-Los personajes así como el anime no son de mi propiedad. -Pero la trama de este fic son de mi pertenencia.
*Disculpen mis fallas ortográficas y si es que el texto o la redacción se vuelve tediosa.
La tormenta se encargo de destrozar mi frágil alma. La niebla me segó con la falsa ilusión de un cariño que nunca existió. El sol se negó a brindarme su calor con ayuda de la cruel nube gris que empaño mi fe. El cielo me negó el amor y calor que dese conseguir para mí ser. La lluvia inclemente hizo menguar mi voluntad y la perdió en un mar de agonía mientras el trueno destrozaba y desgarraba mi corazón.
EL AMOR DE LA PRIMAVERA.
Lo sé. En este momento no hay nada que pueda decirme para seguir en pie. Adonde han ido, la casa esta tan sola, mi angustia me gana y adonde mire solo encuentro rastros de su indudable huida. Lo único que soy capaz de hacer es dejar que la gravedad haga su deber me desplomo no puedo más, la realidad me golpea tan duro y letal que mi respiración se corta.
¿Cómo es que termine así? sola y muerta en vida. Porque es que me negué a tal punto la realidad que ante mi tenia.
Claro, por amor. Y es que ame tanto y tan fuerte, no solo a él – del cual me auto-nombraba su mujer- si no a todos aquellos que le rodeaban – y tontamente creí que a mi igual - fuertes, aguerridos, manipuladores, ASECINOS. Sí, pero es que para mí era tanto lo que les llegue a amar que lo que hicieran de su vida –y la mía- no me importo. Estuve dispuesta a segarme ante esa realidad – y de haber tenido la oportunidad también me hubiera entregado a ese mundo sin ninguna duda- pero de que me sirvió.
Ahora mientras me hundo en la soledad de mi habitación en penumbras ahogada en un mar de lágrimas que derramo de mí ser adolorido y mi mutilado corazón.
Ahora que me doy cuenta de lo tonta e ilusa que fui, ante ellos no fui más que una cara más de esas que pasan por su vida, pero para mí, Dios. Los llevo tatuados a fuego en mente, alma y corazón.
Aun ahora puedo sentir su esencia en mí. Cada voz, dada ser y aromas tan propias de cada uno.
Fui la tonta, la loca que dio todo por amor a su familia.
Porque concedí sus caprichos, deseos, fui el remanso para sus dolores me distancie de todos aquellos ajenos de ustedes. Conocidos, amigos y familia todo eso y más hubiese abandonado por aquellos que considere mi familia, por eso digo que soy una loca, por que el amor me segó a tal punto que ahora este es mi castigo. Sola, sin amigos, padres, conocidos y sin ustedes.
Hubo tanto que me lo hiso ver, tantos detalles que me hicieron prevenir lo inevitable y aun así. ¿No fue suficiente acaso? ¿Debí haber sacrificado más? ¿Es que acaso el todo no les bastó?
Ese día iría a ver a mi amado Tsuna-san fue la primera de muchas señales que me negué a mirar.
Flash Back
Es un lindo día y en Naminori todos están muy atareados con su rutinario día a día pero eso no evita que las personas permanezcan con una sonrisa en el rostro de felicidad y tranquilidad.
Todo iba perfecto pero dentro de poco. Las manecillas del reloj comenzarían su lento abanes y sin piedad lo llevaría todo a su final.
Era sábado y como siempre pretendía visitar a mi amado Tsuna-san –ojala no hubiera ido, pero las cosas del destino es imposible evadir- había pasado un poco antes por unos pasteles los suficientes para todos, a pesar de visitar a Tsuna no podía negar que me encantaba estar rodeada de todos.
Al tocar la puerta la siempre cálida y amable Nana-san me recibió –fue como la madre que nunca pude conocer- adoro cuando estoy con ella es dueña de tanta calidez que te invade y te vuelve dependiente de su calor.
-¡Haru-chan! Okaeri. Bienes a ver a Tsu-kun.-mientras me da espacio para ingresar con una sonrisa en sus labios.
-Tadaima Nana-san. Hai Haru vino a ver a Tsuna-san y trajo pasteles para todos desu~.
-Oh que bien Haru-chan~. Tsu-kun está en su habitación con los demás, pasa mientras yo preparo algo para que puedan acompañar sus pasteles.
-Hai Nana-san, Haru se lo agrádese mucho desu~.
Mientras me dirijo por las escaleras puedo escuchar a los chicos en la habitación están muy animados Gokudera esta proclamando su lealtad a Tsuna-san mientras discute con Yamamoto.
-Bien entonces será un día muy entretenido desu~.-pienso al abrí la puerta.
-¿Hahi?. Porque es que se han quedado tan silencios de repente, solo es Haru desu~.-parpadeo y los miro esperando una respuesta y es que es como si mi presencia no estuviera permitida ante ellos y de cierta forma me incomoda –pero finjo y arrojo ese pensamiento a lo más profundo de mi mente-
-Ha..Haru! No te esperaba… que haces aquí.- Tsuna es el primero en hablar parece incomodo. No, es idea mi, si eso es.
-Tsuna-san! Haru ha venido a visitar a su futuro marido y a trae pastelillos para todos desu!-lo digo cantarinamente como siempre, tan natural como lo es ya para mí.
-HARU! No digas esas cosas.-me dices con algo de ¿molestia, irritación? Qué es eso que tus ojos me muestran Tsuna-san.
-¿Hahi?, pero Haru no ha dicho nada malo desu~.
-Mujer estúpida que no vez que el decimo no le gusta que te la pases diciendo a los cuatro vientos que será tu esposo.- Gokudera que hasta ahora se mantenía al margen sale en su defensa.
-Hahi! Gokudera-san ya te he dicho que Haru no es ninguna estúpida además; no sé por qué lo dices si Haru no hace ningún mal al proclamar su amor por Tsuna-san desu~.-le digo retándole.
-Ma ma~ chicos no es para tanto. Además…- Yamamoto tan amable como siempre.
-Tu cállate idiota del beisbol, que no vez que por culpa de la estúpida mujer es que….
-Gokudera-kun ba…basta… no te alteres por favor.- Tsuna intenta en vano calmarle, esto ya es una escena habitual ante mí. Así que no tengo de que preocuparme, es normal que todo termine así.
A veces creo que Gokudera-san me odia pero al mismo tiempo es como si intentara hacerme darme cuenta de algo que me niego a ver. Me resulta imposible no sentirme encariñada con él al igual que con Yamamoto-san.
