-Diálogos-

-Pensamientos-

-"Recuerdos"-

-Pensamientos de recuerdos-

Lo dulce de la vida.

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Y allí estaba nuevamente, siendo casi las 9:15 pm en la misma mesa, en la misma posición y con la misma expresión en su rostro esperando a que su pedido llegara en el mismo limite de tiempo y que la persona encargada fuera la misma de siempre. Era una persona con paciencia y más si estaba en ese lugar, con tan pocas personas a esas horas un viernes por la noche. Sí, él debería estar en cualquier otro lugar, tal vez en su departamento viendo una película, tal vez en su oficina adelantando trabajo o tal vez tomando un trago en un bar como cualquier otro ejecutivo, pero no, curiosamente se encontraba allí en la misma cafetería, a la misma hora, como cada viernes desde hacia ya siete meses y todo por dos sencillas razones:

Una, porque desde que había probado ese delicioso postre de chocolate con esas cerezas rojas como adorno admitió (no con mucha gracia) su apreciación por lo dulce.

Y dos, por ella.

Recordaba perfectamente aquel 14 de febrero cuando Sakura lo había llamado para encontrarse en algún lugar de la ciudad para celebrar el famoso "día de los enamorados".

-"¿A donde quieres ir?- pregunto el azabache con desinterés.

-Se que no te gustan los dulces, pero estoy segura que si pruebas los de cierta cafetería no podrás resistirte-

-¿Qué quieres perder?-

-Nada, solo quiero que veas lo dulce de la vida-

Sasuke le siguió el paso hasta una cafetería en una esquina de una gran manzana, veía con claridad los colores rojos, blancos y rosas adornando el local, globos de corazones y osos de peluche por doquier, ver todo eso le revolvió el estomago en sobremanera le parecía tan cursi y estúpido ver a todas esas parejas dándose besos y abrazos sin despegarse un solo segundo. Definitivamente la palabra cariñoso no iría con él, nunca. Entraron tomaron asiento y llamaron a uno de los tantos meseros que se paseaban por el lugar.

-Que suerte tenemos ¿no crees? Pensé que no habría una mesa libre-

-Hmph que mala suerte la mía-

-Buenas tardes, ¿que desean ordenar?- pregunto una voz suave y dulce.

Cuando aquella voz llego a los oídos del chico de ojos ónix sintió una leve corriente eléctrica recorrerle el cuerpo pero fue mas su sorpresa al ver a aquella chica en frente suyo, cabello azulino con un brillo impactante, ojos grandes y de un color inusual solo conocidos por su familia adornados con esas pestañas largas y espesas, su pequeña nariz perfecta y sus labios siendo resaltados por lo que suponía brillo labial rojo, momento ¿desde cuando el gran Sasuke Uchiha se preocupaba por los detalles? Su rostro no tenía expresión alguna pero su mente era una maraña de cuestionarios que ni él sabia de donde habían surgido. Pero el mundo exterior se había esfumado para él y se había encerrado en una burbuja viendo a aquella chica sonriente todo el tiempo con su rostro de facciones angelicales mientras veía mover una de sus manos sobre una pequeña libreta anotando quien sabe que carajos y abriendo su boca de vez en cuando, hasta que todo se vino abajo por una escandalosa voz.

-Cariño, ¿estas bien?-

Inmediatamente recordó que no estaba solo. Este solo tuvo una reacción.

-Hmph- volteo su rostro para observar a la que era su novia.

-¿el señor no d-desea ordenar n-nada? El día de hoy tenemos varias especialidades…-

-Detesto los dulces-

-Oh, lo siento…-yo-

-No te preocupes ¿podrías traer otro postre de chocolate?-

-¿Aparte del suyo?-

-Si, gracias-

La mesera se retiro con rapidez, mientras Sasuke veía por la ventana del local a las personas caminar, la mayoría con una sonrisa en su rostro. Pero él no se sentía feliz, de ningún modo.

-Sasuke, ¿no crees que…- Sakura tomo una de las manos del Uchiha.

-No vuelvas a llamarme así, sabes que no me gusta-

-Claro- dijo esta totalmente decepcionada en un intento por acercarse aunque fuera un poco pues a pesar de ser pareja lo sentía distante (por no decir inalcanzable).

