parte, Finn lucía un esmoquin gris muy favorecedor pero al igual que Rachel no era su esmoquin o su peinado era su cara, su rostro. La felicidad también estaba allí y él mismo lo pudo ver en su cara pintado en el cuadro. Ver a todos allí, fue realmente emocionante. No fue multitudinaria, fue como ellos esperaban, sencilla, pequeña y emotiva. Porque solo las personas que estaban allí eran importantes para ellos dos. El Glee Club entero con Señor Shue, Emma y Daniel incluido, sus amigos de Nueva York, los chicos de la banda, sus familiares más directos y algunos amigos más.

Su luna de miel fue bastante sencillita, pero los dos disfrutaron muchísimo de unos días en unos paisajes hermosos, haciendo senderismo, tomando el sol y disfrutando sobretodo de esos momentos juntos.

Finn sonrió de nuevo hacia el retrato y se metió en el baño para ducharse mientras Rachel seguía ordenando la casa para cenar mientras la escuchaba tararear. Vio como la gata Barbra, quien había engordado un poco durante estos años, le miro desde la cama y le maulló antes de dar un salto y meterse en el baño con él.

La cena que Rachel preparaba era nada más y nada menos que una cena con sus amigos para celebrar esa nueva casa y que sus amigos la vieran por primera vez. Solo con aquellos que vivían en los Ángeles, que afortunadamente eran algunos. Kurt, Blaine, Mercedes y su pareja, mas una joven llamada Laila, que se había convertido en una gran amiga de Rachel que la había conocido durante los días que habían ido a grabar el disco, ya que era una trabajadora de la discográfica. Se habían convertido en intimas, así que cada vez que la joven pisaba los Ángeles siempre se veían.

Kurt y Blaine llevaban juntos desde el McKinley aunque tuvieron alguna pelea que duro algunos meses, pero volvieron a estar juntos. Gracias a que las leyes sobre el matrimonio homosexual se instauraron en casi toda América, la joven pareja se caso hacia ya unos tres años. Desde entonces la pareja vive en los Ángeles también.

Kurt quien había estudiado en NYADA al igual que Rachel con la intención de ser actor también, encauzo finalmente su vida profesional para ser guionista. A pesar de que participo en varias series de televisión como actor durante los primeros años, la vida le dio un revés cuando le dieron una oportunidad de presentar un guion de una serie que le hizo ser uno de los mejores guionistas de la actualidad, obligándolo a vivir en Los Ángeles. Por su parte, Blaine había entrado en una de las compañías de teatro alternativos de Los Ángeles y que realmente estaba muy contento con lo que hacía.

Además los pareja tenían una niña de apenas un añito llamada Elisabeth Rachel Hummel-Anderson que al igual que Rachel fue concebida por una madre de alquiler y de manera que ninguno de los sabe cuál es el padre verdadero de la pequeña. Pero tanto Kurt como Blaine nunca le han dado importancia.

En el caso de Mercedes, estaba empezando a grabar un disco, gracias a que Finn y Rachel ayudaron presentándola en su discográfica. Desgraciamente, Mercedes no había tenido tanto éxito, ya que como le había dicho hacia años su represente a Rachel siempre priman mas otros aspectos que el talento, así que, sus amigos tras años y años de que la joven lo estaba pasando mal, no dudaron en intentar ayudarla y finalmente lo consiguieron, después de unos años cantando en bares y en locales, la joven empezaba a grabar su propio disco. De hecho al ser la misma discográfica del grupo de Finn y Rachel, tanto Finn, Liam y Justin estaban ayudándole a componer sus canciones para su disco, un disco de canciones con toques de Blues y toques diferentes. Además Mercedes estaba encantada de trabajar con ellos, sobretodo con Finn.

Casi a las seis de la tarde, sus amigos llegaron a la nueva casa de Rachel y Finn. Los primeros en llegar fueron Kurt, Blaine y la pequeña Elisabeth quien parecía contenta por visitar a sus tíos. A pesar de que apenas se habían visto en persona durante los últimos tiempos, la pequeña reconocía a sus tíos, gracias a las videollamadas entre sus padres y ellos, haciendo que la pequeña supiera que esas dos personas eran las que les hacían caras extrañas por la pantalla.

Nada más abrir la puerta, se saludaron y Rachel levanto a la pequeña en brazos abrazándola dándole un beso, dejándola en sus brazos.

-Wow, que bonita – pronuncio Kurt al admirar la casa y su decoración. Rápidamente, Rachel le cogió del brazo libre mientras en el otro llevaba a la pequeña Eli y empezó a contarles detalles de la decoración que tanto a Blaine como Finn lo encontraron bastante aburrido. Así que acabaron los dos hombres siguiéndoles mientras hablaban del trabajo, del futbol, de otras cosas que no tenían nada que ver con la decoración.

Después del tour enseñándole la casa se sentaron en el sofá mientras hablaban sobre los diferentes proyectos de su vida. Rachel seguía con la niña encima, mientras que Finn quien estaba sentado a su lado empezó a mirar a la niña y a ponerle caras y jugar con ella, mientras consiguió que la pequeña se riera de su cara. La pequeña extendió los brazos hacia su tío y Finn acepto encantado a cogerla en brazos poniéndola encima de su rodilla y empezó a jugar como si estuvieran en una carretera llena de baches, pero a pesar de los movimientos, la pequeña se lo estaba pasando en grande, mientras los mayores hablaban de cosas más serias. Por un momento, Kurt miro a su hermano y se rio.

En ese momento, el timbre sonó señal de que Mercedes o Laila acaban de llegar. La primera en llegar fue Mercedes con su pareja David, un joven de ojos marrones, alto y que tenía un gran sentido del humor. Finn y Rachel era la primera vez que lo conocían, mientras que Kurt y Blaine ya habían estado un par de veces con la pareja. Fácilmente congenio con Finn, quien parecía tener los mismos gustos que él. No tardo apenas cinco minutos en sonar el timbre de nuevo para que Laila una joven pelirroja de igual estatura que Rachel se presentara en la casa.

Fue una reunión divertida y amena. La pareja de Mercedes un joven dos años más joven que ella y que tiene un cierto sentido de humor bastante peculiar se integro perfectamente con ellos. La cena paso rápida, muy rápida para todos, mientras la música y las risas ambientaron la cena mientras brindaron por la nueva casa. Blaine y Kurt fueron los primeros en marcharse ya que, la pequeña se había quedado durmiendo y tenía que descansar, después Mercedes y David se fueron y Laila fue la última en irse.

Nada más cerrar la puerta, Rachel sonrió. Empezaba bien esta nueva etapa. Había tenido miedo de mudarse sobretodo, porque había creado su pequeña familia en Nueva York que durante 10 años había sido su apoyo y su familia, que había ido creciendo a medida que Finn, Liam y Justin entraban en su vida. No podía negar que los echaba de menos. Mucho. Pero se dio cuenta de que ahora estaba creando su otra familia en Los Angeles, con personas que ya los consideraban sus amigos y su familia.

Se fue en busca de su marido quien parecía entretenido recogiendo y colocando los platos en el lavavajillas.

-Finn, deja eso para más tarde – murmuro mientras le rodeo por la cintura, dándole un beso en la espalda desnuda, ya que aprovechando que ya solo estaban ellos dos, se había quitado la camisa debido al calor que estaba haciendo estos días incluso a esas horas de la noche.

-Cielo, después nos dará pereza y lo sabes – le dijo aun con Rachel pegada a su espalda.

- Después te ayudo. Quiero probar la piscina – le dijo Rachel. Finn le miro intuyendo las intenciones de Rachel.

- ¿Ahora? ¿A la 1 A.M? – pregunto incrédulo, Rachel asintió con una sonrisa – Esta bien, déjame que termine esto y me meto contigo – Rachel puso un mohín en su cara, aunque se separo de él y se fue directa a la piscina. Encendió las luces del jardín y empezó a desnudarse - ¿Rach, no te pones el bikini? – pregunto el joven, antes de escuchar la risa de Rachel.

