De todas las veces que había llevado a Kyoko en su auto, jamás le había pasado. Pero hoy, había algo en ella que le ocasionaba ese tipo de ideas.
O era él.
Aprieta con fuerza el volante y arruga su ceño, un punzante dolor en su sien, se había instalado allí. Tratar de entender la razón de que sus ojos no pudieran desviarse de ella, o más bien, de sus desnudas piernas.
Era un grave problema.
De seguro le había dado un golpe de calor. Era un día caluroso, sofocante y al parecer el aire acondicionado del auto no le surtía efecto. Una gota de sudor corre por su frente, al observar de reojo la gran fuente de distracción, Kyoko.
"Doble a la izquierda"
Oye hablar a su GPS.
Y él obedeciéndolo, hace una maniobra, girando su vehículo. Al rato el semáforo los detiene.
—¿Se encuentra bien? —pregunta su linda kohai ¿Que estaba diciendo? ¡Si, era linda! Pero tampoco su mente debería estar confirmándolo.
Mira sus ojos y ve en sus pupilas un rastro de preocupación. ¡Debía verse terrible! Con sus manos lleva su flequillo hacia atrás y sonriendo responde que todo está en orden.
Pero cuando sus ojos se desvían y ve...
La bocina de los autos lo sacan de la lascivia que comenzaba a invadirlo y avanza un trayecto hasta que otro semáforo lo detiene y... De nuevo, esas piernas lo estaban volviendo loco y Ren trata, intenta no mirarlas.
Pero...
"Camino sinuoso"
Los dos se quedan sorprendidos por lo dicho del GPS, era una autopista. Pensó que era una falla temporal y restándola importancia como ver el semáforo en verde, le procuro seguir con el camino.
Sus vista al frente, resistiendo a la tentación.
"Recalculando" "Recalculando"
Le llegó a sus oídos y otra vez, sin poder evitarlo volvía a observarla, pero no solo sus piernas, sus labios también eran provocativos.
"Camino resbaladizo"
—¿Uh?
—Debe estar fallando —sacando una mano en los volantes, toca algunos botones, pero sigue repitiendo las mismas palabras. Hasta que se detuvo.
No obstante, nuevos dichos por el GPS, los pusieron más desconcertante y sobre todo nervioso, porque las palabras las decía cuando miraba a Mogami y su mente se volvía...
"Peligrosa. Curva peligrosa"
"Vaya a otro camino" "Doble a la derecha"
Sin hacerle caso, al GPS, ya que este lo ponía inquietante. Siguió conduciendo hasta llegar al hogar de Kyoko. Ella le agradece, como siempre y se dispone a sacar su cinturón.
Y no puede.
Ella pone más fuerza, pero parece atorado. Su rostro se sonroja, poniéndose nerviosa, y Ren servicial y amable como siempre, la ayuda con eso. Sus rostros se aproximan y el frio aire que emite el auto, no es suficiente para enfriar sus acalorados rostros y pensamientos por parte de Ren. Estaba tan cerca, sus miradas, sus narices, sus labios, un poco más y...
"Deténganse, deténgase, deténgase, peligro"
Los dos se impresionan mucho más y se ponen muchos más rojos. Al segundo, el cinturón se desprende y Kyoko al fin sale del auto. Con un saludo y una sonrisa se despide.
Él levanta la mano y ella a pasos apresurados, se aleja, él la ve entrar. En ese momento debe arrancar el auto, pero no puede. Por un momento, el joven apoya los brazos sobre el volante y la frente sobre la misma.
Larga un suspiro y esboza una sonrisa divertida.
Al parecer, el GPS estaba evitando que tome un desvío. Lo que significaba que al no poder tomarlo, seguiría recorriendo el usual camino que hacía con Kyoko.
Para su desgracia.
