BNHA le pertenece a Horikoshi-sensei

MY BROKEN HERO

The side story of Ground Zero

[Prefacio]

Las noticias no dejaban de reproducir esas voces molestas de aquella tarde en la prefectura de Kento, las imágenes del cielo aquel día, peculiarmente soleado y muy caluroso, eran trasmitidos como cualquier asunto del clima o espectáculos, y sí, sobre todo como espectáculo; los videos se habían vuelto en la comidilla de todos los noticieros –un asunto muy redituable–, reproducidos de día y de noche, en la madrugada y en la tarde, la hora familiar.

La infame noticia se había convertido en un caso insólito en sí, no por su inmotivada emergencia del impactante caso, sino porque fue el culmen de todas las atrocidades aprobadas por la sociedad misma. La noticia era la muestra más cínica y clara de la era de los héroes y el cómo ésta funcionaba.

La gente parloteaba de aquí, allá. Los intelectuales gritaban desde sus plumas una profunda indignación, los políticos callaban y concedían a más de uno la razón con pronta justificación moralina; los adultos miraban incrédulos y especulaban sin fundamentos sólidos, los ignorantes exigían castigo y sentenciaban penas, incriminando una sola cabeza; los menos desfavorecidos y los más proclives a la violencia se tentaron nuevamente a iniciar otra liguilla de villanos para desestabilizar la enferma ciudad con fiebre heroica; los niños, por otra parte, decepcionados y entristecidos miraban en las pantallas al protagonista de aquella noticia.

La policía bajó la cabeza y pidió disculpas, los miembros de la organización de Héroes tensó sus puños y tras las máscaras heroicas que ocultaban su identidad mundana, aceptaron las responsabilidades, prometiendo enmendar el comportamiento del protagonista, puesto que él era el único culpable de todo este ajetreo y difamación. Si iban a caer todos, era mejor que cayera uno solo ya que los discursos baratos de Justicia y Paz del fallecido héroe número 1º de todo Japón y parte del mundo, All Might, eran invalidas cuando se trata de héroes pedantes como éste, protagonista de esta historia.

Pero, ¿a qué se debía tal ajetreo? ¿Por qué los ciudadanos, de una sociedad de héroes, no dejaba de especular de un caso en especial de sólo uno de todos aquellos encapuchados? ¿De quién se trataba, dueño de aquella tragicomedia de la farándula barata y política irrisoria?

Esta no es la historia de un héroe victorioso, de un villano derrotado y la prefectura reducida a escombros por la salvaje y épica pelea, aunque en esencia sí, pero la historia no versaba tanto en que había un héroe que salió victorioso contra un villano que perdió ridículamente ocasionando que la prefectura de Kento haya quedado en ruinas, sino que el problema era mucho más allá de la simple formula de que el bueno haya derrotado al mal.

El problema se centraba en que aquel héroe, en proclamas de la justicia, se excediera del ejercicio violento de repartir justicia contra los malhechores. Así es, el exceso de fuerza imprimida contra el villano le arrebató la vida y le desfiguró el rostro haciéndolo irreconocible hasta para sus mismos compinches. El héroe había excedido el impacto de sus puños, su peculiaridad se había potenciado contra un cuerpo que ya estaba en el suelo derrotado. El héroe arrebatado por la ira y el tempestuoso fragor de la batalla lo hicieron perder los pocos estribos que tenía y acometió contra el pobre villano en el suelo.

Los videos reproducían sin descanso aquellos 15 segundos en todas las televisoras, un héroe con el brazo derecho roto y sangrando, notoriamente agotado y muy ofuscado, apenas y podía mantenerse sobre sus rodillas mientras que su única mano disponible golpeaba sin descanso el rostro magullado y doliente, graznaba por clemencia, pero aquel héroe hecho una furia arremetía con más fuerza contra éste, aullaba rabioso cual bestia indomable e irracional. Sus gritos ahogaban los gritos del infeliz villano.

Crueles imágenes como para ser vistas en la hora de la comida.

La sociedad nipona veía con espanto aquella escena, indignados cruzaron los brazos e increparon por una justificación.

Realmente poco importaba el cruel destino del villano asesinado por el héroe, lo realmente importante era ¿esta licencia que tienen estos héroes marca en sí un límite de sus acciones para destruir legalmente bajo el nombre de la justicia a cuanto cuerpo señalado como villano se le presente? Si no es así, es un tema del cual preocuparse. Además, recuerden la prefectura, por culpa del quirk del famoso héroe quedó en ruinas y sin mencionar que al menos 11 vidas civiles se perdieron a resultado de sus infructuosas acciones.

No importa como sea visto el caso, el infame de esta historia no era el villano que perdió la vida bajo la brutal fuerza ejercida por este supuesto héroe ni mucho menos eran los ciudadanos que perdieron la vida por el desastre de incendios y explosiones de gas y nitroglicerina provocadas por el héroe, sino, más bien, el infame aquí era el mismísimo héroe.

