Disclaimer |©Shingeki no Kyojin/進撃の巨人, sus personajes y trama son propiedad de su autor, Hajime Isayama. La trama de este Fic pertenece a ©Coorp. CharlyLand. Creación sin fines de lucro sólo recreativos.
Notas| ¡Holis mis periquitos hermosos! ¿Qué tal todo por allá? Ojala todo bien. Si no, les envío un abrazo de oso loco. He aquí un nuevo proyecto. Chiquitito, porque sí, venga, que últimamente mi cabeza maniática solo ha estado en drabbles. Y pues, este es igual. Agradecería mucho me le dieran una oportunidad. Gracias por todo mis amores.
&palabras: 540
A | Samara 'Sammy' Anderson, por su happy birthday; ElisaM2231 porque me aguantas aunque ande de alborotadora: Luna de Acero, porque es mi husband hermosa y perfecta.
Al Fic.
Él, hada despistada
1
.
'Y al final del infierno estabas tú'
.
Cuando tenía catorce años mi madre murió.
Un cáncer invasivo de estómago no las arrebató a mi padre y a mí de las manos en menos de un parpadeo. La pequeña isla de felicidad que era nuestra familia, fue arrasada por un tsunami de impotencia y dolor. Ya que todos los dulces recuerdos y las brillantes esperanzas fueron consumidos en un fuego vorágine de seis meses de lucha a contra reloj, en la que mi padre trataba infructuosamente de paliar su agonía, mientras yo solo podía verla desde la puerta de la habitación del hospital en donde permaneció hasta su muerte.
Fue doloroso el momento en que ella exhaló su último suspiro en medio de un llanto silencioso mientras me acariciaba el rostro, pues sentí como si me hundiera en un mundo de vegetación oceánica y escombros, frío y funesto, un torbellino de sentimientos a los que no pude definir y se quedaron estancados en el nudo de mi garganta y en las lágrimas ardientes que no derramé. Por otro lado mi padre quedó reducido a una figura silenciosa que perseguía entre delirios en cada rincón de la casa, desde el alba hasta el crepúsculo, la huella con olor a lavanda y risa musical que mi madre había dejado en nuestro hogar y en nuestras vidas.
Nos volvimos dos desconocidos viviendo bajo el mismo techo. Un par de fantasmas que navegaron durante meses eternos en un fangoso mar de deseos egoístas, lamiendo nuestras propias heridas sin brindar y buscar consuelo en el otro, hasta que el estado de shock prolongado me alcanzó una tarde de primavera, en la que el vidrio roto de un espejo cortó las venas de aquel hombre que yo había olvidado. Verlo reducido a aquel despojo de llantos ahogados e incontrolables que pedían mi perdón por tratar de abandonarme, derribó la delgada represa emocional que yo había construido y tratado de mantener desesperadamente. Entonces lloré con él, acunándolo en mi pecho, brindándole un soporte, aunque mis adolescentes y endebles hombros no pudieran soportarlo. Lloramos entre las gotas carmesí que manchaban mi ropa y el suelo, para vaciar nuestras almas hasta convertir las lágrimas en bocanadas incomodas y sollozos ruinosos.
Con dos maletas y sin mirar atrás, escapamos de ahí, separándonos de todo para hundirnos en aquel lugar olvidado buscando sanar las heridas. O más bien, conmigo entregando pedazos de mi corazón para reparar el suyo de cristal. Creo que al final hubiese terminado completamente vacío y roto si no hubiese sido porque le conocí.
A él, aquel ser de aspecto hermoso y frágil, de presencia etérea, como si su existencia fuese parte de la brisa y los suaves rayos de la luz solar. Él, quien habría de elevarme entre esporas de dientes de león para resguardar mí atormentado ser de las espinas de cardo en la que me encontraba.
Le llamé 'mi hada'
Una peculiar hada que todos veían como un estorbo, pero que a mí me hechizó desde el primer instante en que mi mirada se cruzó con la suya, y sus labios se curvaron en una sonrisa chiquitita y curiosa mientras me apuntaba con su delgado y pálido dedo, y liberaba en un murmullo encantador:
«Hombre sol»
Notas finales:
Bueno, y ahí está el inicio de esta cosita. No será tan larga. Solo unos tres drabblecitos. Me gustaría me dijesen que les pareció. Podies dejármelo en la cajita de reviews, en recompensa le enviaré galletitas con chispas de chocolate.
Con amor
Charly*
