Capitulo 1: El Funeral de la Luna
En un claro de la selva lluviosa, cubierto de heridas y lodo, se encontraba un guacamayo azul, este con esfuerzos se recostó de espalda con la lluvia cayéndole encima, mirando al cielo con la mirada perdida.
"Si quieren saber por que estoy ahí, deben tener coraje para escuchar esta historia, mi historia, me llamo Blu, ignoro donde nací, pero me crie en Minnesota…y estoy aquí…derribado…acabo de fallar…falle una promesa…le falle…a mi esposa…mi nombre es Blu y esta es mi historia".
En la selva de Rio de Janeiro, Blu volaba por al aire en libertad, cargando unas frutas en sus patas llevándolas a un nido ubicado en un árbol, dentro había una guacamaya azul descansando, tenia el vientre un poco hinchado, estaba preñada y el abultamiento indicaba que no tardaría en poner los huevos, cuando entro Blu ella se despertó y lo recibió con una calida sonrisa.
-¿como te encuentras Perla?...y ¿que tal están mis futuros hijos?- indago el guacamayo, dándole un beso y mirando el vientre de la joven ave.
-estoy asustada, enserio…no puedo caminar sin sentir dolor…pero a la misma ves estoy emocionada…estos huevos son nuestros hijos Blu- le contesto sonriendo acariciándose el estomago –ya falta poco-
-pues, quizás mañana, o quien sabe cuando seamos padres…el sol se esta poniendo, será mejor que comamos y descanses- Blu le dio un Beso, acomodo unas frutas junto a ella para que comiese, mientras se acurrucaba junto a ella.
"Sip, ella es mi esposa, su nombre es Perla…hace unas semanas pasamos por situaciones de locura en el carnaval de Rio, ahora yo espero todo salga bien, ya deseo criar a esos niños junto a ella, pero yo creo que el destino me tiene preparado otros destino".
En la mañana apenas esta saliendo el Sol, Blu se le ocurre abrir los ojos, cuando lo hace observa que Perla esta un poco alejado de el, quejándose de dolor y llorando, sujetándose el vientre como si fuese a explotar, Blu asustado fue directamente con ella.
-Perla ¿Qué te sucede?- indago el ave, Perla apenas se mantenía consiente y respirando poco
-perdón Blu…no tenia fuerzas para gritar y avisarte…los huevos…ya vienen- dijo Perla en voz baja, casi inaudible
"Mi reacción fue instantánea, fui inmediatamente con mi amigo Rafael, un tucán que vive a casi 5 arboles de distancia de mi nido, el sabia que hacer mejor que yo, así que lo llame a que me echase una manita, por así decirlo".
En el nido Perla, se quejaba constantemente, respirando agitadamente, en un santiamén, Blu llego con el tucán quien instantáneamente se puso a un lado de Perla.
-bien Perla, ya estoy aquí para ayudarlos…Blu ven aquí quiero que la sujetes de sus alas y no la sueltes- así lo hizo, Blu la sujeto con fuerza, dándole ánimos, diciéndole y a la ves que rezaba que todo saliera bien.
-vamos Perla, tu puedes…- le decía Blu sujetando sus alas.
-Blu…me duele…ayúdame- decía respirando agitadamente, el tucán estaba detrás de ella.
-tranquila Perla, tu puedes, para que sea rápido debes pujar con todas tus fuerzas- Perla hizo un enorme quejido –ya viene el primer huevo…vamos…yyyy ya esta- contesto el tucán dejando el huevo a un lado –Perla siente tu estomago, calcula cuantos huevos son…- agrego Rafael.
-no lo se…ya viene el otro…ME DUELE- Perla volvió a pujar y salió uno mas, este venia envuelto en sangre –queda…queda uno- Perla volvió a pujar y con un fugaz y doloroso grito salió un tercer huevo –ya…son todos-
-Bien echo Perla…ya somos padres- dijo el guacamayo azul, sin embargo el tucan tenia una mirada triste y preocupante –Rafael…¿Qué sucede?- indago el joven ave
-Rafael…quiero hablar con Blu...sal un momento…por favor- dijo Perla muy agitada, respirando dificultosamente, el tucán agachando la mirada salió fuera, Blu comenzó a asustarse –Blu…quiero que me prometas…que cuidaras y criaras a nuestros hijos-
-Perla…¿Qué estas diciendo?...claro que los cuidare y lo aremos juntos- el guacamayo le sonrió pero ella estaba adolorida, fue cuando Blu observo que debajo de ella había sangre –Perla…¿Qué te sucede?...-
-Prométemelo Blu…por favor cuida a mis hijos…te amo tanto Blu…pero ya me voy…- dijo sujetándose de el con fuerza.
-de que diablos hablas ¿a donde te vas?- las lágrimas comenzaron a salir de los ojos de Blu.
-lejos…muy lejos…adiós Blu…te amo- Perla se lanzo a darle un beso en el pico al guacamayo, fue cuando su cabeza callo por su propio peso, ella quedo tendida en las alas de Blu.
-Perla…Perlita…vamos no juegues asi conmigo…¿Perla?…- Blu movía su cabeza, sin respuesta, al tenerla en sus brazos noto que su corazón dejo de latir y dejo de respirar…Perla, había muerto –no…no…NOOOOOOO, PERLA….DIOS MIO NOOOO-
Desde la base del árbol donde se encontraba el nido, Rafael solo escuchaba los desgarradores gritos de Blu, el mismo tucán lloraba en silencio, luego llegaron volando otro par de aves, un canario con corcholata por sombrero, y un cardenal rojo gordo, los cuales al llegar y escuchar desde lo alto los gritos de Blu.
-Rafael…¿Qué sucedió?- indago el canario, quitándose el sombrero, asustado por lo que podría ser la noticia.
-Nico, Pedro…yo lo vi todo…esos llantos tienen una razón…nunca nos imaginamos que los huevos de Perla vendrían grandes- escuchando eso las aves se persignaron exclamando un "Dios mío" –Perla acaba de morir de manera terrible…los huevos la desgarraron y murió desangrada…hay que dejar a Blu un momento luego subiremos-
Los 3 se quedaron juntos un momento escuchando los desgarradores llantos de Blu, indagando y maldiciendo al cielo por llevarse a Perla, en el nido el se escondía la cara entre las plumas del cadáver de su amada, sin latidos, sin respiración…sin vida, no dejaba de decir "te amo" a cada instante, como si nunca se lo hubiese dicho, su cuerpo aun conservaba su calor, y la sangre saliendo a chorros de la cavidad de los huevos del ave.
"Nunca olvidare ese dolor…la agonía…en esos momentos sentí mi alma hundiéndose en las profundidades del abismo…mi corazón sentía un dolor indescriptible, una agonía incesante…deseaba que el tiempo se detuviera en ese momento para no separarme de ella, no entendí que paso ¿no la cuide bien? ¿en que me había equivocado? Solo me quedaba la tortura del alma y un odio enfermizo hacia la hipocresía que me condeno a este infierno…como deseaba tenerla ahí conmigo, en ves de este dolor, el regocijarnos de la alegría pues íbamos a ser padres, su plumaje azul cielo, y sus bellos ojos verdes ahora se habían ido de mi vida, pero no podía quedarme ahí llorando".
Esa noche, en una parte de la playa que estuviese vacía sin la presencia de humanos, varias aves se reunieron, cada una sujetando una flor rosada, y en la orilla por idea de Blu en un tronco hueco, dentro el cadáver ya frio de Perla, con una serenidad envidiable, en verdad parecía que descansaba, y con justa manera después de la agonía que paso, solo dejando atrás a un guacamayo adulto, y 3 huevos frescos, Blu estaba cercas del tronco en un ala sosteniendo los 3 huevos en un ala, dos de ellos impregnados aun por la sangre de su difunta madre, a la luz de la luna las aves guardaban silencio, solo Blu lloraba aunque también en silencio.
