El cuarto esta en total calma, el silencio lo llena, no hay nada que pueda quebrantarlo al igual que el sueño de las seis personas dormidas en medio del ámbito, a excepción de una.

Solo las respiraciones profundas de cinco personas son perceptibles en aquel cuarto enmudecido por la noche.

Esa es la señal para él.

Con mucha delicadeza sale del futon que lo acobija y con pasos sordos sale de la habitación. Sube al tejado, confidente de sus soliloquios mentales, y se acomoda en lo que parece ser una frazada. Es momento de pasar tiempo consigo mismo, solo la noche y los pequeños sonidos asociados a ella lo acompañan.

Es una noche oscura, las nubes cubren todo rastro de estrellas.

Normalmente a uno debería gustarle estar en completa soledad, es un momento preciado en el que puedes descubrir muchas cosas de ti. Puedes tener momentos de inspiración, creatividad y miles formas de pasarlo bien contigo mismo. Pero como todo tiene sus contras. A veces el estar solo implica enfrentarse a uno mismo, pensar en lo que hace, en lo que es, en lo que vale.

Estando solo en la azotea se enfrenta a esa soledad de doble filo.

Este es uno de los momentos en el que puede sentirse libre, calmarse y tener paz consigo mismo. No es como si esto le trajera felicidad o algo parecido, simplemente lo llena de tranquilidad.

Mira las luces que adornan las casas de su alrededor. No hay nada en especial en ello, son simples focos que iluminan hogares, calles y entradas. Pero eso no impide que la imagen dada por ese conjunto sea bella.

El cielo sigue sin despejarse, las nubes no lo dejan observar las estrellas y la luna que le dan consuelo y esperanza en la noche.

Sus pensamientos comienzan a aflorar, lo llevan primero a repasar sus días para después llegar a las inevitables cuestiones sobre su ser.

Esta será otra de las noches en las que perderá contra la negatividad que lucha por dominarlo.

Dice tener por fin tiempo a solas cuando en realidad siempre esta solo.

No entiende ¿A hecho algo a sus hermanos como para ser ignorado por ellos? Resulta increíble ser aislado por sus propios hermanos.

Pasa tiempo con ellos, no obstante, siente que solo esta él e incluso ni eso. Parece como si su existencia fuera invisible que no solo es soledad lo que siente, también vacío.

No todo el tiempo es así, hay veces en que puede decir con seguridad que todos se la pasan bien juntos, incluyéndolo a él. Sin embargo, es más el tiempo de la indiferencia hacia su existencia que la convivencia real entre los seis.

Es patético. Su mundo gira en torno a ellos. No tiene muchos amigos, si los contara con las manos no llegaría ni a cinco dedos. Solo los tiene a ellos para llenar de alegría sus días de fracasado nini. Se supone que entre ellos deben apoyarse, pero no es incluido en ello.

A sus hermanos no les gusta esa personalidad suya que siempre usa, pero es necesaria, le da confianza. Es un auto engaño que le permite tener la deseada autoestima que no tiene ni por asomo. Vale, que tampoco es que tenga cero autoestima, el problema es que no llega al promedio la suya.

Es gracioso, la imagen que tiene en su cabeza sobre sí y sus hermanos es de alguien que solo sigue a un grupo, fingiendo reír, haciendo creer al exterior que es parte de ellos cuando en realidad solo los sigue. Solo esta ahí de adorno.

Y no, no ha llegado al punto de tener depresión o al menos eso cree. Aún disfruta de muchas cosas, ama a su familia, sus hobbies. Nunca ha deseado morir o no haber nacido. Pero si ha llegado a preguntarse cual es su propósito o meta en esta vida. ¿Vivir para ser un simple nini? No puede aceptar algo así.

A decir verdad le gusta mucho la música, he de ahí que su personalidad un tanto distorsionada haya elegido el chico con estilo que toca música. Su guitarra es una de las cosas que más ama, gracias a ella y a su voz recrea canciones de su ser.

La música le ha salvado muchas veces de su soledad y vacío. Es por eso que empezó a salir de vez en cuando, durante la noche o en la tarde, a un lugar lejos de los sitios que suele frecuentar toda su familia y con su guitarra comenzó a hacer pequeños espectáculos, ya sea en una esquina de una calle, en un parque o donde pase poca gente. Canta y toca porque ama hacerlo, no espera que alguien le aplauda o algo, pero tiene la esperanza de que le escuchen.

