DE INCÓGNITO

Capítulo 1:

El sonido de mi móvil me despertó. Esperaba ver la cara sonriente de Beckett, aquella foto que conseguí robarle, pero me sorprendió ver que quien me llamaba ¡era la mismísima Iron Gates! Fui rápidamente a la comisaria imaginando que había pasado algo, imaginando lo peor. Abrí la puerta del despacho de Gates y sentí que un enorme peso se iba de mi pecho: Beckett ya estaba allí, sentada en una de las sillas. Le pase su café y me devolvió una sonrisa un poco tensa, supuse que era por mi "perfecta" relación con Gates, me miraba como diciendo: "¿Qué has hecho ahora?". Me senté lanzándole una mirada interrogante a Beckett que me respondió, encogiéndose de hombros, tenía la misma idea que yo de porque estábamos allí: ninguna. Gates se sentó en su silla y mirándonos, empezó a hablar:

- Detective Beckett, Castle… Supongo que habréis oído algo de esos asesinatos de mafiosos, ¿no? – Beckett y yo asentimos – Un policía infiltrado nos ha dicho que planean el asesinato de otra PAREJA – dijo remarcando esta palabra – y tenemos que hacernos pasar por esta pareja durante una semana más o menos, iremos de incógnito y haremos todo lo que ellos tenían planeado para no levantar sospechas. En su debido momento los asesinos recibirán luz verde y ahí, los pillaremos… - Beckett fue a preguntar algo pero Gates levantó una mano y siguió – Estaremos en contacto unos con otros. Mi superior y yo hemos estado evaluando quienes son los más apropiados para esta trabajo – Beckett levantó la vista de golpe y supe que ya había adivinado para qué nos quería Gates – y hemos decidido que sois vosotros.

- ¡NO! – Dijo Beckett levantándose de la silla de golpe – Mandadme a mi si queréis pero no con Castle.

- Beckett, yo… - empecé a decir, pero me corté. ¿Lo hacía para protegerme o porque no quería tener que fingir algo que no sentía…? Me quede mirándola, confuso.

- Mira, Castle, no te ofendas, tú eres muy bueno en lo que respecta a pistas y teorías, pero en el momento de entrar en acción eres como un niño de nueve años con una bolsa de caramelos, totalmente incapaz de tomarte nada en serio. – me dijo Beckett, mirándome a los ojos. Apartó la vista antes de que pudiera estar seguro pero vi algo extraño, como si estuviera ocultando la verdadera razón.

Respiré hondo y le dije:

- Beckett, he cambiado, quizás no te des cuenta pero maduré después de tu disparo…

- ¿Ah, sí? Pues fíjate que no estoy yo muy segura de eso.

- Oye, llevamos cuatro años juntos y si esto me lo hubieras dicho al principio lo habría aceptado. Pero, ¿¡ahora?! No, Kate… ¡Me niego!

Beckett me iba a responder pero Gates se puso en pie y los dos nos sentamos, no me había dado cuenta de que me había levantado para hablar:

- ¡Basta ya! Las peleas de novios fuera de aquí. Detective Beckett, usted va a acatar mis normas que para eso soy el capitán. Y usted Castle se va a comportar porque si no me da igual su relación con el alcalde, los días de perseguir a la Detective Beckett se acabaran. Ahora, por favor, ir a prepararos, hacer las maletas y volver dentro de dos horas para recoger todo el equipo.

Nos levantamos para irnos, yo estaba saliendo ya por la puerta cuando Gates llamó a Beckett:

- Detective, tiene que hacerse pasar por una mafiosa, así que póngase… sexy.

Tuve que morderme la lengua para no reírme delante de Gates y Beckett, cosa difícil, sobre todo cuando vi la cara de fastidio de Beckett. Pasó por mi lado y pude notar, sin necesidad de que me lo dijera, que estaba enfadada conmigo. Iba a seguirla para arreglarlo todo pero pensé que mejor lo hacía más tarde.