No puedo empesar sin hacer mención a Drkdarkage, con quien en buena parte nació esta historia. Gracias a todos y muy pronto traeré de regreso mis otros fics. Sí, Sarahí y Ruripaki, eso incluye Pequeños Magos, no me olvido.
Mr. Orange.
Día Uno.
Lugar: Un parque no lejos de la P.S. 118.
10:47 A.M.
Mañana nublada, hojas amarillentas arrancadas de los árboles, brisa fría y una pequeña figura corriendo con soltura y energía entre el campo. Viste un buzo color azul marino y una sudadera gris que se ve mojada. Logra trepar una pared de ladrillos y saltar de ella. En realidad ha logrado cruzar todos los obstáculos que ha encontrado a su paso. De pronto se escucha un silbato y ella se detiene.
"Muy bien Rhonda, eres la primera en llegar".
"Lo sé, Señor Simmons ¡Yo siempre estoy en perfecta condición física!"
"No es por halagarte, Rhonda pero has dejado atrás a todos tus compañeros."
Helga llega muy poco después. Suelta una queja:
"Hubiera llegado primero si ese estúpido Cabeza de Balón no se hubiera caído del muro justo encima de mí".
Lentamente, el resto de los chicos van apareciendo. Simmons los recibe con una amplia sonrísa. Ellos están extenuados
"Muy bien niños, pueden descansar".
"¡Ay¡Al fin!" Suelta Gerald
Y todo el cuarto grado cae desfalleciente contra la pared de una caseta: Sid echado sobre las piernas de Stinky. Arnold y Gerald están espalda con espalda. Phoebe recibe de Gerald una cantimplora con Gatorade mientras se recuesta sobre el hombro derecho de Sheena. En su otro hombro descansa Lila. Nadine sobre el regazo de esta última y parece que se va a quedar dormida. Harold se encuentra en una posición insólita, con las piernas sobre el muro, la cabeza en el suelo y los brazos en cruz. A su lado Brainy se ve rendido. Helga los mira con fastidio.
"¿Y están cansados¿Todos ustedes¡Vaya cuerda de perdedores!"
"En realidad Rhonda" le dice Simmons "he estado observando tu desempeño en las clases de gimnasia y educación física y... mejor anda a la oficina del Director Wartz. Te tiene una propuesta muy especial".
"¿A mí?" Rhonda está muy intrigada
Simmons se vuelve a la cansada tropa del cuarto grado
"En cuanto al resto, un descanso de 5 minutos".
"¿Solo 5 minutos?" protesta Sid "¡Voy a morir!"
"Está bien ¿Qué tal si almorzamos aquí mismo? Arnold ¿Nos haces los honores?"
Se escuchan expresiones de júbilo de todos, excepto de Arnold.
"Fabuloso. Me toca repartir las loncheras".
Helga no presta atención al anuncio de la merienda. Se ha quedado intrigada por la repentina salida de Rhonda.
"Que extraño, Phoebe. Me pregunto que tendrá que hablar Wartz con Rhonda, porque ¿Qué privilegios puede tener para dejar la horrenda clase de Educación Física así no mas?"
"No tengo la menor idea Helga ¿Quieres un poco de Gatorade?" le ofrece gentilmente Phoebe
"No gracias" se excusa Helga "Prefiero algo más sólido".
Arnold se acerca a la rubia cegisjunta "Tu lonchera, Helga".
Helga lo recibe con la misma amabilidad y ternura de siempre.
"Ya era hora, melenudo. Muero de hambre".
Helga abre su lonchera con las imágenes de Los Ángeles de Charlie. No le satisface el contenido.
"Recolectores de humedad, navajas de afeitar triple hoja... Oh sorpresa, Miriam me puso un Non-Non. Creo que hoy lloverá jugo de naranja".
Pero no solo encuentra en la lonchera esos útiles de aseo y la golosina. Además hay un pequeño sobre blanco.
"¿Qué rayos es esto?"
Phoebe estaba a punto de llevarse un royo de aguacate a la boca "Parece una carta, Helga".
"¡Que perceptiva eres¡Lo que quiero saber es cómo demonios llegó aquí dentro!"