Infame héroe, ahora todo el mundo lo tenía en la mira, señalándolo y culpándolo de todas las atrocidades. Infame héroe que acaparaba los reflectores, acosándolo y desdeñándolo de la peor manera.

Des-acreedor del apelativo de héroe, lo redujeron a perro rabioso del Estado.

La gente con miedo se preguntaba, ¿a cuantos morderían si el Estado decidiera quitarles a todos los héroes sus bozales? El gobierno actuó rápidamente y lo llevaron a los tribunales, enjuiciándole de exceso de violencia "injustificada", él apenas y pudo protestar iracundo y afligido, un bozal en la boca y sus brazos impedidos de moverse por una camisa de fuerza y las guardias perrunos que resguardaban sus costados lo retenían contundentemente. Estaba débil, su brazo derecho enyesado y con el tímpano del oído derecho destrozado, veía agónico cómo en el estrado sus padres lo veían aterrados por culpa de aquel espectáculo trasmitido en vivo.

Amigos y antiguos compañeros de la academia lo miraban con estoica expresión, algunos preocupados y otros con el entrecejo fruncido, recriminándole en silencio el porqué de sus acciones, y entre todos ellos, estaba ahí el nuevo Símbolo de la Justicia, amigo de la infancia y rival. Aquel joven hombre lo miraba paciente, en un rictus lleno de calma, severidad, pero comprensivo de la situación, sabía del triste acontecimiento perpetrado por su amigo y poco podía hacer más que dejárselo en las manos del juez que leía la defensa. El único apoyo que podía brindarle a su amigo era estar del lado de la defensa asegurando enfrente de las cámaras que este acontecimiento no repercutiría en el tejido social. Ambos se miraron por el rabillo de sus ojos, el acusado no lo quería aquí, no cuando estaba en un estado tan deplorable. Tan lamentable.

Las cámaras se posaban sobre él, las increpantes miradas los juzgaban sin un veredicto mientras que a él no lo dejaron explicar el por qué su bestial rabia contra aquel villano ¡porque sí! Aquel que murió bajo sus puños era un vil villano que había provocado la muerte de muchos, ¡aquel villano lo había llevado a aquel límite de su cordura a salvajismo desenfrenado! Su voz se quebraba en una extraña mezcolanza de rabia e infinita tristeza, ¿estaban olvidando quién era el villano y el héroe? Dolor en sus palabras, nadie lo dejaba defenderse por sí mismo, su orgullo herido.

Nadie lo escucharía, aun cuando desagarrara su propia voz; la fuerza iracunda de sus palabras acentuaba la acusación y llenaba de desagrado a los de la tribuna.

¿Es que, acaso, lo estaban juzgando como un héroe villanizado?

Gritó desesperado, colérico, cansado de toda esta mierda. Su abogado posó su mano en su hombro y le dirigió una mirada restrictiva, diciéndole lo suficiente como para soltarse violentamente del agarre, asqueado de aquel abogado puesto que aquellos ojos negros atravesaron su débil cuerpo y lo obligaron a volver la mirada hacia el juez, quien con una ceja alzada y en silencio lo observaba.

Violento, egocéntrico con severos trastornos de ansiedad y poco empático hacia los demás.

El juez alzó la voz, una sosa y muy grave, e hizo una pregunta al representante de la asociación de los héroes: "¿Cómo consiguió la licencia de héroe este muchacho?", la pregunta hizo que el aludido lo mirara con sorpresa e incredulidad.

"¿Por qué en su historial clínico no localizo que el acusado tiene el síndrome de Asperger? Bueno, sea o no sea así, este joven se le será revocada la licencia de héroe hasta nuevo aviso, además, será necesario que le traten clínicamente, es un peligro tanto para la sociedad civil como para la sociedad de los héroes. No necesitamos héroes emocionalmente inestables".

La audiencia quedó en silencio.

"Un año en prisión será lo suficiente para pagar por los daños cometidos contra la integridad de los residentes de Kento, los fallecidos y por quebrantar la ley de tomar la vida de otro ser humano, villano o no, la pena de muerte está en manos de los tribunales y no en las manos de los héroes, exhéroe Ground Zero." Bajó la mirada para verlo mejor, los ojos carmesíes del acusado lo miraron desorbitados. "Considera que un año en prisión y un tratamiento intensivo psiquiátrico por 3 año es lo mejor que puedo ofrecerte"

Quedó callado, aun cuando quisiese hablar no podía.

"Si tras estos tres años no consigues que tu psiquiatra te dictamine como alguien psico-patológicamente sano y estable, entonces, tu licencia será revocada para siempre, Bakugou-san."

Katsuki volvió la mirada a su alrededor, su madre siempre ruidosa se quedó callada por primera vez en su vida, helada por la injusta noticia mientras que su padre, siempre tranquilo y calmado, se cubría el rostro con ambas manos, ocultando sus lágrimas, como padre lloraba en silencio y amargamente, no podía hacer nada. Era ya muy tarde, su hijo, único hijo había cometido un error, sí, pero esto pudo evitarse si como padre hubiese sido más exigente con él.

