Viaje a Kanto (Corregido)

Serena

Me desperté desconcertada, no tenía idea de él porque mi habitación se encontraba tan desordenada ni tampoco por qué había una maleta a medio hacer en el suelo. Me tomó unos cuantos segundos reaccionar y recordar todos los sucesos que habían pasado los últimos días.

Me recordé de todo, mis padres habían decidido tomar unas vacaciones románticas en la región vacacional de Hoenn y yo no iba a acompañarlos. Me sentí rara cuando me dijeron que querían tomar unas vacaciones ellos solos, pero no protesté, sinceramente ya era hora que se tomaran un poco de tiempo de calidad para ellos mismos sin que yo esté ahí para arruinarles el momento, tengo 16 años después de todo y ya es edad suficiente para que no estén detrás de mí todo el rato. Sin embargo aún no termino de acostumbrarme a la idea.

El plan original era que yo me quedaría en casa hasta que ellos regresaran, siendo vigilada de vez en cuando por mis abuelos y saliendo con mis amigos, sin embargo, una serie de sucesos bastante amargos para mi terminaron arruinando estos planes y mis padres estaban a punto de cancelar el viaje cuando encontraron una "tabla de salvación" por así decirlo.

Terminé con mi novio hace algunos días. Si ya sé que suena patético, pero cuando es tu primera ruptura duele por mucho que trates de negarlo. El punto era ese, el muy cabrón me engaño y yo me vi forzada a terminarlo. El enojo que me provocó esa traición aminoró después de algunos días, aunque solo en parte, la tristeza que me provocó el dejarlo. Fue por eso por lo que mis padres sintieron que necesitaba un cambio de aire y ese era el motivo de la maleta en el suelo y el cuarto hecho un desastre, pues uno de los socios de mi padre nos había ofrecido que podía ir a quedarme durante unos meses a la hacienda de su familia. Yo por mi parte no protesté respecto a ésta decisión, pues la naturaleza siempre me había gustado y era mejor que quedarme en la vacía casa familiar, lamentándome por mis problemas.

Estaba terminando de asearme cuando escuché el timbre sonar, fui a ver quién era, solo para encontrarme con mi "escolta" parada del otro lado de la puerta. El hijo de un socio de mi padre estaba por negocios en la ciudad y dado que trabajaba en la hacienda a donde yo me dirigía, se ofreció a viajar conmigo hacia Kanto para que yo no fuera sola. Mis padres agradecieron el gesto ya que se sentían más tranquilos si viajaba acompañada.

Abrí la puerta y me fijé en el joven que se encontraba frente a mí. Era alto y de pelo castaño. Portaba una cazadora negra, camisa blanca y pantalones negros.

— ¡Que tal! — saludó de manera jovial —Tu eres Serena ¿no? —me preguntó mientras alargaba su mano en un saludo.

Yo asentí con la cabeza mientras estrechaba su mano. — ¿Y tú eres?

—Gary Oak — se presentó el muchacho.

—Bien Gary, ¿quieres pasar? — le pregunté para que no se quedara esperando en la puerta. El vio su reloj antes de contestar afirmativamente a mi invitación. —Necesito que me esperes unos minutos mientras termino de empacar todo ¿está bien? Por toda respuesta el solo asintió con la cabeza y se sentó en el sillón de nuestra sala.

Me apresure escaleras arriba para terminar de empacar todas las cosas que necesitaría para dos meses de viaje. La ropa ya estaba en la maleta, sin embargo, necesitaba también cepillo, pasta dental, peine, etc. Revise que en mi bolsa estuviera la tarjeta de crédito que me dieron mis padres, así como dinero en efectivo. Después de haber chequeado que todo estuviera en orden me puse la bolsa al hombro, metí el neceser con las cosas de higiene personal en la maleta y me dispuse a bajar.

— ¿Necesitas ayuda? — Exclamo Gary mientras se levantaba al verme en las escaleras con la maleta, yo solo asentí con la cabeza, agradecida. Gary subió las escaleras que lo separaban de mí y tomo la maleta, para luego bajarla y dejarla en la sala de estar.

—Muchas gracias — Exclamé cuando hubo acabado — ¿No quieres algo? ¿Café, té…? —Le pregunté mientras enumeraba algunas sugerencias.

—Café, gracias — me dijo él. Yo solo asentí y fui a preparar dos tazas a la cocina. Una vez hube acabado lleve las tazas en una bandeja junto a la azúcar y la crema para que se sirviera a su gusto.

—Y ¿qué te trae por la ciudad? —Traté de hacer conversación.

