Ahí
estaban los dos, sentados en aquel auditorio. No era cualquier
auditorio, era el gran auditorio de la Universidad de Michigan y
ellos no eran dos simples estudiantes, eran Greg House y Lisa Cuddy,
grandes promesas de la medicina.
El decano Harper presentaba un
nuevo medicamento, para que servia? No sabían y realmente no
les importaba. Era mitad del verano. A quien se le ocurre hacer una
conferencia sobre un absurdo nuevo medicamento en mitad del
verano? Solo al decano Harper y ellos lo sabían.
Solo habían asistido porque el los había invitado
directamente, no pudieron rechazarlo.
La conferencia se estaba
prolongando y el calor hacia que pequeñas gotas de sudor
resbalaran por los costados de la cara del joven y apuesto Greg
House. Lisa, sentada a su lado, lo miraba divertida. Eran amigos,
grandes compañeros de parranda y amantes ocasionales. Ella no
sudaba, su ligera blusa escotada y su falda tubo no eran molestia en
esos momentos, por lo menos no lo eran hasta el comienzo de la
penúltima exposición.
Cansado de escuchar la
conferencia se giro hacia ella, seguía mirando a aquel
profesor tartamudo que explicaba las propiedades de un nuevo
antinflamatorio.
Oye!- Le dijo en un susurro.
Que sucede?-
Ella se volvió a verlo.
El no dijo nada, solo sonrió,
con aquella sonrisa que ella tanto conocía. Si, aquella era la
sonrisa de las segundas intenciones, le tomo medio segundo adivinar
lo que esos ojos azules profundos le estaban proponiendo.
No creo
que sea el momento sabes, además seria muy complicado salir de
aquí sin que todo el mundo lo note- le dijo prácticamente
al oído. A pesar de todo era una chica tímida y no
necesitaba que toda la facultad se enterara de cómo llevaba su
vida sexual.
Vamos…- le respondió el. Suavemente coloco
su mano en la pierna de ella, y comprobando que todo el mundo estaba
inmerso en la conferencia empezó a subir metiendo la mano por
debajo de su falda, hasta llegar a los bordes de su ropa interior.
Ella cerró los ojos. Amaba cuando hacia eso, pero no allí,
no en público.
De acuerdo- dijo parándose.
Salio
a duras penas del auditorio seguida por un House que pretendía
hablar por teléfono. Apenas salieron guardo el móvil y
se dirigieron a los baños.
Baño de hombres seria el
mejor, trabaron la puerta. Esto debía ser rápido por lo
besándose apasionadamente se metieron a un cubículo y
pusieron el cerrojo.
Ni siquiera necesitaron desvestirse, solo
bajar un pantalón y subir una falda. Fue corto, rápido
y tremendamente excitante.
Lisa jadeo cuando la penetro, y se
contuvo todo el resto de gemidos por miedo a que alguien los oyera.
Cuando finalmente todo termino salieron del cubículo
arreglándose la ropa.
Será mejor que volvamos, hay
un cóctel después de esto al que debemos asistir- le
dijo ella sacando un peine de su cartera y acomodando los rizos que
habían quedado bastante alborotados.
Si – le contesto.
Acomodando un pliegue en la falda de ella que había quedado
levantado.
Ella sonrió y salieron.
