PROLOGO: EL PRIMER ENCUENTRO
Equestria recién se había formado tras el acuerdo de los líderes de las tres grandes razas de ponis: Pegasos, Terrestres y Unicornios para compartir el territorio fértil que casi destruyen gracias a sus diferencias. Los primeros años fueron muy duros porque no se ponían de acuerdo de quien gobernaría el nuevo reino y algunos aun recelaban del acuerdo, hasta que el Gran Creador intervino creando a dos criaturas ponis con alas como los Pegasos y un cuerno como los unicornios, las llamo alicornio y les encomendó guiar este naciente reino a la prosperidad. Una se llamaba Celestia y la otra Luna, la primera se le dio la capacidad de levantar el sol para crear el día y la segunda levantar la Luna y las estrellas para así crear la noche, dejando los unicornios de hacer esa labor.
El reino creció gracias a las dos gobernantes quienes eran sabias y justas con sus súbditos, las desconfianzas desaparecieron con el paso de los años, permitiéndose que las razas de ponis vivan juntos hasta incluso casarse y tener potrillos.
Pero en todo reino siempre existe el peligro. En este caso el peligro vino de afuera: una demonio muy poderosa, llamada Satrina invadió el reino de Equestria y empezó a destruirlo con tal de vengarse del Gran Creador por haberla desterrado del Paraíso. Las princesas Celestia y Luna lucharon ferozmente contra Satrina, mientras que los guerreros de las tres tribus luchaban contra los demonios que acompañaban a Satrina. Los Pegasos eran una raza guerrera, así que no tenían mayores problemas, al igual que los unicornios que atacaban y defendían con magia. Quienes tenían mayores problemas eran los terrestres, que no tenían experiencia guerrera y tampoco tenían magia para poder atacar, pero eran buenos constructores así que construían poderosas catapultas que arrojaban rocas contra los demonios, además de usar arco y flecha para ataques a distancia.
Fueron muchos días de una dura batalla y los ponis estaban siendo diezmados y los demonios parecían aparecer por grandes masas. Hasta que un fatídico día Satrina derroto a Celestia y a Luna, dejándolas muy malheridas, los ponis al ver a sus gobernantes heridas entraron en pánico y huyeron fuera de Equestria, llevándose a las princesas.
Las razas empezaron a recriminarse mutuamente la derrota contra los demonios hasta que los supervivientes se separaron: cada raza por su lado.
Solo algunos ponis permanecieron junto a las princesas hasta que se recuperaron.
-Luna, tu sabes como lo hacen los demonios para invadirnos verdad –le pregunto Celestia un día a su hermana luego de recuperarse completamente.
-Son criaturas interdimensionales, pueden atravesar cualquier fisura interdimensional para pasar de un mundo a otro –respondió Luna.
-Exacto –dijo Celestia –¿Clover la Sabia? –miro a una unicornio de edad avanzada que estaba leyendo unos libros.
-Sí, majestad –respondió la unicornio.
-¿Qué sabia Star Swirl el Barbado sobre las fisuras dimensionales? –pregunto – y si se podía atravesarla o crear una.
-Fue Star Swirl el que descubrió las fisuras dimensionales y fue capaz de entenderlas de tal forma que logro crear una en forma de portal –el cuerno de Clover brillo y desde un montón de libros floto uno hacia ella, lo empezó a hojear hasta que encontró lo que buscaba y empezó a leer–"Los portales dimensionales son interesantes pero a la vez peligrosos, nunca se sabe que hay al otro lado, pueden haber criaturas enormes, pequeñas e incluso los opuestos a nosotros…" –siguió leyendo hasta que encontró lo que buscaba –"para hacer este portal el taumaturgo debe tener un gran poder mágico, porque consume mucho poder y si se le agota completamente al taumaturgo que realice el hechizo podría morir…" –Clover leyó un poco más y… -¡Aja! Aquí esta –le acerco el libro a Celestia –aquí está el procedimiento del hechizo portal.