-Disculpen la tardanza, aquí esta su pedido- dijo la mesera dejando sobre la mesa dos pequeños platos con postre de chocolate y cerezas sobre estos. -Buen provecho-

El Uchiha la veía por el rabillo del ojo caminar de un lado a otro siempre con amabilidad y cierta vergüenza impregnada en su rostro.

-Mmmmmmm que delicia ¿quieres probar un poco?-

-¿Quieres que terminemos aquí?- esa pregunta había sonado tan cruda. Esta se entristeció internamente ¿Por qué él no podía ser el novio que ella había deseado por tanto tiempo?

-No, solo quiero que te abras a cosas nuevas, te estas perdiendo de mucho-

-Tienes razón, estoy perdiéndome de bastante contigo aquí- pensó mientras veía a Hinata Hyuuga sacando de unas bandejas pequeños trozos de postres diferentes. Pero no fue esa acción lo que llamo su atención sino su forma de moverse, un tanto torpe y su…vestimenta un tanto extraña, parecidos a las Maid Service de Francia. Un vestido ceñido al cuerpo resaltando esa figura de reloj de arena de color rojo y un delantal de color blanco, tan perfecto para ser cierto.

-Vamos, pruébalo no vas morirte por hacerlo- Sakura lo vio dudar para luego suspirar.

-Solo un bocado- dijo este con sorna.

-Claro- esta partió un pequeño trozo de su postre para darle un poco a quien era su novio, llevo el tenedor hasta la boca de aquel y lo vio llevar la cabeza atrás, alejándose un poco.

-Puedo hacerlo por mi mismo-

Esta asintió resignada, pensando si tal vez había sido un error haberlo escogido a él como su pareja.

-Tal vez estaría mejor si hubiese aceptado la propuesta de Naruto-

Levanto su vista para observar a su acompañante pero al verlo se alarmo. Tenia el rostro sombrío, vio el pequeño plato con el postre aun allí pero sin una de las cerezas y sin una de las esquinas. Estaba mas pálido de lo normal y una de sus manos formaba un puño.

-Sasuke ¿Te sucede algo?-

Este se levanto y la dejo sola, pero en su trayecto vio por última vez a la que pudo ser en algún momento su novia, Hinata Hyuuga".

Y ahí estaba ella sonriéndole, como si en la vida no hubiese problema alguno, dejándole ese delicioso postre con las dos cerezas. Nunca se dio una oportunidad para conocerla y verla de lejos era todo lo que podía hacer. No cometería el mismo error dos veces, pero no lo soportaba, no soportaba ver como muchos como él la veían con deseo y es que el uniforme que utilizaba no ayudaba en nada y la inocencia y dulzura que desprendía la hacían única, esa era la palabra perfecta para describirla a ella, sus cualidades como la cortesía, amabilidad y respeto la complementaban. Cuantas veces no intento acercarse a ella pero parecía temerle y tenia razón en hacerlo, quería sentirla en todo el sentido de la palabra. De cierta forma ella era su droga una vez que la prueba no puedes dejarla, él nunca lo hizo pero si probo lo que seria su dulce favorito por el resto de su vida y reconocería por siempre ese delicioso sabor del chocolate, ese único sabor que ningún otro postre tendría en el mundo ese ingrediente que solo el que fue el dobe de su amigo, lo tendría para siempre a su lado.

-A veces pienso que nunca tendré oportunidad con Sakura-chan-

-Cuando hablas de ella te ves más estúpido de lo normal-

-Cállate Teme, hoy es mi día y no quiero que lo arruines-

Sasuke vio junto a la puerta de la entrada del departamento una mesa y sobre esta una pequeña caja con una nota. Se acerco a ella y era de color rojo.

-¿Alguien te envió un regalo? Ha de estar muy loco-

-Oye, ¿pues que me crees? Además si llego minutos antes de que llagaras-

-¿Y que demente haría eso?-

-No lo se, aun no la abro ¿quieres verlo cierto?- dijo este tomando un ramen instantáneo.

