1. Un desconocido y una retirada
El silencio reinaba en toda la habitación solo en crujido de un lápiz escribiendo sobre un papel rompía ese silencio, los ojos de la chica se entrecerraban mas a medida que la carta iba cogiendo consistencia, sus palabras eran de despedida, estaba harta de este mundo quería conocer otro, estar con Barbara y Adam, ella no era feliz y solo tenia dieciséis años, si no era feliz ahora cuando lo iba a ser, su carta ya estaba escrita, estaba todo pensado iba a lanzarse desde el puente y allí terminar con todo su sufrimiento, no había marcha atrás nadie le haría dar marcha atrás, nadie su padre no la entendía, su madrastra no le importaba los únicos que se habían acercado a ella y hacerle sentir un poco de calor desde la muerte de su madre habían sido Barbara y Adam. Sentía que con ellos tenia una vida nueva, una nueva oportunidad de formar una familia "normal", estaba decidido iba a empezar de nuevo no lo daba miedo el dolor ni lo desconocido
Sus pasos se dirigieron hacia el desván, su mente estaba perdida en sus pensamientos y no sabia porque se dirigía allí pero... quizás a despedirse, quien sabe… Sus pasos parecían cada vez mas pesados a mesura que subía las escaleras, al abrir la puerta esperaba encontrarse a la pareja hablando de cómo salir de esa, pero no, solo había silencio y ni rastro de Barbara y Adam, eso si una luz atenuante roja sobre salía de la maqueta con cuidado se fue acercando, su mirada se poso en el extraño individuo que estaba ¿tomando el sol? Con una lámpara
- Donde están Barbara y Adam - su voz sonó como un susurro a lo lejano
- Están muertos –
- la sequedad de su voz hizo estremecerla – Ya ser que están muertos, son fantasmas
- quitándose las gafas que ocultaban sus ojos y mirándola - No, no babe, que están muertos para ti y para todos que se fueron… pufff – dando una palmada – pasaron al otro mundo
- Algo en la voz del hombre le hizo desconfiar, donde había oído antes esa voz - ¿Eres un fantasma?
- Soy el fantasma de los fantasmas babe – mirándola con mas atención y haciendo una sonrisa burlona al ver el papel que sostiene con un fuerte agarre, había visto tantos de estos, tantos no le hacia falta leerlo podía saber de que iba solo viendo el rostro de la niña - ¿Qué quería preciosa?
- Hablar con… - viendo que esta mirándola, su mirada verde penetraba en ella y le hacia dudar durante unos segundos si seguir hablando con el, pero a falta de Barbara y Adam, que podía perder – es igual
- sonriendo ante la incertidumbre de la chica – Veras ahora en confianza pequeña, ellos no están aquí, y tu necesitas su ayuda y casualmente yo necesito tu ayuda, yo puedo ayudarte si tu me ayudas
- Yo… yo no – suspirando - ¿Qué necesitas? – el tenia razón necesitaba la ayuda de alguien quería llegar donde estaban Bárbara y Adam y que mejor que un extraño para guiarla , vale no era la mejor invitación pero a falta de tiempo y paciencia
- Di mi nombre tres veces… solo tres veces – y yo te otorgare mi ayuda
- mirándola incrédula - ¿Solo eso?
- sonriendo burlonamente – Soy hombre de pocas necesidades, bueno y si quieres la necesidad que mas olvidada tengo, tu podrías ayudarme – arqueando las cejas sin dejar de perder esa sonrisa burlona al mismo tiempo que sus ojos destellaron, con diversión al ver como la chica iba adquiriendo un color rojizo en su pálida piel
- Yo… - tragando saliva
- Es broma babe, solo di mi nombre tres veces
- Vale… ¿como te llamas?
-mirando el suelo – No puedo decírtelo
- sus sospechas empezaron aparecer otra vez sobre ese hombre, no era un hombre de confianza algo el le hacia desconfiar, pero había otra cosa que le impulsaba a estar allí mas rato hablando con el, quizás era la curiosidad o ¿su mirada? - ¿Por qué no?