-Gracias –le dijo Celestia, tomando el libro. Lo leyó y luego se dirigió a su hermana: –Luna, necesito que te alejes, no sé qué pasara, Clover tú también –ambas se alejaron, mientras Celestia hacia brillar su cuerno concentrando todo su poder mágico hasta que el aire frente a ella empezó a resquebrajarse hasta que apareció un agujero en el aire donde se veía al otro lado algo similar a un castillo en construcción y se veía de manera muy difusa algunas criaturas.
-Celestia –le dijo Luna mirando asombrada el portal que creo Celestia -¿Qué harás?
-Atravesare el portal para buscar ayuda –respondió su hermana.
-Pero… y si te pasa algo –dijo Luna con aprehensión –Satrina nos destruirá y todo lo que hemos creado será en vano.
Celestia puso un casco sobre su hombro para calmarla.
-Tengo fe que el Gran Creador nos ayudara en esto, ten fe tú también hermana mía – le dio un abrazo a Luna y le dijo a Clover –Si algo me pasa destruye ese libro, nadie más debe saber cómo se crea un portal –Clover asintió y Celestia atravesó el portal.
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En la Inglaterra de la Edad Media los magos eran perseguidos por los no magos, conocidos como muggles, debido a su desconocimiento de la magia y al hecho de que algunos creían que era obra del diablo. Algo que fue fuertemente divulgado gracias a la religión de la época. Cada día más magos eran perseguidos y quemados en la hoguera (algunos se salvaban porque lograban hechizar antes el fuego para no quemarse y posteriormente cambiaban de aspecto, otros no).
En un lugar alejado en Escocia cuatro magos estaban construyendo lo que sería una escuela de magia para que los jóvenes magos puedan aprender y dominar su magia de manera segura. Un día, uno de ellos, llamado Godric Gryffindor estaba volviendo de sus labores cuando sintió una gran presencia de magia. Se apareció en ese lugar y vio a una mujer inconsciente. Gryffindor noto que su poder mágico no tenía nada que ver con el que tienen los magos de este mundo.
«La teoría de Rowena sobre las múltiples dimensiones no estaba tan desencaminada» pensó Gryffindor mientras cargaba a la mujer y la llevo a su casa para que se recuperara. Gryffindor no quiso hacer ningún hechizo para sanarla porque no sabía cómo reaccionaría a su magia, así que dejo que descansara, mientras ayudaba a construir la escuela.
Varios días después, mientras Gryffindor comía la mujer despertó, se levantó y salió al comedor tambaleándose, donde estaba el mago.
-Hasta que despertaste –dijo Gryffindor, mirándola sonriente –Soy Godric Gryffindor, te encontré desmayada y te traje aquí para que te recuperaras.
La mujer lo miro con una especie de sorpresa.
-¿Quieres comer? –le pregunto, invitándola a sentarse a la mesa. La mujer seguía mirándole como si él fuera algo extraño y terrorífico. Gryffindor siguió mirándola. La mujer era de tez blanca, su cabello era multicolor, ojos entre un rosado oscuro y un morado claro que Gryffindor no podía distinguir, usaba un vestido de color blanco, en su cabeza tenía una tiara de color dorado y en su cuello usaba un collar que tenía la figura del sol.
-¿Cuál es tu nombre?–pregunto Gryffindor sin obtener respuesta. «Supongo que no entiende mi idioma» pensó «No es una muggle, así que podría usar ese hechizo». Gryffindor saco su varita mágica y apunto hacia ella para realizar el hechizo, pero…
-Me llamo Celestia y vengo de un mundo que está siendo destruido por demonios –dijo la mujer caminando con dificultad para luego sentarse en la silla que le habían ofrecido –hice un portal dimensional para venir aquí y pedir ayuda, es la única manera de poder derrotarlos, sino perderemos nuestro hogar.
Gryffindor miro a la mujer con la boca abierta. «Ahora si creeré todo lo que dice Rowena».
-Lo lamento –dijo Celestia –no me explique bien –y en los siguientes minutos le explico quién era ella y lo que estaba pasando en su mundo.
