Disclaimer: los personajes usados para este fic son propiedad de J.K. Rowling.

Este fic participa en el reto especial navideño "Doce Palabras para Celebrar" del foro La Sala de los Menesteres.

Nota de autora: Cada capítulo es un año distinto, todos ambientados en la época de Navidad y en cada uno de ellos voy a introducir las palabras que se requieren por el reto.

En esta historia ni Voldemort ni la guerra existen, los protagonistas solo son dos alumnos del colegio que se llevan mal, sin influencias externas.

La palabra de este capítulo es snitch.

EL PRINCIPIO DE TODO

5º CURSO EN HOGWARTS

Hacía tiempo que tanto Malfoy como Harry se observaban, normalmente lo hacían con sospecha, intentando averiguar si tramaban algo malo o simplemente estaban planeando una broma, pero últimamente cada vez que el Slythering lo miraba, lo hacía de un modo diferente, casi con cariño, cosa bastante difícil de creer, ya que eran enemigos y siempre estaban peleando.

Todo empezó por su curiosidad, al ver que su enemigo lo miraba de aquella manera hizo que Harry le observase más y más, hasta llegar a un punto en el que era él el que le miraba con aquel cariño con el que Malfoy lo había mirado meses atrás. Y es que Harry, después de todos esos meses, se había dado cuenta de que Malfoy era distinto a como creía, descubrió que todo lo que mostraba era una fachada, que no creía en nada de lo que pregonaba y que le gustaba. Le gustaban sus gestos cuando estaba nervioso y se mordía el labio o cuando estaba frustrado por algo y se removía el pelo o el brillo de sus ojos cada vez que lo miraba a él.

Después de toda su investigación hacia el Slythering había sacado dos cosas en claro: él le gustaba a Draco, y por increíble que pareciera, a él le gustaba el rubio.

Por todo eso y haciendo gala de su Casa en Hogwarts, se le acercó un día en el que lo encontró solo en un corredor:

— Si te gano la snitch me das un beso y si pierdo te doy mi escoba— dijo sin saludar o avisar.

El rubio lo miró, al principio sorprendido, pero después, retador:

—Hecho, Potter. En 10 minutos en el campo.

En una hora, Draco le dio a Harry algo que nunca olvidaría. Su primer beso.