Disclaimer: Solo la trama es mía en esta historia, los personajes, nombres, lugares, etc. Pertenecen a la mente del magnífico Rick Riordan. Los hechos que se asemejen a la realidad son pura coincidencia.
Camp-Hotel: Patitas Bellas
Problemas De Fondos
Era un día cualquiera en el campamento Half-Blood. Hacía calor ya que Apolo se dedico a iluminar la gran estancia con su inmenso y brillante sol. El campamento se notaba, como siempre, alegre y, después de haber derrotado a la temible Gea tres años antes, bastante tranquilo.
El ruedo de la arena estaba abarrotado de adolecentes de entre 12 a 19 años, quienes observaban tranquilos como un chico musculoso y bastante alto jugaba, con lanza en mano, rudamente con un muchacho delgado, de estatura media, piel bronceada, ojos celestes con pintas cafés, bastante ágil y con pinta de duende de Santa Clouse latino, pero eso no bastaba ya que el otro muchacho... No, perdón si te fijas de cerca te das cuenta de que es una joven de unos 18 años, alta, musculosa, de ojos cafés oscuros y una sonrisa juguetona y algo inquietante. El pobre muchacho que apenas si lograba frenar las estocadas de la lanza de la joven, tenía la cara perlada de sudor y con todos los músculos de los brazos tensos por la fuerza con la que se defendía. Al contrario la joven estaba en perfecto estado, sin transpirar, con un pañuelo rojo en su cabello castaño oscuro que le llegaba en una coleta un poco más abajo de los hombros.
De un movimiento rápido la chica, ya cansada de el ritmo que seguían sin ir a ningún lado, saco una daga de su cinturón agarrando con esta y la punta de la lanza la mitad de la espada de su contrincante haciendo que la espada resbalara de sus manos sudadas y quedando así completamente indefenso en el suelo. Entre un sonoro aplauso y vítores divertidos la chica envaina la daga y arroja su lanza al suelo para darle una mano de ayuda al chico a levantarse, y una vez de pie el joven abraza por la cintura a la chica le atrae hacia si mientras le planta un beso corto y casto.
No te parece que fuiste muy ruda con tu adorable y guapo novio. – Dijo el chico susurrándoselo al oído de la joven.
Perdón, pero Liam Hemsworth está por aquí y no lo vi. – Le respondió la joven separándose y haciéndose la que buscaba a alguien en específico.
¿Claire, pero que acaso lo prefieres a él a que a mí? – Dijo el muchacho con aire ofendido que se le veía muy creíble al ser Hijo de Hermes, el dios de las mentira y los ladrones.
Chris, tu eres guapo, adorable y todo lo que quieras pero no intentes compararte con Liam Hemsworth por que tu estarías en el poso más profundo del Tártaro mientras el descansa con un sirviente que le da uvas en la boca, en el cumbre más alta del Himalaya. – Respondió Clarisse con un leve toque de reproche en su vos pero acabando riendo al ver la cara de su novio al escuchar la explicación de ella.
Así, juntos y abrasados de dirigieron riendo hacia las puertas dobles de la arena donde ya no quedaba nadie, salvo ellos dos.
A lo lejos se podían observar las grandes colinas de pastos verdes que rodeaban los campos de fresas que no se veían muy bien a comparación de las cosechas anteriores. Mientras un grupo de chicas y chicos recolectaban las fresas maduras y otros jóvenes hacían crecer las plantas como si ellas los obedecieran, obvio talento de los Hijos de Deméter; dos figuras se acentuaban al borde de una colina cercana a los campos de fresas.
Una figura, desde lejos se podía distinguir como un hombre de unos 50 años con una barba de tres días y una lata de refresco en la mano. La otra era mucho más alta, se veían dos pares de piernas... No, perdón, patas como las de un caballo pero en la parte de arriba el torso y la cabeza eran humanas, un centauro sin duda, se lo veía preocupado por demás al contrario que su compañero que al parecer no le interesaba en lo mas mínimo lo que decía el otro.