- ¿Por qué? Estamos tú y yo, no necesitamos ningún bañador – Finn abrió la boca y asintió sin cuestionar nada. Desde su posición vio como la joven se desnudo completamente antes de entrar lentamente por la piscina. No pudo evitar sonreír al ver como se estremecía un poco. Finn se dio prisa en acabar de ordenar todo y subió un momento a por un par de toallas.

Cuando bajo, Rachel estaba nadando hacia el fondo de la piscina cuando sintió que Finn que entraba en el jardín. Desde el fondo de la piscina, donde apenas llegaba al suelo lo observo y sonrió abiertamente, cuando el joven se quito su camisa y posteriormente sus pantalones.

-¿Esta buena? – pregunto refiriéndose al agua mientras dejaba caer la ropa interior.

- Esta muy buena, esta calentita – Finn se puso a uno de los lados evitando las escaleras de mármol y se tiro de cabeza. Rachel vio el rastro de Finn bajo el agua como se acercaba a ella buceando. Y en segundos, la cabeza de Finn apareció enfrente suyo el rostro mojado y llevando sus manos a su cara apartando las gotas de su rostro. Era cierto, el agua estaba algo caliente gracias a que le había dado el sol durante todo el día.

-Hola – murmuro Rachel. Rápidamente, Rachel llevo las manos a su cuello y puso sus muslos alrededor de sus caderas quedando su cuerpo pegado al suyo. Mientras Finn la rodeo con sus manos poniéndola en su espalda.

- Hola – le respondió dándole un beso en la mejilla.

- Ha sido una gran noche, ¿No crees? – pregunto Rachel mientras se movían por el agua con ella subida a sus caderas, abrazados y desnudos.

- Si, una gran noche – sonrió antes acercarse a su boca y besarle profundamente. Sintiendo la lengua dentro de ella. Llevo su mano a su cuello con cuidado mientras se siguieron besando. Se separaron cuando el aire les falto. Ella escondió su rostro en su cuello. Esa sensación era deliciosa, estar allí juntos en su casa al aire libre y disfrutando de los últimos días de vacaciones que les quedaban.

Por un momento siguieron moviéndose por el agua sin nada más que hacer o decir. Hasta que Rachel llevo sus manos hacia su debajo de las axilas lugar donde sabía que Finn no le gustaba que le hicieran cosquillas, pero ella siempre utilizaba cuando estaba juguetona y quería chinchar a Finn. Por suerte, Rachel sabía que siempre se lo tomaba bien esas bromas. La joven se rio cuando él se intento quitar las manos de allí, chapoteo el agua.

-Ouch, Rach, ¿Qué haces? – Finn se separo para verle y la vio mordiéndose el labio, poniendo esa cara cuando quería divertirse un rato, aunque normalmente era a costa de él. Pero no le importaba. Lo que no sabía Rachel es que esa cara que ponía, le excitaba mucho. O puede que sí que lo supiera y por eso lo hacía, pero en cualquier caso, si quería jugar un poco, él también jugaría. Llevo sus manos a sus muñecas reteniéndolas para que parara, llevándolas fácilmente hacia su espalda cogiéndola con una mano - ¡Te estás ganando ser castigada, otra vez! – Le dijo con voz provocativa.

-¿Cómo anoche? Entonces sí, quiero ser castigada… - susurro con provocación y volvió a ver esa cara.

-Oh, Rach, eres una chica muy, muy mala – Rachel sonrió mientras que rodeo sus piernas mas fuertes contra él y empezó a rozar su centro contra su piel mojada de las caderas.

- Quizá… deberías castigarme de nuevo – Murmuro Rachel sintiendo como su pene se clavaba ya duro contra su estomago. Rachel movió sus caderas, hasta su longitud haciendo que sus entrepiernas se rozaban. Ambos gimieron por el contacto y por el agua que lo hacía más excitante.

