Capitulo 1"mi llegada: de Brooklyn a Japón"
Si me hubieran dicho lo que iba a pasar no lo creería…
Ese día lo recuerdo bien, empezó como un día normal o eso pensaba. Desperté y lo primero que vi fue un póster de Orlando Bloom, regalo de mi mejor amiga "como puede ser que no tengas un póster de él" me decía constantemente. Y así fue como llego a mis manos, en mi cumpleaños 14 fue su regalo, junto con un trompo extraño al que llamó blade, pero mas extraño que el regalo fue lo que dijo" cuídalo, pronto lo necesitaras". Y siempre lo llevo conmigo; era lo único que me había dado, y ese día no fue la excepción, lo puse dentro de mi mochila, junto con todo lo que se debe llevar a una preparatoria: discos, maquillaje, un cambio de ropa, dinero, mas discos, ah y un cuaderno." mi abuela siempre dice que parece que voy de viaje… ¿Por qué será?"-pensé divertidamente.
Después de levantarme y alistarme frente al espejo pude ver a una chica de 16 años con cabello castaño y ojos café claro regresándome la mirada, "si, esa soy yo" pensé tranquilamente.
Al bajar pude ver a mi abuela, una mujer de unos 70 años disfrutando un rico y nutritivo desayuno, pero como ya se me hacia tarde para la escuela, solo tome un pan tostado y le dije que compraría algo en la escuela, a ella no le pareció del todo, pero no le quedo de otra, pues yo ya había tomado mi mochila y salía por la puerta.
Camino a la escuela sentí una ráfaga de viento helado, pero no le di importancia, el vivir en una ciudad donde todos corren hacia todos lados y no saben a donde ir, nadie le da importancia al clima. Así que seguí mi camino por los suburbios, ya era tarde, pero para mi eso era normal, solo debía pasarme entre las rejas de la puerta y entrar a clases, siempre hacia lo mismo, era extraño pero nunca me atrapaban, siempre por una u otra razón me salía con la mía "debe ser el trompo, de seguro me da suerte" pensaba ingenuamente. Pero mis pensamientos fueron interrumpidos por un grito desgarrador en un callejón próximo, decidí ir a ver que sucedía, porque lo hice la verdad no lo se, en ese momento mi cabeza no pensaba, solo sentía que debía ir. Cuando llegue no había nada, era solo un callejón típico de la Cd. de Brooklyn; tres paredes, un bote de basura y… una vieja puerta descolorida que por alguna razón me llamaba, cuando me di cuenta yo estaba girando la perilla y al abrirla solo sentí una gran fuerza como un hoyo negro que me atraía hacia dentro, y después solo sentí mi cuerpo girar y caer.
-¿Estas bien?- fue lo primero que escuche al despertar
-¿Que?- dije algo atontada. Me desperté para darme cuenta que estaba recostada en los brazos de un chico.
Me levante y mire a todos lados, mi mochila seguía en mi espalda, pero había pasado algo extraño. Me encontraba en lo que parecía ser un parque, pero era diferente.
-¿Dónde estoy?- pregunte al chico que ahora se levantaba del suelo.
-En Japón-dijo como si fuera algo obvio- ¿te encuentras bien?
-¡QUE!-dije o mas bien grite-¿CÓMO QUE ESTOY EN JAPON?- dije esto último tomándolo de los brazos y zarandeándolo
-¡Que te pasa!- me grito - eso hizo que lo soltara y me calmara un poco.
-Lo lamento- dije un poco mas tranquila- pero como es posible.
-¿De donde eres?-pregunto con cuidado, creo que no quería otro ataque de histeria de mi parte
-Yo soy de… un momento ¿quien eres tu?- dije mirando a un chico moreno de unos 16 años con una gorra que cubría una parte de su cabello azul, tenia una mirada llena de aventura.
-¡No me conoces!- dijo impresionado- pero eso es imposible.
-Pero eso no me dice quien eres- dije un tanto divertida por la cara del chico, una mezcla de sorpresa y desilusión."Esa es la cara que pones cuando te golpean el ego"- pensé divertidamente. Pero antes de que el chico contestara cualquier cosa se oyó la voz de una chica a lo lejos:
-¡Tyson!-era una chica castaña que a pesar de venir corriendo se notaba en su cara un gran enojo.
