Amor, Celos y otras Perversiones

Co-Writer: HuesosPotter & Marly S.

Chapter One: Si la vida apesta ponle perfume.

Harry tenía la Mirada pérdida en un punto afuera de la ventana de su cuarto en el número 4 de Privet Drivet, tratando de entender todo lo sucedido al final de su año escolar.

Por primera vez en los últimos años lo único que Harry quería, era quedarse con los Dursley; ya que ir a la madriguera u otro lugar, era exponerse a preguntas de lo sucedido. No quería ver caras de lastima, desprecio o miedo en sus amigos, el, solo se quería quedar con sus propios pensamientos, con sus propios fantasmas, de tantas culpas y sentimientos acumulados. Era preferible su estancia con esos desagradables muggles, que muy a su pesar eran su familia, prefería eso que afrontar al mundo.

Era mediados del verano próximo a cumplir sus 17 años, su mayoría de edad (((solo faltan dos semanas))) pensó. Muchos de los jóvenes a esa edad o en la misma situación de Harry estaban expectantes a que llegara esa fecha añorada, la mayoría de edad. Pero a su vez, muchos de los jóvenes o todavía niños no habían lidiado con lo que Harry Potter había hecho, cuantos adolescentes pueden decir que han sobrevivido a muchos peligros e intentos de asesinatos, solo que el ultimo de esos casos, se había llevado parte de su infancia, de su inocencia.

Nadie mas que Voldemord "El-que-no-debe-ser-nombrado" al cual siempre "el-niño-que-vivió" no solo una, ni dos, sino una infinidad de veces estuvo ligado, lo había dejado marcado otra vez y no solo por una cicatriz en la frente, esta cicatriz iba a perdurar o dolía mas de la que tenia en la cabeza, ya que cuantas personas a la edad de Harry dieciséis años, casi diecisiete, podían decir que habían matado a alguien, no importaba que fuera el mago mas tenebroso y poderoso de los últimos tiempos o que una estúpida profecía dijera que el, era el único que podía vencerlo, eso no quitaba el hecho que Potter había acabado con un vida.

Harry ni siquiera tenía planes para su próximo cumpleaños, para el resto del verano o para el resto de su vida. Lo único que era cierto, es que Harry Potter estaba deprimido. Como seguir adelante, como disfrutar la vida, si la vida le había hecho tanto daño.

No solo le habían quitado a sus padres, a su padrino su única figura paterna, sino que muchos de sus amigos casi mueren por estar a su lado. Lo que Harry no entendía era como alguien iba a poder a llegar a sentir algo por el, si el ya no sentía nada, solo culpas, remordimiento y dolor.

Pero eso pronto iba a cambiar Harry pronto aprenderá que hay cosas y sobre todo personas, por las cuales vivir y disfrutar la vida. Aunque muchas veces se tiene que luchar con muchos esfuerzos, para poder alcanzarlas. En la vida no solo hay odio, amor, sufrimiento, sino hay matices que le dan sabor a todos esos sentimientos.

Pasaron los días y Harry seguía deprimido no había leído la mayoría de las cartas que le habían enviado, no importaba de quien fuera, no importaba que estuviera escrito, no importaba nada, solo leyó una, la que decía cuando iban a pasar a buscarlo para llevarlo a su próximo destino, no importaba donde fuera que lo llevaran, Harry había llegado a la conclusión que la vida apestaba.

Estaba mas delgado y pálido de lo común, no comía, no salía, no hacia nada, solo estar encerrado en su pequeña cueva, su recamara, la cual no le llegaba ni un rayo de sol.

Poco a poco y sin ganas, Harry termino de empacar su baúl ya que en poco tiempo pasarían por el, faltaban algunas horas para su mayoría de edad. Bajó a la sala, algo agitado, ya que bajar el pesado baúl sin magia era más complicado. Se sentó en uno de los sofás mientras esperaba en frente de la chimenea, a quien sabe quien, ya que no sabía quien vendría. Era la primera vez que Harry salía de su recamara, durante todo el tiempo que estuvo con los Dusley. Mientras veía el fuego de la chimenea, sumergido en sus pensamiento, pensando en todo y a la vez en nada, cuando de pronto…

BOOM!!!

Detrás de una nube de humo aparecieron sus amigos Ron y Hermione, y una muchacha muy bonita a la que Harry nunca había visto, (((Ginny???))) pensó.

Durante los últimos años Ginny había crecido apegada a ellos, un día de buenas a primeras, el trío famoso trío, se volvió un cuarteto, ninguno se dio cuenta en si cuando paso, pero Ginny se volvió parte de ellos. Por primera vez Harry se había dado cuenta de lo bonita que era, ese pelo rojo enmarcaba un hermoso rostro cubierto con ligeras pecas sobre su nariz y parte de sus mejillas, simplemente era hermosa. Lo que Harry, le llamo la atención eran esos ojos color café, un café muy claro con tintes color miel y matices de verde, pero sobre todo ese cuerpo perfecto, chiquita, delgada, perfecta… es difícil ver lo que uno tiene bajo las narices, y mas si creces constantes o apegados a ellos. Harry no había visto a Ginny así, como una joven hermosa, como una mujer. No se había dado cuenta cuanto había crecido la pequeña Ginny Weasley.

-Hola Harry - le dijo tímidamente Ron ya que no sabía como Harry iba a reaccionar. No lo había podido ver ya que no lo dejaban. Ni a el, ni a hermione, ni al resto de la familia, tampoco sabían nada de el ya que nunca les respondía las cartas.

Antes de que Harry pudiera responder Hermione ya lo tenía envestido entre abrazos llenos de preguntas y de pequeñas lágrimas…

-Harry te ves muy pálido… has comido bien… estas bien??? No sabíamos nada de ti… nadie dice nada… Harry por…

-Hermione déjalo en paz… - Dijo Ginny detrás de Ron.

