Hey :D

Aquí traigo una viñeta que se me ocurrió mientras estaba en clases y la escribí. Algo corta pero llena de sentimientos. Espero que os guste :)

Advertencia: no soy J.K. Rowling y hago esto sin ánimo de lucro.

Quisiera pensar que todo va bien, que es sólo un mal sueño del que me despertaré pero la realidad sigue presente. Igual si me tomó una poción que me haga olvidar o si practican conmigo un hechizo desmemorizante pueda olvidar pero en el fondo sé que eso no pasará. Puedo olvidar cosas de la razón pero no del corazón, esas siempre están presentes.

Sigo llorando, simplemente no puedo dejar de hacerlo. Él estaba con ella, besándose delante de todo el mundo, sin duda chuleando. Idiota. Y aquí estoy yo, en un aula vacía, llorando por un chico que no merece ni una de mis lágrimas… o quizás no lo merezca yo, ya no lo sé. Con el corazón roto y las ilusiones rotas, cayéndose a pedazos como mi corazón. Invoco unos pájaros. Oigo el ruido de una puerta y me vuelvo mientras secó mis lágrimas. Sólo es Harry. Sin duda él está preocupado pero no puedo evitar comentar con acidez lo bien que se lo pasa Ron en la fiesta. Insensible. De repente, la puerta se abre y entran Ron y la arpía artificial llamada Lavender riendo y de la mano. Duele.

La puerta se cierra detrás de esa. Y encima Ron saca su lado engreído. Furia. ¿Tiene la cara de venir con su novia y encima se chulea? Estúpido. Mi corazón bombea rápido. Rabia. De mi boca sale un hechizo que hace que los canarios ataquen a Ron. Desde luego se lo merece. Salgo por la puerta ignorando a la descerebrada que está afuera y me dirijo al séptimo piso, allí encontraré un sitio para llorar. Pienso en un lugar cálido, confortable y se abre la puerta. No prestó mucha atención al lugar, sólo sigo sollozando. Se supone que después de haberle atacado tendría que sentirme mejor pero eso no ocurre. Me siento aún peor, haberle hecho daño no iba a cambiar la situación. Debo de ser la persona más tonta del mundo…

Amanece. De tanto llorar me quedé dormida. Ahora tengo que dar la cara, ducharme e intentar mejor mi aspecto aunque es una tarea, creo, imposible. Caminó con prisa hacia la sala común de Gryffindor que a estas horas está vacía. Mejor. Subo a mi habitación en la cual todas están durmiendo incluso la superficial rubia de bote. No, no pronunciaré su repulsivo nombre.

Dejó correr el agua mientras intentó sacar fuerzas de dónde no hay. Tristeza. Aún así, gracias a mi orgullo y a mi dignidad consigo recomponerme un poco. Después de todo soy la brillante Hermione. Me arregló lo mejor que puedo intentando que no se noten mis ojos rojos y mis bolsas hinchadas. Pero lo único que consigo es que se note algo menos. Cuando termino ya todas están despiertas. Ignoró la furiosa mirada que me dedica mi compañera de cuarto, la queridísima compañera diría yo. Bajo a desayunar.

Hoy seré fuerte, ayer ya fui débil.