- Así que esto era lo que querías ¿no? – Murmuro mientras llevo su mano por su cuerpo hasta su centro, y sus dedos rozaron sus pliegues sensibles que la hicieron gemir.

Finn beso su boca mientras la luz de la luna les alumbraba, mientras sus dedos rozaron sus pliegues antes de adentrarse entre ellos y meter dos dedos en ella. Y antes de darse cuenta, Rachel sintió como su pene se puso contra su entrada y poco a poco entro en ella para hacer el amor lentamente mientras el agua iba rozándoles por sus cuerpos.

-Bueno, ya hemos estrenado la piscina. Uno menos – Susurro mientras subía las escaleras con solo la toalla tapando su cuerpo y Finn caminaba detrás de ella también solo con una toalla en sus caderas.

-¿Qué quieres decir? ¿Estás haciendo otra lista de las tuyas? – dijo recordado la lista que había echo de los sitios donde quería hacer el amor. En la playa, en el camerino, en los lavabos del karaoke con un largo etcétera de sitios y algunos se trataba de sitios casi imposibles, sobretodo cuando vio que Rachel pretendía tener relaciones sexuales en Paris, más concretamente en la torre Eiffel. Finn estuvo durante media hora intentando convencer de que quitara ese lugar de la lista, ya que era imposible, pero Rachel se negó, diciendo que nunca sabían si se daría la oportunidad.

- Bueno, tenemos que estrenar cada parte de la casa, y esta es una buena forma – Rachel sonrió mientras entraban en su habitación y ambos se metieron en el lavabo acabándose de secar su cuerpo.

-¿Me estás diciendo que tenemos que hacer el amor en todas las habitaciones y lugares de la casa?

- Por supuesto – Finn le miro divertido antes de hacer una mueca.

- Me gusta la idea – Sonriendo provocativamente - ¿Sabes lo que me gustaría probar? El jacuzzi y la ducha – dijo ilusionado.

- Oh, Finn, tu eres un chico malo también.

- Por supuesto que lo soy – Finn puso cara de superioridad como si fuera tan evidente como para no darse cuenta, hecho que hizo reír a Rachel – Quizá si que deberíamos hacer la lista.

- Si, y colgarla en el nevera – Dijo divertida.

- ¡NO! Que como venga mi madre a visitarnos a ver cómo le explico eso – dijo completamente horrorizado. Rachel se rio antes de añadir.

- O Justin y Liam – dijo riéndose.

- Si, todavía me siguen recordando cuando nos pillaron en el concierto.

- La próxima vez deberíamos ser más cuidadosos, sigue estando sin tachar en la lista, además es una buena manera de descargar la tensión antes de un concierto – Finn se rio.

La joven se metió en la cama sonriendo ante esa conversación. Durante los años en que llevaban juntos, la relación entre ellos se había hecho más fuerte y el sexo era solo una parte en donde habían crecido como pareja. Hubo una época en el que el sexo se volvió monótono y aburrido, pero decidieron hablar y probar cosas nuevas en su vida y de ahí surgió la idea de la listas.

Habían pasado por momentos malos y buenos: a pesar de los años, no cambiaba el hecho de que eran personas muy diferentes, habían tenido peleas y conflictos que a base de la confianza y el respecto los habían resuelto.

La convivencia no siempre había sido tan fácil, Rachel era una persona difícil con la que convivir y Finn tenía sus propias manías también, pero finalmente se habían adaptado el uno al otro, habían aprendido a ceder cuando era necesario y a moldearse para tener una convivencia buena. Y sobretodo habían aprendido a respectar los espacios personales; eran pareja, pero tenían sus momentos de intimidad, con sus respectivos amigos o solos. Pero al final del día se tenían el uno al otro; durante esos días en los que Finn se levantaba de muy bajo ánimo o días en los que Rachel llegaba a casa abatida por un mal casting: el amor, la compresión, el respecto y la adoración estaba por encima de todo.

Sabía que no todo era perfecto, pero si tenía que definir la perfección era sin duda esto. Con la sensación de felicidad y con los brazos de Finn a su alrededor, se durmió.