Disclaimer: Los personajes le pertenecen a sir Arthur Conan Doyle / Este fic participa en el Reto Especial de Aniversario: ¡ Nuestro primer año ! Del 221b Baker Street

-¡John! Despierta en este instante - Decía muy entusiasmadamente su compañero de cuarto. A lo que el otro contestaba con murmullos de enfado pero el odio proyectado a su persona no detenía al hiperactivo joven de tratar de llamar su atención. -¿Cómo puedes dormir cuando se presenta algo de esta magnitud?-

Eso consiguió un efecto, el pobre rubio que trataba de dormir se levantó un poco y dirigió la mirada al reloj en su mesita de noche. - ¡LAS 4 DE LA MAÑANA MALDITA SEA! ¡¿Cuál es tu maldito problema?!-

-¿4? Creí que eran las 3, entonces no esta tan mal...-

-Cambio de horario... ¡eso no importa! ¡ Maldición Sherlock, tengo examen a las 7.-

-¿Lo ves? Como quiera tenías que despertar- John solo lo miro con desprecio hasta que el moreno entendio el mensaje y salió de la habitación, ambos sabían que no podría volver a dormir una vez se levantó.

Al fallar tratando de volver a dormir, como era de esperarse, no le quedo más remedio que bañarse, 15 minutos después se encontraba en bata de baño bajando las escaleras dirigiendose a la sala común donde se encontraba su compañero.

Ambos chicos viven en un apartamento en el segundo piso de una residencia de estilo victoriana ubicada en la calle Baker.

La residencia esta dentro del campus universitario donde ambos estudian, y ya llevan cierto tiempo viviendo juntos, eran completos desconocidos al mudarse pero al paso del tiempo adquirieron una relación tan fuerte que se creería se conocen de toda la vida, son el perfecto para el otro... en ocasiones (cuando John no era despertado en plena madrugada).

John se sentó en su sillón y miro expectante a Sherlock, sabía que el moreno no tardaría en actualizarlo. Ahora que lo observaba detenidamente se dio cuenta de sus ojeras, su compañero solía no dormir sus horas ya que siempre estaba en algún caso (tenía que hacer algo en su tiempo libre, según él las materias eran demasiado sencillas y ocupaba algo más para ocupar su mente) ahora se encontraba en su pijama: pantalón azúl que acentuaba el color de sus ojos, playera gris y su bata también azúl la cual lo hacía ver aún más alto, su cabello negro rizado era todo un desorden.

-Estan conectados.- Le dijo Sherlock después de un momento.

-¿Otra vez vas a tener una conversación sólo fingiendo que sé de qué hablas?- Le preguntó John de modo burlón a lo que Sherlock rodó los ojos con impaciencia y trato de explicarse.

-19 de septiembre del año pasado, Roselyn White, fallece de forma misteriosa y los incopetentes policias lo clasifican como suicidio, ninguno de sus conocidos era sospechoso sin embargo una de sus amigas confieza que Rose no era una santa y su novio podría tener más de una razón para buscar venganza solo que convenientemente tenía una gran coartada al haber salido de viaje con su familia a una cabaña descomunicada.. la misma semana del homicidio.-

-Claro que recuerdo ese caso -Le dijo de inmediato John- estabas demasiado seguro de la culpabilidad del chico, pero ¿recuerdas que al regresar estaba increiblemente devastado?-

-Culpa.-

- Amaba a esa chica, pensaban casarse o eso dijeron.-

-Razón por la cual al enterarse de la infidelidad querría vengarze, tal vez no esperaba que la mataran pero es poco probable... no hubiera conseguido una coartada tan elaborada si no pensara que la policia estaría involucrada.-

-Entonces sigues creyendo que hubo un tercero. Alguien contratado por su novio.-

-Pero por supuesto que hubo un tercero, obviamente. Más temprano acompañé a Greg a una escena de otro crimen al noreste del Campus, una animadora fue asesinada lo interesante es que esta vez atraparon al asesino...-

-¿Interesante? Sherlock, la chica esta muerta ¿sabes?- Sherlock rodó los ojos. Alrededor de todo el Campus la gente hablaba del equipo del único detective consultor, Greg el jefe del departamento de policia del campus, Molly una chica que pasaba gran parte de su tiempo en la morgue como aprendiz de una patóloga, Sherlock quien era capaz de deducir a las personas con el mínimo margen de error y John la única persona capaz de soportar al increíble Sherlock Holmes y su, aveces insoportable, personalidad. Además que sus conocimientos adquiridos por ser estudiante de medicina eran útiles en ocasiones.

