Disclaimer: El universo de Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling y de la Warner (Bros). La trama es mía, no robes, no lo publiques en ningún otro sitio sin mi permiso expreso. No escribo con ánimo de lucro.
Notas: Cuento el epílogo pero sólo en parte. Aquí Scorpius tendría cuatro años y después de cinco o seis de estar casados, Ginny y Harry se han separado. Heee. Astoria y Draco más de lo mismo. Esto es un regalo para mi compañera de administración de Circe's Panties, dark Rachel, que ayer cumplió años. ¡Muchíiiiiiisimas felicidades!
NUEVOS CAMINOS
-En serio, no sé como pudo ser tan imbécil -dice con aire meditabundo, rompiendo esa especie de tranquilidad que reina en la casa cuando sólo Scorpius está con ellas.
El mentado niño corretea entre sus pies, con esa mata suya de pelo rubio y los ojos brillantes. Ambas están sentadas en el viejo sofá que Ginny se trajo de su casa con Harry, el granate con las patas hechas polvo. Scorpius le estira la falda de colores crudos a su madre y juega con los zapatos de Ginny, tirados por encima de la alfombra. Cuando sonríe, algo aviesamente, le recuerda a James cada vez que había hecho alguna travesura.
-¿Qué has dicho? -Astoria se gira para mirarla levemente sorprendida.
-Malfoy. No sé como pudo ser tan estúpido como para separarse de tí. ¿Pero que no vio lo que estaba dejando atrás? -la mira con los ojos abiertos, preguntándoselo de verdad.
Y entonces, entonces se crea uno de esos momentos que Ginny atesora como si fueran pompas de jabón o galeones de chocolate: Astoria se está riendo. A su manera, claro, por supuesto, pero la verdad es que todo lo hace a su particular manera. Suavemente y sin despeinarse, echando levemente la cabeza hacia atrás y dejando salir una risa suave con su voz de chica. Luego la mira aún sonriendo, le acaricia el pelo a Scorpius que, curioso, había ido a comprobar que todo estuviera en su sitio en su mamá, y le responde:
-El tuyo también debió serlo. ¡Mira que separarse de ese pelo tuyo tan espléndido!
Y alarga la otra mano para acariciárselo, sin dejar de hacer más de lo mismo con Scorpius.
(La verdad es que Astoria siempre tuvo un fetiche extraño con el pelo. Con el pelo suave o con el pelo corto, el áspero, el negro o el gris. El platinado de Draco -eso fue lo que la cautivó de él en un principio- o el rojo -rojo fuego- de Ginny).
(Ginny, directamente, tiene un fetiche con Astoria entera, así que cuando la besa y le pone las manos en las caderas, ambas saben que después de poner a Scorpius con sus juguetes, su primer destino será la cama).