-Pero…

-Ya!!! – dijo fuertemente Ginny, haciendo que Hermione automáticamente cerrara la boca gracias pensó Harry. - Hola Harry… - le dijo Ginny dándole un ligero abrazo el cual sin saber por que Harry respondió instintivamente, como si abrazarla fuera los más normal del mundo para el.

-Nos vamos… - dijo Ron al poco tiempo después, levitando las cosas de Harry dentro de la chimenea. Y Harry y Ginny se soltaron, por alguna extraño razón los dos se habían sonrojado ligeramente.

-si – dijo Harry evadiendo la mirada de sus amigos. -Porque no vino Dumboldore o tus papás. – Pregunto.

-Te explicamos cuando lleguemos, debemos salir de aquí… -

Y con eso fueron desaparecieron uno a uno por la chimenea de Privet Drivet.

Cuando llegaron a la madriguera, la señora Weasley recibió a Harry con un maternal abrazo, disculpándose por no haber ido a buscarlo personalmente pero con todos los problemas que habían tenido durante el último mes era menos sospecho que lo fueran a buscar Ron, Ginny y Hermione.

-¿¿Qué problemas?? – pregunto Harry extrañado. Para el todo había acabado un mes atrás.

-Primero a comer Harry que falta te hace y te explicamos…- le dijo la Señora Weasley.

Cuando se sentaron el la mesa, Harry quería que le dijeran todo lo sucedido durante su estancia en Privet Drivet. Harry no toco la comida de su plato, durante todo este tiempo su apetito parecía haberse disuelto de su cuerpo; Ron, Hermione y la señora Weasley le contaban, que dumoledore habian tenido mucho trabajo tratando de controlar al profeta y al ministerio para que no se acercaran a el, para interrogarlo u acosarlo. Pero principalmente los problemas recaían en que con la caída "del-que-no-debe-ser-nombrado", muchos de los mortifagos estaban fuera de control, así que el ministerio y la orden estaban ocupados rastreando a todos ellos, ya que sin tener un líder su maldad no estaba concentrada, mientras que otros trataban de llegar al poder. Que equivocado estaba Harry al pensar que todos los problemas estaban resueltos al estar Voldemord fuera del mapa.

Terminaron de contar todo por lo que habían pasado, sin tomar en cuenta el plato aun lleno de Harry, todos menos una persona, Ginny, quien se había reservado a observar a Harry.

Cuando Harry se daba cuenta de que esta la observaba y sus miradas chocaban, Ginny desviaba la mirada nerviosamente y se ruborizaba un poquito (((se ve bonita cuando hace eso))) Harry no sabia por que de estos pensamientos, ahora, Ginny era su amiga desde no sabia cuando, pero lo era, una de las mas allegadas, pero en estos momentos era mejor ignorar esos pensamientos, Ginny solo era la hermana pequeña de Ron (((no tan pequeña…))), con este pensamiento Harry se reprendió mentalmente y bajo la mirada mientras jugaba con la comida de su plato, ya sin escuchar lo que le contaban…

-Tentativamente pregunto Ron -Harry?? –

-Mmm?? – dijo Harry levantando la mirada.

-Que paso con Quien-tu-sabes???-

Cuatro pares de ojos estaban apuntando sobre el, Harry no quería hablar de eso el solo quería olvidar y estar solo, por que los demás no se daban cuenta de eso. De pronto Harry se levanto de golpe de la mesa y dirigió la mirada a la señora Weasley y le dijo… -estoy cansado… señora Weasley… donde voy a dormir? - no queria sonar tan hostil pero no pudo evitarlo.

-Pero Harry queremos… - dijo Hermione

-Hermione por favor no empiezes?- le dijo Harry agresivamente.

-Pero Harry necesitas hablar…. Necesitas…-

-Déjame Hermione… tu no sabes lo que necesito…nadie sabe… - grito Harry volteando a ver a todos a los ojos con desesperación, hostilidad, rencor.

-Harry… - dijo Ginny levemente casi en susurro la volteo a ver y sin mas, volvió a dirigirse a Molly pero mas calmadamente - Señora Weasley…-

-La recamara de los Gemelos - dijo la señora Weasley quien tenia los ojos llenos de lagrimas, agarraba nerviosamente su mandil de cuadros. Con esto Harry se dirigió a la puerta.

-Harry… - dijo Ron Harry quien se levanto para seguir a Harry…

Antes de salir Harry dijo sin voltear. - Déjenme solo… - haciendo que Ron se volviera a sentar dejándolos en silencio al parece nadie supo que hacer o como reaccionar.

Harry no quería que estas personas a las cuales quería tanto, las que consideraba como su familia lo interrogaran, por que Dumboldore no les había dicho lo que sucedió que era un asesino, que no se merecía que lo trataran como un Weasley mas, por que no lo dejaban solo. (((Por que te quieren Harry por eso))) le dijo una vocecita dentro de su cabeza, la voz de su subconsciente.

Harry se dirigió a la habitación de los gemelos sus cosas ya estaban ahí. Se quito los zapatos y la camisa cerro las cortinas de la recamara y todo quedo en oscuras, parecía una cueva, sin luz, lúgubre, reflejaba como se sentía Harry en ese momento, se acostó en una de las camas y se quedo dormido. No le importaba si su cumpleaños iba a ser mañana, dentro de un año o si ya había pasado, el solo quería desaparecer, al fin y al cabo su trabajo en esta vida ya estaba hecho.

Que equivocado estaba Harry, ya que su mejor papel en la vida apenas empezaba y este verano y su próximo año escolar le traerían muchos cambios, cambios que nunca pasaron por su cabeza.