Disclaimer: Amnesia y sus personajes son propiedad de Idea Factory
Hola, gracias por entrar n.n
La teoría de los universos paralelos es tan interesante como compleja. Lo primero me motivó a elegirlo como tema del drabble -el animé no me ha conmovido demasiado, sepan disculpar, pero me gusta colaborar con los fandoms-, y lo segundo me ha determinado a abordarlo de forma básica y simple porque no manejo los detalles al respecto. Además, a la larga se trataba simplemente de una historia de amor y me gustaría respetar eso.
Disculpen por los posibles fallos y gracias por leer :D
Todas las vidas posibles
¿Cómo le llamaban allí…? Cierto, física cuántica. Pura teoría, nada factible de comprobación. Ukyo sonrió con ironía.
Hacía tiempo que había perdido la cuenta. Esos mundos, esas infinitas posibilidades, parecían no agotarse nunca, surgían de acuerdo a la perennidad de su deseo. Iba de uno a otro y de uno a otro sin mirar mucho, sin pensar mucho, olvidándose de contar.
Lo más curioso, eso sí, eran las repeticiones, aunque también cierta azarosa singularidad. Como si se desplazara a través de un creciente e intrincado laberinto recorría meandro tras meandro asombrándose y, a la vez, sin sorprenderse demasiado de las similitudes que guardaban esos mundos entre sí ni de las sutiles variaciones que de todos modos aparecían.
¿Acaso podría sorprenderle la calamidad perpetuamente reiterada? ¿Podría sorprenderle el egoísmo, la enfermedad, la pobreza, el afán autodestructivo del hombre que protagonizaba cada uno de esos universos? ¿Podría evitar maravillarse de cada persona idéntica a sí misma, pero diferente en sus elecciones según el mundo en el que le tocaba vivir?
Tal vez debería sentirse afortunado de tener la posibilidad de conocer esos pliegues secretos, de tener la capacidad de atravesarlos. Uno de los anhelos más grandes del hombre siempre ha sido la inmortalidad, la capacidad de vivir todas las vidas posibles porque aquella que le ha sido otorgada, la única, es irremediablemente finita y limitada. Sí, tal vez debería agradecerlo…
-¿Tienes tú la respuesta? –Ukyo lanzó la pregunta al cielo de turno, al aire, a la mujer amada eternamente-. ¿Descubriré la clave del misterio una vez que te encuentre?
Había aprendido –o se había resignado- a ser un viajero infatigable. A través de esa compleja e inextricable red que conforman todos los mundos y todas las vidas posibles seguía buscando y preguntándose por lo que veía y experimentaba.
Pero a veces se sentía cansado. Él no se había procurado ese poder para ser superior o para ser inmortal, sino para hallar lo que todo hombre busca en realidad: una oportunidad.
-¿Me darás tú la oportunidad que tanto añoro? –Lanzó la pregunta al espacio que tenía por delante, el espacio que pronto se poblaría de rostros y afanes repetidos, y al mismo tiempo singulares-. Aunque no pienso en claudicar, a veces me siento solo.
En ocasiones le hubiese gustado entender si se movía hacia adelante, o hacia atrás, o si no hacía más que dar vueltas. O tal vez estuviese describiendo un círculo gigantesco, saltando de posta en posta sólo para arribar un día al lugar del cual había partido. Pero pronto dejaba de sopesarlo, esa clase de divagaciones a la larga le agotaban todavía más.
Él no estaba para perderse en esas filosofías, sino para perderse en el tiempo y las dimensiones.
-Lo importante es hallarte, lo importante eres tú –concluía, y así se resignaba a vivir, a morir y renacer cada vez bajo un cielo parecido al anterior.
Quizás en ese mundo nuevo, en esa nueva vida, lograse salir del bucle por fin.
