Hola! este mi primer fanfic, espero que les guste, no les hehco mucho choro, solo les digo que lo disfruten
Todo lo que reconozcan no me pertenece
SOLO RECUERDOS
Nota de la Autora: Las partes en cursiva son el presente y los pensamientos de la protagonista y todo lo demás solo son sus recuerdos.
Este lugar es hermoso, me da tanta paz y tranquilidad, pero sobre todo me da tanta felicidad, pero ¿Por qué, ni siquiera se que es lo que hago aquí.
- Estas aquí porque acabas de dejar de ser mortal.
¿Qué¿mortal?
- Así es, has dejado tu cuerpo para venir hasta aquí.
¿Por qué dices eso¿Quién eres¿Dónde estoy¿Qué lugar es este?
- Por el momento no puedo responder ninguna de tus preguntas, pero no te preocupes las responderé cuando llegue el momento, ahora solo sigue tu camino…
- No espera…
Mire hacia todos lados y el lugar poco a poco se volvió oscuro y de pronto… abrí los ojos, había sido solo un sueño y yo me encontraba acostada en mi cama. Puse mis manos sobre mi rostro para tratar de despejar un poco mi mente.
- Otra vez este sueño.
Varias veces antes ya había tenido el mismo sueño, el problema era que no sabía como interpretarlo, era demasiado confuso para mi y esta vez no se había mostrado mas claro.
- Esa voz, yo sé que conozco esa voz o tal vez estoy alucinando.
Me levante de la cama y camine hacia el balcón, necesitaba un poco de aire fresco; respire profundamente y me puse a pensar que podría hacer, era domingo así que tenia el día para mi.
- Para mi – repetí irónicamente – hace mucho que no tengo un día para mi.
Di la vuelta y camine hacia el closet para sacar algo de ropa, junto a éste en una mesita, había una fotografía, en ella estaban mis padres, quienes me abrazaban cariñosamente y me saludaban con una mano, realmente no recordaba que esa fotografía estuviera allí¿sería que tal vez pasaba demasiado tiempo fuera de casa?
- Tal vez si – me respondí a mi misma.
En ese momento surgió en mi cabeza una pregunta ¿hace cuánto que no voy a visitar a mis padres, ellos aun me sonreían.
- Que buena idea – pensé tomando mi ropa y entrando a la ducha.
º–º–º–º–º–º–º–º–º–º–º–º–º
Camine durante un rato mientras disfrutaba del hermoso paisaje, el lugar en el que se encontraban mis padres era uno de los mas hermosos que nadie hubiera visto antes; el lugar estaba lleno de árboles, pero entre ellos se abría un camino estrecho que conducía a un lago, al llegar a la orilla pare y mire hacia el centro del lago, ahí se encontraba una pequeña isla llena de flores de todos tipos, al centro de estas se hallaban dos lápidas de piedra; con un movimiento de varita hice salir a flote un camino de piedras para poder atravesar el lago, camine hasta llegar a la isla, me arrodille para poder leer la inscripción de las lápidas:
"Muertos, pero no olvidados"
Las lápidas no poseían nombre ni apellido, no era que yo no quería que los pusieran sino más bien para proteger a mis padres de los chismes de la gente y precisamente por la misma razón es que había escogido ese lugar tan apartado del mundo cotidiano, para que ellos descansaran en paz.
Hacia tanto tiempo que los había perdido pero aun con el paso del tiempo, el recuerdo del funeral seguía latente.
Todo había acabado, mi vida que de por si era difícil ahora ya ni siquiera era vida. Todos me decían que tenia que resignarme, que tenia que ser fuerte y que ellos, mis padres, estaban en un lugar mejor; realmente a mi no me importaba nada de lo que los demás dijeran, todas esas palabras me sonaban tan vacías, tan llenas de hipocresía y tan falsas que no tenían ningún peso en lo que estaba sintiendo en ese momento.
¿Necesita algo señorita?
No, Phias puedes retirarte – respondí sin siquiera mirar al elfo domestico.