—Viaje de rutina — respondió el mientras preparaba su café. —Mi abuelo necesitaba que patentara unas investigaciones que hizo recientemente además de que vine a traer unas muestras que nos proveyó el profesor Ciprés para la misma investigación. —

— ¿Tu abuelo es investigador? — pregunté mientras tomaba de mi café.

—Sí, es una eminencia en la investigación de la evolución pokémon y últimamente se ha interesado en la mega evolución. Y pues ¿Quién mejor que el profesor Ciprés para orientarlo en el tema?

Yo asentí con la cabeza pues conocía al célebre profesor Ciprés, quien era uno de los investigadores más importantes de Kalos debido a sus investigaciones de la mega evolución, de hecho, había sido él quien me había entregado mi primer Pokémon.

—Bien, creo que ya va siendo tiempo de irnos si queremos estar con tiempo para el abordaje del avión. —Comento Gary mientras dejaba su taza vacía en la bandeja, yo hice lo mismo y acto seguido levanté la bandeja y fui a guardar todo a su lugar y a dejar las tazas en el fregadero. Cuando volví de la cocina me encontré con Gary ya en la puerta con mi maleta en la mano. Yo tomé mi chaqueta y echando llave a la casa partí junto al castaño.

Nos dirigimos al aeropuerto en el carro que Gary había alquilado mientras estuvo en la ciudad y después de hacer todo el papeleo del registro, nos dirigimos a nuestra puerta de embarque con 10 minutos de antelación. A la hora de embarcar se nos dio prioridad por que íbamos en clase ejecutiva. Yo por mi parte me sentía algo desorientada, pues era la primera vez que viajaba en primera clase y no estaba acostumbrada al servicio preferencial que se nos estaba dando. Cuando Gary me preguntó si quería el asiento que daba a la ventana o el que daba al pasillo respondí inmediatamente el del pasillo sin dudar pues las alturas nunca habían sido mi fuerte.

El entretenimiento era individual, por lo que cada uno tenía su propia pantalla táctil y podía ver libremente lo que quisiera en el avión, lo que era bueno pues iba a ser un viaje bastante largo, más o menos de 12 horas. Gary me aconsejo que procurara no dormirme pues cuando llegáramos a Kanto seria de noche y que si me dormía me iba a costar adaptarme al nuevo huso horario, por lo que aguantar el sueño era lo más apropiado. Me dispuse a ver el catálogo de películas para al final decidirme por mi película favorita "titanes del pacifico". He de aclarar para este punto que yo no tenía los mismos gustos para la literatura o para el cine que una adolescente promedio. Antes que leer cualquier novela romántica prefería leer las interesantes historias de Verne o las intrigantes novelas de Follet. Terminé de ver la película, y aun nos quedaban unas nueve horas de viaje. Saqué el libro que traía en el bolso de mano "Viaje al centro de la tierra" de Julio Verne y me dispuse a leerlo. Sabía que la distracción no me iba a durar mucho pues el libro lo llevaba por la mitad y no era demasiado grande que digamos. Me arrepentí de no traer en esos momentos un libro más consistente como el de "Los Pilares de la Tierra" que era el que estaba empezando a leer actualmente. Aunque pensándolo bien era imposible que me hubiera podido traer esa bestia de libro en mi pequeña maleta de mano. Y así entre lectura, películas y desesperación llego el sonido que más ansia oír alguien que ha estado durante 11 horas en un espacio confinado con el trasero pegado al asiento.

"Damas y caballeros, en breve empezaremos el descenso hacia el aeropuerto internacional de Kanto. Favor abrocharse los cinturones. Todo dispositivo móvil deberá ser apagado o puesto en modo avión hasta el momento del aterrizaje. Tanto su asiento como su bandeja deberán estar en posición vertical."

Después de eso se repitió el mensaje en inglés y al instante sentimos el jalón característico que da el avión cuando empieza a ascender o a descender. Gary miraba por la ventana las luces de ciudad Azulona, que es donde se encuentra el aeropuerto de Kanto. Le pregunté a Gary la hora que era actualmente en la región, y me enteré de que eran las 11 de la noche. Cabe decir que yo estaba que me moría de sueño y solo quería llegar a descansar a la hacienda.