Una sonrisa se forma en su rostro al recordar algo que casi olvida por su pesimismo: Sí le escuchan, a veces hasta le aplauden. Para sorpresa suya muchas veces es recibido de buena manera.

¿Lo ven? No todo es tan malo, de algo que puede estar orgulloso es de su habilidad con la guitarra y de su voz.

La sonrisa desaparece.

Lo triste es que no puede decirlo con verdadera sinceridad, con voz alta y con orgullo. Cuando alguien le pregunta o alaga sobre su don responde haciendo menos a su habilidad, ocultando eso con la fachada narcisista que siempre usa. Le es difícil recibir alagos cuando no esta acostumbrado a ello, ya que siempre es él mismo el que se los da. Es toda una contradicción.

En casa no canta como lo hace estando fuera. Si bien, canta una que otras canciones, pero sin ese ánimo que le caracteriza en sus salidas nocturnas. Teme dejarse llevar demasiado por su pasión y molestar con ello a sus hermanos. Digamos que es solo alguien que canta en su casa solo para matar el tiempo.

Nuevamente se siente mal y recuerda.

Baja autoestima eh. Supo que tenía eso al investigarlo. Su lado narcisista apareció como un mecanismo de defensa para cegarlo de su condición, también como una busqueda inconsciente de aceptación a sí mismo y aceptación por parte de los demás. Es algo parte de él y no lo odia, desearía ser de verdad así. Siempre ha admirado a las personas que irradian una firme confianza.

Suspira.

El viento comienza a soplar, no es fuerte, pero con ello logra ahuyentar a las nubes del cielo. Y ahí esta, por fin logra ver a las tan deseadas estrellas y al enorme cuerpo celeste que sobresale de entre todas ellas: la luna. La luz de la luna baña su cuerpo acostado sobre el tejado, aclarando con ello sus negros pensamientos.

Verla a ella y a las estrellas que la acompañan le dan esperanza de que todo mejorará. Desea poder brillar tan fuerte como lo hace la luna, sabe que no llegará a esa magnitud, pero, aunque sea solo un poco, lo logrará. Sabe que algún día podrá brillar aunque una densa oscuridad lo rodee.

Se incorpora y regresa a la habitación donde duermen todos sus queridos hermanos.

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Despierta, sigue somnoliento, frota sus ojos y nota que ya nadie se encuentra en el futon. Observa, aun sentado en el colchón, la ventana abierta que deja entrar la luz del sol, la posición de éste da a entender que pasa ya del medio día.

Se levanta para asearse en el baño; regresa a cambiarse y se pone unos pantalones normales, su característica sudadera azul y unos mocasines de cuero y tacón corto.

Sale de la habitación para ir a desayunar esperando que sus hermanos estén ahí aguardando por él. Pero no hay nadie, ni sus padres, ni sus hermanos. Nadie lo despertó, nadie le guardó una ración de comida.

Resignado decide hacer su propia comida. Al terminarla se sienta y comienza a comer solo en el comedor.

Una tristeza lo acompaña, la soledad no se hace del rogar y aparece también.

¿Es dramático? ¿Exagerado? A lo mejor sea eso; es un fastidio sentirse así. A él siempre le ha parecido que las comidas son muy importantes en una familia, es un momento muy agradable entre todos, hay diversión. Comer solo es algo triste, uno nunca debe comer solo. Las comidas son para degustar deliciosa comida y compartir tiempo... con alguien.

No termina su plato. Va y lo guarda en el refrigerador.

Maldición. A pesar de haberse acostumbrado al trato que siempre recibe de vez en cuando su lado sensible le gana y termina sintiéndose mal.

Nuevamente regresa al cuarto, al ser el único que quedó es responsabilidad suya sacudir el futon y guardarlo. Tarda en hacerlo, el tamaño del colchón es grande por lo que normalmente el trabajo debe ser hecho por más de una persona.

Al finalizar decide ordenar y limpiar un poco el cuarto. Sus hermanos seguro estaran felices de regresar a un cuarto limpio y ordenado.

Termina cansado, pero el resultado lo deja satisfecho. Es siempre cómodo estar en un sitio limpio y ordenado, y más cuando es uno en el que se duerme y vive.