Dionisio, esto está muy mal. Las cosechas han sufrido una plaga de insectos que han diezmado el número de fresas. La última cosecha solo un 22% estaba malas, pero el resto las vendimos como agua. Pero este año las cosas están mal, el 74% de las cosechas se han echado a perder y por más de que lo Hijos de Deméter hagan su magia a los cinco minutos vuelven a parecer marchitas. – Dijo el centauro en un todo más preocupado imposible.
¿Y eso debería importarme por qué...?– Respondió el dios del vino, con un tono tan obvio que desconcertó al centauro.
Debería importarte porque significaría que no tendremos más remedio que utilizar los fondos de emergencia, que por cierto han bajado ya que ALGUIEN que yo conozco encargo varios suplementos de vinos conjunto muestras gratis que no puede tomar por correo. – El centauro se lo notaba ya con poca paciencia e incluso siendo un poco sarcástico, muy poco común en el.
Chiron, a mi no me interesa que tan bajo estén los ingresos o si tienen que usar o no los fondo de emergencia, de verdad eso me tiene sin cuidado. Y esos catálogos si tienen utilidad, me distraen de este apestoso campamento, y si me lo reprochas a mí, también repróchaselo a Deméter, ella me los pidió para tratar de probar recetas de vinos, así que no se tu veras como te las arreglas. – Dijo el dios saltando a la la defensiva a lo último.
Veras Dionisio si Zeus te envió aquí como castigo, si no mal recuerdo a encargarte de el campamento, y yo estoy para entrenar héroes no para hacer de asistente ejecutivo, por lo tanto no vale que le eches la culpa a otros dioses y mucho menos a Lady Deméter. A ver si todavía no se ofende y no termina de fundir lo poco que podemos cosechar. – Y para esta parte Chiron había tirado toda su paciencia a la basura y había comenzado a trotar hacia la casa grande, parando para decir la última oración con un tono bastante gracioso para un hombre mitad caballo de más de 3.000 años de edad.
Si vamos a ver en el lago, veremos a un muchacho alto, con músculos bastante definidos, sin embargo no tanto como a la chica de la arena; una camiseta de mangas cortas naranja y unos ojos tan verdes con pintas azules que le da una impresión de olas en movimiento. Sin duda un Hijo de Poseidón, el dios del mar.
El joven, de tez perfectamente bronceada, se veía cabizbajo y pateando una pobre piedrita sola en medio de la arena amarilla de la playa. Al momento, un poco más atrás de él, una figura bajaba corriendo hacia la playa, más bien trotando debido a sus patas peludas de cabra, un sátiro por supuesto.
Percy! Hey amigo ¿Que te ocurre? Te noto triste. – Dijo el sátiro a medida que lo alcanzaba, le agarraba del hombro derecho y se para enfrente de Percy deteniéndolo por un momento.
Nada, Hombre G, es que, mira qué bonito esta el día. Las olas están calmas, el sol esta brillando y todo está de colores hermosos. Yo quería estar con mi Listilla hoy, por lo menos una parte del día. Y... – Le respondió el joven mirando hacia el Lago y el cielo.
Y... No creíste que Annabeth tendría que trabajar todo en día. Bueno, ninguno de nosotros esperábamos que un grupo de nueve niños menores de 12 años llegaran en tres grupos diferentes el mismo día. La verdad una suerte tremenda la que tuvieron ya que con grupos grandes siempre llegan con menos integrantes que con los que partieron hacia aquí. – Continuo Grover a la frase que Percy había dejado en el aire.
Sí, pero pero lo primero. Lo segundo no me interesa tanto. – Dijo Percy con tono alicaído en la primera oración, pero su tono se fue volviendo sin importancia a la segunda, como quien no quiere la cosa.
Ay, pero que egoístas no estamos poniendo en estos últimos tiempos. Haber salvado el mundo dos veces te está afectando la actitud humilde que tuviste cuando llegaste. – Concluyo el sátiro con tono de reproche mal hecho, para luego seguir. – Pero no te preocupes, de seguro Annie deja de suplente a alguno de sus hermanos y se escapa para verte. Ahora me voy yendo, que no veo a Enebro desde antes de ayer. – Dijo ya alejándose y cuando estuvo a unos quince metros, se dio la vuelta y grito. – Pero por qué no vas tú a verla a ella, a ver si con algo de estudio te empieza a funcionar esa máquina oxidada y llena de polvo que tu llamas cerebro. – Termino corriendo y riéndose mientras que la piedrita que el joven estuvo pateando hace rato probaba como era volar dirigida a un sátiro que corría a toda guacha tratando de esquivarte.
