— ¿Te inspiraste en mí? —Preguntó y luego agregó: "En hacer las galletas en forma de gato"

— No.

— No sabes mentir —Observándola con los ojos entrecerrados— Esto es obvio un retrato de mi —Mirando la galleta en su mano— Además de que están repletas de dulzura como yo.

— Que yo sepa, engreído no lo puse como ingrediente.

Chat Noir se rió.

— Me inspire en el héroe de Paris, no exactamente en ti, sino a la figura —Se explicó.

— ¿Eso... es así? —Mirándola sospechosamente— Todavía no he visto galletas de Ladybug.

Marinette se congeló, sin saber cómo rebatir.

— No es lo que crees —Dijo al ver como se le dibujaba una sonrisa petulante.

— No sabía que te habías enamorado de mi —Marinette se quedó perpleja.

— ¡No estoy enamorada de ti! —Chat Noir le mostró las galletas en forma de gato.

— ¡Las hice únicamente porque son lindas!

— ¿Soy lindo?

— ¡Las galletas! ¡No tú!

— Pero las galletas son parecidas a mí, así que técnicamente hablando, soy lindo... —Dijo— Y mucho más para ti, ya que las hiciste.

Marinette estaba roja como si estuviera al lado del horno.

— ¡No es así! ¡Solo fue para venderlas! —Mintió, ya que eso nunca se le había pasado por su mente.

— ¿Y por qué no hacer de Ladybug?—Pregunto con una mano puesta en su barbilla—Tendrías mas éxito.

Marinette miraba esos ojos verdes que la observaban profundamente. Se mordió el labio inferior.

— Creo que no quieres que mi atención recaiga en mi bichito y si hicieras esas galletas, estoy segura que sabrías que me la comería— En eso, su lengua pasa por sus labios relamiendolos, haciéndola sonrojar fuertemente.

— Espérame aqui —Espeto de pronto, levantándose de golpe— ¡No te muevas!

Y se fue de su habitación mientras bajaba rápidamente por las escaleras.


Cuarenta y cinco minutos después.


— Galletas en forma de mariquita —Anunció Marinette con una bandeja repleta de ellas.

Al verlas, el felino se le dilataron sus pupilas, las cuales brillaron con más esplendor que cuando vio las de forma de gato.

— ¿Las hiciste ahora? —Preguntó.

— Recién salidas del horno —Declaró— ¡Cuidado! ¡Están calientes! —Avisó al momento que Chat Noir iba a tomar una.

— Veo que eres muy tímida para admitir que te enamoraste de mi— Añadió, ella seguía colorada, no pudiendo creer que seguía con eso— ¿Así que prefieres morirte de celos?

— ¡No voy a estar celosa!

— ¿Me pregunto cómo sabrá Ladybug? Estoy ansioso por comerla...

Chat Noir seguía sonriendo soberbiamente, lo que le provocaba a Marinette que comenzara a refunfuñar entre dientes. ¡No estaba celosa!

"¿Celosa de mi misma?" JA. (¿De verdad, no lo estaba?)

Entretanto, perdida en sus pensamientos sus ojos azules miraban esas galletas -aun calientes- en forma de mariquita que no tenía intención de comer; en el fondo deseaba que le hubieran salido mal.