Hola! Bueno, es el primer fic que publico y tengo que aclarar que esto es una traducción de juxtaposed, que muy amablemente me ha dado permiso para traducirlo y ponerlo aquí. Espero que disfruten tanto leyéndolo como lo hice yo cuando lo leí en su día.

Severus's Very. Bad. Day (El Muy. Mal. Día. de Severus)

Autora: juxtaposed

Traductora: Ares Sasuke

Nota de la Autora: Esta es la respuesta a un desafío de Taran of hproundrobin: Escribe una historia con Sev tan fuera de carácter como puedas. Me gustaría que se centrara en Sev¡pero no importa si Harry está incluido! La condición es encontrar una manera única de explicarlo. La otra condición para este desafía es que la historia tiene que ser CORTA! No más de 3 capítulos.

Así que, sin añadir nada más, aquí está mi historia, sobre Severus, quien ha tenido un muy mal día, y está actuando un poco...diferente...

Disclaimer: No me pertenece nada, todo es de J. K. Rowling (que injusto es el mundo).

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Severus's Very Bad Day

Primera parte

Severus Snape estaba de muy mal humor. E intentó lo mejor que pudo desquitarse con la gente a su alrededor, sin duda su método favorito de ocuparse de sus asuntos. Mientras se dirigía enfurecido hacia sus habitaciones, su largo y moreno pelo estaba echado hacia atrás, revelando una cara cansada, hecha hermosa con toscas facciones y... una enorme sonrisa. Gruñó encantadoramente a los divertidos –pero aún así aterrorizados – estudiantes que llenaban los pasillos mientras pasaba, con su larga capa ondeando detrás de él, negra como la noche, con una gran cara sonriente amarilla. Dejó detrás de él montones de estudiantes riéndose, mientras un fuerte rumor se extendía por los pasillos sobre él.

Por fin, pensó Severus para sí mientras se acercaba a su entrada. Un sitio normal. Dejó escapar un suspiro de alivio mientras abría de golpe las puertas a sus oscuras habitaciones. "¡Illustro cubiculum!" Todo fue inmediatamente iluminado, y prácticamente se tiró a su sillón, hundiéndose en el rico material. "¿Qué coño pasa conmigo?" susurró enfadado, una mano subiendo a su cara para masajear el puente de su nariz con frustración.

Algo había ido terriblemente, terriblemente mal.

No pudo suprimir el gemido que escapó de su garganta mientras repasaba el día. Había empezado como normalmente empezaban todos los lunes por la mañana. Se había levantado, vestido y dirigido hacia el Gran Comedor para desayunar, antes de tener Dobles Pociones con Slytherin y Gryffindor, algo que normalmente le llenaba de aprensión, pero había descansado bien el fin de semana, así que no se desalentó. Además su descanso le había dejado en un humor considerablemente mejor de lo normal, así que no había pensado en nada cuando un pequeño Hufflepuff de primer año chocó contra él, sólo le despidió con una fría sonrisa. Debería haberme dado cuenta de que pasaba algo raro. Se reprendió a sí mismo, maravillándose ante su obvio descuido.

Solo había sido durante dichas Pociones Dobles donde se dio cuenta por primera vez que algo estaba mal. Es decir, él estaba mal. No importa cuanto lo intentara, no podía ser él mismo. Estaba siendo... bueno. Esto había generado un pequeño murmullo de curiosidad cuando había mirado la Mélange Fundida de Hemione Granger, sonrió y le dijo que era un buen trabajo, y 20 puntos para Gryffindor! Y había provocado una gran alarma y confusión cuando le había sonreído a Harry Potter y había dicho lo mismo.

Querido Merlín, en el nombre de Hades ¿en qué estaba pensando?