Después, de un momento a otro nos vimos rodeados por cinco chicos y la misma chica castaña que había gritado su nombre.
-Así que te llamas Tyson-susurre un tanto confundida, yo había escuchado ese nombre, pero donde…
-¿Quien es ella? - pregunto un pequeño pelirrojo - es tu novia
Sentí mi cara enrojecer un poco, pero el chico de cabellos azules, Tyson respondió antes que yo:
-Claro que no, no se quien es-dijo mirando un poco asustado a la castaña- la encontré tirada en el suelo y trate de ayudarla.
-Mi nombre es Mina- dije rápidamente, y todos me miraron sorprendidos, tal vez era porque ya sabían algo de mí… o no fue el mejor momento para presentarme…
-Yo soy Tyson-dijo el peliazul-y ellos son Max (señalando a un rubio pecoso con una mirada un tanto ingenua), Ray(un chico que daba aires felino-orientales), el jefe(un chico que parecía el típico ratón de biblioteca, tenia una laptop que no soltaba), Kai(un chico bicolor con una mirada tan penetrante que podía intimidar a cualquiera o por lo menos conmigo lo hizo), Hilary(la chica castaña que ahora me miraba con curiosidad), y ese niño mono es Daichi-señalando al pelirrojo.
-A quien le dices mono tarado- dijo Daichi molesto
-Pues a quien tú eres el único chico mono que conozco-dijo Tyson divertidamente.
-Tu, eres un…-decía Daichi pero fue interrumpido por una castaña ya fastidiada:
-¡Ya basta!- dijo en un casi grito-te encuentras bien.
-S...i, si estoy bien-dije algo nerviosa pues la chica ahora era amable conmigo-pero estoy perdida.
-Entonces supongo que no tienes donde quedarte-pregunto Hilary, aunque ya sabia la respuesta.
-Es cierto, debo pensar en eso-dije recordando que ahora no tenia casa-espero no terminar bajo un árbol.
-No creo que haya necesidad de eso- dijo sonriendo- puedes quedarte en mi casa.
-Es en serio-dije alegremente-muchas gracias Hilary.
-No hay problema- dijo como si fuera cualquier cosa-pero que hacías tirada en el suelo.
-Yo…"no puedo decirles que soy de otra dimensión, y mucho menos que vine aquí por una puerta extraña" bueno lo que paso fue que llegue aquí por error y unos tipos trataron de robar mi mochila y al escapar creo que me desmaye-dije tratando de sonar convincente.
Después recordé que en mi mochila llevaba el regalo de mi mejor amiga y sin pensarlo abrí mi mochila y saque todo lo que traía buscando un trompo color negro con rosa.
Esta escena debió ser extraña para mis nuevos amigos:
-¿Que estas haciendo?-pregunto un confuso rubio mirando un desorden de discos, maquillaje y otras cosas.
-Estoy buscando algo importante- dije guardando todo,- "así lo encontrare mas rápido".
-Y lo que buscas no es esto- dijo el chico bicolor sosteniendo en sus manos mi pequeño trompo negro.
-Si, donde estaba- dije levantándome y quitándoselo de las manos- a veces pienso que tienes vida propia.
-Así que prácticas con tu blade-dijo el chico oriental.
-¿Cómo?-dije confundida mientras sostenía mi trompo en mi mano.
-Si, por eso estas aquí-dijo Tyson señalando mi trompo- no será que vienes a retar al tres veces campeón mundial de beyblade.
Todos pusieron una cara de "ya va a empezar", pero ninguno superaba mi cara de no entender nada.
-Beyblade-susurre-de que me estas hablando.
-De tu blade- dijo sorprendido- ya sabes bleystadios, una bleybatalla.
-¡Ha! si eso-dije rápidamente- yo… pero fue lo único que pude decir, pues sentí como si una fuerza me rodeara y en un parpadeo me encontraba en otro lugar diferente, este era oscuro, pero lo sorprendente era que estaba dentro de una burbuja de cristal, me habría parecido hermosa sino fuera porque tenia miedo pues no sabia que iba a pasar.