-…Mi adorado decimo no puede tener una vida tranquila…
-Hahi!
-Go..Gokudera-kun.
-Ma ma~ exageras Gokudera ja~
-Teme! es que eres siego que no notas como mi amado decimo detesta la presencia de la estúpida mujer.
-GOKUDERA-KUN!.- Tsuna-san grita nervioso y de pronto el silencio se hace y todas las miradas se posan entre sí para segundos después terminar en mi persona.
-Ha…hi…-es todo lo que de mi logro exteriorizar es eso verdad, que no soy del agrado de Tsuna-san
-Ha…Haru…no…
-Es verdad Tsuna-san, Haru te molesta, la presencia de Haru te incomoda o desagrada como lo dice Gokudera-san desu.-le miro quiero que me diga que no es verdad que esto solo sea uno de los tantos arrebatos de Gokudera-san hacia mi persona.
-Yo…etto...Haru…ve…veras…
- Ciasuss!- Reborn entra por la ventana y patea a Tsuna mientras este estaba distraído.- Dame-Tsuna. Deja de ser tan estúpido y di las cosas como son, mocoso cobarde.
-¡AH¡ Reborn eso duele.-mientras se soba la zona afectada.- Es que no puedes…- tratas de evadir mi pregunta, ¿por qué?
-Tsuna-san podrías contestar lo que Haru te ha determinación en mis palabras aunque por dentro me este desmoronando de apoco.
- Tsk. Mujer deja de atormentar al decimo…
-Gokudera-san basta!.-no me gusta, mi instinto me dice que debería salir antes de que algo que no dese suceda. Pero es que mi cuerpo se niega a seguir órdenes y mis labios se sellan en el momento en que Tsuna me dedica esa mirada. Su ser ha cambiado totalmente. Ese lado serio y enigmático que siempre me ha fascinado de él, ahora solo logra sembrar en mí el miedo.
-Haru! Creo que ya es suficiente, esto ya ha llegado muy lejos y de verdad que no lo soportare más…
-Tsuna-san…-no me permites terminar y es que la seriedad de tu mirar me aterra.
-No Haru es momento de que yo hable y deje las cosas en claro.- tomas un poco de aire – mismo que siento me arrebatas a mi- para posterior-mente fijar tu mirada determinada mi.- No te amo, me agradas, si. Pero no te amo como dices hacerlo tú a mí.
Es imposible, que él, no… eso no puede ser. Creí que después de todo lo que había vivido a su lado el lazo se volvería más fuerte, que todo iría para bien. Entones en que me equivoque. - aunque muy dentro de mí una parte me decía que esto terminaría sucediendo-
Mis ojos comienzan a temblarme pero yo me niego a derramar una sola lagrima – no es lo mío mostrarme débil ante los demás, convertirme en una carga- mientras uso toda mi fuerza de voluntad para seguir firme puedo ver todo a mi alrededor como si sucediera lento, solo para que el dolor dure más –maldito del tiempo que se burla de mi atormentado ser- Reborn se ha cubierto la mirada con su sombrero Yamamoto-san a dejado su carisma de lado para que en su rostro se pose un atisbo de preocupación combinado con lastima y Gokudera parece que hasta ahora se da cuenta de lo que ha provocado… ¿arrepentimiento?. Si, tal vez es eso lo que se asoma en su mirar.
-Haru…Haru… no lo sabia desu.-mientras bajo la mirada y permito que mi flequillo me cubra.- Disculpa a Haru Tsuna-san de haberlo sabido antes Haru no te habría molestado y no te hubiera agobiado tanto, si tan solo Tsuna-san selo hubiera dicho antes esto… nada de esto…
-Yo…Haru… lo siento.-mientras da un paso hacia mi yo solo puedo negar y anteponer entre los dos la caja que contiene los pasteles que anteriormente creí que disfrutaríamos.
-Haru cree que es lo mejor Tsuna-san.-me niego a verle a la cara porque sé que mi poca voluntad flaquearía.- Tal vez es algo tarde ya, pero de verdad que Haru te agrádese tu sinceridad desu~.
Un incomodo silencio se ha instalado y parece ser que no soy la única a la que no le agrada dado que los demás han intentado disiparlo.
-Etto… Tsuna porque no nos sentamos a comer los pasteles que Haru ha traído…
-Gomene. Yamamoto-kun pero Haru no podrá acompañarlos hoy. Pero de igual forma espero les gusten.- le digo mientras insisto a Tsuna a que los tome este algo dudoso accede.-Espero comprendan a Haru y no la consideren una descortés al dejarlos así pero creo que por el momento es lo mejor desu~.
-Yo….en verdad lo…
-No! Por favor Tsuna-san no te disculpes con Haru. Si de verdad lo sientes como le dices a Haru no te disculpes mas. Eso solo hace sentir mal a Haru por pensar en sus deseos de egoísta.
-Tks.- Gokudera parece incomodo. ¿Pero es que no era esto lo que deseabas acaso?
-Nos vemos después chicos.- giro y me pierdo tras la puerta y apenas estoy cerca de la escalera, me echo a corre. Dios; porque nadie me dijo que el amor no correspondido dolería tanto, porque todos callaron y prefirieron verme con lastima, por ser la chica no amada. Esto es más que cualquier dolor físico que pueda haber.
Estoy por abrís la puerta de la salida cuanto alguien me detiene.
-¿Haru-chan, ya te vas? Tan pronto.-me niego a girar no en el estado que me encuentro.
-Hai! Haru recordó que tenía un compromiso por hacer así que no se puede quedar. Haru se disculpa por las molestias desu~.
-¡OH¡ ya veo. Bien en ese caso espero que vuelvas pronto. Haru-chan eres bienvenida en casa.
-Arigato Nana-san. Haru lo agrádese mucho desu.
Salgo, no puedo más. Lo único que me queda es dirigirme a donde pueda desahogar todo este dolor. No puedo permitir que nadie me vea así no en este estado.
Corro y entre la multitud de las calles transitadas del centro de Namimori me pierdo. Ese día fui egoísta quise estar sola, yo y mi dolor, ese día no tenía fuerzas suficientes para fingir alegría y sonrisas radiantes.
End Flash Back
Después de eso, todo fue tomando su camino para darme el tiro de gracia, mi final.
Unos días después de que sucediera eso todo tomo su cauce normal o al menos eso fingí ante los demás nadie le tomo importancia –tan poco les interesaba mi estado- les pareció de lo más normal el hecho de que el hombre que amaba me rechazara y esperaron que no me afectara. Fingí demasiado bien creo yo – o es solo que no les importo realmente lo que podía suceder- los días trascurrieron.