-vamos- Blu sujeto un huevo en el pico, y los otros 2 en las patas, dos garzas de pico de espátula sujetaron el tronco elevándolo, las demás aves fueron siguiéndolos.
En una parte del oscuro océano que servía de espejo a el cielo estrellado y a la luna, justo en el reflejos de esta dejaron flotando el tronco o ataúd improvisado de la guacamaya, alrededor las aves soltaron las flores para que flotaran alrededor de ella, Blu se poso en el tronco y soltó los huevos un momento a un lado de ella.
"Yo ya no sabia que hacer, se lo prometí, que cuidaría a los huevos, y los criaría, este ultimo acto fue para que los huevos estuvieran aun lado de su madre una ultima ves, su cuerpo estaba frio pero sus plumas aun guardaban su esencia, lo ultimo que se llevarían los pequeños de ella".
-no se me ocurre, ninguna canción…no me se ninguna canción para malos tiempo- dijo Nico, volando suspendido encima del agua
-tranquilo carnal…esta ves me toca a mi…Blu ¿quieres que cante?- indago Pedro, Blu le dijo "hazlo".
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"¿no dije que te amaba?...jamás supiste la verdad…lo mucho que me amaste, no lo supe…adorar…me equivoque…yo me equivoque…vacío me dejaste el corazón…(coro de todos los presentes)…¡y hoy que ya no estas aquí, que se lo mucho que perdí, no tengo ganas de vivir me duele ver que todo termino…tu siempre fuiste todo para mi y nunca te enteraste de mi amor…dijiste que me amabas, que robe tu corazón…creía que lo nuestro seria eterno…pero no…es increíble se acabo (canta Blu)…y hoy que ya no estas aquí, que se lo mucho que perdí no tengo ganas de vivir me duele ver que todo termino…y nunca te enteraste de mi amor".
Mientras las demás aves seguían el canto dirigido por pedro, Blu pidió el favor de que sujetaran los huevos y el empujo un momento el tronco para que la marea se la llevase, Blu le dio una ultima caricia al rostro frio e inerte de lo que el alguna ves vio como lo mas amado en su vida, y una ultima lagrima cayo justo en el ojo de perla, esta resbalo como si fuera una lagrima de ella, así Blu regreso donde los demás, mientras veía al tronco alejarse por la marea, encaminado por un camino de luz echo por la misma luna, finalmente las aves fueron a la playa, donde le entregaron los huevos a Blu, quien miraba aun hacia el océano, ya estaba muy lejos y Perla ya no se observaba mas.
-Blu, quiero hablar contigo- Rafael se acerco Blu, este venia acompañado de Eva su esposa y varios de sus hijos –veras e hablado con Eva y los demás…sabemos que eres animal domestico y no sabes mucho…así que por un tiempo te echaremos la mano…pero solo por un tiempo…debes criar tu a tus hijos, nadie mas debe- las palabras de Rafael eran serias, y aunque no era un buen momento Blu ya sabia lo que debía ocurrir.
-ya me lo imaginaba Rafael, eres un gran amigo…muchas gracias- otro grupo de aves se acercaron a Blu.
-señor Blu tampoco olvidare lo que hizo, nos salvo de ese avión…también estoy cercas de vuestro nido, si tambien necesitas algo de ayuda avíseme, se lo debo a usted y a Perla que en paz descanse- Blu les agradeció lo que estaban haciendo, no negó la ayuda pues sabia que el solo no sabría que hacer.
"Con mis penas, y cargando los huevos volví al nido esa noche, por lo que había visto en programas de televisión y algunos libros coloque los huevos en triangulo y me senté encima de ellos para "empollarlos" "incubarlos" o como fuese, echo esto y yo también acomodándome esa noche…ahora estaba solo, ya no te tendría para recostarte junto a mi, tu aroma a flores, la suavidad y el calor de tus plumas…tus besos, te extrañare…"ave bonita"…"
Continuara…
