Disclaimer: Todo es de sus respectivos dueños, menos Will, que es mío *wink, wink*
Claim: Emma/Will —porque son amor y dominarán el mundo (?)
Advertencias: Es algo así One-Sided, amor no correspondido, pero son amoooor :3
Notas: Regalito de Xmas para mi hermosa y geneal esposa Anna, Cafesitodeldia. Me inicio en el fandom, pero no será la última vez que me vean *ivol laugh* Hope you like it, dear.
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Por verte sonreír
Ella limpia la mesa, la silla, todo allí, y luego se sienta a comer, lenta y tranquilamente, como siempre lo hace. Se promete mantener la calma e ignorar aquella vocecita que se encuentra en el fondo de su mente y que siempre le repite todas aquellas cosas que tanto le agradan de él, todos los aspectos positivos de su persona.
Pero en cuanto lo ve entrar en la pequeña sala donde almuerzan, parece olvidarlo. En cuanto ve su sonrisa, pareciera nunca haber pretendido reprimir sus sentimientos.
Y por un momento, sólo puede culparlo a él. Lo culpa por ser William; lo culpa por tener el cabello más hermoso en el mundo; lo culpa por tener aquellos ojos que parecen mirarle al alma; lo culpa por tener los hoyuelos más tiernos que alguna vez haya visto cada vez que él sonríe; lo culpa por ser dueño de aquella boca que dice cosas banales pero que a ella le importan más que otra cosa; lo culpa por poseer aquella sonrisa que es la perfecta mezcla entre inocencia, sinceridad, picardía y diversión; lo culpa por ser él.
Porque cada vez que él llega, le sonríe y dice «Hey, Emma», todas sus defensas caen y ella se pregunta por qué (¿Por qué no puedes superarlo, Emma?, mejor dicho). Se pregunta por qué hace todo aquello, por qué simplemente hace de su oído, su consejera, por qué siempre se siente obligada a hablarle de Ken cada vez que Terri aparece en la conversación. Se pregunta por qué deben ser sólo amigos.
Y luego se responde cuando nota aquel brillo en los ojos de él cada vez que habla de su bebé. Se responde que él ama a su esposa, y que ama más a su pequeño hijo; que no puede destruir una familia (y que tampoco podría, siendo ella); que él está bien así.
Sabe que él es feliz de esa manera, y si él lo es, entonces ella lo será, porque sabe que verá su sonrisa, esa que tanto le gusta, y recordará que todo aquello lo hace por él y por verlo sonreír.
Y cuando él se va a su clase, despidiéndose con un «Nos vemos luego» es cuando ella suspira y se dice lo idiota que es. Se promete reprimir todas aquellas emociones y olvidarlo para la próxima vez que lo vea (y vuelve a fallar, otra vez).
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