Pasó otra media hora y finalmente aterrizamos en el aeropuerto de la ciudad, el cual era bastante más pequeño que el de Kalos. Hicimos el desembarque y después de pasar por la aduana y realizar todas las formalidades para entrar a una región salimos por fin al estacionamiento. Gary hizo algunas llamadas y luego me indico que alguien había ido a dejar un carro hacia algunas horas al aeropuerto y que solo teníamos que buscarlo. Después de unas cuantas vueltas dimos con él. Era un Peugeot RCZ Coupé descapotable de color plateado. Yo me sorprendí ante la lujosidad del carro en el íbamos a viajar.

Gary se percató de mi cara de sorpresa pues sonrió con algo de superioridad y me invitó a subirme al carro. Ya dentro me avisó que todavía faltaba una hora de viaje más o menos y que no había ningún problema en que me durmiera si así lo deseaba. Yo agradecí el gesto en sobremanera y haciéndole caso me sumí en un sueño muy profundo del cual no salí hasta que llegamos a nuestro destino.

Llegamos aproximadamente a la 1 de la mañana. Me quede sorprendida ante la majestuosa casa que se alzaba frente a mí. Era rustica, hecha de madera y se hallaba en las faldas de una imponente montaña. Alrededor de ella se extendía la enorme finca de la que eran dueños los Ketchum, a la derecha de la casa pude distinguir, a pesar de la escasa iluminación, el color azul metálico de una extensión de agua, la cual supuse que era un lago. La única iluminación llegaba desde la entrada, en la cual había dos sombras que nos salieron a recibir. Una de ellas era castaña y de ojos del mismo color, aparentaba más o menos la treintena y me imaginé que sería la señora Delia Ketchum. La otra chica era más joven, de mi edad o tal vez un poco menor, tanto su pelo como sus ojos eran de color azul y llevaba un pequeño piplup dormido entre los brazos. Cuando llegamos salieron a recibirnos hasta donde dejó Gary el auto.

Saludé a la señora Ketchum con familiaridad, pues ya la había conocido en varias ocasiones en que tuvo que desplazarse a Kalos por algunos negocios con mi padre.

— ¡Serena, cuanto has crecido! — Me saludó de forma casi maternal —La última vez que te vi eras todavía una niña y ¡mírate! ¡Ahora eres toda una jovencita! — Terminó mientras me abrazaba.

Después me voltee hacia la chica peli azul — ¡Que tal! ¡Mi nombre es Serena! —Me presenté mientras estrechaba su mano.

—Mi nombre es Dawn — me respondió mientras devolvía el saludo —Un placer —

—Debes tener sueño ¿no es así querida? — Me preguntó de manera amable la señora Ketchum —Ven conmigo, te enseñare tu cuarto y ya mañana te podremos presentar con el resto del clan — Yo le agradecí a Delia y me disponía a tomar mi maleta cuando Gary amablemente se ofreció a llevarla por mí. Me encaminé pues, solo con mi bolsa detrás de la señora Ketchum hasta que llegamos a una habitación.

—Esta es la tuya, espero te guste —Comento Delia mientras prendía la luz. Yo quedé maravillada ante la visión que se presentaba enfrente de mí. La habitación era por lo menos el doble de grande que mi habitación en Kalos. Tanto las paredes como el suelo y el techo eran de madera y la luz le daba un color dorado muy acogedor a la estancia. La cama era de tamaño matrimonial y estaba arreglada como si se tratara de un hotel. Un olor a lavanda se sentía en el ambiente.

—Es… ¡Increíble! —Exclamé mientras me volteaba hacia Delia — ¡Muchas gracias!

-No hay nada que agradecer — Me respondió con gentileza mi anfitriona —Descansa que mañana, bueno es decir hoy será un nuevo día — Y con eso me dejo sola en la habitación. Gary llegó a dejarme la maleta y con unas buenas noches se retiró dejándome sola. Yo estaba completamente agotada por lo que me fui a dormir de inmediato. Ya exploraría el lugar más a fondo más tarde.


Y con eso el primer capítulo de esta historia que tenía muchas ganar de subir. La idea surgió cuando me dije que todas las historias que hacía llevaban mucho misterio y cosas sobrenaturales y me dije a mi mismo ¿Por qué no relajas la raja un poco y haces una historia más humorística y simple? Y pues se me ocurrió esta historia que estaré subiendo paralelamente a mi otra historia en progreso actualmente.

Debo decir que las vacaciones se están acabando de manera cruel y sanguinaria, y eso significa que los capítulos los voy a subir más o menos dos por semana a partir de la próxima semana

Para los que están desconcertados con la actitud de Gary lo explicare más adelante y es que voy a cambiar un poco la forma de ser de los personajes.

Todo review, follow y favorite será bienvenido y acogido como si fuera su casa.

Requiescat in pace.

Altaïr.