Mientras observa su cuarto decide hacer lo mismo con la casa. Sus padres siempre se van temprano y regresan tarde. Siendo nini debe al menos ayudarles en algo.

Y así lo hace, finaliza su tarea a más tardar las cinco.

Al no tener nada más que hacer se pone a ver la televisión. Sube su brazo en la mesita del centro y recarga su quijada en la mano; con su mano libre comienza a cambiar los canales esperando encontrar algo interesante.

Se está así durante unos minutos hasta escuchar el sonido de la puerta al abrirse. Oye cinco murmullos, reconociendo al instante los dueños de éstos.

Sus hermanos entran a la sala y felizmente va a saludarlos.

—¡Oh, brothers! ¿Cómo les fue en este magnífico día iluminado por el sunshine? —. Sus hermanos hacen caso omiso a sus palabras de bienvenida y buscan sitio para sentarse.

No se rinde, busca plática que comenzar.

—Han llegado juntos ¿eh? — voltea su mirada al sexto hermano que miraba concentrado a su celular— Totty, my brother, ¿has sacado nuevas fotos de los bellos paisajes viviendo en esta ciudad? —antes de poder continuar es interrumpido por el menor.

—Karamtasu nii-san ¿Si sacudiste y guardaste el futon? —. En ningún momento despegó su mirada del celular.

—Ah, si... también arreglé nuestro cuarto. Quedó perfect — puso su sonrisa usual de confianza.

— ¡¿Eh?! ¿No tiraste nada nuestro verdad? Oh, Dios. Dime que no desacomodaste mis revistas porno —habló el mayor de todos. Su única preocupación y comentario fueron sus revistas porno.

Al escuchar esto todos se sobresaltaron y atacaron al segundo hermano con las mismas preguntas.

—Estúpido Cacamatsu, te mataré si tocaste algo mío. Se podrían contaminar y volverse igual de dolorosas que tú —el cuarto hermano le miraba de forma amenazante.

—Don't worry brothers, yo nunca dañaría algo importante para ustedes. Solo limpie lo primordial para dejar nuestro cuarto como un sitio para dioses. Estoy seguro que quedaran maravillados por el suelo que, libre de suciedades, ha quedado tan brilloso como el cielo por la noche —. A ese punto sus hermanos nuevamente le habían ignorado. Sin oír lo que decía le dejaron hablar a la nada.

Una risa corta y profunda salió de boca y salió de la sala.

Realmente se había acostumbrado, pero el dolor parece no querer irse por completo. Necesita salir otra vez a cantar. Sube al cuarto y se cambia de ropa, si va a salir debe hacerlo son su fashion. Coge su guitarra, la guarda en la funda y baja con ella a la entrada de la casa, la deja ahí y se dirige de nuevo a la sala de estar.

—Brothers, saldré a contemplar el anochecer. El bello cielo pronto se verá invadido por las beautiful stars and the moon. Mis ojos piden a gritos presenciar tan bello espectáculo.

—Dios, ya largate entonces — habló ichimatsu mientras acariciaba a un gato. Le miraba molesto, su mirada le decía la molestia que era en esos momentos.

Karamatsu solo sonrió y se despidió con un movimiento de su mano derecha, utilizando solo el índice y corazón saludó como si de militar se tratase.

Salió de la sala, fue a la entrada, se colgó su guitarra y emprendió su camino con mirada melancólica. Hacía un poco de frío, pero se sentía bien. Pronto su desahogo se efectuaría.

Hoy la música de nuevo lo haría sentir bien.


Perdonen mi posible mala ortografía y redacción.

Los personajes no son míos, son de Akatsuka sensei que en paz descanse.

La imagen de portada no es mía tampoco, la encontré por ahí y me gustó mucho. Si hay algún problema con el autor por usarla la quitaré, si alguien conoce al autor díganme por favor. Gracias.

Holis, otra historia. XD

A mi me encanta Karamatsu y amo los fics donde lo torturan emocionalmente. (Suena cruel, lo sé)

Así que yo quise hacer uno, pero no uno donde este el Karamatsu depresivo con tendencias suicidas sino alguien con baja autoestima que busca cambiar. Arreglar las cosas consigo mismo y con sus hermanos.

Y como verán, soy pésima con las sinopsis, pero algún día se arreglará.

Saludos y gracias por leer.