¡Hola mucho gusto!,bueno como verán soy nueva aquí y les agradezco un motón por tomarse su tiempo para leer mi primer fanfic,espero que les guste n.n

Disclaimer:Los personajes de Naruto no me pertenecen,son del gran Kishimoto-sama


Era una mañana como cualquier en la ciudad de Konoha, excepto que era el día en que se iniciaba un nuevo año escolar en Konoha High School, el instituto más exigente y privilegiado de toda la ciudad, en donde cualquier padre estaría orgulloso de que su hijo ingresara. En el patio del mismo se empezaban a ver algunos estudiantes debido a que dentro de una hora comenzarían una nueva etapa de su vida.

Mientras tanto los rayos de sol se asomaban en la ventana de una habitación hasta darle directamente en los ojos a una joven, la cual puso una mueca de desagrado tapándose más con la sabana que cargaba, para que así dejaran de molestarle. La chica no quería salir de la cama en la que se encontraba , había pasado por una noche helada el día anterior y por fin empezaba a sentir el calor que desprendían las sabanas, pero la realidad la golpeo de repente.

– ¡Buenos días, dormilona! – ante aquel grito, la pobre joven no tuvo tiempo de reaccionar y termino yéndose de bruces contra el suelo.

– ¡Bien hecho Ino-cerda, ya le causaste una contusión! – dijo una chica con ojos color jade y el cabello de un extraño color rosa– Pobre Hina, déjame ayudarte.

–Tranquila Sakura-chan, estoy bien, no fue nada–decía la joven en un intento por detener la discusión entre sus dos mejores amigas.

–Perdóname Hina, no fue mi intención que te cayeras–se lamentaba su rubia amiga, obteniendo como respuesta una sonrisa por parte de la joven, como señal que aceptaba su disculpa.

–Chicas mejor comenzamos a prepararnos, las clases comienzan en una hora– decía una preocupada Sakura al ver la hora en su reloj de pared.

–Muy bien, manos a la obra–decía Ino en un tono de entusiasmo mientras buscaba los uniformes perfectamente planchados el día anterior, ya que al ser el instituto de Konoha en el que comenzarían un nuevo año escolar, la primera impresión era lo más importante.

El uniforme femenino consistía en una falda de un diseño escoses de cuadros azules, con una blusa blanca manga corta, un suéter negro cuello en V y finalmente unas medias blancas con unos mocasines.

– ¡Hina-chan, te ves tan linda! –exclamaron al unísono las dos chicas mientras se abalanzaban hacia los cachetes de la joven.

– ¡Así te vas a ganar la atención de todos los chicos, que envidia! –decía Ino mientras le daba palmaditas en la espalda de la aludida, ante la mueca de desagrado de ella.

– ¡Cierto, todos van a estar cayendo a tus pies! –decía Sakura mientras chasqueabas los dedos en señal de que sería pan comido.

– Chicas saben que eso es lo que menos quiero, en lo que respecta a los hombres no he tenido buenas experiencias, o te tratan como si fueras insignificante o simplemente te rompen el corazón–se notaba la tristeza en la voz de la ojiperla–Además, uno de ellos me alejo de las personas más importantes para mí–terminó por decir la joven con lágrimas asomándose por sus ojos.

–Hina-chan, no todos son como ellos, ya verás que encontrarás al indicado– decía Sakura tratando de consolar a su amiga.

–Sí, supongo–dijo Hinata en un tono que no les pareció muy convincente a sus dos compañeras.

–Bueno ya no hablemos de eso, mejor vamos a desayunar que se nos va a hacer tarde–decía Ino con brillos en los ojos mirando en dirección a Hinata, la cual rodó los ojos para que luego una sonrisa adornara su rostro.

–A no, no voy a caer de nuevo, esta vez no me van a convencer –decía a modo de reclamo la joven, que al ver que su amiga se sumaba a la rubia poniendo los ojos como perrito regañado, sólo bufó– Bien, lo haré–termino por decir para luego encaminarse a la cocina siendo seguidas por unas amigas que portaban en su rostro una sonrisa de victoria, no sin antes susurrar algo que sonó como "Ustedes van a acabar conmigo".


A unas cuadras de donde estaban las chicas, se encontraba un joven de piel clara con unos ojos y cabello de color negro ónix hasta la punta de la barbilla, vestido con el uniforme masculino de Konoha High School, el cual consistía en una camisa blanca con los primero tres botones abiertos con una corbata azul, levemente aflojada, unos pantalones negros, unas medias y mocasines negros, además de que en su cuello colgaba un colgante con el símbolo de la familia Uchiha. El joven tenía el ceño fruncido, ¿Por qué?, fácil llevaba media hora tratando de levantar a su mejor amigo.