La verdad es que esa la sabía. Había pensado, con sin sentir una pequeña cantidad de pánico, ¿pero que coño? Que había progresando lentamente a ¿qué coño me pasa? y luego, simplemente, estoy jodido. Y estaba seguro de que lo estaba – había sido bueno con los Gryffindors, por el amor de Merlín. No solo era atípico, es que era antinatural. Yo, Severus Snape, no soy bueno con nadie, pensó furioso. Especialmente con estudiantes de la casa rival. Demonios, ni siquiera era bueno con sus propios estudiantes. Era parcial, sí. Tolerante, sí. Atento, sí. Pero podía contar las veces que había sido bueno con alguien con una mano.

Gimió otra vez mientras recordaba los siguientes eventos del día. Después de dar ridículas cantidades de puntos a todas las casas – y para colmo ser completamente imparcial – les había dirigido a todos una enorme y encantadora sonrisa, les deseó a todos un buen día, y – Severus se encogió mientras lo pensaba – les había dicho que no se molestaran en hacer la tarea ya que era un día precioso y ellos deberían estar fuera al sol, no encerrados en las mazmorras como su viejo y grasiento Maestro de Pociones. Todos se habían reído con buen humor (aunque todavía había algunos estudiantes que parecían aterrorizados) – incluido el mismo Severus.

Hice una broma. Sobre mí mismo. Y ellos se rieron. ¡Y yo me reí con ellos! Estaba mortificado, por ponerlo de manera simple. Bajo circunstancias normales las únicas bromas que hubiera hecho hubieran sido comentarios sarcásticos y mordaces sobre los Gryffindors o Hufflepuffs. Y nunca hubiera permitido que sus estudiantes rieran en su clase, especialmente a sus expensas. Y definitivamente no se hubiera reído con ellos. Debería haberlos maldecidos a todos. Enseñarles una lección. No reírme estúpidamente como una jodida colegiala junto a todos los jodidos mocosos. ¿Entonces por qué demonios no lo hice?

De repente sintió un punzante dolor de cabeza, y una gran necesidad de alcohol en sus venas. Movió su brazo y una botella de Fire Whiskey apareció enfrente de él, junto con un vaso. Ignoró el vaso; en vez de eso cogió la botella y tomó un largo trago de ella, haciendo una mueca mientras el ardiente líquido se deslizaba por su garganta. Mucho mejor, pensó, un poco más satisfecho. Pero sus pensamientos volvieron a los eventos que habían seguido, y no pudo evitar inclinar hacia atrás su cabeza mientras llevaba la botella a sus labios, dejando que una considerable cantidad de alcohol entrara en su boca. Tragó fuerte, y sintió la bebida arder en su camino hacia su sistema.

De verdad que eso debería haber sido lo peor, pensó fieramente, Pero no... no... tenía que empeorar... Gimió, la ardiente sensación del alcohol encontrándose con su punzante dolor de cabeza en una espectacular explosión. Realmente tenía que empeorar. Como si no hubiera sido una completa farsa haber estado actuando como un... un... Lupin, y aparentemente sin control sobre sus acciones. Al menos había esperado que eso estuviera restringido a sus clases, porque aunque era un coñazo, tendría oportunidad de buscar un castigo después.

Pero por supuesto eso habría sido pedir demasiado¿verdad? Hubiera sido demasiado pedir no hacer un mayor estúpido de mí mismo. Es una cruel, cruel broma de la Madre Naturaleza – completamente enganchada con la mente de Severus Snape. Continuó ocupándose de la botella de Fire Whiskey, que se vaciaba con rapidez. Tenía que ser... sociable.

Después de un día desastroso enseñando Pociones a imbéciles e incompetentes, Severus había tenido la esperanza de simplemente desaparecer en sus habitaciones para pretender que no había sido bueno con todos sus estudiantes. Pero aparentemente, el Destino todavía no estaba del todo satisfecho. Porque después de su última clase, después de despedir alegremente a sus estudiantes, había cometido el error de caminar a través de los pasillos llenos de Hogwarts mientras estaba todavía en su inusual estado afable.