- Aaaaaah… muy largo babe, pero resumiendo no quiero ser otra leyenda urbana que corre por los institutos y luego vez a todos los niñatos llamando tu nombre delante de un espejo… estupido - mirándola - en fin babe, si tienes un lápiz y papel o… - chasqueando los dedos – mímica, ese juego me encanta así podré decirte yo mi nombre
- ¿Mímica? – viendo que el hombre asiste con la cabeza – esta bien
Al cabo de un rato y de unas extrañas pista tenia el nombre, o eso creía solo lo tenia de pronunciar tres veces y el le ayudaria…
- ¿Beetlejuice? Ese es tu nombre Beetlejuice
- Si, si ya lo haz dicho dos veces dilo otra vez, solo una mas – su pensamientos ya estaban fuera de esa maqueta, su mente ya estaba preparando alguna que otra borma solo necessitaba oir otra vez su nombre de esa dulce voz y entonces seria libre
- suspirando – Beetlejuice
Una sonrisa se formo en su rostros antes de chasquear la lengua y desaparecer de esa maqueta, Lydia vio como deseparecia de su vista le haba engañado pero que esperaba en confiar en un fantasma… sus manos colgaban pesadamente su mano aun firme cogía la nota, sus pasos volvían a ser pesados su ultima mirada se dirigió hacia la maqueta antes de empezar a andar de nuevo
- Espera babe, teníamos un trato
- la voz la sobresalto, hacia unos segundos ella estaba sola en el desván y el había vuelto se giro de golpe para chocar con un pecho su mirada se alzo poco a poco mirándola con una sonrisa burlo allí se encontrar el, ella dio unos pasos atrás quizás por miedo o por la cercanía – Cr…creía que te habías ido
- Babe yo nunca rompo mis promesas… - inclinando la cabeza – bueno a veces si, pero por ti preciosa lo que sea…
- entonces quiero que…
- Pero sabes lo bueno de estar muerto, que vez de otra forma la vida, en fin no te percatas de las pequeñas cosas cuando estas vivo, en fin yo ya ni me acuerdo de que es la vida, hace mas de seiscientos años que morí, pero seguro que si estuviera vivo nunca me hubiera dado cuenta de quien se ataba a su vida y quien no… en fin he visto de todo, distintas muertes algunas difíciles de digerir en un principio… pero los que mas rabia me han dado siempre son los suicidas, me hacen pensar que yo estoy muerto y no quiero estarlo y ellos que pueden seguir con lo que yo extraño quieren terminar porque… no tiene sentido es injusto, he visto morir niños, mujeres, hombres que de verdad se aferraban a su vida y por causas la perdían sin derecho a protestar a tirar hacia atrás, y entonces aparecen los suicidas, con sus estupidas cartas que pretende hacer sentir a la persona que la lee responsable de sus desgracias y en realidad es que no quieren luchar por nada y hacen sentir a los vivos impotentes durante un tiempo y aunque nunca lo superan intentan hacerlo porque quieren luchar por esa vida que otras personas no han querido hacerlo, pero la verdad han sido ellos que no han querido luchar por su propia vida…no ser, no me gustan, una vez muerto lo único que tienen es una eternidad en la pura oscuridad y soledad… no ser que será par ellos peor la muerte o la vida
- su mano agarro con mas fuerza el papel, toda ella quería llorar y gritar, el la había visto venir el sabia lo que ella quería por eso le decía eso pero igualmente ella le era igual, solo quería eso, silencio y soledad solo eso - Yo quiere perderla, lo quiero de veras
- volviéndola acercar a ella y mirándola - ¿Por qué?... alguna vez te has enamorado, eres muy joven no creo, no creo que aun te hayan besado, no has sentido la necesidad de volver ajuntar tus labios con los de el sentir el aliento caliente acercarse a ti con la misma intensidad como tu lo deseas, no has sentido aun el desamor… puedo verlo en tus ojos, son inocentes bajo ese manto de oscuridad e inseguridades se esconde la misma niña insegura, dices que no le temes a la muerte pero si a la vida… - acercándose un poco mas a ella sus rostros estaba a pocos centímetros de distancia, ella estaba de puntillas y el tenia el cuerpo inclinado, sus miradas estaban en la misma altura y parecía como si el tiempo se hubiera parado – es lo mismo babe, y sabes no te voy ayudar esta vez… de alguna forma si lo are, dejándote que vivas cada una de las palabras que te dicho, tu no estas sola, solo vives en la oscuridad – su mano fría acaricio la mejilla caliente de lidia la caricia se mezclo con vida y la muerte de otro
- Beetlejuice, Beetlejuice, Beetlejuice – la voz de Bárbara sonó por toda la habitación haciendo que Beetlejuice hiciera un chirrido antes de volver en la maqueta
- ¿Lydia estas bien? – Adam poso un brazo alrededor de Lydia intentado darle seguridad pero ella sus pensamientos ya no estaban allí, estaba con las ultimas palabras de Beetlejuice "te dejare vivir para que vivas todo esto" porque ella no quería ver todo lo que el le había dicho, porque no le había dado miedo la cercanía de ese hombre, sin darse cuenta ni saber como el pensamiento de suicidio ahora le parecía algo… que no formaba en su vida, solo con unas palabras de un hombre ella había deja convencerse, y porque esa sensación ante el
- Si, si os estaba buscando
- ¿Te ha hecho daño?
- No… no solo me hablado
Una sonrisa se formo en su rostro lejos de ser una sonrisa burlona por primera vez, otra vez se encontraba dentro de esa maqueta pero esta vez no le importaba… sin saber como había ayudado por primera vez ha alguien… pero el no vivía sin el interés y quería otra vez su liberta esa chica seria su salida de alguna forma y no tardaría demasiado en pedírselo
Continuara…