Evite en lo posible el incomodar a Tsuna con mi presencia, deje de frecuentarlo tan seguido y creí que eso les preocuparía –tonta de mi- que notarían mi falta de apoco – ilusa de mi, que creía en algo que jamás existió- pero parecía que de poco ellos se iban olvidando de que una vez tuvieron a su lado a alguien que les acompaño como apoyo, en silencio les escucho, les brindo sonrisas de apoyo y los conforto. Mientras mi corazón se rompía al verlos en ese estado, tal parecía que realmente mi presencia no era más que rutina de la cual fácil se podían deshacer.
Me dolía. Saberme innecesaria para su vida, cuando para la mía lo eran todo. Hasta lo sádico de ellos se volvió importante para mí. Pero de nuevo llego a mí la verdad que me negaba a ver. Fue una tarde mientras caminaba de regreso a casa después de mis prácticas de música.
Flash Back
-Haru tiene deseos de ver a los chicos muo~. Haru tiene mucho que no los ve.
-Haru tiene una idea desu!
Mientras me dirijo con la firme idea de visitar a Tsuna y los demás en casa del mencionado
– Creo que ya le he dado el espacio suficiente a Tsuna-san. Al menos eso creí yo, porque para mí un par de días era una eternidad sin ellos.
-Espero que Tsuna-san no se moleste con Haru por haberle abandonado tanto tiempo. Muo~ Haru es una mala amiga por dejarles tanto tiempo.
Sumida en mis divagaciones no note el grupo de chicos que van delante de mí, un par de metros más. Hasta que levanto mi mirar y los veo son ellos se ven bien felices y rebosantes de vida como siempre eso me hace feliz –pero provoca en mi un pinchazo a mi corazón- estoy por llamarles.
-Tsu...-es ahí cuando lo noto y todo lo de aquel día toma sentido, el motivo por el cual le molestaban a Tsuna mis declaraciones y es que ante mi lo tengo a él, Tsuna. Tomado de la mano de Kyoko-chan –duele saber que quien te arrebata tu felicidad es alguien a quien le entregas tu amistad- esa imagen se clava ante mí como una puñalada en el corazón.
Se ven tan lejanos y ajenos a mi presencia –o más bien a mi existencia- felices en su mundo –mientras el mío se desmorona de apoco y caigo en la cruel realidad- quiero gritar que vuelvan que mi alma está en quiebra, que mi alma se condena, una alma que se pierde en el vacío. Pero mis labios se niegan a pronunciar una sola palabra. Callo y me rehusó a moverme, no puede ser.
Me quedo ahí sola –como me empiezo a dar cuenta que estoy- que se puede hacer cuando los que consideras el motivo para vivir te niegan su compañía -mueres-, como hacer para vivir sin un motivo –no se puede- es que no me merezco la felicidad aun que sea de un amigo o familia.
Podría haber seguido ahí de no ser porque alguien se interpuso en mi divagación.
-Apártate herbívora. Estorbas la vía pública.-una felina y aterciopelada voz a mis espaldas me saca de mí pensar y loga hacerme respingar del susto.
-HAHI!.-me giro lentamente ya sé quién es. El único de las personas que conozco que podría provocar ese sentimiento de sobrevivencia en mi ser.- Hi…Hibari-san desu!.
-No lo repetiré dos veces herbívora.-mientras saca sus tonfas con afán de moverme así, si es que no obedezco.- o sino Kamikorosou!
-Hahi! Hibari-san eso no se hace ~desu.-de donde es que he sacado fuerzas para imponerme, hace apenas unos momentos estaba en decline y ahora –eres una buena mentirosa-
-Wuo~ Es que intentas imponerte ante mí, herbívora.- su frase es dirigida hacia mí con tanta burla y crueldad, que no puedo evitar menguar mi voluntad – porque soy débil y vulnerable cuando de ustedes se trata- le miro y puedo ver la superioridad de su ser en sus ojos azul-metálicos.
-Ha..Haru solo…
-Eres débil y un estorbo herbívora. Los seres como tú están destinadas solo a dos cosas.-lo que acaba de decirme me cala. Es que acaso es verdad.- O se convierten en la presa del cazador y se vuelven su alimento, o mueren en la soledad. No hay mas para seres tan débiles como tu herbívora.
-Eso no…-niego y lo miro con el poco valor y voluntad que aun no ha sido destrozado en mi ser. -Haru no es…ella…
-Eres débil y por tus patéticos sentimientos ante ellos es que te estás quedando sola.-me mira y dedica una media sonrisa fría y cruel para después pasar por mi lado y dejarme ahí. Hundida en todo lo que me ha dicho, ¿es verdad que no merezco la compañía de los demás? –es tan cruel la vida con migo o simplemente soy yo la que se empeña en lastimarse- dios este día no podía ser peor.
Descubrir que el hombre que amas esta con tu mejor amiga, a la que tu no puedes odiar por el gran cariño que le profesas y después que te digan a la cara sin más que no mereces esas horas a su lado por tu debilidad –deseas de mostrarle lo contrario pero sabes que por el momento eres así o más débil aun- y solo puedes dejar que prosiga tu locura y que el tiempo se encargue de destrozar lo poco del cordura que habita aun en ti.
End Flash Back
Lo recuerdo esa fue la más clara de tosas las señales, pero me negué a aceptar lo que ya se avecinaba.
Pero como siega –por el amor o temor- que era. Me negué, creí que solo debía buscar mi espacio en la familia, que todo tomaría su cauce y que a pesar de que no sería la esposa de Tsuna podrá permanecer a su lado –ilusa- fui una tonta.
Hibari-san fue claro, directo y cruel, si. –me preguntó si fue por mi bien- pero yo me negué a ver, me encerré de nuevo en mi burbuja, en cuanto tuve la realidad enfrente de mí.
Nada sería igual por más que yo deseara ello. No podía ir en contra de su voluntad – no cuando la mía ya no existía- quise creer, conservar un poco de fe. ¿Pero de queme valió?
Flash Back
Las veces que intente volver a restablecer el vinculo que tenia con ellos –o que creí tener- fue un fracaso siempre lograban evitarme con escusas o tontos motivos y en su mayoría anteponían a la mafia para zafarse, quise dejarles en claro que no me importaba el mundo que avían elegido vivir. Quería ser un apoyo, quien los pudiera absolver de sus pecados.