Con su permiso
Me encontraba parada frente a los ataúdes con la vista fija en ellos, mientras pensaba. ¿Por que había tenido que ser así, no tuve oportunidad de despedirme de ellos y lo peor era que ni siquiera sabia la causa de su muerte, todo había sido muy repentino y yo aun no podía creerlo.
Llevas mucho tiempo de pie ¿por qué no descansas un poco?
No es necesario – conteste sin quitar la vista de los ataúdes.
Bueno, supongo que me conoces, soy Lucius Malfoy, fui... digamos que un ayudante de tus padres.
Si, lo conozco – lo mire de reojo
Solo quiero que sepas que lamento mucho lo de tus padres, sobre todo porque sucedió ahora que comenzaron las clases.
Si yo también lo lamento.
También, por esa misma razón mi hijo no esta presente, lo entiendes ¿verdad?
Lo entiendo – dije casi instintivamente
Bien, tengo que retirarme, hay algunos asuntos que atender, con tu permiso – haciendo una leve reverencia
¿Por que las personas eran tan hipócritas, nadie había conocido bien a mis padres y aun así decían sentir mucho su muerte; una de las peores familias eran los Malfoy, lo sabia porque conocía bien a su heredero, era tan arrogante y tan pesado, que desde el primer día que lo había visto en Hogwarts sentí una repulsión tremenda hacia a él, desde luego después de conocerlo supuse que los padres eran idénticos a él y viceversa.
¿Te preocupa algo?
Frente a mi estaba parado un hombre alto, de larga barba blanca y nariz ganchuda, que al instante reconocí.
¡Profesor¿Usted aquí? – pregunte levantando las cejas.
Tenia que venir, no podía dejarte sola en estos momento tan difíciles – aclaro mostrando una gran sonrisa
¿Difíciles¿Acaso me ve llorando? – pregunte frunciendo el entrecejo.
No muestras las lagrimas al exterior, pero sé que por dentro se ha formado un mar tan inmenso que podrías ahogarte en el –aseguro notablemente tranquilo.
Lo mire con cara de pocos amigos tratando de negarlo, pero tuve que aceptar que, como siempre, tenia la razón.
Sé bien que no viene solo a confortarme, hay algo mas.
Creo que me descubriste, bueno, ya que lo dices también vine porque es necesario que sepas que no puedes vivir sola, no tienes otros parientes, así que, tendrás que vivir con una familia adoptiva.
¿Y de quienes se trata? – pregunte mirándolo fijamente.
¿Has escuchado hablar de una pareja a la que llaman las serpientes sin veneno?
Si…pero…
Son buenas personas, creo que te trataran bien.
Pero profesor, yo no puedo quedarme con ellos – negué con la cabeza
¿Por que no?
Porque¿usted sabe donde viven ellos? – pregunte sin querer escuchar la respuesta.
Si, en el mundo muggle.
Esa es la razón, usted bien sabe que un Slytherin no puede entrar a ese mundo.
Ya te acostumbraras.
Creo que no tengo otra opción – levante los hombros en signo de indiferencia.
Después del funeral decidí volver de inmediato al colegio, no soportaba el silencio de mi casa, aunque muchas veces he pensado que hubiera sido mejor nunca volver.
Todo lo que había sido mi vida hasta ese momento, me hacia pensar que tal vez podría recuperarme de ese golpe tan terrible y que podría seguir con mi vida normal, lo que no sabia era que desde ese instante mi vida cambiaría totalmente.
En el colegio todo parecía normal, con excepción de que yo me sentía como un bicho raro entre todos los demás, siempre que pasaba frente a alguien me miraba como si yo fuera una completa desconocida que no debería estar ahí, sin embargo, no les preste atención, tal vez era mi imaginación que me estaba jugando una mala pasada.
Conforme pasaban los días, las miradas y los cuchicheos se hacían mas frecuentes, pero una vez más trate de no tomarle importancia. Desde mi llegada al colegio no había hablado con nadie, pero los sucesos de aquellos días me tenían consternada y necesitaba saber que era lo que estaba pasando.
Las clases del día habían terminado; me dirigí al campo de Quidditch, con la intención de encontrar a mi mejor amiga, para que ella aclarara todas mis dudas. La encontré sentada en las gradas mirando el entrenamiento, acompañada de otra compañera de Slytherin.
