Solo con el corazón se ve bien
Disclaimer: Personajes de J. K. Rowling.
Esta historia es parte del Reto "Invisible" para la comunidad Reto Invisible.
Si hay algo por lo que Lily se dedicaría en toda su vida es dibujar.
En cualquier momento lleva tinta y papel, la imaginación no tiene tiempo ni lugar y para ella todo es dejarse llevar.
El boceto que Lily dibujaba le faltaba poco para terminarlo, dibujar montañas es una de las pocas cosas que le resultaba difícil expresar en papel y, a pesar de que muchos crean que es fácil, éstas son complejas y detalladas.
En ese momento, la pelirroja estaba en el puente cubierto dibujando el paisaje que Hogwarts regalaba para admirar. Al estar muy concentrada en ello, Lily no se percató de que una persona la observaba detenidamente y al levantar su mirada vio un par de ojos grises atrayentes, y al instante hizo nota mental de que debía recordarlos y grabarlos en papel.
—Es hermoso ese paisaje —dijo él.
—Concuerdo contigo, Lorcan.
—;—
La despertó la luz que entraba por la ventana. Se prometió a sí misma que luego de ducharse pondría una cortina. Es sábado y a Lily Luna le gusta dormir. Bajó a desayunar como siempre, junto con Hugo y Emily, su mejor amiga. Para su suerte, hoy no debe estudiar para ninguna prueba y es por eso que se planteó la idea de "hoy no quiero hacer nada".
Una vez que terminó de desayunar, acompañó a Emily hasta la lechucería y aprovechó en mandarles una carta a sus padres, comentándoles que los días en Hogwarts estaban a punto de terminar, pero aún así se sentía feliz de volver a su casa.
Le pidió a Emily si podría dejarla unos momentos a solas, quería terminar su dibujo tranquila y es por eso que se sentó debajo de un árbol. La reconfortaba.
Luego de intentar terminar el iris de uno de los ojos, Lily levantó su cabeza y respiró hondo y pausado, viendo como las hojas de los árboles, cercanos a ella, se movían al compás del viento comenzando un baile que la cautivó. Volvió sus ojos a la pintura, dibujó con todo su empeño, ya no eran solo un par de ojos, era arte que creó con sus manos. Embelesada por lo real que parecían, se le ocurrió escribir algo debajo de ellos.
Notó que un papel arrugado con forma de pelotita caía a un costado de su regazo. Levantó la mirada y vio que Lorcan había sido su emisor.
"Desearía saber en qué dibujo estás tan concentrada ahora..."
A lo que la pelirroja respondió allí mismo—: "En algún momento te lo mostraré, tenlo por seguro."
"No quiero esperar, muéstramelo ahora."
Intentando evitar que él lograse ver lo que dibujó, Lily escribió una excusa pero no la convenció y la borró, dejando un borrón de tinta en el papel blanco.
"Espera y verás..."
Tomando su tintero y su pluma, Lily escribió rápidamente una frase debajo de esos ojos, los de él. Al terminar, le hizo señas al rubio, incitándolo a venir.
El chico se quedó mudo, a Lily no le sorprendió en lo absoluto. ¿Se habrá dado cuenta de que eran sus ojos?
—Es increíble. Tienes un don asombroso.
—Gracias —murmuró ella, mordiéndose el labio. —Son tus ojos, Lorcan.
—Lo sé. Pero es cómo los dibujaste lo increíble.
—Es tuyo, te lo regalo.
Lily se levantó de donde estaba sentada. Le sonrió y se fue caminando hasta un lugar indefinido.
Lorcan, sorprendido, leyó lo que rezaba debajo del boceto: "Solo con el corazón se ve bien".
