Tomó mi mano con cuidado, delicadamente, pasó sus dedos por mi piel acariciando, queriendo consolarme. Como haría un amigo que podía entender con sólo mirarme que no me encontraba nada bien. Suspiré con la mirada gacha. Su gesto afectivo sólo lograba ponerme más mal.
Limpié de mi rostro una lágrima que resbalaba por mi mejilla. Me lo merecía, sé perfectamente que soy merecedor de toda esta agonía.
Kenny McCormick no llora por una chica. Me repetía mentalmente mientras pensaba en todas las chicas a las que les hice lo mismo. ¿Habrán sentido lo mismo que yo siento ahora? Probablemente sí. Por eso el destino decidió devolverme la mano. Y el rubio más deseado de South Park terminó enamorado de una perra que le rompió el corazón.
Pero no lloraría. No ahí sentado en el banco de una plaza pública. No ahí frente a Kyle que permanecía a mi lado. Suspiré de nuevo. Todo este dolor se aglomeraba en mi pecho dificultándome el respirar. Él me pasó un brazo por la espalda y apoyé mi cabeza en su hombro. Su olor era confortable, cerré los ojos mientras sentía sus dedos haciendo círculos suavemente sobre mi hombro.
Sus mimos me agradaban bastante, lograban hacerme sentir mejor.
-Todo va a estar bien, ya lo verás - dijo por fin sacándome una discreta sonrisa. Comenzó a delinear mi mano con la yema de sus dedos, tranquilamente mientras yo suspiraba y sollozaba amargamente.
Comenzaba a anochecer y poco a poco el parque iba siendo iluminado por las farolas. Posó su mano sobre la mía y automáticamente nuestros dedos se entrelazaron. No se si no lo había notado antes pero ahora podía sentir su corazón latiendo rápido y fuerte. Sin embargo, su sonido me tranquilizaba.
Estaba casi en un ensueño. Con los ojos cerrados y el olor de Kyle tan intenso sobre mi nariz. Oía a penas el murmullo de las parejas que rondaban el parque y sentía un leve cosquilleo en la zona que Kyle tenía su mano.
- Kenny... - rompió el silencio, haciéndome regresar a la realidad - está anocheciendo. ¿Te parece si te acompaño hasta tu casa? - sonreí pensando en lo patético que debería verme para que kyle se ofreciera a ir a dejarme. Siempre era yo quien acompañaba a mis amigos o a las chicas con quien salía, a sus respectivas casas.
- no te preocupes - le dije levantando la cabeza para mirarlo. - te iré a dejar yo. Ademas, no tengo ganas de volver a casa aún. Creo que daré unas vueltas por ahí... - dije sonriendo falsamente para que no se preocupara.
- está bien... Entonces, vamos?
Asentí poniéndome de pie sin soltar su mano. Me tranquilizaba el hecho de tenerle cerca consolándome. A pesar de mis constantes suspiros que delataban mi malestar, su compañía me hacía bien. Caminamos en silencio hasta su casa, tomados de la mano, nuestros dedos entrelazados. Él con la mirada perdida, yo con la vista hacia el suelo. Al llegar se paró frente a mi. Había llegado la hora de despedirnos y él sabía tan bien como yo que me soltaría la mano y yo me iría en picada a desmoronarme en algún bar por ahí o en un callejón con alguna mujerzuela barata.
- estarás bien? - preguntó sólo para romper el silencio
- no te preocupes - dije con el pecho apretado y un nudo en la garganta. Apreté más fuerte su mano.
- Kenny no... No puedo dejar que andes así por las calles. - me dijo con lentitud - si quieres... Puedes pasar la noche en mi casa...
Lo abracé.
De pie era unos centímetros más alto que él. Le di un beso en la frente y lo vi ruborizarse. Me había salvado del infierno y le estaba eternamente agradecido. Sin poder evitarlo un par de lágrimas rodaron por mis mejillas. Ya no podía aguantar más. Estaba seguro que me merecía que me rompieran el corazón cruda y salvajemente. Y también estaba seguro que no me merecía un amigo como él.
Con un delicado gesto limpió mis lágrimas con la yema de sus pulgares. Me sonrió con melancolía y abrió la puerta invitándome a pasar.
Encendió las luces y recién ahí pude notar que no había nadie más que nosotros. No le quise preguntar porque realmente me daba lo mismo dónde estuvieran sus padres y su hermano. Sólo quería echarme sobre el sofá y morir lentamente en llanto hasta dormirme. Pero Kyle tenía otra idea. Me dejé caer sobre el sofá, que era donde acostumbraba dormir cuando me quedaba en la casa de mi amigo, y oí a Kyle pasar a la cocina. Hundí mi cabeza sobre uno de los almohadones, tratando de cubrir el llanto que amenazaba con salir en cualquier momento. Me lamenté en silencio hasta que sentí que Kyle se sentaba a mi lado.
- tengo algo para ti, amigo - me dijo poniendo una mano sobre mi espalda incitandome a mirarle - es lo mejor para ahogar las penas.
Lo miré, traía una botella de vodka en las manos y había dejado dos vasos sobre la mesita.
- no creiste que te dejaría solo, verdad? - me dijo sonriendo mientras llenaba ambos vasos y me daba uno.
Continuara...
Hola!
Bueno, hice este oneshot un dia de inspiración.
Me di cuenta que tengo demasiadas imágenes de K2 y me puse a verlas y de ahí salió la historia xD
Creo que Kenny está demasiado mal. Cómo quisiera ser yo quien pueda ir a consolarlo *q* pero no... sé que Kyle hará un mejor trabajo.
Prox. capítulo narrado por Kyle... el final con posible lemon~~
Besosososos!
*pepi~
South park no me pertenece u.u