Si nos vamos por el pabellón, veremos a muchos adolecentes de camisetas naranjas, algunos de ojos azules claros, de risos dorados, y con sonrisas radiantemente blancas, Hijos de Apolo; otros con aspecto de modelos de ropa de los catálogos con una máscara de maquillaje que tendrías que sacártelo con alcohol y ropas a la última moda más caras que todo el campamento con campistas y todo incluido, pero con cincuenta botes de perfume echados encima y de variedad Channel, Gucci, Lady Million, Antonio Banderas, etc., Hijos de Afrodita; varios muchachos grandotes y musculosos con variedades de armas tan afiladas que solo de verlos a cien metros ya te lastiman y que hasta a los ninjas quedarían verdes de envidia al no poder usarlas para su propósito, obviamente Hijos de Ares, etc.
Caminando por el sendero, esquivando flechas de oro, tacones de unos peligrosísimos treinta centímetros de alto que si te entran en un ojo te lo revientan mas la infección de la variedad de polvos químicos hechos de cianuro que algunos llaman maquillaje, y las dagas miniatura que te dejarían mas finito que fetas de jamón; si giras tu cabeza a la izquierda veras una gran cabaña de color caoba claro de donde se escuchan estornudos, toces y gritos mas terroríficos que como si te despertaras y tuvieras a Mascara de Cuero con su moto sierra al lado de tu oreja o a la bruja Medea recién levantada con los pelos parados y sin nubes de cianuro... No, perdón, maquillaje; que sin duda debería de ser la enfermería que estaría bastante abarrotada con la cantidad de tacones de treinta centímetros dentro de ojitos ya inservibles y nubes de cianuro en el aire.
Siguiendo el bonito recorrido, si giramos las cabezas a la derecha encontraremos una cabañita de color blanco un poco manchada con tierra y escritas en sus paredes desde las frases más bonitas como: Vicky y Marco, encerrado en un corazón, hasta los insultos más pintorescos que se le hubiesen ocurrido a un abuelo cuando hay mucho tráfico, como: Por Que No Te Vas Bien A La Re P... M... Que Te Re P..., hechos con lo que parecerían bolígrafos, crayones y fibras de colores permanentes. Si, en este campamento el respeto y la buena educación de los campistas son muy importantes.
Aquí es donde nos queremos detener. Si prestas atención en la punta del techo se encuentra un lechuza con un cartel que dicta: Escuela Para Niños Con Problemas De Atención, lo que sin censura significaría: Escuela Para Niños Mas Estúpidos Que Un Perro. Y cuando decimos que hay una lechuza en pleno vuelos con un cartel agarrado con las garras, no nos referimos a una esplendorosa estatua, no como creen, es una lechuza de verdad como las de Howarth o como sea que se llame la chocita esa en donde hay cuatro brujos locos que no tienen otra cosa que hacer que transformarse en animales cada vez mas ridículos y evitar que un tipejo a quien le arrancaron la nariz de un pinsaso, que dolor por cierto, se trague las almas, las sobras o algo así de la gente. Bueno, el punto es que a esta gloriosa avecilla, que nos está mirando con cara de odio y que seguramente estará pensando en cómo hacernos sufrir por ponerle ese trabajo, si tirar el P... cartel a la M... Y arrancarnos los ojos o si arrancarnos los pelo con el pico mientras nos da con el cartel en la cabeza; se le paga y se le paga bien. Seis ratas muertas por día para ahorrarle el trabajo de matarlas y dos serpientes en caso de que George y Martha se porten mal y Hermes quiera castigarlos.
Si nos dirigimos a una de las ventanas de esta hermosa cabañita (cof, cof, si claro, cof, cof) nos encontraríamos con un grupo de doce niños de doce o trece años de edad sentados ordenadamente en sus pupitres con sus libros de griego antiguo abiertos, váyase Zeus a saber en donde los consiguieron, y prestando atención a la clase que su aplicada profesora les daba. Ja, ja, ja, ja,ja, se la creyeron, ja, ja, ja, ja, si claro, sentados ordenadamente, ja, ja, ja, ja, libros de griego antiguo abiertos, como no, ja, ja, ja, ja, su aplicada profesora les daba clases, ja, ja, ja, ja. Bueno, hum, ya me calme. En serio, seamos realistas, en que clase del mundo los alumnos están sentados ordenadamente, con los libros abiertos y prestando atención en clase. Por favor, no seamos ilusos.