-¿Para que haría algo así?-

-Vamos estoy seguro que no lo robaras porque me lo envió un demente-haciendo énfasis en la ultima palabra-

-Hmph-

Sasuke la abrió lentamente mientras Naruto se acercaba a él, en su interior había una pequeña torta (ya sabrán ustedes de que sabor) con el nombre del cumpleañero.

-¿Quien te envió esto?-

-Lee la nota-

Esta la leyó mentalmente lamento no haber estado en tu fiesta de cumpleaños Naruto-kun. Gracias por tu invitación. Hinata Hyuuga.

-¿Qué dice?-

-Léela por ti mismo- y así fue.

-Oh, cierto Hinata-chan no estuvo hoy-

Naruto tomo la caja y la llevo hasta la cocina, saco dos pedazos y le ofreció a su amigo parte de ella.

-¿Sabias que Hinata-chan es buena cocinera?-

-¿Cómo sabes eso?-

-El día de amor y amistad me regalo unos onigiris deliciosos-

-No es cierto-

-Claro que si, yo los recibí estaban recién hechos por ella, será una gran esposa-

Naruto probó su regalo y sintió el sabor más agradable del mundo.

-Oye, esto esta genial teme, anda come-

Comprobaría si realmente esa chica era tan buena cocinera y probó un poco y realmente sintió al sabor más delicioso siendo absorbido por su lengua.

-¿Quien es ella?-

Naruto le enseño una fotografía que tenia con ella el día de su graduación en la universidad.

-Es un poco extraña si me lo preguntas-

Sasuke quedo viendo esos ojos de cachorro que había hecho al momento de la fotografía con Naruto con su característica sonrisa.

Al siguiente meshabían roto su amistad pues por un descuido Sasuke había terminado en la cama con Sakura y fue divulgado entre todos, y en esencia en su familia. Su madre le había recomendado salir con ella mientras se calmaba el escándalo. Y desde ese día habían estado juntos hasta que Sakura termino definitivamente con él por su irremediable falta de afecto.

Ahora Sasuke terminaba su "droga" viéndola a ella hablar con una rubia animadamente, de repente una rubia cabellera llegaba por detrás de ella tapando esas hermosas perlas con sus manos, los celos se hacían presentes pero no podía hacer nada. La veía darle una hermosa risilla y un casto beso. Y vio como este empezaba a arrodillarse mientras ella cerraba los ojos, no entendía lo que pasaba hasta que este saco una pequeña caja y la abrió y supo inmediatamente lo que significaba. Una propuesta de matrimonio.

Cuando Hinata abrió sus ojos lloro inmediatamente de la emoción mientras Naruto solo la veía con sorpresa e hizo lo que debía hacer desde hace tiempo.

-Hinata-chan, ¿quieres casarte conmigo?-

Un silencio molesto se hizo presente todos esperando la respuesta de la chica.

-H-hai-

-¿Que dijiste?-

-Hai, q-quiero ser tu e-esposa- asintió levemente y con pequeñas lagrimas cayendo de su rostro.

-Yeaaaaaah, dattebayo-

Naruto coloco torpemente aquel anillo en el dedo correspondiente para después levantarse y abrazarla y besarla con amor siendo vistos y felicitados por las pocas personas del lugar, menos Sasuke su ceño fruncido levemente y su porte serio estaban ahí pero por dentro sentía que había perdido algo importante.

No solo la amistad que le había ofrecido Naruto sino también esa sensación inevitable que sentía por esa mujer. Probablemente lo que todos llamaban amor. Dejo el cubierto y dejo el dinero sobre la mesa mientras salía sin ser visto por nadie pues todos no dejaban de celebrar aquel acontecimiento.

Salió echando un vistazo por ultima vez al lugar y no solo eso también a las dos personas que en algún momento hicieron feliz parte de su ser, uno con su presencia y la otra con solo la vista. Mientras caminaba giro su rostro y vio a través de la ventana a Naruto comiendo un poco de su pastel favorito junto al amor de su vida, sin pensarlo un mohín parecido a una sonrisa muy diminuta apareció en su rostro y mentalmente deseo algún día poder probar lo dulce de la vida.

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¿merezco algun comment? la verdad es que ciertas cosas si sucedieron el resto fue producto de mi imaginacion, solo espero que haya sido de su agrado. Nanako-senpai