Los personajes no me pertenecen, hago estas historias sin fines de lucro y bla bla bla.

Espero disfruten tanto leyendola como yo haciéndola.

Gracias a tod@s los que han leido mis fics hasta ahora, espero les agrade la presente historia, y sin mas preámbulo, que la disfruten.

En el Neko-Haten, un par de amazonas sostienen una conversación:

-¿Estás segura,bisabuela? ¿De verdad funcionará está vez?

-Estoy segura, querida bisnieta. Este incienso es muy poderoso, lo mandé traer directamente de nuestra aldea; cada quinientos años, cierta planta con la que está hecho este incienso florece, es precisamente su flor la que hace que el hechizo funcione.-¿Pero como funciona exactamente?-Induce a quien lo respira en un estado de sueño profundo, haciéndolo que fantasee con aquellos deseos reprimidos que celosamente guarda su corazón, sobre todo los de índole sexual, al despertar, en lo único que puede pensar el sujeto hechizado es en realizar sus sueños. Lo malo es que el efecto de este incienso solo puede usarse está noche precisa, que los astros están alineados de manera exacta, si no, no funcionará. Tendremos que invitar al yerno a cenar, tú te pondrás tu vestido menos recatado y le harás insinuaciones, para cuando prendamos el incienso, en lo único que pensará es en ti y en el deseo de hacerte suya, cuando despierte, tú te dejaras hacer lo necesario para que te deshonre y así se vea forzado a casarte contigo.-¡Bisabuela, es un plan genial! Pero Airen no va a querer venir solo porque sí--Lo sé, querida bisnieta, para eso debemos tenderle una trampa; si sabe que lo invitas tú no va a querer venir, así que tendremos que mentirle. Ahora a prepararnos, sígueme mientras te cuento lo que haremos-

Ambas mujeres siguen conversando mientras preparan lo que sucederá por la noche.

Un par de horas después, en la casa Tendo, un misterioso sobre es encontrado en la puerta teniendo de destinatario a Ranma Saotome

"Apreciable Ranma:

Tenemos el honor de invitarlo a una cena gratis en el Neko-Haten el día de hoy en punto de las 7 PM.

Lo esperamos sin falta.

P.d. la cura a su maldición le estará esperando"

-Esto definitivamente me huele a uno de los trucos de Shampoo y su bisabuela, no creo que debas ir, Ranma- decía Una preocupada chica de cabello corto azulado.

-Puede ser, pero ¿Y si de verdad tienen la cura para mí maldición? Además que es una cena gratis- contestó el aludido rascándose la barbilla.

-Tu siempre pensando en comer- dijo molesta Akane.

-¡Ah, ya sé!- expresó Ranma chocando su puño contra su palma.

Mas tarde, en el Neko-Haten, alrededor de las 7 PM.

-Buenas noches- expresaba un chico de cabello negro trenzado ingresando al café.

-¡Airen, viniste!- le contestaba una mujer china de cabello morado que vestía un corto vestido al estilo oriental, rojo con un pronunciado escote mientras se le colgaba del cuello, restregando todos sus atributos en el cuerpo masculino.

-Buenas noches, Shampoo, tú nunca pierdes la oportunidad ¿Verdad?- decía una molesta Akane.

-Chica violenta también venir- contestaba la aludida con desprecio en la voz.- ¿Por qué estar aquí?-Bueno, pues la invitación no decía que no podía venir acompañado. – respondía con fingida inocencia el chico.

-Buenas noches, gracias por la invitación, Shampoo- saludaba una afable Kasumi, seguida de Nabiki, Soun, Genma y Nodoka, que también saludaban al entrar.

-¡Toda la familia venir!- decía un poco decepcionada la amazona menor.

-Buenas noches- también saludaban Ryoga y Ukyo al ingresar al local.

-¿Ustedes también venir?- era cada vez más visible la molestia en la chica de largo cabello morado.

-A mi me invitó Akane- hablaba un emocionado Ryoga.

-Yo vine para impedir que uses tus trucos en mi adorado Ran-chan- cruzada de brazos se expresaba Ukyo.

-¡Oh, muchos invitados!, Por favor, pasen y tomen asiento, en un momento más estará la cena- respondía una extrañamente amable Cologne al salir de la cocina. -Shampoo, ven un momento por favor.

-¿Por qué invitaste a Ryoga?- decía un celoso muchacho de ojos azules en el oído de Akane.

-Entre más seamos menos oportunidad tendrán esas dos de hacer algún truco, aunque con nosotros era suficiente, Ukyo no era necesaria- le contestaba una también resentida chica a Ranma.

-¿Celosa?- decía el aludido mientras le picaba la mejilla a la chica con aire burlón.

-¿De ti? ¡Ja! Sigue soñando, Saotome- hablaba Akane al tomar asiento junto al aludido en la gran mesa que estaba enfrente.

Mientras tanto en la cocina, una joven y una vieja chinas dialogaban:

-¿Ahora que haremos, abuela? Está aquí todo el mundo-

-No podemos detenernos, el incienso no será efectivo hasta dentro de quinientos años, debemos usarlo está noche. Sigue con el plan, tienes que insinuártele al yerno toda la cena, métetele por los ojos, que no piense más que en ti, al final de la noche encenderé el incienso, debemos jugarnos el todo por el todo. Así que usa todos tus encantos, bisnieta.-

-Sí, bisabuela. También ya encerré a Mousse convertido en pato para que no interfiera--Muy bien, ahora, a seguir con lo planeado-

Los platos iban y venían de manos de una voluptuosa amazona, que nada discretamente, cada que podía rozaba sus pechos contra Ranma, se agachaba coquetamente al tirar "por accidente" los cubiertos siempre cerca del chico, mostraba sus encantos nada inocentemente ante el muchacho de pelo azabache, causando sonrojo e incomodidad en éste a más no poder. Para ningún comensal pasaba desapercibida la actitud de Shampoo pero la obviaban y seguían deglutiendo, excepto Akane y Ukyo, que estaban mucho más que enojadas pero trataban de llevar la fiesta en paz.

Terminada la cena, Cologne apareció con una bandeja de galletas y té, con su rostro cubierto por una pañoleta.

-Especiales para nuestros distinguidos invitados- decía al colocar los vasos en la mesa.

-Puede que estén intentando hechizarnos con eso- le susurró Akane a Ranma.

-Sera mejor no tocarlas y…- el chico no pudo terminar la frase al caer roncando sobre la mesa.

Ya se había comenzado a apoderar de todos los presentes un pesado sueño, no podían mantener los ojos abiertos, y poco a poco, comenzaron a sucumbir ante los poderes de Morfeo. El incienso, que llevaba un tiempo encendido, acababa de empezar a surtir efecto.

-Shampoo, Shampoo, niña tonta, le dije que se colocará un pañuelo en el rostro- sostuvo la venerable anciana al ver a su bisnieta tirada en el piso visiblemente acompañando al resto en el reino de los sueños- ¿O no le dije? ¡Nah! Un par de sueños húmedos no le harán daño ¡ja,ja,ja!.

En la cocina, un chico convertido en pato que también había aspirado el incienso hechizado comenzaba a tener muy agradables sueños.