La realidad es que si hay doce alumnos de doce o trece años de edad pero desparramados por todos lados, además de los rezagados de clase que deben de tener como 20 años y siguen tratando de exprimirse el pobre poco cerebro que les queda para poder deletrear la palabra Hola decentemente; sin hablar que de los libros abiertos solo les queda la tapa y contratapa ya que las amadas hojitas están volando por los aires en forma de un esplendoroso, magnifico e inigualable: Avión De Papel, o tiradas en el piso con chicles pegados o con mas garabatos que las tumbas egipcias; y supusieron que la aplicada profesora era una chica de 16 años con unos auriculares gigantes sentada con las patas... No, perdón, pies, es que que de tantos híbridos animales se me pego el lenguaje; arriba de una gloriosa mesa.
Pues no mis queridos amigo, no, pues verán la profesora puede que sea aplicada, pero creo que ser aplicado cuando tienes a un grupos de quilomberos, a otro de alumnos de 20 años que en ves decir hache dicen jache, no eres la persona más paciente del mundo, tienes THDA y que con las ganas tremendas que tenias de estar en la playa con tu . . novio te hayan C... la cita romántica poniéndote de profesora de unos chavales que hubieran convertido a Mery Popins en Godzilla; no es muy fácil que digamos.
¡SILENCIO! SE CALLAN Y SE SIENTAN EN ESTE MISMO INSTANTE. – Rugió la aplicada profesora, que se aplico bastante para rugir como una leona cuando le tocan a sus cachorros, y no es que le quiera decir Gato en el doble sentido de la palabra ya que bueno su madre es la diosa VIRGEN de la sabiduría y la estrategia en la batalla, Atenea.
No hace falta decir que cuando la miraron a esos ojos tan cargados de furia y cansancio reprimidos, un flash recorrió el aula volándole los pelos a la profe a la cara obligándola a cerrar los ojos y cuando se saco los pelos de la boca y abrió los ojos el aula esta tan impecable que casi se me rompen los lentes de contactos, y en cada pupitre estaba un alumno con las rodillas plegadas arriba de las sillas e intentando ocultarse tan tembloroso detrás de estas que le castañeaban los dientes y en el silencio se oía como un pájaro carpintero adentro de un baúl de roble macizo, y creo que ya no hace falta explicar que la profe ya estaba hasta las tarlipes de harta. No podía aguantar más a los mocosos estos y tampoco los iba a aguantar más tiempo. Así que la profe se re aplico en aplicarles una amenaza, y de las buenas.
Al próximo que hable o que se mueva, lo mando a lavar los platos de todos los días con las furias. – Uno se preguntara que clase de amenaza es esa, pues verán las Furia son monstruos sirvientes del Inframundo, o como el Percy le dice La Casa Del Tío Hades, son seres repulsivos, espantosos, malolientes, de verlos te sangran los ojos, pero por sobre todas las cosa Feos, y no cualquier tipo de Feos, Feos con F mayúscula de Fealdad.
Así que en el mundo Semidiós estar 5 minutos con una furia y sobrevivir, es tener asegurado un lugar V.I.P en Los Elíseos, el paraíso de La Casa Del Tío Hades.
El silencio sepulcral que había en esa aula era envidia de todos los cementerios del mundo, hasta de los jarrones con las cenizas de los cremados, a quienes seguro las mucamas por ser tan vagas los usan de tacho de basura y ya deben de contener hasta huesos de filete.
Ahora les voy a enseñar lo que es la atención, porque es tan importante y cuáles son las consecuencias de la falta de atención. La Atención es... – Y la aplicada Profe se aplico a dictarles un discurso digno de la Casa Blanca de los Estados Unidos.