Horas más tarde…
-¿Te has vuelto loco Godric? –le grito un hombre algo bajo, de aspecto simiesco y con una barba fina –como se te ocurre que nos prestaremos a algo como eso, aún no hemos terminado el colegio siquiera.
-Estoy de acuerdo con Salazar –dijo una mujer regordeta de pelo rojo y ojos azules que usaba un vestido –además, como sabes que verdaderamente ella viene de otra dimensión.
-No estabas allí cuando la encontré, Helga –contraataco Gryffindor –si hubieras sentido su magia, sabrías de inmediato que no es de esta dimensión.
-Y si realmente es de otra dimensión, por que tendríamos nosotros que involucrarnos, no es nuestra guerra –espeto Salazar –Rowena que dices tú –le dijo a una mujer alta y hermosa de cabello negro y ojos oscuros de aspecto austero e intimidante y que parecía estar pensando en otra cosa.
-Que… ¡no puedo creer que existan otras dimensiones! –exclamo emocionada –mis estudios no iban tan desencaminados como yo creía –invoco unos pergaminos y empezó a leerlos.
-¡Rowena! –exclamo Helga quitándole los pergaminos –ahora no es tiempo de investigar, debemos decidir algo importante.
-Y lo es –le respondió a Helga recuperándolos –según lo que dijo Godric, el mundo de donde viene esa mujer estaba siendo atacando demonios que son criaturas interdimensionales –les enseño el pergamino que estaba leyendo –o sea que pueden cruzar dimensiones tan fácil como lo es para un fantasma cruzar una pared, entonces…
-Al grano –la interrumpió Salazar.
-Ustedes recuerdan por que los muggles nos perseguían años atrás.
-Porque creían que nosotros éramos los que creamos esas criaturas que los atacaban –respondió Helga.
-Esas criaturas eran demonios –siguió Rowena –en estos momentos están atacando ese mundo, pero si lo logran destruir, es muy probable que nosotros seamos los siguientes –hizo una pausa para mirar a Helga y Salazar, luego miro a Godric y le dijo –quiero hablar con ella, Salazar tu eres el experto en Legeremancia, sabrías inmediatamente si miente o no.
-¿Y si miente? –pregunto Helga.
-La expulsaremos de acá y que se vaya con sus mentiras a otro lugar –respondió Rowena.
-¿Y si no miente? –pregunto Salazar, presintiendo la respuesta de Rowena.
-Iremos.
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Celestia, tras acostumbrarse a andar con las extremidades inferiores, iba de un lugar a otro, nerviosa esperando que Godric convenciera a los demás que debían ir con ella, pero ya se había tardado mucho.
-Gran Creador –dijo Celestia –tu quisiste que viniera a este lugar, no permitas que este viaje sea en vano.
Pasaron unos minutos y apareció Gryffindor junto con otras tres personas que Celestia no conocía.
-Godric –exclamo Celestia alegrándose -¿Qué paso?
-Ellos son Helga Hufflepuff, Rowena Ravenclaw y Salazar Slytherin –los presento Godric, ignorando la pregunta de la mujer –quieren hablar contigo antes de tomar una decisión.
Celestia lo miro con cierta decepción «Tal vez no me creyó» pensó para sus adentros.
-No puedo creerlo –exclamo la mujer alta –verdaderamente su magia no tiene nada que ver con la nuestra, soy Rowena Ravenclaw –agrego tendiéndole la mano a Celestia –sé que Godric dijo quién era yo, pero es un honor conocer a alguien de otra dimensión.
-El honor es mío –respondió Celestia, estrechándole la mano.
-Por favor, háblame de tu mundo –pidió Rowena mientras invocaba pergaminos y plumas. Celestia rio al ver todo eso
-No se ofenda –se apresuró decir al ver que la cara de la mujer se ponía seria –pero recordé a alguien de mi mundo que es así –luego empezó a explicarle a una maravillada Rowena quien era ella y la historia de cómo se formó Equestria, mientras Rowena anotaba todo.