Masuro y Mitsuki se tomaron de las manos y juntando sus frentes, con los ojos cerrados, se percataron que era demasiado tarde como para sentirse culpables de este infortunio.

Katsuki dejó escapar una exhalación de total incomprensión a lo que pasaba a su alrededor, completamente ido. Miró a todos los lados, su abogado defensor le sonrió falsamente y le susurró algo en su oído derecho. Miró de reojo a sus antiguos compañeros y colegas… los rostros se desfiguraban borrosas y espantosos, el brillo de las cámaras y reflectores lo cegaban lentamente, su cuerpo lo sentía desfasado y muy pesado. Sudaba a cantaros, y sus rodillas temblaban. Una gota de sangre cayó lenta de su labio inferior, recorriendo su barbilla hasta caer en su playera anaranjada.

Entonces, el joven adulto de blondos cabellos recordó que estaba 50% sordo, su mano derecha estaba enyesada y su cabeza quería explotar en mil pedazos.

Recordó que, si por él fuera, mataría a todos estos imbéciles ahora mismo.

Avergonzadas lágrimas rodaron por sus laceradas mejillas y su lastimero llanto se volvió en un estruendoso grito lleno de cólera, espantando a todos los presentes gritó tan alto como pudo, ensordeció al juez y a su abogado, escupió colérico su indignación haciendo que los héroes ahí presentes se colocaran en posición de ataque para contrarrestar sus impulsos violentos, asustando a más de la mitad de los guardias que por inercia retrocedieron de sus lugares, no querían probar la crudeza de sus golpes.

Dio dos pasos adelante con impronta, mostró amenazante sus dientes y encillas cual canino rabioso.

¿ELLOS QUE SABÍAN DE ÉL?

Nada, ellos no sabían absolutamente nada, pero poco importaba saber de él cuando lo veían actuar cual perro, echando espuma de la boca. Realmente no hacía falta conocerlo para poder juzgarlo.

Lo que motiva al castigo son las acciones, no las personas mismas. Y eso los héroes lo sabían muy bien.

Los guardias, recuperados, lo echaron contra el suelo, gruñó indomable y resistió lo más que pudo, desesperado de quitarse de encima a estos bastardos. Las cámaras grababan en directo, la gente tras el televisor miraba disgustada tal escena, calificándolo de un simple acto violento por parte de un exhéroe vanidoso.

No obstante, su natural resistencia a ser dominado por otros no era violencia, era sólo suerte de un episodio de ansiedad de querer salir corriendo de este maldito lugar y destruir todo a su paso, pero ¡oh!, él jamás atacaría a alguien indefenso ni mucho menos comenzaría una pelea si no lo hacía de frente.

Relajó el entrecejo, su cuerpo comenzaba a sentirse entumido y adormilado, siguió resistiendo por instinto. Era mejor romperse a ceder a los resquicios de aquellos altos mandos sin nombre. Se aferraría a su único sueño, poco le quedaba.

Y cuando al fin cerró los ojos, cansado, la trasmisión en vivo terminó a las 15:42 hrs. un 17 de julio, los siguientes comerciales fueron de una marca famosa de pasta de dientes; los que veían el juicio como cualquier programa de televisión en un tranquilo martes, apagaron el dichoso aparato o le cambiaron de canal como si nada hubiese ocurrido.

Un héroe con hinchado orgullo se había quebrado.

Probablemente desde hace semanas atrás al acontecimiento.


Notas:

1. Bakugou y toda la Clase 1-A tienen la edad de 24 años en este juicio.

2. A cómo va el manga, presiento que All Might morirá y Midoriya (DEKU) ya hizo su nombre en la sociedad y se ha vuelto en el emblema de la justicia.

3. No quiero salar las cosas, pero nerfearán descaradamente a Bakugou y sumando que sus habilidades para relacionarse socialmente no son buenas, no será popular y probablemente ni siquiera alcance el segundo lugar en los rankings de popularidad en la sociedad de héroes; y si no es así, me lo evangelizaran como a cualquier pela-gatos y de ser así, prefiero que muera.

4. Bakugou en el manga está en transición de entender el nakama-power, pero pensando seriamente, tal vez no sea fácil para él, no es que considere que tiene el síndrome de Asperger (del espectro Autista), pero Bakugou manifiesta muchos síntomas y da para sospechar que tal vez Horikoshi piensa llevarlo a otros lares discursivos. Solo rezo para que Kohei no se conforme con darle un final muy shonen.

5. Ground Zero porque según leí que ese iba a ser su nombre de héroe. Me gusta el nombre, suena muy rudo y sofisticado, muy Bakugou.

6. Con este fic incursionaré con el personaje de Bakugou y la cuestión de qué es ser un héroe en tiempos como estos, donde los medios y los espectáculos maquillan la labor heroica.

Bueno, demasiadas notas xD Sin màs, estoy abierta a cualquier observación y mano ayuda. ¡Siéntense libres de criticar!

Nos vemos!