Justo en ese momento un muchacho de tez perfectamente bronceada y ojos verdes mar profundos con una mata de cabello color azabache caminaba derechito hacia la Escuela Para Niños Mas Estúpidos Que Un Perro. Se detuvo en frente de la puerta, levanto la mano en forma de puño para golpear la puerta dubitativo. En ese momento sintió algo caliente en la zona baja del hombro, movió su brazo para tocar lo que sea que fuese y vio algo blanco y muy oloroso en la punta de su dedo índice. Se escucho un graznido y cuando levanto la vista hacia arriba, algo como una maseta le cayó encima de la cabeza o, mejor dicho, la cara.
Efectivamente mis valientes, la adorable y tierna lechuza le había cagado en el hombro y cuando grazno y el chico levanto la vista le soltó el cartel de la escuela en la cara. Menos mal que las lechuzas son tan tiernas y amigables, no.
Verán, mientras al Percy este le vuelve la conciencia del golpe, yo les voy a contar el porqué de esta reacción tan natural y cariñosa de las lechuzas de soltarles carteles en la cara cual semidiós se encuentre primero. Bueno, como deben saber las ramas de Olivos y las lechuzas son el símbolo de la diosa Atenea... Esperen, no lo saben bueno Lola por ustedes, no les voy a explicar cada detalle. ¿Dónde me quede? A si, la diosa Atenea; bueno hace un tiempito de uno 3.000 añitos, hace nada vieron, había una tierra lejana en la Antigua Grecia, Sin Nombre, y no, no se llamaba Sin Nombre, es que no tenia nombre ni nadie que le ponga uno. Entonces el Sr. Poseidón se ofreció al puesto de Patrón de esta desdichada tierra Sin Nombre, pero como la hija favorita y malcriada del Sr. Zeus, dios de los Cielos y Rey del Olimpo, Atenea, quería ser el centro de atención siempre y era tan envidiosa que también se ofreció al puesto de Patrón y ahí si se convertiría en la Marimacho perfecta. Ya saben con toda su armadura, espada y escudo, y con el puesto de PATRÓN ya solo le faltaba hacer el papeleo para el cambio de género. Volviendo al relato, Poseidón les ofreció al grupo de tipejos que habitaban las tierras de Sin Nombre mucha, mucha agua para el resto de la eternidad (claro que iban a saber los pobres que 3.000 años después iban a estar rodeados de agua). Atenea les ofreció Olivos y Lechuzas para toda la eternidad, y claro, como en Sin Nombre eran todos muy democráticos hicieron votación; y como la mayoría del gentío eran pobres muertos de hambre, eligieron a la Atenea y a sus Olivos con Lechuzas. Y serán de idiotas, total en épocas de sequia y calor, un Olivo o una Lechuza te re sacan la sed. Y claro, con lo susceptibles que son los dioses el Sr. Poseidón desato un Tsunami de los grandes e importantes en Sin Nombre, que ya tenía el nombre de Atenas, por su patrona Atenea.
Desde ese día la chula de Atenea estuvo requeté recontra cabreada con el Sr. Poseidón, el hermano mayor de su papaíto, es decir que es su Tío P. Pero la cosa no acaba ahí, que no si hay miles de razones por las cuales la malparida... Perdón, digo la malnacida (Ojo que eso de nacer de un cráneo es cosa seria) y malcriada Atenea se a requeté recontra cabreado con su Tío P. Pero el punto culminante, es decir la cereza del postre, fue cuando el Tío P. corría con su novieta Medusina (ni que tuviera cabeza de celenterado) y bueno, para demostrarle a la chonga esta cuanto la quería, se hizo el romanticón y eligió un templito al azar (ojo al azar, no vayan a pensar que eligió ESE templo a propósito) para, bueno, hum, hacer cosillas de adultos, y verán que barbaridad que justo ESE templo era de la malcriadita hijita de papaíto Zeus, y cuando esta niñata se entero se puso como una olla a presión. Mientras tanto en el templito, el Sr. Poseidón se levantaba de una camita muy cómoda en donde descansaba su amante de una tarde y decidió irse a pescar alguito en lo que la chambona esta se despertaba, y si tenía suerte y despertaba para la cena le traía un Suchi a la Poseidón. Entonces el pedazo se jarete este se fue, dejando a Medusina mas solita que perro malo.