– ¡Dobe despiértate de una buena vez! –con la última gota de paciencia derramada al no obtener nada gritándole a cierto rubio, Sasuke no tuvo más opción que usar su táctica secreta: Atacar la debilidad del rubio– Oye Naruto, tengo un cupón de Ichiraku´s para todo el ramen que quieras comer gratis – y como si fuera un resorte, el aludido salto de la cama hacia su compañero.

– ¡¿En serio, donde?! –los ojos azules del rubio adquirieron un aire de ensoñación mientras giraba su rostro hacia el joven de ojos color ónix, pero al obtener como respuesta una sonrisa arrogante por parte del Uchiha, infló los cachetes y se sentó en la cama bruscamente–Que cruel eres Sasuke-teme, ¿cómo pudiste?–el rubio tenía lagrimas falsas en los ojos mientras que el pelinegro lo miraba con una gota detrás de su cabeza.

–No te querías levantar además ya se está haciendo tarde, no quiero llegar tarde en mi último año , así que vístete, baja para que desayunes y nos vamos–ordenaba el joven para luego retirarse de la habitación.

–Hasta que por fin bajas, te pareces a una chica arreglándose ototo–se burlaba un joven de unos veinticuatro años ,muy parecido a Sasuke con la diferencia de que este era algo mayor y tenía el cabello largo por los hombros sujetado por una coleta baja dejando caer unos mechones negros por su rostro.

–Cállate Itachi, es por culpa del dobe, ese tonto no se quería levantar, ni siquiera sé porque lo dejo quedarse aquí–el azabache bufó, ahora lo recordaba, el rubio era su mejor amigo desde que tenía memoria, además desde que habían muerto sus padres en un accidente automovilístico hace muchos años, ellos dos se apoyaron el uno al otro, y desde entonces el rubio frecuentaba su casa, todos los fin de semanas, o cuando tenía algún problema.

– ¡Fácil, porque me adoras y no puedes vivir sin mí dattebayo! –la voz del rubio lo sacó de sus pensamientos, ese tonto nunca cambiaría, ahí estaba al igual que siempre gritando sin importarle lo que digan los demás con esa estúpida sonrisa en su rostro.

–Eso quisieras–se burló el joven con un tono de indiferencia

– ¡Por favor, mírame ninguna chica se resistiría a los encantos de Naruto Uzumaki! –el rubio mostro su perfecta dentadura, haciendo resaltar las tres marcas a lado de cada mejilla, su cabello rubio estaba desordenado y llevaba el uniforme con la camisa por fuera, con los primeros tres botones desabrochados, la corbata aflojada, unos pantalones negros, medias y mocasines negros, y con un collar con el símbolo de su familia.

–Si claro, lo que digas, ahora vayámonos que llegaremos tarde–el joven agarró su mochila y se dirigía hacia la puerta dispuesto a salir cuando la voz de su hermano hizo que se detuviera.

–Ototo te vas sin despedirte, vaya el hermano que me gasto–decía Itachi en un tono dramático mientras se acercaba hacia su hermano para despedirse ,empujando dos dedos en la frente de su hermanito ,como lo hacía desde que eran pequeños, para luego dedicarle una sonrisa , mientras el azabache solo bufó.

–Hmp, vámonos dobe–dijo sin más para luego abrir la puerta e irse siendo seguido por un rubio que luego de despedirse del Uchiha mayor y agradecerle por la comida, aceleró el paso para alcanzar al pelinegro que no tenía la más mínima intención de detenerse.


Mientras que los chicos se encaminaban al instituto ciertas jóvenes terminaba de deleitarse con la mejor comida que probaron en su vida.

– ¡Estoy llena, Hina-chan tu comida es la más sabrosa del mundo! –decía Ino con una sonrisa satisfactoria por haber convencido a Hinata para que les hiciera el desayuno.

– ¿Del mundo, estás loca Ino-cerda?, es la más sabrosa de todo el universo– exclamaba Sakura extendiendo su puño hacia arriba con ojos llenos de determinación.

–Gracias chicas, por cierto ¿a qué hora entramos a las clases?–decía Hinata con un tono de preocupación.

–A las siete en punto ¿Por qué? –dijo con indiferencia la rubia viendo como a Hinata casi se le salían los ojos de su órbita.

– ¡Pero si son las seis con cincuenta! – exclamó una horrorizada Hinata mientras empezaba a guardar los cuadernos en su bolso, mientras se atragantaba con la tostada de la que hace unos segundos disfrutaba tranquilamente.

