Disclaimer: Bleh, los personajes de Hetalia no me pertenecen :|

Canadá x Rusia.-

Y bueno, escribí "Invierno", por qué no su contra-parte? La primavera :3 Al verano no lo decido aun, mucho menos el otoño jaja Nuevamente, dedicado a Silverwind :'D


Primavera.


El clima álgido de Canadá se volvió agradable gracias a la primavera; estación que era disfrutada lo máximo posible por los habitantes del país.

Abrió en par las puertas que daban al patio trasero. Respiró profundamente la brisa fresca y miró por sobre su hombro.

-¿Ves?-sonrió sonrojado-Las flores han brotado.

Sintió el fuerte abrazo del ruso, por detrás y le agradeció el haberse dado un tiempo para compartir.

Ivan lo apretó aun mas, como siempre hacia. No estaba ahí por obligación, sino porque lo deseaba; la compañía del chico se había vuelto una necesidad y la falta de éste, le sentaba muy mal.

Apoyándose en el pecho de Rusia, murmuro que podrían, algún día, plantar girasoles.

"Aunque morirían por el frío…" agregó.

-Pero sabríamos que estuvieron allí-respondió-Que fueron nuestros.

"Nuestros" pensó Matthew, esbozando una sonrisa mas plena.

Lo volvió hacia él, "Como tu eres mío y yo soy tuyo" finalizó, acariciándole la mejilla. Miró tiernamente al canadiense y, al quitarle los lentes, se ruborizo. Se acostumbro a ese gesto que antes le parecía extraño pero que ahora era habitual y placentero.

Se le acercó y apoyo sus labios en los de él, sólo eso, sabia que Matthew prefería esos suaves gestos. Ese era el motivo por el cual se limitaba a dárselos así, salvo cuando lo tenia sentado sobre él, con la ropa rasgada y la piel morada.

Durante lo que duro el contacto, el rubio cerró los ojos y sostuvo las manos del mayor firmemente, recordando cuando en la misma época acordaron una unión, la cual termino siendo una trampa, de la cual ambos no pudieron escapar.

Se separaron, mirándose a los ojos en silencio… Silencio que era interrumpido por los cantos provenientes de las aves del jardín.

"Las flores siempre mueren ¿Cierto?". Aquella pregunta sonó triste, dejando ver que Ivan tenía su lado sensible y perceptivo, enterrado entre cicatrices y heridas aun abiertas.

A esto, el americano sintió una opresión en el pecho, haciendo que sus ojos se cristalizaran ¿Podría protegerlo como dijo? En verdad ¿Podía ser fuerte?

Le preguntó que le sucedía, no entendía tal reacción. Su preocupación aumento cuando las lágrimas asomaron.

-¡Matthew!-exclamo, abrazándolo nuevamente-¿Qué sucede? Dime…

Le acarició el cabello sedoso, para calmarlo. Creyó que dijo algo que lo había angustiado.

-Perdón…-le apretó la camisa beige-Perdón por llorar.

Sonrió y continúo con las caricias.

"Esta bien, llora todo lo que quieras…". Podía hacerlo, porque Rusia sacaría fuerzas de donde sea, aunque no las tuviera, para brindarle una sonrisa y contención.

-Descubrí cosas tan frágiles en el mundo-cerró los ojos-Tu eres una de ellas.

Cuando la calidez del sol se marche, tendrán que despedirse de los colores que las flores y plantas brindan a los ojos. Despedirse de los dulces aromas que vagan por el aire, despedirse de las melodías de los pájaros pero eso no significa que no volverán, que no esperaran juntos agarrados de las manos, aquellas sensaciones que condimentan al amor.


Fue cortito, lo sé 9_9 pero bueno, la idea es transmitir el amor mutuo :'D Si te gusto, review? Sino, esta bien :3

Gracias por leer!