El demonio que devorara su dolor y les entregara su felicidad eso y más seria capaz de ser por ellos -por el amor - por la familia como solía decir Reborn. Pero incluso el me veía como alguien incapaz de comprender el mundo que avían decidido habitar. Es que acaso soy tan tonta.
Kyoko se alejo cada vez más de mí. No sé si en su mirar avía incomodidad hacia mi cercanía o era remordimiento lo que lograba ver en sus destellantes ojos, era como si jamás hubiera formado parte de sus vidas, me dolía. Como un infierno, han sido los meses más largos desde la declaración que me hiso Tsuna.
-Kufufufu~ mira lo que me he encontrado~.-un escalofrió recorrió mi columna vertebral, solo avía pocas personas en el mundo que provocaban esa reacción en mi ser y una de ellas sin duda era él guardián de la niebla.
-¿HAHI? Mu…Mukuro-san desu~!.-lo digo atropelladamente y con temblor en mi voz, no por miedo, jamás lo he tenido ante él, supongo que solo era una reacción natural a su esencia.
-Kufufufu~ Porque tiemblas. Mi pequeña primavera, no es que esté pensando acerté algo malo.-un breve silencio para después proseguir con su comportamiento burlón y manipulador propio de él.- No muy malo al menos.
-Hahi! Mukuro-san no debería de ser así. Haru cree que es de mala educación aparecer de repente y enzima decirle esas cosas desu~.
-Lo que pasa es que estas muy distraída primavera. Eres la presa perfecta para cualquiera que te encuentre en su camino kufufufu~
-Haru se sabe cuidar buen desu~.- le digo enfurruñada y asiendo mohín.
- Claro, resulta todo un reto el destrozar tanto tu voluntad como tu ser.-me dice con ese toque burlón propio en el.- Eres alguien tan única y llena de voluntad mi primavera~
-No es necesario que lo diga así Mukuro-san Haru entiende que…
-Que eres algo fácil de quebrar. No, mi pequeña primavera.-mientras se acerca a mí y pone una de sus manos sobre mi cabello y lo comienza acariciar.- Tú eres incapaz de ver lo fácil que este mundo te está devorando pequeña, te siegas a ti misma, pero aun así me sorprendes.
-¿Hahi? Haru no entiende -no quiero entender-. Que podría hacer Haru para sorprender a Mukuro-san.-no puedo evitar Mukuro siempre ha sido una contradicción ante mí. Un momento se muestra cálido y amable –a beses dudo si no es un engaño- y otras es tan retorcido y manipulador –y es ahí cuando dudo aun mas, si ese es su verdadero ser- que me confunde.
-Kufufufu~ Tu capacidad de engañar y de engañarte a ti misma mi primavera.- yo niego e intento rebatirlo.- ¿Porque lo haces pequeña? ¿Es que no ves que no eres deseada a su lado?, ¿Es que no notas que de ti ya no queda ni el recuerdo?
Niego y me separo de el – se que tiene razón- lo que me dice me duele ¿por qué?
De todos; creí que nos llevábamos mejor –después de todo los dos somos unos expertos mentirosos- es que también él me va a dar la espalda.
-Kufufufu~ Acaso creíste que con sacrificar lo que eras y tenias iba a bastar para que ellos te aceptaran a su lado, pobre e ilusa niña.-niegas y me miras con burla y lastima –tu no, por dios no tu, no me arrebates mi último aliento - No perteneces a nuestro mundo primavera, eres un ser lleno de luz no sabes lo que es llevar acuesta la condena de una vida manchada de sangre. Ajena juegas a entender, pero realmente no sabes nada.
-¿Por qué?... Mukuro-san no tiene que hacer eso con Haru. Ella sabe… que ust… usted no disfruta de engañar. Así que… no tiene que hacerlo con Haru, con ella puede ser usted sin miedo a…
-Miedo! Dices primavera. Estás equivocada en todo; tú no conoces mi ser, fingir es lo mi. Es mi naturaleza, no lo hago para esconderme, ni por miedo a demostrar lo que soy. Así que no te atribuyas nada que no te pertenezca.-suelta su usual risa burlona.
Tanto me he equivocado con ellos – ¡mentiroso, todos mienten!- que ya no soy capaz de identificar a aquellos que llamaba mi familia – ¿porque me alejan?- es que tanto así creí mi propia ilusión.
-Este es el pago cuando te encierras en tus propias mentiras e ilusiones. Mi querida primavera~ - ahora me muestras esa mirada llena de paz y clama – me confunde- que solo yo podía ver en ti –no sé si es por mi o porque lo haces, me dañas, que es lo que deseas conseguir- es que me desgarras y me partes de miedo. Saberme tan ajena a ti y a los demás es como una puñalada que primero me hiere y luego me desangra. Pero jamás me mata y este dolor sigue y parece no tener fin.
-Mukuro-san confunde a Haru eso no es bueno, es molesto. Haru siente una opresión cuando Mukuro-san le miente no le guata a Haru desu~.- Intento contenerme de verdad que lo intento, pero él siempre ha sabido que puntos tocar y que fichas mover para hacerme sentir tan débil y patética incapaz de mantener la serenidad.
-Mentirte en que pequeña primavera. Yo solo te estoy dando la respuesta a los problemas que te niegas a mirar.- su mirada bicolor me perfora y desarma.
-No es verdad. Mukuro-san no juego así con la mente de Haru onegai.- Evado su mirar, ya no creo ser capaz de sostenerla
-No lo hago.-me sostiene el mentón para evitar que mi mirar esquive la suya.- Veme a los ojos primavera; juras que me conoces. En ese caso, mírame y dime que todo lo que estoy diciendo es mentira, que es un engaño de mi retorcida mente, para tu pura alma. ¡Dímelo primavera! Contradíceme con una férrea voluntad sin dudar y yo lo aceptare!
-…-su mirar es la prueba misma de mi sentencia.
-Te aceptare como mi igual, como la única que pudo ver más allá de mi alma retorcida. Pero si te niegas a aceptar la realidad que te he mostrado, dispersando tus ilusas fantasías. Entonces…-no lo soporto como es que me lo puede decir así, me está manipulando. Cualquiera de las formas que me ha dado a elegir terminara por destruir lo último que me une a él y los demás.
Si lo niego, en mi estado sería imposible ser convincente, pero si lo acepto de igual forma perderé.
-… Entonces primavera! serás tú quien condene su propia alma!
-…-abro mis labios pero resulta imposible. Como rebatir la verdad misma, cuando te la pintan de tal manera que no tienes salida. Y de apoco mis lagrimas se empiezan a deslizar por mi mejillas.
