N/A: Bueeeno. Ayer me encariñé de Maes y Nina escribiendo, así que he cogido una tabla de la comu Family 15, y me he propuesto hacerla *_*. Necesito escribir fluf de la happy!family Elric YA o morir. En fin, que espero que os guste. El prompt usado para este cap es el de "Happy additions" (Adiciones felices, I think). La idea es un poco tonta, pero me gusta el resultado final. La idea del título viene de esa canción de Ikea que mi padre tiene de tono en el móvil, y cuyo nombre no recuerdo ahora :D
Enjoy it.
Disclaimer: FMA no me pertenece. Es de Hiromu Arakawa.
Donde caben dos, caben tres.
¡Y donde caben tres, caben seis!
La familia Elric comenzó con una madre enferma, un padre inmortal y dos hijos que cambiarían el futuro. Con el paso de los años, la familia empezó a crecer. Fue un proceso lento al principio, pero que poco a poco fue avanzando. Quizá empezó con Nina, la pequeña niña a la que jamás pudieron salvar o con Roze, quién se sostuvo sobre sus propias creencias sólo gracias a ellos. Quizá siguió con el bastardo del Coronel y sus subordinados, o con el señor Hughes y su locura, o con Elysia y su sonrisa infantil. Hasta con Armstrong y su...particular forma de mostrar cariño. Podríamos decir que siguió con Garfiel, Panyiya o Dominc.
También con Izumi y Sig, siempre listos para recordarles a esos dos la lección más importante. Y que después, siguiendo un serpenteante camino se unirían Ling y Lan Fan —aunque Edward nunca lo quisiese admitir—. Y los de Briggs también, siempre duros por fuera, pero que al fin y al cabo, seguían teniendo su corazoncito. Con el tiempo la familia Elric fue creciendo cada vez más y más. Quizá era demasiado grande, quizá estaba un poco rota. Quizá todos habían sufrido mucho. Pero eran una familia y dos personas unían todos los hilos que se esparcían por el país, tejiendo el cariño y la ayuda:
Edward y Alphonse Elric.
Cuando la guerra terminó, ambos pensaron que la familia había dejado de crecer. Ya era bastante grande, más que enorme. ¿Quién más se podría unir? Dos años después, Al viajo a Xing a "investigar sobre la cultura y costumbres para ayudar a aquellos que sufrieron con la alquimia". ¿Con que volvió? Con una novia muy hiperactiva y su pequeño panda. Uno más para la red, y la complicada tela ya se esparcía fuera del país. Se apalancaron en casa de los Elric —Winry y Edward, por supuesto—. Al fin y al cabo, donde caben dos, caben tres. A veces hasta cuatro. Y entonces, cuando nadie lo esperaba, llegó otro más. Alguien muy pequeño que empezó a formarse en el vientre de Winry, y nueve meses después, se convertiría en Maes.
Así que aquí estamos ahora, casi cinco años después. 1923, en el pequeño ambulatorio de Rezembool donde Maes abrió sus ojos dorados por primera vez, esta vez lo hacen unos azules, brillantes y llenos de curiosidad. Esta vez, sólo un pequeño trozo de la familia está en la habitación. Sólo Edward —meciendo con suavidad el farfullo de mantas que es su hija—, Winry —casi dormida, agotada—, y Maes. Maes que frunce el ceño y mira mal a la pequeña.
—¿Qué pasa, Maes?
—No me gusta. Es fea, y arrugada. Y llora demasiado.
Edward sonríe. Le recuerda a él.
—¿Quieres ponerle nombre?
Maes mira a la niña, que en ese momento está ocupada observando el mundo. Es entonces, cuando ve el nombre en esos ojos tan azules. Tan claro como el agua.
—¿Nina?
Edward ensancha su sonrisa. Asiente con suavidad.
—Nina. Bienvenida a la familia, Nina.
«Bienvenida»
Porque donde caben dos, caben tres. Y dónde caben tres, caben cuatro. A veces hasta cinco. A veces, hasta seis.
Primer cap, de tantos. Si os ha gustado, comentad y hacedme feliz (:
