Disclaimer: ninguno de estos personajes me pertenece, son todos del mangaka Katahashi, más la historia si es de mi autoría.
Yuki suta
By: shizoudark
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El frio de la noche desértica en Egipto golpeaba duramente contra ellos, había sido una batalla demasiado dura para ellos, lo que habían pensado era un plan perfecto y sin falla alguna se convirtió en una batalla a muerte después de que el ejército del faraón los estuviera esperando en aquella tumba, solo sus más allegados sabían de la locación en donde irían a hacer su asalto, entre esos allegados sabía que nunca seria traicionado por su mejor amigo y amante, y mucho menos por su hermano, así que solo quedaba una persona.
Donde esta Ari! – vocifero con las pocas fuerzas que le quedaban, sentía la vida írsele poco a poco del cuerpo – Encuentren al maldito traidor y tráiganme su cabeza!
Cálmate, atendamos primero tus heridas o no podrás disfrutar del castigo – dijo el más alto tratando de calmar a su novio, demasiado impulsivo con tan pocas oportunidades de vivir como las que tenía ahora
Agh… - fue lo único que contestó al momento en que su koi lo recostaba en la cama que compartían, las finas y hermosas sabanas de seda no se sentían para nada bien en esos momentos
Iré por el cetro, creo que necesitare toda la ayuda posible aquí – pero antes de que se pudiera tratar de alejar el más bajo lo detuvo del brazo
Tú también estas herido, y no es nada leve, atiéndete primero… - dijo mirando el costado del chico
Bakura…. Cállate, iré por el cetro, no tardo - pero el agarre del albino era insistente y no lo dejaba ir
Atiéndete tu primero… - su vos empezaba a quebrarse, sentía a muerte subir rápidamente por su cuerpo
DEJAME IR! O ME DEJAS IR POR CETRO DEL MILENIO O AQUÍ NOS MORIMOS LOS DOS! – dijo el otro con frustración, rabia y desesperación impregnados en su vos
Marik… - Bakura aflojo su agarre a lo que el mayor salió corriendo lo más rápido que su herida le permitía hacia su mochila de viaje de allí saco un pequeño cetro dorado que brillo al apenas hacer leve contacto con la mano del moreno este volvió a entrar a tienda y se arrodillo frente a Bakura poniendo el cetro a centímetros de la herida empezó a recitar algunas palabras mientras que a cada instante el cetro brillaba cada vez más, Bakura solo miraba fijamente el rostro de Marik que en esos momentos estaba lleno de concentración y desesperación al mismo tiempo - Marik, si llego a morir… - no pudo terminar por que en ese preciso momento vio algo que nunca en su vida junto al moreno había podido ver antes, de los ojos del más alto caía una pequeña lagrima seguida de muchas más, mas su expresión de concentración no cambiaba en nada
No vas a morir Bakura…. Yo no te voy a dejar morir…. Tú no te puedes morir – su vos sonaba determinada y segura pero en sus ojos y sus lágrimas se veía la inseguridad que tanto le lastimaba
…. – Bakura callo y se recostó completamente en la cama, sabía que el cetro era poderoso pero su herida era muy grande, sentía una mejoría pero el sentimiento de que la muerte le acechaba no lo dejaba tranquilo.
Cerro los ojos y dejo que la cálida sensación que le producía la energía de Marik concentrada en el cetro lo llenara, recordó todos esos años al lado de su amado y todas esas cosas que habían tenido que superar juntos, esta vez fue su turno para dejar derramar lágrimas que llevaban años adentro, y que la última vez que habían salido fue al ver su aldea destruida a manos del ejército del faraón, y de nuevo, ese ejercito le había arrebatado su familia, porque sabía que tendría que dejar a Marik, sabía que tenía que morir.
De pronto se escuchó un estallido y un alto y fuerte moreno entro a la cabaña donde los líderes se encontraban
Hermano, Marik tenemos que apresurarnos, nos siguieron, vamos levántense – el moreno vio cómo su hermano le miraba pero Marik no dejaba de transmitir energía hacia esa herida y se veía considerablemente pálido
Shadi pásame la sortija – dijo el peliblanco, sabía que su amado no se detendría hasta verlo bien, sin importarle si le costara su propia vida, tomo la sortija de la mano de su hermano y silenciosamente recito un hechizo que le permitió levantarse completamente de la cama y estar como si nada, Shadi lo miro consternado, la herida de su hermano había sido mortal, sabía que ningún hechizo la podía curar, pero sabía muy bien que trataba de hacer Bakura – ves Marik? Ya estoy mejor, andando no podemos dejar que nos cojan –
Marik miro a su novio desconfiadamente, pero al tocar la herida parecía que ya se había ido, a pesar de que Bakura hizo una muestra de dolor, no se veía ninguna herida por ningún lado
La piel queda algo sensible ten más cuidado – dijo tratando de justificar su mueca de dolor
Marik medio sonrió sin estar un convencido pero los pasos de los caballos se oían mas cerca a cada instante, así que Shadi a petición de su Hermano cargo a Marik que no podía caminar bien debido a su propia herida.
Bakura, nuestra caja!, escóndela mientras volvamos! – grito Marik mientras era sacado de allí en brazos de Shadi, Bakura volteo hasta la cama y allí vio la caja blanca con rubís incrustados que había regalado a su novio el día que se le había declarado, allí dentro Marik guardaba todas las cosas que eran significativas para los dos, un detalle romántico pero ridículo que tenía el mayor hacia la relación, sonrió y la oculto en una pequeña cámara debajo de la tierra que era invisible al ojo humano, mas no a aquellos supieran magia
Mientras que Marik miraba obstinado hacia donde se suponía tenía que divisarse Bakura viniendo a encontrarse con ellos, maldita había sido su boca al recordar la caja, ahora no veía a Bakura aproximarse a la lejanía y eso le dejaba un nudo en la garganta, quería salir corriendo pero cada minuto sus fuerzas le abandonaban más y más el cuerpo y Shadi no le dejaba ir, a pesar de que en circunstancias normales, por más que Shadi fuera más alto y fornido que él, el muchacho nunca había podido ganarle en fuerzas ni a él ni a Bakura, pero ahora el agarre de Shadi era suficiente para que el no pudiera moverse y correr a buscar a su albino.
De pronto vio como Bakura se asomaba corriendo hacia ellos, su paso era lento y poco ágil como solían ser los movimientos del rey de los ladrones, y para horror de Marik, vio como tras el venían algunos soldados de la guardia real, uno de ellos, para ser más exactos un sacerdote de túnicas azules lanzo una lanza, dándole a Bakura y atravesándole el abdomen.
Marik vio horrorizado como el cuerpo de Bakura caía a la fría arena mientras que de su garganta salía un aullido de dolor lo cual hizo que las tropas ahora se dirigieran hacia ellos, Shadi uso todo lo que le quedaba de cordura para agarrar a Marik con más fuerza ya que trataba desesperadamente de soltarse de él y correr hacia Bakura y salió corriendo al lado opuesto de donde se veían las antorchas de las tropas reales.
Marik cerro sus ojos con fuerza tratando de encontrar esa conexión mental que Bakura y el habían creado mientras llevaban sus artículos, pudo sentir como la vida se iba de Bakura lentamente mientras más y más lagrimas salían de los ojos violetas del mayor
Marik…. La caja…. Está a salvo…. No llores…. Por RA que mi alma…. No descansara…. Hasta que volvamos a…. a estar … juntos – cada palabra que pronunciaba Bakura por su link mental era más susurro que la anterior, pronto la conexión mental desapareció y Marik dejo de forcejear, ya para qué? Sabía que Bakura, SU Bakura, se había ido….
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Se levantó sudando, estaba agitado y desubicado, miro a su alrededor y vio su escritorio, su laptop encima de él y el minicomponente con su iPod incrustado al lado de esta, estaba el televisor y el armario al lado, suspiro hondamente, todo había sido un sueño, bueno, más un recuerdo que un sueño, pero era pasado, sintió que algo le golpeaba la mano a recostarse en la cama y volteo a su mano derecha para ver aquella caja blanca con rubís que también había estado en su sueño, estaba en otra época, era otra historia, nada en lo que el pasado pudiera intervenir.
Seguramente fue tu culpa… - dijo mirando la caja mientras la volvía a poner encima de la cama – ahora necesito aire fresco.. –
Se levantó con pesadez, miro su reloj apenas eran las 11:30, había dormido solo por media hora desde que llego de su trabajo, tomo la chaqueta de cuero que siempre le acompañaba y las llaves de su motocicleta, no la usaría para este paseo, pero igual necesitaba las llaves de la casa, bajo lo más escaleras lo más calladamente que pudo y abrió la puerta sin hacer ruido alguno, que su pasado haya sido hace muchos años no significaba que hubiera dejado las habilidades de ladrón, lo que se aprende bien nunca se olvida, además si despertaba a su hikari seguramente su paseo hubiera acabado antes de siquiera comenzarlo.
Salió a la calle, todo estaba cubierto de nieve, era navidad y hacia un frio inmenso, como esa noche, suspiro y metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta, iba a caminar hasta que pudiera pensar en otra cosa, y no le importaría cuanto tiempo le costara eso.
Continuara…..
BUEEEEEEEEENO, esta es más o menos la introducción, díganme que les parece a ver si sigo escribiendo el fic!