Phoebe recoge los hombros en señal de no saber.
Helga discretamente se separa de sus compañeros que no prestan atención a lo que pasa. Se oculta tras un basurero sentada en el suelo y abre el sobre. No puede dar crédito a lo que está leyendo. Mira a todos lados muy intrigada. Se ve confundida.
Al mismo tiempo pero en la escuela:
Oficina del Director Wartz.
11:27 A.M.
"Siéntese, Señorita Lloyd" le dice Wartz.
Rhonda luce gran tranquilidad mientras contempla las chucherias que Wartz tiene en la oficina.
"Mire Señorita Lloyd. Iré directo al grano. Gracias a las referencias que me ha dado el Señor Simmons sobre Usted, creo que podría convertirse en una gran monitora de pasillos".
Rhonda se siente decepcionada "¿Monitora de pasillos?"
Rhonda piensa "¿Y esto era la propuesta tan especial que me tenían? Viniendo de un idota como Simmons debí esperármelo".
"Bueno jovencita ¿No estás entusiasmada? Generalmente hacemos que los chicos nominen al nuevo monitor. Usted tendrá el honor de ser la primera en ser elegida directamente por sus estimados maestros y Director".
Rhonda no sabe como hacer para evadirse de tan ridicula responsabilidad
"Cielos, Señor Director. No tengo idea de que decir."
"Sí. Sí sé que debiera decir¡No!" Piensa Rhonda
"La verdad, Señorita Lloyd" le explica Wartz "Es que necesitamos urgentemente un nuevo monitor de pasillos. Digamos que el último no ha resultado lo que hubieramos esperado".
En los pasillos se escucha una voz desde el interior de un casillero.
"¡Auxilio¡Sáquenme de aquí!" se queja Eugene, el susodicho monitor
"¿Porqué no me deja pensarlo?" Pide Rhonda
Wartz le ruega
"¡Por favor señorita Lloyd¡Es urgente!"
"Está bien, Señor Director" acepta Rhonda. "Seré su monitora".
"¡Dios Mío!" Piensa ella "¡Sé que me arrepentiré de esto!"
"¡Muchas gracias, Señorita Lloyd!" Wartz ha recuperado la tranquilidad "Aquí está su uniforme y..."
"Ah no, señor Director" lo para en seco Rhonda "No usaré ese patético uniforme".
"Pero Señorita Lloyd, este es nuestro querido uniforme de monitor, usado en esta escuela durante 50 años y..."
"Y con mayor razón entonces requiere un cambio. Pero si no le parece, puede buscar a otra persona para que sea su monitor" añade Rhonda con los ojos cerrados y los brazos cruzados.
"¡Está bien, Señorita Lloyd¿Entonces puedo anunciarla esta misma tarde?"
Rhonda sale de la oficina
"Si así lo desea, Director Wartz".
Rhonda se marcha muy molesta.
"¡Fantástico¡Monitora de Pasillos¡Como si no tuviera nada que hacer! Encima debo arreglar este uniforme horrible y lograr que se vea decente".
Pasa al lado de los casilleros. Encerrada en sus propios pensamientos no presta atención a alguien a quien Wolfgand y Edmound han dejado encerrado en un gabinete.
"¿Hay alguien ahí afuera?" suplica Eugene "¡Socorro¡Sufro de claustrofobia!"
Entretanto, en el parque donde la clase del Señor Simmons hace ejercicios.
"No puedo creerlo" dice asombrada Phoebe.
"Créelo Phebes" le dice Helga "Lo estas leyendo con ese enorme par de lentes".
"¿Atrapaste un Non-Non?" se lee en la carta "También mi corazón. Quisiera atraparte en la cárcel de mi amor".
"Ahora la pregunta es" dice Phoebe "¿Quién escribió esta carta y porqué?"
"Espera" Reflexiona Helga "Solo hay una persona que pudo ser".
Y la cabeza de Helga solo puede recordar quien fue elegido por Simmons para llevar, cuidar y repartir las loncheras, un chico de gorra pequeña, cabello alborotado y cabeza de extraña forma oval.
Y a Helga se le pone el corazón a mil por hora.
"¡Arnold!"