-Ha… Haru solo deseaba estar con… con todos ustedes, por que los ama más que su vida. Eso es… tan malo desu. Haru hiso mal… al desear ser de utilidad Mukuro-san.-es casi un ruego por un poco de compasión el ínfimo grano que me pueda brindar de fe en un mañana con ellos y no sola.
-Kufufufu~ Lo ves primavera. Es que era tan difícil aceptar que tus ilusiones te segaron. Eso te vuelve débil e innecesaria para la familia que deseas proteger.
Mientras suelta mi mentón -no lo hagas por favor- tus palabras me rompen. Como puedes ser capaz –como es que alguien como tú me puede importar a tal grado- puedo sentir como te alejas de apoco, cada vez mas de mi.
- Por eso es que no puedes seguir el mismo caminar. Porque no tienes la voluntad suficiente para dejar tu mundo de ensueños y vivir en el mundo regido por la muerte misma.
-Haru puede si…
-Es que no te lo deje claro ya, en sí, Miura Haru. No existe para nadie en particular. Despréndete de una vez de esa insulsa ilusión, agrádese que sentí compasión por ti, tanto así como para abrirte los ojos antes de que sea más tarde.
-…-es verdad no, yo soy la única que se está tejiendo una telaraña de falsas ilusiones.
-Kufufufu~ Acepta y olvida para poder vivir primavera, en tu tonto mundo rosa.-es lo último que obtengo de ti junto a una inusual muestra de piedad, al deslizar uno de tus pulgares para retiran una de tantas lagrimas derramadas ante ti. Antes de verte partir así como llegaste a mí, de lanada y sin poder hacer más para evitarlo.
End Flash Back
Por ello es ahora que no lo entiendo. En esa ocasión fuiste cruel–compasivo- te burlaste de mi –pero me abriste los ojos- me dañaste–pero intentaste protegerme a tu modo- un ser tan retorcido –y contradictorio- no sé si es verdad que tu y yo somos lo mismo. Dos seres atrapados en las ilusiones.
Tú finges desinterés y manipulas a voluntad para ocultar el sufrir. Mientas yo rio, desprendo alegría -que ya no siento- para ocultar mi dolor.
- Finjo felicidad, cuando la verdad es que ya ni siquiera la recuerdo.
Desearía poder darte gracias por ello. Aunque tú me digas que solo lo hacías por el placer de destrozar mi alma –guardo la esperanza de que sea por mí- pero ya no puedo.
Ya no tengo a quien agradecer, reclamar o quejarme ya no tengo nada. No me quedo nada, porque ya no están. Y es que hubiera preferid mil veces vivir con la cruda realidad de serles indiferentes a tener que soportar lo que me queda de vida –si es que se le puede llamar así- sin siquiera su ser, a la lejanía.
Flash Back
Me vuelve loca todo lo que me está sucediendo. No sé qué hacer, todo; mi vida se apaga, mi mundo se cierra. Por amor es que quiero gritar que vuelvan, decirles –reclamarles- a la condena que se me han sentenciado.
Ya no puedo más tengo que darle fin a este insano sentir –enfermo amor- porque ya no es solo por Tsuna-san. Es por todos; Yamamoto, Gokudera, Hibari-san, Mukuro-san, los niños, Reborn. Todos ellos, los necesito y aun que ya no pueda ser parte de su mundo quiero ser capaz de permanecer en las lejanía –dentro de las sombras- con ellos.
Con esa firme convicción es que ahora mismo estoy frente a la casa de Tsuna esperando porque Nana-san se asome por la puerta –con esa cálida sonrisa- es que no puedo esperar más –estoy aterrada- quiero que lo sepan –tengo un mal presentimiento- quiero demostrarles que soy capaz de ser de utilidad –no quiero que me dejen atrás- así que toco con más insistencia.
La casa esta tan sola, un mal presentimiento provoca que casi seme doblen las rodillas. Pero sigo firme, es cosa mía o mi ser me pesa más que la vida misma.
-Nana-san! Onegai abra por favor es Haru desu~-toco con mas desesperación.
-Pequeña.-me giro solo para encontrar en la pequeña puerta de madera, a una señora de avanzada edad que me mira con duda.-¿Qué haces pequeña?
-Hahi! Haru vino a visitar a Nana-san y los demás pero parece que no están desu~
-Pero mi niña. La señora Sawada ya no vive aquí.
-…EH…a…a que se refiere... -AH! ese es el presentimiento que me atormentaba tanto.
-Hace un par de semanas que un camión de mudanza se encargo de desalojar todo poco antes la señora y su hijo junto con los pequeños que vivían con ellos se hubieran ido ya.
-…-Dios. Siento que no puedo mantenerme en pie, quiero caer. Adonde, porque es que no pude ni siquiera decir adiós. Es que no tenía el derecho, es que no lo merezco acaso.
-No lo savias pequeña.-niego mientras me dirijo a la puertilla de madera para abandonar la casa.-Ya veo.
Hago una reverencia en señal de agradecimiento y disculpita.
-Haru siente las molestias desu.-no dejo pie a mas y me giro para marcharme corriendo sé que es descortés pero que mas podía hacer en esa situación.
End Flash Back
Y ahora estoy aquí en medio de mi habitación, donde solo puedo recordarles, con cualquier cosa que atraviesa mi mente o campo ve vista. En serio fueron capases de desaparecer así como así no solo Tsuna si no también todos los demás, incluso Hibari-san.
No les contaba nada cargas con su esencia y manías grabadas en mi mente y alma, porque no fueron capases de llevarse la melancolía y agonía que ahora me carcome, si se llevaron tanto, no les costaban nada llevárselo también, no.
¿Por qué dejarme? ¡Porque no pude ser más fuerte!. No hubiera cambiado nada, ellos ya avían tomado su decisión, es así.
Es lo que merezco por engañarme a mi misma –es como lo dijo Mukuro- por no ser fuerte y conformarme con la debilidad de mi ser –como Hibari me lo hiso saber- es probable que no lo entienda ahora –o nunca- ahora solo soy capaz de desgarrar mi ser con mis lagrimas y lamento.
Entre la melancolía y después de largas horas por fin se acerca el día, está comenzando. Pero mi fe se pierde –ya no quena nada- en tan poco tiempo perdí todo mi ser –y todos aquellos que ame- no puedo creer que me allá quedado sola.
