Estos son escritos que realicé para , en donde de una tabla tenías que escoger las palabras y crear, a partir de la misma, la historia. Cabe mencionar que no tienen relación alguna, tanto en fandom como quizá en temática, pero decidí separarlos.

Fandom: InuYasha
La palabra de la tabla que ocuparon para él:Mentir.

Ella sabía claramente lo que sucedía, quizás pareciera más tonta e ingenua de lo que realmente era, pero si la situación se repetía constantemente que ya era fácil de identificar; aún el más idiota podría hacerlo, y es que no era mucha ciencia descifrar que él —el hanyou a la que le tenía una gran estima— se encontraba con su pasado, con aquella miko que ella alguna vez odio y, hoy, ya no eran gran noticia en su vida.

Realmente muchos pensarían que sufría, que todas sus sonrisas eran puramente artificiales, que siempre existiría aquella chispa de dolor en su ser. Quizás hasta él pensaría así pero, ¿qué más daba? Desde hace mucho dejó de importarle lo que la gente decía de ella. Le tomó mucho tiempo, más del que hubiera deseado, admitir que para bien o para mal él nunca fue de ella y jamás lo sería porque desde hace un tiempo ella dejó de buscar eso; había madurado, a su tiempo y forma pero lo había hecho, simplemente no deseaba mostrarlo tan abruptamente.

Hace mucho que aceptó la relación que tenían Kikyôu e InuYasha, ¿por qué no hacerlo? Ambos eran felices y, a Kagome, sólo le bastaba saber con que sus cercanos se encontraban bien para que ella también se sintiera así. No era un gran problema, aunque muchos pensaran diferente; con el paso del tiempo había aprendido a mentir… a hacerles creer que ella seguía siendo aquella chiquilla pero, por sobretodo, ella había aprendido a mentirse a sí misma sobre sus sentimientos. Y es que no hace mucho había descubierto que se sentía atraída por él, el medio hermano de su querido hanyou.

No había querido mentir pero así todo había sucedido, nada tenía explicación…al menos no para ella, al menos no una lógica que explicara a detalle como fue que pasó, simplemente sucedió. Se enamoró de una persona que jamás la amaría, quizás ya se había acostumbrado tanto al rechazo que se había vuelto una masoquista de primera clase pero —independientemente de lo que todos dijeran— por una vez en la vida se sentía feliz, tranquila… casi plena.

—¡Muévete mujer! —refunfuñó InuYasha.

Miroku lo regañó y Sango simplemente sonrió.

—¡Ya voy! —respondió la susodicha mientras se despedía de Rin.

—¡Vaya con cuidado señorita! —dijo la pequeña mientras le daba un efusivo abrazo y partía hacía donde se encontraba su amo, el Lord Sesshômaru.

—¡Cuídate Rin! —gritó mientras caminaba en dirección a sus amigos, haciendo que ellos tomaran ya su camino.

Al llegar con ellos de una manera casi inapercibida giró su mirada hacía Sesshômaru antes de que desapareciera en la penumbra del bosque —seguido de la pequeña y su sapo—, ella sólo sonrió. Quizás, sólo quizás, Kagome seguiría mintiendo para poder seguir viéndolo, sin saber que para el daiyôukai sus sentimientos ya eran más que conocidos pero, ¿aceptados? Talvez no… porque simplemente todos en esta vida se mentían, sin saberlo, pero lo hacían.