Cuando Atenea se entero que habían ultrajado su amado y adorado templo (wue, que solo es un techo sostenido por columnas, ni paredes tenia) y que, para el colmo, su Tío P. había sido el atrevido y degenerado que "abuso" de una pobre niñata (bien que le gusto a la niñata que "abusaran" de ella) se enrabieto tanto que pensó: "A este que tanto le gusta el mar y todo los animalillos que allí vive, que ame a este pulpete." Y lanzo un rayazo gris directo a la cabecilla de Medusina, así a lo dramático como le gusta al papi. Después con toda la gracia del mundo, tranquilita y pacífica, hizo descender de los cielos un espejo de cuerpo completo en el templo y lo dejo allí. Cuando Medusina se despertó, sintió un cosquilleo terrible en la cabeza y se empezó a rascar pensando: "Es Imposible que tenga piojos." Cuando se toco la cabeza o más bien el pelo, lo sintió algo rarito entonces diviso el espejete y se fue a verse, y tal fue el caguete en las patas que se pego la desgraciada, que salió corriendo, gritando y lloriqueando del templo, mientras, desde arriba, la zoquete de Atenea se partía en dos de la risa. En la playa el Sr. Poseidón vio que algo salía gritando del templo, pero no pensó que era Medusina por que tenia ramas en la cabeza. Pues verán, Medusina no salió corriendo y se llevo puesto un árbol quedándose con ramas en la cabeza, sino que lo que tenía en cabeza eran serpientillas, y la pobre se dio cuenta de que era un monstruo cuando, al primer pringado que se encontró lo convirtió en piedra.
Y bueno no tengo más tiempo porque el pendejete de Percy ya se levanto, maldijo a la muy guacha de la lechusina y se dirigió por el costado hacia la ventana. Una vez allí, con los antebrazos se impulso hacia adentro y hacia afuera de la cabañita diciendo: - Liiistiillaa, Liistiillaa.
En lo que tanto la Profe estaba requeté aplicadísima en el dictado de los nenes.
Prestar Atención es muy importante, ya que cuanto más presto Atención más Atención me prestan a mi... – Luego puso una cara de estar escuchando campanas angelicales cuando el Percy le empezó con él: - Liistiillaa, Liistiillaa.
Percy, Hola, que alegría que me vengas a visitar. Es tan tierno de tu parte. – Medio hablo, medio chillo la profe volando como un rayo adonde su noviete la esperaba. Y mientras, los niñetes miraban la escena con cara de póker viendo la prestada de Atención que le presta la Profe re aplicada a su aplicado curso.
En ese mismo momento la campana del almuerzo sonó, y los niñetes salieron del salón como alma que lleva al diablillo.
En el área común, es decir el comedor, un espacio a cielo abierto con unas 20 o más mesas, una para cada dios, se encontraba el Chiron con una cara pero de preocupada, nadita nada.
Flashback
Chiron estaba parado detrás de una mesa larga de ping pong en la Casa Grande. Sobre la mesa se veían una caja registradora industrial, un mazo de los de moler carne, restos de vidrio que antes podrían haber sido un frasco de mermelada, un florero, o cualquier cosa de vidrio; y en la mesa habían 13 fajitas con lo que parecían 10 billetes de 100 dólares.
Chiron tenía una visera en la cabeza de color verde oscuro con los bordes blancos, que, conjunto a su camisa blanca con rayas azules y su chaleco de vestir negro puesto encima, lo hacían lucir como un contador de banco o un recaudador de apuestas en los hipódromos, que, siendo sinceros, no le agradaban en lo mas mínimo al centauro.
En las manos tenía un par de vendas blancas como si se hubiese cortado con algún vidrio y mientras caminaba de un lado al otro de la mesa se lo oía quejarse como si los cristales también hubiesen caído en el suelo, por lo tanto al pisarlos se lastimaba los vasos de los cascos de las patas.
"M..., - Pensaba el centauro, frotándose las palmas de las manos por encima de las vendas. - ¿Como carajos voy a pagar las armas que Clarisse y sus hermanos quieran o rompan, las regaderas y los fertilizantes que Katie y sus hermanos quieran, los libros en griego antiguo que Annabeth y sus hermanos quieran comprar... – Y así siguió enumerando todas las cosas que tal vez sus campistas quieran. – y las cosas que los Stoll quieran para hacer sus bromas y las cosas que romperán con ellas con solo 13.000 dólares?"