Supongo que ya no puede pasarme nada peor –muerta en vida estoy, no puede haber nada peor- desearía poder decir que no me importa ni me duele, que lo superare. Pero sé que eso es tanto como mentirme y no estoy dispuesta a hacerlo una vez mas ya no tengo las fuerzas para levantarme y ponerme una máscara de una felicidad inexistente.
Seguiré adelante, deseo poder ser alguien que les demuestre que no soy débil, que fue un error haberme dejado atrás –fuera de su vida- llevare mi viada con mi propia voluntad. Y la próxima vez que deba proteger lo que amo esta vez no permitiré que se me arrebate –no dejare que se alejen de mi- esa será mi nueva convicción.
Han pasado ya 5 años. El tiempo es un ser inclemente que no muestra piedad –Dios perdona, pero el tiempo no- no pude permanecer en el mismo lugar que me recordaba tanto lo que perdí así que me marche. Después de perder lo último que me quedaba, la muerte de mi padre dio como fin mi historia en Namimori. No que hubiera alguien que me echara de menos ahí.
A veces me pregunto si es que hubiera sido más fuerte, si hubiera luchado, si ellos me hubieran visto en realidad –si hubieran notado el daño que me causaban- si todo eso hubiera pasado. Me hace cuestionarme si algo hubiera sido diferente.
Si ahora les algo falta –como ellos me hicieron falta a mi estos años tan dolorosos- y solo puedo negar y recordarme que eso es una ilusión tonta –de mi aun dolido corazón- no lo niego, aun ahí ocasiones que amanezco llorando por lo perdido - y en otras tantas puedo jurar que es de ira y es lo que me atemoriza- pero el tiempo es sabio –así como inclemente y mal amigo- soy capaz de sobrellevar mi vida actual, a pesar de todo doy gracias por cada momento de mi vivir a su lado. Me enseñaron que en la vida, no todo es para siempre, me toco sufrir y llorar cuando confié y creí, pero no me importa, ahora sé que todo tendría su principio y final. No supimos darle el final correcto a nuestra historia pero lo hecho, hecho esta ya.
Al final, no pude evitar que la oscuridad me consumiera, no soy más la Haru de tiempo atrás – y sé que si esta me viera tal vez estuviera decepcionada por no luchar más- pero esto lo escogí por mi cuenta.
Tal vez ante los demás, de cara a la sociedad, este mal, quien aceptaría que ser un asesino es bueno. Pero creo que era inevitable, tarde o temprano terminaría en este mundo –aunque no como miembro de Vongola-
Crecí en soledad, sin los seres que ame –confié en un futuro que estaba sujeto a cambios- el futuro que ante mis ojos conocí de adolecente se trasformo, el pago por querer conoces lo que será de tu futuro, y resulto en esto.
Pero con el tiempo encontré un lugar donde no necesite fingir más, la mafia no perdona ni olvida, una vez involucrada no puedes salir sin perder la vida o algo mucho más valioso.
Sed de venganza, hacia aquel que le arrebato la vida a mi padre. Un pago alto por involucrarse en este mundo tal vez no me mató pero fue peor que si lo hubieran hecho. Supe que en el momento que acepte la venganza como parte de mi, estaba condenada – a manchar mis manos de carmesí- era una decisión de la cual no había vuelta atrás.
Esa decisión hiso estragos en mi persona, me cambio, retorció mi ser. Si, lo admito. Ahora como un asesino asueldo, que gana dinero a base de arrebatar la vida a los demás, me doy cuenta que si bien es un mundo del asco lo hubiera podido sobrellevar si los tuviera a ellos. No estoy interesada en cambiar el mundo, el mundo es como es, y yo no soy tan ilusa como para creer que va a cambiar.
Solo me queda la soledad. No confió en nadie – y como lo aria después de todo lo vivido- y la soledad es mi compañía –es lo único que me queda- entre los barrios bajos me muevo.
El nombre de Miura Haru quedo en el olvido, enterrado en una lapida junto a la de los resto de la familia Miura – si, para el mundo estoy muerta- es mejor así en este mundo solo soy Kuroneko. No hay más que decir; un asesino a sueldo. Sí, pero es que no podía tener la hipocresía de seguir mi vida como si nada.
No busco el perdón y el arrepentimiento no quita las vidas que e arrebatado ya. Fue mi decisión y como tal tomare las consecuencias –por crueles que sean-, jamás renegare de mi vida– o él como decidí llevar lo que quedaba de ella-
Se dice que el filo de un adiós no mata. Pero lo que queda, ciertamente no se puede considerar vida.
Ahora mientas salgo de un bar con mi abrigo abierto. Dejando al descubierto mi cuerpo entallado en una falda negra a medio muslo y una blusa entallada blanca, abierta en los primeros botones dejando al descubierto el tatuaje en la zona izquierda en forma de espirales, el cabello a penas sujeto por unas pinzas.
Mientras mis tacones resuenan en el asfalto de los sombríos callejones, con el frió calándome hasta los huesos -y aun así siendo indiferente a él- acabo de terminar con un encargo. Un hombre de altos estándares en la sociedad, pero con asuntos truculentos por los barrios bajos. Es la presa de varios, pero parece que no es del agrado de muchos el que les allá ganado la presa.
Hace un par de minutos e comenzado a sentir como me siguen, valla esto sí que será interesante. Mas de alguna vez me ha tocado toparme con algún inconforme que cree que desasiéndose de mí podrá hacerse de la paga por la presa –pobres ilusos- esta noche parece que será una de esas.
Me detengo poco antes de un camino de farolas que parpadean, más veces de las que alumbran, parece que están por encenderse.
Para que en pocos momentos este siendo rodeada a una distancia mínima –creen que huiré- no les puedo ver. La luz tampoco alcanza a mostrar sus facciones así como la oscuridad me cubre, lo hace con ellos. Pero algo cambia.
-Kufufufu~ Me temo signorina. Que acaba de tomar partida en algo bastante peligroso.-me tenso. Dios, esa voz. No puede ser verdad.
-…-mi mete esta a mil, que es lo que pasa ahora, porque después de tanto.
-Tsk. Mira mujer. No sé a qué juegues pero te has metido con quien no debías. Los estúpidos que te contrataron serán tu condena.
Valla que si es irónico, la puta vida y el tiempo le gusta burlarse de mi –soy su favorita para eso- de todos en este mundo me tengo que venir a tomar con ellos ahora.
-Kufufufu~ Signorina ha sido vilmente engañada -por ustedes, tiempo atrás- ha tomado una presa que no le correspondía y ahora tendrá que hacerse responsable.
