Frozen Time
La nieve siempre es bella pero yo encontré algo más bello que ella…lo gracioso es que estuve ciego mucho tiempo pero un día por fin pude verlo con claridad.
Tomoeda Japón
— Shaoran por amor de díos ya levántate tenemos mucho que entrenar hoy—como siempre mi novia arruinaba mi gran momento…pero tenia razón debía despertar, y con pesar mire el despertador… las 4:35 am en punto.
— Meiling serias tan amable de darme por favor cinco minutos para prepararme—la escuche maldecir en voz baja pero se largo, trece años con esa chica y apunto de casarme con ella, no entiendo como seguimos con esa locura, cuando más que novios amigos u amantes parecemos dos completos extraños.
Me levante de un salto busque mi ropa entre todo mi desastre, encontré lo mas cómodo que pude a sabiendas que Meiling se infartara al verme, pero que mas da no siempre vestiré Armani por complacerla, al salir de la habitación sigilosamente bajo las escaleras y aunque no me gusta hacerlo me escondo para escuchar su charla.
— Te he dicho mil veces que no llames aquí, Shaoran puede escucharme… si, ya sé que esto es un negocio… claro que sé que él tiene sus aventuras con cuanta novata se deja engañar… aun asi ambos tenemos una imagen y negocio que cuidar… no empieces con lo mismo sabes perfectamente que él y yo tenemos más de dos años que no dormimos juntos… Sé que es patético pero aunque te amo, no pondré en riesgo todo por lo que he luchado… Con un demonio Liam, tú sabias perfectamente como serian las cosas al aceptar esta relación yo en ningún momento te engañe.
— ¿Hola mi amor que cocinaste el día de hoy?—entre sonriente a la cocina con toda la intención de que Liam me escuchara por la cara de Meiling creo que mi broma salio bien.
— Te llamo más tarde—fueron las mecánicas palabras de la bella chica con cabello largo azabache con mirada rubí que vestía un entallado conjunto deportivo negro con ligeros toque rosas—. ¿Cuánto llevas escuchando?—molesta, mi linda novia me mira intensamente aguardando mi respuesta.
— Acabo de bajar querida ¿Qué, no me ves?—irónico le contesto mientras tomo una rebanada de pan tostado.
— Déjate de tonterías Shaoran, ¿de cuándo acá tú entras llamándome mi amor?—es tan gracioso verla roja por el coraje, trato de mantener la calma y no soltar la carcajada.
— Es solo que amanecí con buen animo, después de todo eres mi prometida, no veo el por que de vez en cuando no pueda tener una atención contigo, pero si tanto te molesta juro solemnemente jamás volver a hacerlo—la miro seriamente y comienzo a comer mientras ella parece calmarse un poco pero el ambiente aun es tenso.
— Debemos darnos prisa, parece que Nail la encontró—inquieta ella comienza a comer su fruta mientras la veo con indiferencia, ya que Nail la encontraba cada dos semanas y siempre se equivocaba.
— ¡Oh que maravilla, la hemos vuelto a encontrar! —soy irónico lo sé, pero enserio ya me había desilusionado tanto al comprobar una y otra vez que los hallazgos de Nail eran erróneos, que ya había perdido toda esperanza de encontrarla.
— Vámonos, hoy no quiero llegar tarde a clases—distraída la veo mirar su celular con insistencia.
Las chicas de servicio levantan la mesa y nos miran con indiferencia, que distinto a cuando llegaron hace un año se desvivían por tenerme bien atendido en todo sentido, con pereza salgo detrás de Meiling, que por su pequeña pelea, no noto que iba vestido con pants sueltos y una camiseta negra suelta, me puse mi gorra de los Lakers para dirigirnos al estacionamiento de nuestra nada despreciable mansión, hoy me sentía rebelde asi que tome las llaves del Lamborgini mientras Meiling aun distraída me lanzo una mirada de fastidio que ignore.