No puedo creer que después de 2.950 años tenga que... – Dijo al aire en vos alta el centauro.
Fin Flashback
Cerrar el campamento una temporada. – Dijo el centauro pero no se dio cuenta de que lo había hecho en vos alta, por lo tanto algunos de los campistas que ya estaban llegando para el almuerzo lo escucharon.
¡¿Chiron, que has dicho?¡ - Grito una niña de unos 14 o 15 años.
Hummm, nada Sydney, no te preocupes solo son delirios es este centauro viejo. – Le respondió Chiron aliviado de no alarmar a la niña aun.
De acuerdo, pero no me asustes así. – Le reprocho Sydney, algo dubitativa, al centauro.
Claro, cielito. – Dijo Chiron, pero pensó: - "Lo lamento, en serio lo lamento pequeña." –
Chiron no iba a estar presente en el almuerzo, por lo menos no en la mayoría del almuerzo, ya que tenía una junta muy importante en el Anfiteatro, donde asaban malvaviscos, cantaban canciones y el les contaba historias de la Antigua Grecia a sus campistas antes de irse a dormir por las noches. El trato de pensar en positivo y no decaerse en la parte en que todo eso, todos los momentos compartidos en la arena de duelo, esas chapoteadas en el lago, esas tardes de recoger fresas, se iban a acabar por un tiempo indeterminado.
Mientras los demás campistas llegaban y se sentaban, Chiron se iba aproximando lentamente pero pensante hacia el Anfiteatro. En el trayecto algunos campistas le preguntaban si no iba a almorzar y el les respondía siempre lo mismo, que mas tarde los iba a alcanzar y tal vez almuerce un poco, pero para ser exactos, al centauro, con todo lo que estuvo pensando, ya se le había cerrado el apetito.
Al llegar a las puertas del Anfiteatro, espero a que ningún campista lo viera, es decir, que todos estuvieran en el área común dando sus ofrendas a los dioses. Una vez supervisado todos los rincones en donde pudieran haber campistas, entro como alma que lleva el diablillo cerrando las puertas detrás de si tan rápido que casi se cierra las puertas en su cola de caballo, lo que le produciría un gran dolor al caminar.
Una vez más tranquilo se dio la vuelta a esperar a sus invitados, pero al darse la vuelta el corazón se le subió hasta las amígdalas al encontrarse a 14 personas en semicírculo esperándolo. Allí, frente a él, se encontrabas los 14 dioses Olímpicos, algunos con cara de querer desternillarse de la risa pero conteniéndose por educación, pero otros, como ciertos dioses del Sol y de los Ladrones y Viajeros, no le importaba la educación que hayan tenido se reían con ganas en frente del centauro para ser callados de pronto por su "Tío P.".
Chiron, de q-q-que querías ha-ha-hablarnos. – Hizo el intento de hablar Poseidón, uno de los que más se preocupaba por los semidioses y el campamento, tratando de no reírse de la actitud de sorpresa del centauro, pero fallando en el intento.
Mis señores disculpen por ese espectáculo que no deberían de haber visto. – Dijo Chiron tratando de recobrar compostura delante de los dioses y haciendo flexionar su rodilla derecha e inclinándose un poco para demostrar respeto, aunque sería un poco difícil ruborizándose. Esto provoco que la diosa del Amor, Afrodita, chillara de ternura y se acercara a paso rápido al centauro.
¡Auuu¡ Que tierno, no debes de preocuparte Chiron, nosotros te conocemos y sabemos cuánto nos respetas. No hace falta tanta diplomacia. – Le dijo antes de darle un pequeño beso en la mejilla izquierda, para luego pellizcársela levemente logrando que el rubor se extienda mas sobre su ya roja cara.
Hummm. – Se aclaro la garganta el dios de la Guerra, Ares, con un aire un poco celoso. – Creo que no hace falta tanta demostración de afecto querida. – Agrego lanzándole una mirada asesina al centauro, a quien se le fueron los colores de la cara al captar la mirada, pero, para lastima del dios, su novia también capto la mirada, por lo que le devolvió la mirada el triple de asesina.