Una risa suave sale de mis labios – estoy histérica- lo cual solo los desconcertó y enfurece. Lo puedo sentir, su ser y auras cambian.
-Herbívora. kamikorosu.- Hibari tan intolerante como siempre. Es el primero en lanzarse por la presa. Yo solo lo esquivo –doy gracias por los arduos entrenamientos bajo los que fui sometida.- Wuo~ Quieres escapar herbívora!
Esta vez no puedo evitarlo y un carcajada aflora desde mis ser– jajaja~.-escapar dice pero que cosa más irónica la que se me presenta.
-Kufufufu~ Alondra-kun tal parece que eres de diversión para la Signorina.-esto solo va a provocar una cosa.
Justo como lo pensé. Hay cosas que jamás cambian, ahora mismo Hibari y Mukuro están teniendo un enfrentamiento con la apenas luz que se empieza a esparcir conforme las lámparas a nuestro alrededor van encendiéndose.
-Tks. Malditos! Qué demonios creen que hacen. No están aquí para jugar, tenemos trabajo que hacer!.
Ah! Gokudera la furia de la tormenta sigue en ti.
-Ma~ no disfruto particularmente de lastimar mujeres- enserio que irónico -pero dado que es una misión no puedo hacer mas.-la lluvia un ser tan suave como fiero, que es lo que has decidido ser realmente Yamamoto.
-Esto no es de tu incumbencia herbívoro. Yo no sigo ordenes de…
-¡SILENCIO! Les he dado la orden de aniquilar a quien se interpuso entre nuestros planes.- la voz de Tsuna me atrae hacia su persona. Esta parado unos pocos metros por delante, a su lado Reborn y al lado izquierdo el pequeño Lambo –ya no tanto- como pasa el tiempo. Si que el bastardo que elimine debe ser importante para que toda la familia Vongola haya decidido salir de caza. O será por quien lo elimino, ahora es que me vengo arrepintiendo de la fama que ha tomado el titulo de kuroneko. Vaya con mi maldita fortuna.
-Yo no recibo ordenes, Del rey de los herbívoros Sawada Tsunayoshi.- Hibari tan intimidante como siempre, incapaz de domar.- A demás es una ofensa que me reúnas en manada para ir por una insignificante herbívora.- así que si fue por eso puta mi suerte valla que sí.
-Tks. Teme! Como te atreves a hablarle así al Décimo.-tal parece que en definitiva no todo cambia.
-Kufufufu~ En esta ocasión concuerdo con la Alondra ~kun. -mientas el mencionado frunce el entrecejo en desapruebo.- Tsunayoshi-kun~ Me resulta ofensivo que nos reúnas a todos por un simple asesino de bajo mundo.
-Si es que se les ha llamado a todos, es por una buena razón.- Reborn has cambiado ya no eres el niño aquel que conocí –y tanto quise- te has vuelto el fiero asesino que todos temen, que siempre fuiste.- Después de todo ante nosotros tenemos a Kuroneko un asesino-mercenario de élite.
-Sí definitivo después de esto me cambio de nombre y me mudo a Venecia, Perú o la India. Ya necesito vacaciones, joder.-
El tenerlos a todos aquí, cuando ya me había logrado convencer del jamás volverlos a ver, me resulta incomodo es un sentimiento extraño en mi corazón –ira contenida- la verdad es que comienzo a creer que hubiera sido mejor –para mi salud mental- jamás volvernos a encontrar.
-USTEDES SE PONEN A JUGAR CUAL NI…-es ahora que siento la necesidad de no callar mas.
-Niños, Tsunayoshi.-mi voz salió calma –algo inusual tomando en cuenta mi situación- puedo ver como en cámara lenta sus facciones van cambiando y un tono insano en su piel se va abriendo paso -no se lo esperaban-. Y como de apoco el tiempo va jugando partida en el momento, hasta que la última de las farolas se enciende alumbrando mi ser –que irónico- ante sus atónito mirar.
-OH! Perdona! Ahora debo llamarte Monsieur Vongola o Décimo, me equivoco.
-…-silencio es lo único que puedo obtener de sus facciones distorsionadas, algunos son buenos y no me permiten ver su rostro de sorpresa pero su mirar les traiciona ante mí, es que tanto así se sorprenden de mi aun lastimera existencia, tanto así les molesta mi presencia ente ustedes. Eso me hace hervir de ira -toda aquella que calle y fue opacado por el amor- tanto dolor término por devorar mi ser al ver sus expresiones.
-Ha..Haru ere..- Tsuna te ves tan frágil contrario a quien se mostraba hace apenas unos instantes.
-Shigao… No te equivoques Vongola y que tu mente y ojos no te engañen.-lo digo con una seriedad y severidad que me sorprende.- Aquella que nombras no es la misma persona que tienes ante tus ojos. No soy ni la sombra y mucho menos el recuerdo difuminado de Miura Haru.
-Tsk. Que insinúas mujer estúpida. A qué demonios estás jugando…
- Silencio Gokudera!.-no lo puedo evitar, mi voz se eleva apenas un poco, mi ira está tomando control de mi ser de apoco hasta que se eleva aun mas.- Jugando. ¡DE DONDE DEMONIOS SACAN LA IDEA DE QUE LA VIDA QUE LLEVO ES UN PUTO JUEGO¡.
Silencio. E perdido la paciencia lo sé, puedo sentirlo. De seguir aquí todo lo malo -el odio y oscuridad- que llevo conteniéndome por años, estallara y valla a saber que pase, todos aquí somos seres de armas tomar –si se atenta contra la seguridad atacaremos sin dudar- no puede ser para nada bueno.
Mala combinación, muy mala. Poner lo peor de lo peor y más peligroso todo junto en el mismo lugar y sumarle a esto una inestabilidad emocional resultado, APOCALIBSIS SEGURO.
-Kufufufu~ Tal parece que te has vuelto un ser de armas tomar. PRIMAVERA MIA~.- nostalgia, arrepentimiento.
Es lo que distingo en tu ser; ahora me resulta más fácil leerles que antes–tal vez porque estoy tan o más corrompida y perdida que ellos- ¿eso es bueno acaso?
-Porque no se lo preguntas al encantador caballero que ahora disfruta de un descanso eterno Mukuro-kun~.-mi voz cantarina lejos de sonar alegre parece una sentencia a muerte.