-Hábleme de los demonios que están atacando allá –dijo Rowena mientras seguía tomando apuntes.
-Son de distinta forma, algunos son hábiles otros muy tontos –respondió Celestia –pero todos vienen por órdenes de Satrina.
-¡Dijiste Satrina! –intervino Salazar sorprendido –pero eso es una leyenda.
-¿Leyenda? –pregunto Celestia.
Godric tomo su varita e invoco un libro y empezó a hojearlo hasta que encontró lo que buscaba.
-Cuando todo fue creado –leyo Godric –el Gran Creador hizo una criatura que habitaría el Paraíso, que es el lugar donde iban las creaciones del Gran Creador, la llamo Satrina y le encomendó decidir el destino final de todas las criaturas que Él había creado –cerro el libro –eso es lo que dicen los relatos antiguos.
-La leyenda dice que Satrina fue corrompida por el poder de las tinieblas, se cree que envio una criatura al inframundo y fue contaminada, lo que provoco que se rebelara contra el Gran Creador, como castigo ante tal ofensa fue desterrada al plano interdimensional, no sin antes jurar que destruiría cada una de las criaturas que el Gran Creador hizo –termino Salazar.
Entonces hubo un largo silencio, hasta que Celestia, viendo que ya no podía perder más tiempo, hablo:
-¿Qué harán? ¿Me ayudaran o no? –miro a los cuatro magos, solo Gryffindor y Rowena mostraban decisión.
-Si cae tu mundo Celestia, Satrina podría venir a este mundo –respondió Godric –yo iré.
-Yo también –dijo Rowena, luego susurro «Evanesco» y los apuntes que había tomado desaparecieron.
-Igual yo –siguió Helga, viendo que no había más salida.
-No vi mentira en tu relato, así que también iré –término Salazar pensando lo mismo.
Celestia estaba feliz, aun había esperanza para su reino.
-Antes eso si –interrumpió Salazar –debemos prepararnos, tengo unos amigos que nos podrían ayudar.
-Nosotros también –dijo Godric –déjanos reunirlos y viajaremos.
A Celestia le hubiera gustado desde ya haberse ido a Equestria, pero los magos tenían en parte razón, sin ayuda no serían nada.
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En Equestria, la Princesa Luna estaba luchando contra algunos demonios que trataban de entrar a la caverna donde estaban refugiados.
-Celestia, donde estas –se dijo Luna, mientras lanzaba un rayo contra un demonio, el cual desapareció, pero rápidamente era reemplazado por otro más fuerte que el anterior. Luna lucho con el mucho rato, hasta que se incorporaron a la lucha más demonios, Luna se sintió superada, justo cuando iba a ser golpeada por un demonio un rayo apareció desintegrando al demonio.
-Princesa –exclamo Clover la Sabia corriendo hacia ella–resista yo la ayudare.
Clover a pesar de ser de avanzada edad tenía gran habilidad en magia, logrando que los demonios retrocedieran un poco, dándoles un respiro tanto a Luna como a Clover, pero rápidamente los demonios las acorralaban. Uno de ellos iba a lanzar un aguijonazo a Luna, cuando una gran luz dorada invadió el lugar haciendo desaparecer a todos los demonios alrededor.
-Pero que… -Luna vio unas siluetas que avanzaban hacia ella, eran alrededor de quince o dieciséis ponis, liderados por.
-¡Princesa Celestia! –exclamo Clover al reconocerla –regreso al fin –se inclinó ante ella. Luna por su parte corrió a abrazarla.
-Regresaste por fin, hermana mía –dijo casi llorando.
-Sí, lo hice y traje a algunos amigos que nos ayudaran en esta batalla –señalando a los acompañantes.
Luna miro a los que venían detrás de Celestia y quedo con la boca abierta: Eran dieciséis ponis que acompañaban a la Princesa: cuatro terrestres, cuatro Pegasos y cuatro unicornios, liderados por cuatro alicornios.
-¿Son ponis de Equestria? –pregunto Luna anonadada.