Durante el trayecto ella aun miraba su celular como queriendo traspasarlo, sentí pena por él, pobre ¿qué culpa tenía que mi novia fuera una histérica hormonal? En fin como poner música era un suicidio seguro, me concentre en manejar y asi ignorarla por completo, al llegar a la pista pude ver al pequeño Nail; delgado, cabello negro, ojos pequeños y calculadores detrás de un par de gafas vestido de traje Dolce seguramente y un abrigo de la misma marca, detestaba a ese tipo y sin razón aparente, al estacionarme él se acerca a toda prisa para abrir la puerta a Meiling que lo mira con desdén.
— Después de su entrenamiento los llevare con ella— veo que esta entusiasmado y a la vez temeroso hecho que no me gusta, pero en fin solo suspiro y entro a la pista.
— Shaoran, podríamos hoy solo practicar lo básico ya sabes empujes internos y externos, la verdad no estoy lo suficientemente concentrada para más—la miro incrédulo, ella que se la vivía recordándome que debíamos superarnos a nosotros mismos que siempre podíamos ser mejores ¿me decía eso? ¿Y todo por una pelea con su novio?
— Claro Meiling, no te preocupes, no es como si las Nacionales no estuvieran a la vuelta de la esquina o como si no tuviéramos un título que defender—mi ironía, a veces la odio, vi como sus ojos se llenaron de lagrimas mientras se daba media vuelta hacia la pista.
Claro no lo he mencionado Meiling y yo somos los mejores patinadores artísticos sobre hielo en Japón y el mundo, somos reconocidos por nuestro indudable talento y carisma, a eso hay que agregarle el hecho que lo hacemos desde los 7 años y que ahora reafirmamos nuestra relación con un matrimonio sin amor.
Irónicamente debo confesar en que hubo un tiempo en que la ame con locura y que fuimos felices, pero con el tiempo todo comenzó a decaer entre nosotros, nos alejamos hasta convertirnos en esto, un par de extraños que viven bajo el mismo techo destinados a casarse.
Di un suspiro y ya con mis patines puestos entre a la pista, estar ahí siempre me relajaba y me hacia sentir… vivo y feliz, opte por iniciar mi calentamiento lo mas alejado de Meiling, ya que lo que menos quería era contagiarme de toda esa mala vibra que ella transmitía en esos momento después de un rato comenzamos a dar giros y movimientos básicos, demasiados diría yo. Al concluir nuestro entrenamiento Nail se acerca emocionado para decirnos que sigamos a su Maseratti ya que el conocía el camino hacia ella mejor que nadie.
Con total fastidio me dispuse a conducir siguiendo el Maseratti negro de Nail, mientras Meiling volvía a mirar a su celular, de perfil pude notar como un par de lagrimas se le escapaban… ese Liam debía ser especial, suspire un poco y seguí ignorándola apropósito, me sentía molesto, obviamente no eran celos pero me molestaba esa situación, al detenernos note que el imbécil de Nail nos había llevado a la universidad donde estudiamos, esta vez ese imbécil se había pasado de listo asi que baje del coche molesto a encararlo.
— Pedazo de imbécil, como puedes decir que ella esta aquí Meiling o yo la hubiéramos identificado de inmediato—molesto lo tome por las solapas del traje.
— El problema mi estimado Shaoran, es que no lo hicieron pero es ella lo puedo asegurar, por fin la encontré—altanero Nail se soltó de mi agarre y comenzó a caminar hacia los edificios, cuando lo vi entrara al edificio de profesores, aun sin dar crédito seguí sus pasos.
— Voilà — Nail se detuvo frente a la puerta de la oficina del Limón salvaje apodo que le dábamos afectuosamente a la profesora de Literatura por amargada y loca. Lo mire aun más incrédulo.
— ¿Esperas que crea que el Limón Salvaje es ella?—vi como su rostro se mofo al escuchar el apodo, pero enserio este tipo había agotado mi paciencia.
— Creí que preferías llamarla La afrodita del hielo—irónico Nail llamaba a la puerta
— Pase—fue la única respuesta que se recibió detrás de ella.