Es sorprendente para ellos lo noto –me aterro darme cuenta hasta que punto mi ser sé a destrozado- lo es para mí. Viví gran parte de mi existir deseando su compañía para que ahora nos tratemos como desconocidos que no pueden subsistir en el mismo lugar.
-Tú… tú estás… muerta.-ahora el pequeño Lambo me mira con desosiego, como si la realidad le hubiera dado el mas frió y doloroso golpe de su corta vida.
-Si tu así lo prefieres, si. Lo estoy. Si calma tu ser, no deberás preocuparte más, después de todo los muertos, muertos están ya; y nada pueden hacer.-se lo digo con hastió y enfado -como es que el amor se puede volver un arma tan filosa y peligrosa- sin reparar en su ser adolorido.
-Tú eres kuroneko.-la voz gélida de Reborn no indica una pregunta sino una confirmación a lo que yo solo puedo dedicarle una sonrisa ladina y asentir en respuesta.
-Lamento sí, es que se han desilusionado por conocer la verdadera apariencia de su presa Reborn-chan~.-no te agrada, lo noto es algo a lo que no estás habituado –no poder leer a tus enemigos y aliados- pero yo ya no entro en el grupo de personas predecibles, lo notas no es verdad.
-Tu...Haru.- pobre Yamamoto pareces que no disfrutas de este encuentro –o es lo que han encontrado en mi ser- Ryohei al igual que Lambo también están sumamente alterados tal como tu Yamamoto.
-HARU…-es un lamento o un suspiro lo que escucho de ti Tsunayoshi. No lo puedo identificar –o me niego a creerlo más- no me interesa en verdad.- Tu no… no debiste. Es que acaso todo lo que hicimos… no fue suficiente para…
-Para destrozarme. No te preocupes Tsunayoshi, claro que lo fue. Se encargaron de destrozar mis alas de apoco. Quería vivir yo para ti, para ustedes. De verdad lo hubiera hecho.
-Pero que mierda dices mujer. Sabes lo que nos costo que te quedaras fuera.-estas histérico –dolido- porque –tanto te afecta lo que es hoy de mi- no tiene sentido
-Ja~ Se noto que les costó bastante Hayato.-lo miro con ira –ahora quieren aparentar ser los buenos de esta cruel historia- y me niego en caer de nuevo en su red.- No tienen que sentirse responsables, lo noto en su mirar. Lo cual es ilógico y ciertamente molesto.
-Primavera…-niego no lo soporto mas, saberme vulnerable de nuevo ante ellos. Me aterra; tengo que terminar con esto rápido, no puedo más.
-No tienen nada que ver con esto Vongola, no se crean tan importantes. Me dañaron, si. Me destrozaron, claro! Pero…esto…lo que soy ahora.-tomo un poco de aire para mis ahogados pulmones -no quiero volver a sucumbir ante ustedes- para continuar.- Esta vida, yo la elegí. Pero en dicha elección no tuvieron nada que ver. Lo hice por mis propios deseos egoístas, porque lo último que me quedaba de felicidad me fue arrebatado años tras ante mis ojos. Mi debilidad permitió la perdida…
-Y esto fue lo mejor acaso Haru.-el tono suspicaz de Reborn me hizo sonreír con ironía. Quien es él para juzgarme–un asesino igual o peor que yo- me causa gracia que intente actuar como el bueno de la obra.
-Lo fue para ti acaso Reborn.-le digo con tono mordaz.-No seas hipócrita por favor. Ante ti no tienes a la chiquilla que conociste. Sino a el asesino; kuroneko! Se te olvida acaso.
-¿Por qué?.-me preguntas ¿el porqué? Tsunayoshi.
- Y porque no, ustedes tuvieron sus motivos para elegir este camino y hacer lo que hicieron años atrás y yo no voy a pedirles explicaciones–no quiero más engaño- así que no esperen que se las dé, siendo que no hay nada más allá de un leve cruce de caminos entre nosotros, somos mucho menos que desconocidos. – La verdad y cruel realidad es que fueron, son y muy probablemente serán mucho más que desconocidos para mí-
Es verdad. Ya no puedo soportar una tracción mas, me aterra la posibilidad de caer en sus redes una vez más. Así que haré lo más prudente en este momento de desconcierto - para mí ser-. Me iré.
A paso lento atravieso la distancia que me separa de cada uno de ellos. Pasando por un lado de ellos, no miro atrás -para que, no tiene sentido ya- lo hecho, hecho ya. Fueron la tempestad que ha cortado muchas plumas de mis alas. Aun permanece; pero yo aun tengo que seguir mi función. Mentiría si dijera que en este momento quiero volver con ellos y los perdono –perdonar es fácil, el olvidar y volver a confiar es lo difícil- no puedo. Todo ese rencor que encerré en mi ser y salido hoy, no me permite ver más allá de mi propia existencia egoísta, es que no tengo derecho hacerlo.
Al pasar por el lado de Tsunayoshi este intenta detenerme tomándome del brazo.
-¡Alto, aun no terminamos!. ¡Adonde crees que vas Haru!.
-No tienes derecho, ni autoridad sobre mí para exigirme. Tsunayoshi!.-me zafo de su agarre.- Así que ten en cuenta que si la familia Vongola sea de temer. Ante mi no representan autoridad alguna. Soy libre de ataduras con Vongola o cualquier otro aliado de esta. No te debo nada y no te temo ni a ti ni a nadie – mentira, temo a caer de nuevo por amor-
Si mi existencia les hace falta –quiero que sufran lo que yo- espero que comprendan que no es algo fácil de conseguir –quiero ser ruin y egoísta tanto como ellos lo fueron con migo- si lo comprenden. Soy capaz de ser yo; su demonio, aquel que devorara el dolor que les atormenta y les entregara su felicidad a cambio, alumbrando su camino –porque a pesar de todo el amor están retorcido-.
Así que, sin mirar atrás sigo mi caminar ya no intento huir –unidos estamos por este mundo que decidimos habitar- no lo haré. Pero esperare, seré paciente hasta entonces. Mientas mis pasos resuenan en el asfalto y me dirijo sin rumbo fijo me doy cuenta de una cruda y real verdad; la única de mi existencia.
Al final de cuentas no importa el que pase en este o en otras vidas lo he comprobado ya. Ante ellos soy débil y me gana mi amor por ellos. Por eso no me importa ya vivir en tempestad; en espera de un poco de paz para mi ser, está bien, seré paciente. Y los esperare porque está loca enamorada los esperara el tiempo que sea necesario y más. Aun si tengo que gastar esta vida y las que vengan.
RE-EDITADO 6/Oct/2015