Pansy
¿Si¿Qué pasa? – pregunto extrañada.
¿Podría hablar contigo?
Claro amiga¿de que se trata?
Solo una pregunta¿tu sabes qué es lo que esta pasando?
¿A qué te refieres? – dijo un poco nerviosa
Me refiero a mi – colocando las manos sobre mi pecho
¿A ti, no te entiendo.
Quiero saber por que todos me miran con si fuera un bicho raro.
Ha! Eso…bueno te parece si lo hablamos en la sala común, este no es el lugar apropiado para explicártelo – levantándose de su lugar
Esta bien, pero quiero la verdad.
Claro siempre ha sido así, nunca mentiras ni secretos entre nosotras ¿lo recuerdas?
Si, lo recuerdo, vamos – hice un movimiento con la cabeza para que me siguiera.
–º–º–º–º–º–º–º–º–º–º–º–º–º–º–
Al entrar a la sala común, todos los que estaban ahí en ese momento, comenzaron a cuchichear y algunos reían por lo bajo. Pansy subió a los dormitorios de las chicas y yo simplemente la seguí, entramos a su habitación y cerro la puerta.
¿Ves a lo que me refiero? – pregunte con fastidio.
Si, lo sé perfectamente – sentándose sobre la cama.
Entonces comienza a explicarme –dije cruzando los brazos
Bien, primero que nada no quiero herirte, así es que…
¿Pansy?... sin rodeos.
Pasa que todos en la escuela ya se enteraron de que vivirás con una familia adoptiva por no tener parientes, y lo peor es que saben de quienes se trata.
¿Por qué no lo adivine antes? pero si esta muy claro…tengo otra duda, entiendo que nuestros compañeros hagan eso, pero los demás ¿por qué lo hacen?
Simple, sabes que todos odian a los Slytherins, y supongo que ellos piensan que el estar con esa familia es como una humillación para ti, por lo cual, se burlan.
Tienes razón, es evidente que pronto todos dejaran de hablarme.
Tal vez.
No estoy segura de conservar la "amistad" de los Slytherins, pero de lo que si estoy segura es de que tu no me abandonaras ¿verdad?
Mire a Pansy directamente a los ojos, pero ella desvió su mirada hacia otro lugar, tratando de que yo no pudiera ver su rostro. Ante esa reacción pregunte una vez más.
¿Verdad Pansy? Tu no me abandonaras... ¿o si? – seguí mirándola pero dudando de su respuesta
Yo…no sé, es que yo jamás te abandonaría pero…
¿Pero?
Mis padres – dijo bajando la mirada
Ha! Ya veo.
Lo siento, pero sabes que no puedo desobedecerlos.
Si, lo sé... y lo entiendo.
¿De verdad? – levantando la cabeza y mirándome con alegría en los ojos.
Si, tu eres mi única y mejor amiga, te conozco y se que jamás me dejarías sola, también sé que tus padres son estrictos, creo que los míos hubieran hecho lo mismo.
¡Gracias! – se levanto de la cama y me abrazo fuertemente
Con ella era con la única persona que podía mostrarme como realmente era, entre nosotras jamás hubo apariencias, ni engaños, ni mentiras, solo amistad y hermandad, porque así era, las dos éramos hijas únicas, por lo tanto nos considerábamos hermanas.
No me lo agradezcas, para eso están las amigas
Si, es cierto… bueno, creo que todo termina aquí¿no?
Así es, solo quiero que sepas que… a pesar de todo… yo siempre seré tu amiga
¿No romperás el pacto?
Eso jamás, recuerda que juramos que seria lo mas importante sobre cualquier circunstancia.
Lo recuerdo.
Bien, me voy.
Camine hasta la puerta, pero antes de salir
Sabes... tal vez podamos platicar de vez en cuando, sin que los demás se den cuenta – dijo con una gran sonrisa
¡Claro! Eso me haría muy feliz.
Pansy sonrió, al igual que yo. Salí de la habitación no con una amiga menos, si no con la certeza de que realmente era mi amiga y que lo seria por sobre todas las cosas.