-No –intervino Clover igual de sorprendida –son de otra dimensión, su presencia mágica es distinta a la nuestra, concéntrese y lo notara –Luna se concentró un poco y lo noto.
Mientras, detrás de Celestia, los cuatro magos se miraban sorprendidos ya que habían cambiado de forma.
-Esto es genial –decía una alicornio de color azul con crin de un tono broncemaravillada –así que al cambiar de dimensión adoptas la forma de la criatura dominante –mirándose de un lado a otro y observando a los demás.
-¿Qué es esa marca que tienes ahí, Rowena? –pregunto otra alicornio de color amarillo de crin negra señalando el costado trasero de la alicornio.
Rowena miro sus flancos y vio un águila de color bronce que estaba por encima de algo que parecía un escudo de borde bronce con fondo azul.
-Esa es una Cutie Mark –les explico Celestia, quien se reunió con los magos –representa la habilidad de un poni, en el caso de ustedes supongo que debe significar… -examino la Cutie Mark de Rowena –ese es un águila.
-¡Representa a lo que buscamos de perfil para nuestros alumnos! –exclamo Rowena asustando un poco a Celestia –Como el león de Godric –señalando a un alicornio de color rojo y crin dorada –la serpiente de Salazar –ahora al alicornio verde de crin plateada –y el tejónde Helga –señalando a esta última.
-¿Y qué quiere decir eso, Rowena? –pregunto Helga algo confundida.
Pero Rowena no alcanzo a contestar porque apareció un poni terrestre de color marrón claro, crin de color negro, ojos oscuros penetrantes y Cutie Mark similar a un ojo y se dirigió hacia Gryffindor
-Godric –le dijo al alicornio –siento interrumpir, pero ya vienen demonios a atacarnos.
-Gracias, Abraham –dijo el alicornio rojo -¿escucharon todos? –todos asintieron –preparémonos para pelear.
-Celestia, estás lista –pregunto Luna.
-Y tu –contra pregunto Celestia, Luna asintió.
-Clover -le dijo Celestia a la anciana unicornio –debes reunir a todas las razas de ponis en este lugar, sea como sea –hizo una pausa, suspiro y dijo: -esta batalla es por nuestro territorio y no dejaremos que nos lo arrebaten así como así.
-Sí, majestad –y Clover hizo brillar su cuerno para luego desaparecer.
-Princesa –dijo un poni que estaba refugiado –queremos ayudar –detrás de él habían otros más que miraban con decisión a la princesa.
-Es peligroso –dijo la princesa.
-No importa –dijo otro –Equestria es nuestro hogar y pelearemos por él.
-Deberían ir con nosotros –intervino Luna. Celestia miro a su hermana y luego al grupo.
-Pero están heridos –replico la princesa.
-Eso no es problema –intervino Gryffindor, hizo una seña y el poni de nombre Abraham y un pegaso de color azul, crin blanca y Cutie Mark con una forma de capa se acercó al grupo.
-¿Que van a hacer? –pregunto Luna. Gryffindor solo se limitó a sonreír.
Mientras ambos ponis reunieron a los refugiados y luego ambos se pusieron frente a ellos, de repente sus ojos brillaron y los refugiados empezaron a brillar un momento y luego volvieron a la normalidad: estaban sanados. Luna miro con la boca abierta.
-Si no son unicornios –exclamo sorprendida -¿Cómo lo hicieron?
-Nuestras habilidades no se perdieron al viajar entre dimensiones –respondió Rowena sonriente, luego pensó un momento y agrego: -debo anotar eso.
Celestia viendo que no quedaba más remedio les dijo:
-No sabemos quiénes regresaran y quienes no y eso lo saben verdad –el grupo asintió y Celestia no tuvo más remedio que aceptar –vamos.
Y así Celestia, Luna, Godric Gryffindor, Salazar Slytherin, Helga Hufflepuff, Rowena Ravenclaw, los acompañantes y el grupo de refugiados se dirigieron a pelear a la que sería tal vez la primera de las muchas batallas por Equestria.