Hermione estaba haciendo su tarea de Runas Antiguas en la biblioteca. El habitual silencio del lugar la hacia sentir en paz ya que en las sala común rara vez se suscitaba. Harry y Ron habían decidido quedarse en la sala común jugando al ajedrez mágico, no le pareció mal a Hermione, era bueno que sus amigos descansaran un poco luego de una ajetreada semana de estudios, aunque sabía que si se atrasaban debería ayudarlos después (especialmente a Ron con la tarea de pociones para Slughorn, que hace días que debería haberla entregado).
Iba a mojar la pluma nuevamente hasta que vio pasar a Malfoy. No pudo evitar fijarse en su rostro, cual estaba más pálido de lo normal y sin ser un gran observador se podía notar el nerviosismo en sus facciones… Distraída en lo que hacía, movió levemente el codo y empujó el tintero, cual cayó en el suelo haciendo un estruendo.
Malfoy, quien la había ignorado hasta ese momento le dirigió una mirada poco agradable aunque ni se gastó en emitir palabra. Estaba muy concentrando buscando algún libro.
La castaña avergonzada con un tintineo de varita arregló el desastre. Ahora sí, podía observar los movimientos del Slytherin. Enfocó la vista en el libro que el chico tenía en sus manos pero no pudo lograr leer el título.
¿Por qué está tan nervioso? ¿Qué es lo que oculta?
Aunque le pese, tenía que admitir que Harry estaba en lo cierto. Malfoy está tramando algo.
Hace días que el niño que vivió comentaba lo de Draco Malfoy, y ella no le había puesto interés porque Dumbledore confiaba en él…pero ante esto….
Se mordió el labio inferior pensativa. Malfoy dejó el texto en la estantería y se retiró a paso rápido.
Hermione guardó sus cosas y buscó el libro que hace segundos había estado en las manos de Malfoy. "¡Este es!" dijo emocionada para sí misma.
Era un libro rojo de tapa dura, no tenía título, aunque hubiese jurado que cuando lo veía de lejos parecía haber uno. Sin pensarlo dos veces lo abrió…y estaba vacío, sí vacío…las páginas estaban en blanco… "¿Pero cómo…?" Meneó la cabeza. Malfoy no había usado la varita ni había susurrado nada. Entonces… ¿Qué clase de encantamiento o truco tenía el libro? "Porque es obvio que lo tiene" pensó mientras sonreía irónica.