Hola a todos Estaba aburrida, mi padre me corrió de la PC para entrar el un rato ¬¬ y lo único que se me ocurrió fue escribir mientras me tomaba lo poco que quedaba del licor casero de frutilla que compró hace unos meses y había quedado abandonado en la heladera.

Mi propósito era escribir un Destiel, o alguna opinión del rumbo que tomó la serie de Sobrenatural en esta octava temporada.

Pero me salió esto xD Lo sé, nada que ver pero ta, mi imaginación arranca por donde quiere…

Espero les guste porque es el primer Johnlock que escribo y lo hice en 10 minutos o menos.

Feliz San Valentín a todos!


-¿Qué es eso?- Preguntó John, mientras observaba cómo Sherlock vertía una clase de líquido rosado en una pequeña copa- ¿Acaso nunca me escuchas cuando te hablo?

- Es licor de frutilla, John.

-¿Y para qué quieres licor de frutilla? ¿Vas a tomarlo?- Vale, ya son demasiadas preguntas estúpidas por hoy, hasta el mismo John lo pudo notar.

-Yo no voy a tomarlo, lo vas a hacer tú.

-¿Yo? ¿Por qué iba a querer licor yo? Estoy tomando el té.

-Es un experimento John, por favor… -Se quedó observando al ex soldado esperando una respuesta, aunque ya la supiera; John jamás se resistía a cuando le pedía por favor, ya que las veces que lo hacía eran muy pocas. En realidad ni siquiera recordaba la última vez que le pidió algo cortésmente.

-Vale, tráela

El detective fue hacia el living y le tendió la copa a John, mientras le observaba de una forma indescifrable. Aunque no era sorprendente, todo Sherlock Holmes era indescifrable. Un gran rompecabezas, en todos los sentidos de la palabra.

John tomó la copa de las manos de su amigo y bebió de ella.

-¿Es casero?- Preguntó mientras saboreaba sus labios y bebía otro sorbo- Está exquisito

-Lo acabo de preparar en la cocina.

-¿Y se puede saber con qué fin? Aunque seguramente era porque estabas aburrido

-Este…- le respondió mientras a la velocidad de la luz se abalanzó sobre los labios del ex soldado, quien no tuvo tiempo de reaccionar y se quedó paralizado, esperando que su amigo se desvaneciera, que eso sólo fuera una alucinación de su loca cabeza que extrañaba pasar un San Valentín con alguna mujer querida.

Pero no, no era una ilusión. Y lo comprobó cuando el detective se alejó apenas unos milímetros, para luego pasar la lengua sobre los labios de John, saboreando los restos de alcohol y frutilla que se encontraban en ellos.

-Tienes razón- contestó- Está exquisito …