No se permitiría amedrentar. Él no es quién para exigirle, por ello y haciendo acopio de todo el valor del que fue capaz de reunir, lo fulmina con la mirada; y apretando los puños clavando las uñas en sus palmas enrojecidas es que intenta liberar aunque sea un poco sus emociones negativas ...las mismas que la incitan a lanzarse a aquel quién le ha venido bien el insultarla implícitamente - o al menos, así lo interpretó ella- y darle su parecer acerca de su 'descarado modo de vestir'.
El brillo amenazador se acentúa conforme pasan los segundos y ella no sube a su habitación a cambiarse.
Oh no, ...otra discusión. El mismo ambiente tenso, tan conocido por ambos que se ha convertido ahora en un impulso natural.
Ninguno daría su brazo a torcer. Siguen siendo los mismos tozudos de siempre. El orgullo lo tienen adherido a su esencia y parece que debatieran quien de los dos sostiene el orgullo mas intenso, y el ganador sería quién diera su última palabra en la discusión, sería quién se deleitara con tener la razón para marcharse con la cabeza en alto y una absurda sonrisa victoriosa adornándole el rostro iluminado.
¿Cómo pasaron de caricias a miradas fulminantes, y hasta desconfiadas? ...
-Akane, ve a cambiarte - dice entre dientes. No piensa ceder, no esta vez.
Una sonrisa irónica surca los labios de su osada receptora, negando con la cabeza con la incredulidad plasmada en sus facciones ... ¡Es que es completamente inconcebible! ...
En antaño aquel sujeto solía burlarse abiertamente, inyectarle una negrura desmesurada a su ánimo hasta convertirlo en una mancha de oscuridad cuando señalaba sus faldas largas y sus camisas cerradas y 'sin estilo'.
Tampoco es como si vistiera de un modo descarado, según ha notado, es la moda entre las chicas, ha visto el mismo tipo de prenda por las calles en muchos cuerpos femeninos, entonces, ¿Cual es el problema en que ella, la marimacho en su máxima expresión, tenga el gusto de ocupar ropa femenina?.
-Es mi vestido y me gusta. No me lo quitaré - sentenció, y a su insistente y celoso prometido se le encendió mas la mirada, y ella con una leve sonrisa amarga agregó mordaz- Y si no mal me equivoco hace como media hora tú me decías que también te gustaba.
...Resopló, cerró sus ojos arrugando los párpados como si le hubieran dado un golpe en plena zona estomacal y se llevó una mano a su cabello, despeinando un poco su trenza de paso. Auténtica frustración dictó su acción, ¿Por qué demonios su testaruda pareja no comprende la gravedad del caso? ...
Arribar a la cocina y encontrar en ella a una preciosa mujer en un vestido que le resalta todas sus curvas, y que al verlo le sonríe con una timidez cautivadora tiene por resultando que hasta el hambre mas feroz se esfume, y que todo lo demás se vuelva nimiedad.
Avanzar hasta ella sin apartarle la mirada como el idiota enamorado que es, portando su sonrisa de idiota enamorado también y amarrarla con sus brazos por la cintura para embriagarse en su presencia, fue cuestión de necesidad, tanto como el hecho que confesarle luego entre susurros lo bien que le sentaba el vestido...
Oh, pero el problema vino luego. Cuando ella se apartó sin mas, aludiendo con toda naturalidad que debía salir a comprar algunos ingredientes para la cena ...
Entonces una rabia indescriptible le volcó el corazón. De solo pensar que otros ojos, posiblemente de seres libidinosos no aptos para una imagen que únicamente debiera pertenecerle a él, hace que le hierva la sangre.
-Es distinto - gruñe, enfocándola nuevamente y tragando grueso por la tensión repentina, su propia necedad combatiendo nuevamente con la de ella.
-¡Por favor, Ranma, es el colmo! - estalla ella elevando su voz tal y si lo proclamara - ¡Hace calor y yo puedo vestir como se me de la mas regalada gana. ¡Estoy harta de tus celos estúpidos! ¡Me agobias!
Petrificado se quedó, viéndola con los ojos muy abiertos y los labios un poco separados por la impresión.
El último término que ocupó ella se le sigue repitiendo en la mente, como un eco que acapara todos y cada uno sus sentidos.
"Agobiar", "agobiar"... ¡¿La "agobia"?! ¿Tanto así? ...
Ese es el mismo término que utiliza cuando define el comportamiento de sus demás prometidas para con él. Totalmente agobiante, y ahora el mismo término lo apuntó directamente desde la boca de Akane, aniquilando sus expectativas, desvaneciendo mágicamente su cólera hasta hacerle olvidar su objetivo el que fue sustituido por la definición del término.
¿Es así como ella se siente? , ¿Es lo mismo que él experimenta cuando las demás chicas lo atienden de un modo exagerado, tan competitivo entre ellas que a él arremete toda la presión y la necesidad por zafarse de sus atenciones?
Parpadea repetidas veces reaccionando, volviendo al presente con el corazón acelerado y una desagradable sensación embargando su alma desde lo mas hondo.
-¿Akane? - musita su nombre, pero tarde, ella ya se ha ido... y lo que es peor, con ese vestido puesto.
Ahora está solo en mitad de la cocina, reteniendo el impulso de lanzarse a las calles e ir a buscarla, pero ...
Niega con la cabeza descartando la idea. Si no quiere darle la razón y resultar efectivamente ser un "agobiante" , mejor se abstiene y reúne el escaso auto-control del que es capaz.
¡Por nada del mundo desea que ella tenga un concepto así de él! ... ¡Maldición!. La sola idea lo aturde, lo enardece y obliga a su vez a repasar una y otra vez aquellos momentos en los que pudiera catalogarse de "agobiante" delante de ella.
¡Maldita sea, "agobiante"! ¿Por qué tuvo que ocupar esa palabra tan... despreciable?.
Respira hondo y a largas zancadas se dirige al dojo, a entrenar nuevamente en un intento por exorcizar las malas sensaciones.
Ya conversará con ella luego, en cuanto vuelva de hacer la compra.
Un segundo... Ella dijo, ¿Hacer la cena?...Se detiene de golpe ahora pálido. Tarda un par de segundos en recordar el por qué de la tranquilidad reinante en la residencia, y en lo que la ausencia de la mayor de las hermanas Tendo conlleva ... Aprieta sus labios y continúa su camino, ahora más decaído que antes.