-Estas aquí-dijo una voz de chica-no lo creo, por fin.
-¿Quien eres?-pregunte asustada.
Después apareció una pequeña hada, lo mas sorprendente, no era su cabello rosa chicle que le llegaba hasta la cintura, ni sus alas cristalinas que brillaban como estrellas, lo mas sorprendente eran sus ojos que eran color arcoíris, esos ojos que te hacían pensar en la inocencia y en la dulzura que solo se tienen en la niñez.
-Mi nombre es Tía- dijo dando vueltas en el aire-y soy un hada que ahora será parte de tu blade.
-¿Como?-pregunte a la pequeña hada.
-Cuando me necesites solo haz girar tu blade y yo apareceré- dijo contenta.
- ¿Y que hago aquí?- le pregunte muy confundida.
-Tu deber es hallar a las otras hadas y a la princesa; juntas encontraran la corona Humu.
-Otras hadas, princesa, corona Humu- dije más confundida y algo nerviosa-¿que demonios es todo eso?
-Hablaremos después, además creo que debes despertar- dijo tranquilamente.
- ¡No! espera… -trate de alcanzarla, pero después todo empezó a girar y mi cuerpo lo sentí cada vez mas pesado…
-Esta despertando-dijo una voz que yo oía a lo lejos- Mina, te encuentras bien
-Tía... espera…-dije sin fuerzas- donde estoy. Me levante un poco para ver donde me encontraba, era un cuarto; la cama, los muebles, el terrible desorden que había en ese lugar, no podía ser otra que la típica habitación de un chico.
-Estas en casa de Tyson-dijo un rubio sentado en una silla—te encuentras bien
-Si, ¿que fue lo que paso?-pregunte a todos.
-Te desmayaste de la nada y te trajimos a casa de Tyson, pues era la más cercana-dijo un pelicastaño rápidamente.
-Muchas gracias-dije apenada-deben pensar que soy una tonta
-Pues no una tonta, pero no deberías ir de viaje si te la vas a pasar desmayándote-dijo un chico bicolor recargado en una de las paredes-si eres débil no sobrevivirás.
-Yo no soy débil, solo estoy cansada por el viaje- dije molesta al chico, el no sabia nada, pero eso no evito que me molestara, quien era el para decirme que tan fuerte era, debería irse a otra dimensión sin saber porque y luego si podría hablarme de fortaleza.
El momento siguiente fue incomodo, la mirada del chico estaba desviada hacia la ventana, pero yo lo veía con un coraje que no se puede explicar, tal vez por eso fue Hilary la que dijo:
-Creo que deberíamos irnos-se levanto y me paso mi mochila- además aun debo instalarte.
-Si, tienes razón- dije al levantarme.
En el camino a su casa me hablo de todos y cada uno de ellos, me dijo cosas como que Tyson y Daichi comían demasiado, también que Ray era el mas calmado, que Max adoraba la mostaza, que Kenny era el cerebro del equipo, el que hacia las estrategias y que Kai era un poco frío e indiferente al principio, "un poco" pensé sorprendida, pero que con el tiempo tiende a serlo un poco menos.
Al llegar a su casa, una casa parecida a las demás, solo el color coral y la calidez eran la diferencia más notable. Me llevo a un pequeño cuarto en el desván, pequeño pero acogedor, no importaba el hecho de que los muebles eran viejos o que la cama parecía a punto de caerse, en ese momento yo estaba muy contenta de tener un techo sobre mi cabeza y no estar bajo un árbol. Además no estaba tan mal, junto a la cama había una ventana, y se podían ver las estrellas y claro la luna.
-Perdona que sea tan pequeño-dijo algo apenada-pero el cuarto de huéspedes tiene…
-No importa- dije interrumpiéndola-esta bien, me alegra tener una cama y un techo, además mira puedo ver la luna y las estrellas.
-Entonces te dejare para que descanses-dijo sonriendo.
-Buenas noches-le dije antes de que cerrara la puerta
-Descansa- me respondió.
Después me deje caer en la cama, "y pensar que en la mañana me preocupaba llevar todo lo necesario a la escuela". Y pensando esto me quede dormida.