Y ahí estaba el Limón Salvaje con su cabello trenzado de una muy rara manera, sus lentes de fondo de botella y vestida tan, pero tan anticuada mente con una blusa de cuello alto con holanes color café, una falda de monja del mismo color, zapatos deformes y medias gruesas, como el imbécil de Nail osaba decir que ese adefesio era mi Afrodita de la nieve.
— Tiempo sin saber de ti belleza por poco y no te encuentro pero él facilito las cosas, sabes ahora entiendo por que lo dejaste mira que vender donde podía encontrarte por algunos dólares fue muy bajo aun para él—Nail tomaba asiento mientras veía como Limón lo veía mientras palidecía—. Y no intentes negarlo hermosura antes de pagarle corrobore toda su información
— Qué demonios quieres Harrys, una medalla al mejor sabueso que pueda haber en este mundo—molesta el Limón se cruzaba de brazos tensa.
— Hacerte una propuesta claro esta, querida pero por favor deja de esconderte tras ese juguete tiene tiempo no veo tu fría mirada.
El limón con desdén se quito esas gruesas gafas de fondo de botella y lo que vi me dejo al borde de un ataque cardiaco, una mirada esmeralda fría y altanera, esa que yo había estado buscando toda mi vida estuvo frente a mi todo este tiempo.
— Y vela aquí la reina de las nieves, la gran y siempre altiva Sakura Kinomoto—Nail sonrió al ver mi rostro desencajado mientras ella lo miraba aún más fríamente.
— Habla Harrys, no tengo todo tu tiempo—molesta limón, digo Sakura lo miraba con una frialdad capaz de congelar todo a su paso.
— Creo que conoces a mis clientes los Li, te hemos estado buscando para que los entrenes, y antes que te niegues piensa esto, asi como el fue tan astuto de encontrarme para venderme tu paradero se lo puede dar a cualquiera, si aceptas yo te garantizo además de tu sueldo, mantenerlo neutralizado por completo—. Satisfecho al ver un brillo en su mirada, Nail se cruzo de brazos dando por hecho que aceptaría.
— Lo pensare y te daré mis condiciones por escrito, creo que el Señor Li es capaz de transportar un documento en perfecto estado a diferencia de su pésima redacción—ella me miro fríamente y juro que me sonroje al escucharla decir eso, mi diosa del patinaje era el Limón salvaje del que tanto me mofaba, a quien tanto odiaba estaba atónito ante todo este Meiling permanecía mirando su celular sin parecer que lo ocurrido le afectase en lo mas mínimo mientras yo…
— Tienes dos días para darme una respuesta, que espero sea favorable para ambos y hermosura es un gusto volver a verte—Nail se levanto triunfalmente —. Y por cierto déjame decirte que debajo de todo ese horroroso disfraz me doy cuenta que sigues tan hermosa como siempre —ella le lanzo una mirada fulminante—. Adiós bello Limón Salvaje.
Cuando escuche eso último juro quería morirme por que ella me miro de manera asesina.
— Lárgate ya Harrys y Señor Li lo veo más tarde en clase.
Eso último me hizo sentir escalofríos por todo el cuerpo, asi que solo asentí y salí de ahí seguido por Meiling.
Al cerrar la puerta Nail nos miró con suficiencia.
— Bien yo cumplí ahora solo esperemos un poco, debo irme y ustedes tienen clases. Por cierto Shaoran ten cuidado la reina de las nieves, me parece que no te tiene en el mejor de los conceptos amigo, suerte con ella.
No pude contestar nada ya que yo mismo me encontraba en un shock total, como mi diosa podía ser eso… ese Limón, pero en fin por primera vez Nail lo había logrado la encontró y me hizo tragar mis palabras.
— Shaoran es hora de entrar a clases—ausente Meiling me toma del brazo para asi encaminarnos a clases cada uno sumido en sus pensamientos.
CONTINUARA
