Hola~ ´w`)/
Esta vez vengo con un yuri que hace tiempo que tenía en la cabeza rondando~~
Pareja: LukaxMiku~ Con una Luka bien sexy y segura de si misma, como me gusta a mí (?)
Advertencias: Se volverá lime, sep. (?) También trataré temas de drogas y violencia, por eso estará en rated M desde el principio.
Disclaimer: SABÉIS DE SOBRA QUE VOCALOID NO ME PERTENECE ;v; Pertenece a la corporación Yamaha y tal.
Y ahora, disfrutad~
—¡Dame todo lo que lleves encima! —Grita una voz en mitad de la noche.— ¡Rápido!
Temblando, una chica de ojos azules mira a la persona que tiene delante suyo, temerosa y sin saber qué hacer. Es la primera vez que alguien le asalta en mitad de la calle, aún viviendo en un barrio tan conflictivo.
El encapuchado parece perder la paciencia y saca una navaja, pequeña pero afilada. Se aceraca lentamente a una paralizada Miku, a la cual se le corta la respiración y se le abren los ojos como platos, totalmente aterrada.
"Voy a morir. Finalmente me voy a reunir con mis padres."
Entonces el encapuchado gira violentamente, dejando caer la navaja al suelo. Miku se tapa los ojos y se agacha mientras escucha un forcejeo y, acto seguido, un cuerpo caer sobre el suelo mojado y oscuro de la calle.
Poco a poco, la peliazul va mirando a través de sus dedos y ve que en el suelo está inconsciente el cuerpo del encapuchado que la había amenazado. Suspira de alivio y echa un ojo a la persona que le ha salvado.
Es una mujer, alta, esbelta, con un abrigo negro que se le ciñe a la cintura y le resalta sus acentuadas curvas. El cabello es liso, negro y le cae hasta la mitad de la espalda. Por último, Miku observa los ojos que la mujer oculta tras unas gafas de aviador oscuras. ¿Por qué lleva gafas de sol si es de noche? La peliazul frunce el ceño y se levanta lentamente, desconfiada.
—Vaya, ha ido de poco, ¿eh? —Suspira la mujer, pasando por encima del cuerpo de ladrón, clavándole los tacones negros.— ¿Te ha hecho daño?
—N-no. —Logra susurrar Miku, asustada aún. Aprieta con más fuerza la bolsa del instituto contra el pecho, temiendo que aquella misteriosa mujer le noquee a ella también.— Eh... Gracias.
—No me las des. —Sonríe la morena, mirándole por encima de las gafas de aviador. Miku ve que los ojos de la mujer son como bellos zafiros.— Me llamo Luka Meg-... Midorima.
—¿Memidorima? —Miku ríe un poco, ya menos tensa al ver que no corre peligro con Luka.
—No, no,... Midorima. —Corrige Luka con una sonrisa de disculpa.— ¿Y tú?
—Ah, perdón. Me llamo Miku Hatsune. —Dice apresuradamente la menor, haciendo una pequeña reverencia.— ¿Cómo puedo agradecerte esto, Midorima? —Pregunta con timidez, mirando al hombre que le había intentado atracar.
—No es necesario que me agradezcas nada, Miku. —Niega la más alta con modestia.— Y llámame Luka, por favor.
—Pero... —Miku baja las comisuras de los labios, algo triste. No quiere volver a su casa... no si va a estar sola.— Yo... por favor.
—Mhh... —Luka mira alrededor, como si le preocupase que alguien la esté siguiendo.— Bueno, está bien.
—¿De verdad? —Sonríe la peliazul, feliz.— ¡Bien, no vivo demasiado lejos!
—¿Vas a llevar a una desconocida a tu casa?
La sonrisa de Miku se esfuma y mira perpleja a la mayor, que a su vez le devuelve una mirada gélida desde detrás de las gafas de sol. De repente la joven ojiazul se arrepiente de haber sido amable con aquella morena. ¿Y si le intenta robar también? Pero... hace unos minutos le ha salvado.
Cuando la peliazul tenía ya en la cabeza el echar a correr, Luka empieza a reírse y le pone una mano sobre el hombro mientras camina, adelantándola.
—Es broma, mujer. —Dice alegremente la mayor, haciendo ruido por la calle desierta con sus altos tacones.— Date prisa o nos mojaremos más con la lluvia.
—Oh... S-sí.
Con las mejillas algo encendidas por haberse dejado engañar con una pequeña broma, Miku va detrás de Luka, teniendo ya la certeza de que no es una mala persona.
