Prólogo
"Hola mi nombre es Akane Tendo, tengo 22 años y hoy como cada 3 de septiembre volvió a suceder, pero ¿sabes? Esta vez fue muy extraño…nose como describirlo, simplemente esos sueños no dejan de aparecer, me encuentro con él en cada uno de ellos, mis sueños cada vez son más reales, ya no se en qué punto puedo distinguir la fantasía de la realidad"
Me encontraba puntualmente en el salón principal, a la misma hora que todas las noches desde aquel fatídico día, poco a poco fui recorriendo con la mirada cada rincón de ese lugar, a pesar del tiempo, no podía acostumbrarme a tanta sobriedad, fascinada con la luna que se dejaba entrever en aquel enorme ventanal…-mi único contacto con la realidad-susurre en silencio.
Me senté pulcramente en el sofá acomodando mi vestido, no podía negar que era un regalo precioso, tenía pequeñas esmeraldas incrustadas cubriendo mi pecho y un profundo escote en v que terminaba en el inicio de mis senos sin llegar a lo vulgar, el vestido ceñía mi cintura adaptándose a mí como una segunda piel para después encontrarse suelto hasta mostrar mis pantorrillas, las cuales tenían grabada su insignia "∞".
- el "Infinito"- resople mirando la marca dorada en mi piel, era la única en aquel lugar que tenía una marca distinta, algo que nunca entenderé.
Interrumpiendo totalmente el silencio me rodeaba, escuche de pronto sus pasos, sobresaltándome inmediatamente por el ruido proveniente de aquella puerta, conocía sus movimientos, sus miradas, su sonrisa…
-Princesa escarlata- me llamó desde la puerta, ese era el nombre al que tenía que responder desde que llegue ahí, me giré de forma instintiva para contemplarlo, no pude evitar posar mi vista en sus ojos tan azules como el mar…era lo más atrayente de él – acércate- dijo por fin terminando el silencio entre nosotros.
Aquella voz hizo que mi cuerpo se estremeciera, era cálida, como un susurro en la oscuridad acariciando mi alma… y no pude evitar sentirme atraída, por eso no dude ni un instante en acercarme, contemple cada una de sus facciones como una tonta enamorada… quería tocarlo, sentir su respiración cerca de mí, arrebatarle suspiros, memorizar sus orbes cristalinos.
Perdida entre mis pensamientos, no me di cuenta cuando se acerco tan sutilmente acortando poco a poco la distancia entre nosotros, lentamente atraída por una fuerza descomunal, mis manos se dirigieron a su cara, sintiendo como su aliento se mezclaba con el mío, estaba tan cerca…-cree en mí- suplique delineado suavemente su rostro –eres lo más importante para mí- dije embriagada por su presencia mientras posaba mis labios en los suyos sonrojada, perdiéndome en el tiempo…anhelando…
Yo era inexperta, nunca antes había tomado la iniciativa y no sabía muy bien lo que tenía que hacer en ese momento, aún así me deje llevar por mi atrevido corazón evocando en mis recuerdos lo que él me hacía sentir, poco a poco fui besando la comisura de sus labios, siguiendo un camino de cortos besos que poco a poco ascendían por su cuello hasta llegar al lóbulo de su oreja, donde me detuve para decirle lo que tan celosamente guardaba mi corazón…entrando en un punto sin retorno…
Sintiendo como mis manos cobraban vida propia recorriendo su pecho lentamente, aferrándome a él como si no hubiera mañana, embriagándome con su respiración la cual se encontraba agitada, me encontraba perdida entre sus estremecimientos ante mis caricias… -soy tuya-dije sin compasión.
No le importo nada, ni siquiera las consecuencias que desencadenaría ese acto
En ese momento todo raciocinio se perdió, sus manos sostuvieron mis caderas de una forma lastimera, devorando mis labios en un vaivén tan lascivo que era imposible parar, me subió el vestido recorriendo mi piernas con parsimonia, sosteniendo mis muslos, logrando que en un arrebato me enganchara a él, levantándome del piso como si de una pluma se tratase, de una forma tan sensual que creí morir…
No era el primer encuentro que teníamos de esta forma y a pesar de eso, en ese momento me sentía tan dispuesta, quería entregarlo todo, sin que hubieran más barreras entre nosotros- mi katajanoso- le dije perdiendo cordura.
Aunque jamás imaginó lo que vendría después…
En ese instante, al decir esas palabras, el escenario cambio totalmente-¡NO!-escuche su reclamo furioso, lastimero…-¡JAMÁS VOLVERÁS A ENGAÑARME!- alejándose de mí como si mi contacto le quemara las manos.
No supe la razón del porque la magia que se encontraba a nuestro alrededor había terminado, me encontraba en el suelo, sonrojada y llorosa, no podía creer que el hombre que tanto había deseado me tratara de aquella forma, nunca me había hablado así – pero, pensé que tú me…- dije temblando, no podía ser real.
- ¡NO ERES NADA- grito enfurecido, interrumpiendo mis palabras –no vuelvas a tocarme jamás, ¿te quedo claro? – en el momento que dijo esas palabras me di cuenta de lo que estaba pasando, despertando de mi ensoñación…ya no era el mismo al que había estado a punto de entregarme si me lo pedía, nunca le había tenido tanto miedo, ni siquiera cuando llegue a ese lugar, abandonando mi vida.
Después de gritarme embravecido, me levantó del suelo y tomo mis muñecas de forma violenta, como si quisiese castigarme, por un momento me dio la impresión de que había recordado algo importante.
El recordó porque no podía amarla…
- Tu estancia aquí es momentánea…- dijo desviando la mirada haciendo una breve pausa… aunque para mí fue eterna, su mirada había vuelto a cambiar, ya no era dulce ni mucho menos protectora - ya veré que decido que hacer contigo después de tu insolencia, no olvides cual tu lugar- lastimándome - eres una esclava, ni siquiera te podría considerar una dama de compañía- recorriendo con su mirada mi cuerpo, haciéndame sentir cohibida- pareces una niña- finalizó sonriendo de forma despectiva, volviendo a sostenerme la mirada – te odio…me das asco- no podía creer sus palabras-
En ese momento no pude contener mis lagrimas, estas se desbordaron nublando totalmente mi vista, poco a poco mis sentidos se sosegaron, estaba tan cansada… casi sin aliento.
Y ella descubrió porque pese a todo, no podía escapar de ahí, necesitaba respuestas…
Y no supe en qué momento el valor llegó a mí, enloquecí, estaba tan furiosa que a pesar de que mis ojos se encontraban inundados por las lágrimas, no pude detener mis palabras...- si solo soy una esclava y tanto te repugna mi presencia…entonces no…-aclaré mi garganta para terminar lo que tanto atormentaba mi ser- no me mires así, deja de mirarme como si quisieras protegerme- tome su espada con mis manos y apuntando hacia mi cuello- ¡terminálo!- grite con determinación - hazlo ahora ¿cometí un error imperdonable no? – le dije retándolo -¡termina con mi vida!, ¡destrúyeme como todo lo que tocas!- en ese instante leí la incertidumbre en su mirada, todo se estaba saliendo de control…
Pero no pude terminar de decirle todo lo que estaba en mi ser y me enardecía el alma, de pronto me sentí mareada… el estaba llamándome, aunque difícilmente pude escucharlo, porque después de eso todo se volvió oscuridad.
Holaaa! Este es mi primer fanfic, espero les guste… si tienen alguna pregunta con respecto a la narración con gusto les responderé los mensajes, se aceptan críticas constructivas, dedicado con amor a mi novio y a mi mejor amiga…