Había descubierto a un pequeño grupo de jóvenes Ravenclaws, riéndose mientras paseaban por los terrenos. Entonces se había acercado a ellos por detrás, pasado el brazo por el hombro de uno de los chicos, y andado con ellos, charlando amigablemente con el aturdido grupo sobre el tiempo soleado que estaban teniendo. Por el camino, mientras pasaban delante de otros estudiantes igualmente conmocionados, Severus les había dirigido a todos enormes sonrisas y unos pocos guiños. Incluso había levantado la mano para que la chocaran – un comportamiento adolescente que nunca entendió, pero que de alguna manera había sentido la incomprensible necesidad de imitar.

Severus le echó otro trago a su bebida. Realmente no sería tan desagradable, meditó, si yo no me diera dado cuenta de mi drástico cambio de comportamiento. Al menos entonces no sabría que mis acciones de hoy eran absolutas... locuras. Sí, eso eran. No podía pensar en una palabra mejor. Estaba, teniendo en cuenta todas las intenciones y propósitos, total y completamente loco. Debatió entrar él mismo en San Mungo, y se encontró pensando que no le importaba si realmente lo estaba, o no – prefería estar loco a lo que fuera que le hubiera poseído para actuar de la manera en que lo había hecho. Posesión, pensó de repente. Sí, sí¡he sido poseído! Es eso, seguro. ¿Por qué demonios si no hubiera actuado conscientemente contra mis deseos? La única cosa que de verdad le frustraba es que todo el tiempo que estuvo repartiendo puntos y riéndose con lo estudiantes era que nunca quiso hacerlo. Su mente había estado gritándole una multitud de maldiciones y juramentos y amenazas de hechizos pero había... algo que le había obligado a continuar lo que parecía ser una campaña para el Profesor Más Amigable del Año.

Severus inclinó la botella casi vacía hacia atrás mientras seguía pensando en eso. Repasó mentalmente una lista de posibles hechizos, encantamientos y maldiciones bajo los que podría estar. El primero fue, obviamente, la Maldición Imperius, pero él era muy consciente de sus acciones, y no estaba en un humor particularmente feliz ni se sentía vacío. Repasó unos cuantos más pero todos le llevaron a la misma conclusión – a ningún sitio. Ninguno de los hechizos que conocía causaba el efecto que estaba teniendo en él. Maldición. Se estaba desesperando pensando en una explicación razonable para su conducta durante todo el día. Seguramente debe haber sido algún tipo de... ¡poción! Se alegró ligeramente mientras encontraba una nueva lista para repasar, pero su disposición cayó otra vez mientras se dio cuenta de que no podía haber sido envenenado – hubiera reconocido cualquier sabor extraño en cualquiera de sus bebidas inmediatamente. Maldita sea. Que se vaya al infierno. Terminó su botella de licor y frunció el ceño, pero entonces movió la mano y apareció una nueva botella. La destapó con un suave hiss y esta vez lo vertió en un vaso. No hay necesidad de beber tanto. Las cosas no están tan mal...

Varias botellas vacías de Fire Whiskey en el suelo más tarde, Severus estaba prácticamente cayéndose de su silla, y aún así no más cerca de encontrar una solución a su enigma.

Estoy jodido. Estoy tan jodidamente... jodido.


Mientras, en una esquina de la sala común de Gryffindor, cuatro adolescentes estaban apretados juntos, hablando en voz baja, pero mostrando un montón de excitación y animación. Harry Potter era el centro de atención del pequeño grupo, pero no le importaba, y sonrió perversamente mientras Hermione, Ron y Ginny se reían ante sus palabras.

"Pobrecito, nunca supo qué le dio... una dosis extra poderosa de coactu amicabiliter y facilis polvo de hadas, sólo se quitan después de 48 horas..." Se río ahogadamente. "Va a querer suicidarse para cuando termine el día de mañana."

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Latin translations:

amicabiliter, facilis – (dos variaciones de) agradable

coactu – forzar, obligar

cubiculum – habitación

illustro – iluminar, encender las luces

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NT: Bueno, este es el primer capítulo. Espero que les haya gustado porque a mí me encantó cuando la leí por primera vez. Espero sus rewiers!