-John, en algún otro instante me sermonearas sobre la empatía, por el momento déjalo. Como decía, el idiota seguía en el edificio cuando llegó seguridad, en la habitación me di cuenta de que la chica había sido envenenada- Asintió hacia su microscopio y donde se encontraban los tubos de ensayo como diciendo que acababa de revisar la muestra por su propia cuenta- Fluoroacetato de sodio.

-¿El compuesto 1080? ¿Estas seguro?- El moreno asintió expectante, solía hacer esto y esperar a que John le dijera todo lo que sabe sobre ciertos temas como si fuera su enciclopedia andante. Suspiró antes de comenzar. - inhibe la generación de energía principalmente para funciones nerviosas, respiratorias y cardiacas. La persona prácticamente sufre de dolor y convulsiones hasta que muere dos horas después.- Hizo una mueca de disgusto pensando en la pobre suerte de esa chica, Rachel.

Sherlock asintió nuevamente complacido por la eficacia de su compañero.

-¡Exactamente John! Alan Scott es estudiante de artes visuales, esta debajo del promedio y definitivamente no tiene lo que se necesita para un plan tan laborioso, ¿de dónde consiguió el compuesto, John? ¿Cómo alguien que se arrepiente de sus acciones inmediatamente después de hacerlas pudo elaborar un plan tan complicado y malvado?-

El rubio rodó los ojos, Sherlock solía añadir palabras como "archienemigos", el bien y el mal, sólo para dar dramatización a su vida.

-¿Arrepentirse dices?-

- Rachel tenía moretones en el pecho y dedos marcados en los hombros, Molly dijo que murió de falla cardiaca por lo que deduzco que Alan trató de reanimarla sin éxito, la desesperación lo llevo a agitarla del cuello lo que explicaria las marcas en los hombros, se rindió cuando comenzó a convulsionar y comenzó la huída.-

-Pero no consigo entender por qué la relación entre los dos casos... no me mires así maldito genio y explicame.- Sherlock lo había estado viendo con cara de no-me-sorprende-que-no-entiendas.

-Tienes las piezas frente a ti pero no las unes. Rachel y Alan no estaban conectados de ninguna forma, ni sus amigos se conocen, ni un mínimo contacto, ¡Dios! Sus clases ni siquiera son en el mismo edificio, nunca cruzan camino y aún así todo estaba perfectamente planeado, sabía a qué hora serían sus entrenamientos de animadora y la puerta no fue forzada lo que probablemente significa que tenía la llave de su habitación o alguien lo dejó entrar por lo que se introdujo sin parecer sospechoso. Demasiado exacto para ser asesinato aleatorio; nada conectaba a Rose con su asesino tampoco, sus amigos fueron interrogados y los sospechosos tenían coartadas, las coincidencias no existen, John. Esto no fue cosa de suerte. Cuando has eliminado lo imposible, lo que queda, por muy improvable que parezca, tiene que ser la verdad. Cada asesinato fue cubierto hasta el último detalle sólo que no se contaba con que Alan fuera tan impredecible y no pudiera completar la tarea lo que significa que de alguna forma lo obligaron a hacer el trabajo.

-¿Cómo lo pudieron obligar?-

-Empiezas a hacer las preguntas correctas.- La emoción del joven detective iba en aumento. -John, esto es más que un asesino en serie, alguien esta detras de todo esto, es una gran cadena y parece trabajo de una organización, no sólo un hombre.-

John casi podía ver la alegría en su voz pero se conocían ya desde hace un tiempo como para que la situación no le resultara tan incómoda.

-John Watson, estamos ante una gran mente maestra. ¡Al fin las cosas se ponen interesantes!-

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-Ya esta buscandonos-

-Significa que estamos haciendo bien nuestro trabajo- Apesar de no ser capaz de ver su rostro sabía que acababa de alegrarle el día al sujeto del otro lado del teléfono.

-¿No es algo malo? Ese hombre tiene cierta fama, si ya esta siguiendo tus pistas se volvió algo peligoso.-

-Ahora, ¿cómo puede eso ser algo malo si apenas empiezo a disfrutarlo?- Dijo entre risillas.- El juego comienza-

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