Las otras jóvenes estallaron en carcajadas, tanto así que se tiraron al suelo, mientras se sostenían la panza al no poder con el dolor por reírse tanto.

– ¿De qué se ríen? –la ojiperla las miraba con un puchero mientras esperaba sus respuestas.

–Es que antes de dormirnos, Sakura adelanto tu teléfono treinta minutos–explicó Ino mientras se secaba las lágrimas.

–Espera, yo pensé que tú lo habías adelantado–decía Sakura con una mueca de confusión en su rostro.

–Ay no–dijeron al unísono.

Las chicas al darse cuenta del error que habían cometido recogieron sus cosas a una velocidad impresionante para luego salir encaminarse al instituto a todo lo que daban sus piernas.

– ¡Chicas, espérenme! –decía Hinata mientras trataba de seguirle el paso a sus amigas.


–Viste teme, tanto apuro para nada– el joven rubio al darse cuenta de que habían llegado a tiempo le reclamaba a su amigo por haberlo despertado tan temprano para nada.

– ¡Ya deja de quejarte dobe! –Sasuke ya estaba harto, ¿y quién no?, si el rubio no había dejado de hablar desde que salieron de su casa.

–Ustedes no cambian, que problemáticos–los jóvenes dirigieron la mirada hacia el dueño de aquella voz, mejor conocido como Shikamaru Nara, hijo de padres detectives, el cual sería el mejor promedio de todo el instituto si no fuera tan holgazán.

– ¡Hola Shikamaru!, ¿Oye dónde están los demás? –decía el rubio al no observar la presencia de su grupo de amigos.

–Los otros problemáticos están por allá –dijo mientras señalaba hacía un árbol donde se encontraban tres muchachos charlando sobre trivialidades.

Los tres jóvenes se aproximaron hacia donde el grupo reunidos, los cuales al notar la presencia de ellos se acercaron a saludar.

– ¡Hey chicos, cuanto tiempo! – saludaba un chico de cabello marrón con unas marcas rojas en cada mejilla.

–Hmp–dijo Sasuke, respondiendo al saludo del chico, bueno a su manera.

–Veo que estas vacaciones no te sirvieron de nada, sigues siendo el mismo amargado–dijo Kankuro, el chico era un año mayor que todos los presentes, sin embargo, había repetido un año por haber faltado muchas veces, porque según él estaba "enfermo", aunque todos sabían que era mentira, ya que el moreno solo estaba pendiente de ir andar de fiesta en fiesta.

–Hmp, eso no te importa–Sasuke estaba molesto, no solo por lo que había dicho Kankuro, sino porque su grupo de fans ya estaban empezándolo a acosar. Siempre era lo mismo, ¿esas chicas no tenían nada mejor que hacer que estarlo persiguiendo todo el día, acaso no iban a clases?.

–Por lo menos Gaara no es tan antisocial–decía el rubio que ante la mirada asesina de cierto pelirrojo trago grueso– ¡Gaara, amigo mío!, No me malentiendas, eso fue un cumplido.

–Miren hay vienen las problemáticas–dijo Shikamaru mientras señalaba a unas muy agitadas chicas–Parecen que traen compañía– agregó al notar una presencia detrás de las aludidas.

–Buenos días, chicos–saludaron alegremente al unísono Sakura e Ino.

–Buenos días–respondieron los muchachos, exceptuando a Sasuke, el cual tenía su atención puesta en la chica que se encontraba detrás de la dos jóvenes.

–Creo que se les olvida algo chicas, bueno mejor dicho alguien–decía Naruto refiriéndose a la joven que aún se encontraba detrás de las muchachas observando el instituto a su alrededor.

–Oh cierto, disculpen–Sakura se aclaró la garganta, mientras se arrimaba hacia un lado para dejar ver a Hinata–Ella es Hinata, es nueva en el colegio, así que si quieren buscar su muerte natural la tienen que tratar bien–a Sakura la rodeó un aura negra mientras que miraba a unos aterrorizados chicos que aunque dos de ellos no lo mostraran, estaban más que asustados.

–Mucho gusto Hina-chan, mi nombre es Naruto–decía el rubio mientras se ponía muy cerca de Hinata, para luego levantar la mano en forma de saludo, pero lo que ocurrió después lo dejo confundido tanto a él, como al resto de los presentes.


Muahahahahahaha!los deje con la intriga ¿verdad?,soy tan malita, si lo se me odian ¡Pero que no panda el cunico!Tratare de actualizar pronto,por cierto les agradecería un montón que me dijeran si tuve fallas con la redacción o la ortografía para poder corregirlas en el próximo cap :) bueno que no se diga más mejor me voy antes de que me maten.

¡Besos y hasta la próxima!