Afrodita, por favor, vuelve a tu lugar. – Dijo Deméter al encontrar la situación un poco incomoda.
Por favor Chiron, dinos que es lo que querías comentarnos. – Concluyo Atenea con cara de no tener tiempo que perder en absurdeces.
Pues vera, Lady Atenea, hay problemas con el campamento. – La noticia no hizo mucho efecto con los dioses, ya que a menudo el campamento se encontraba en problemas, pero que sea tan importante como para que Chiron convoque a una junta alarmo a unos pocos, como Poseidón, Deméter, Afrodita, Hestia, Apolo y Hermes.
¿Qué clase de problemas? – Pregunto Apolo un poco preocupado por la seguridad de sus hijos.
Bueno, como ustedes deben de saber, el campamento se mantiene estable a partir de la barrera protectora, verdad. Pero bueno, hay otras cosas que mantienen el campamento a flote. – Dijo Chiron serio al ver que los dioses les interesaba la seguridad de los semidioses.
¿Cosas como que, en especifico, Chiron? – Pregunto Hestia interesada a pesar de que ella no tuviera hijos semidioses en el campamento ni divinos.
Bueno, nosotros buscamos una manera de recolectar fondos para los utensilios que utilizan los campistas al entrenar y también para cosas que a los chicos los ayuda a sentirse cómodos en su estancia en el campamento. Esa sería la función de los campos de fresas. Pero esta temporada, por culpa de una plaga de insectos que no estábamos preparados para combatir, ha arruinado la cosecha y solo el 26% de la cosecha se puede vender y no a un muy alto precio ya que no están tan perfectas como suelen estarlo. – Relato el centauro ante las miradas atentas de la mayoría de los dioses, pero al intentar proseguir las carcajadas de Hermes y Apolo no se lo permitieron.
Ja, ja, ja, ja, es u-u-un campam-m-mento que lucha contra monst-t-t-truos gigantes, ja, ja, ja... – Comenzó a decir entre carcajadas el dios del Sol para que el dios de los Ladrones concluyera - ... ja, ja, ja,ja, y no pu-pu-pueden combatir una estúpida pla-pla-plaga, ja, ja, ja,ja.
Apolo, Hermes, cierren el pico, no ven que esto es serio. En mi nombre que irrespetuosos me salieron estos muchachos. – Sentencio Zeus callándolos de golpe, mientras un trueno se escuchaba a lo lejos para demostrar su disgusto, mientras todos los demás dioses, incluida su esposa, pensaban: "Siempre tan dramático."
Prosigue Chiron. – Dijo Hades mientras rodaba los ojos por la actitud de su hermano menor, deteniendo la mirada en sus sobrinos Solcito y Ladroncito, como él los llamaba; no sin antes captar el típico resoplido acompañado del típico: "Hombres" de Artemisa, el coqueteo constante entre Ares y Afrodita, y un Hefesto fingiendo no darse cuenta de esto último.
De acuerdo, por lo tanto este año han de haber menos ingresos y como en una semana empiezan las vacaciones de verano, vendrán muchos más campistas y habrán mas gastos que pagar. Con Dionisio hemos pensado en utilizar nuestros fondos de emergencia. – Informo el centauro dándole cartas en el asunto al director del campamento, cartas que no tenía en absoluto. – Precisamente esta tarde rompí el frasco de emergencia pero me tomo por sorpresa que faltaba dinero. Y no es por echarle culpas Sr. Dionisio, pero ¿de donde saco el dinero para pagar todos los catálogos de vino con muestras que Hermes trae aquí todos los meses? – Pregunto Chiron con aire respetuoso, mientras en su hombro izquierdo un centaurillo pequeñito imaginario teñido de rojo, con capa, cuernitos, y un tridente de forma curva se reía a carcajadas limpias de la cara del dios del Vino al recibir las miradas penetrantes de sus hermanos, tíos, y padre.
¡DIONISIO! – Grito Deméter la diosa de la Agricultura. – Me dijiste que el dinero con el que pagabas los catálogos era tuyo, y yo como una boba te creí y cuando me los vendías, te regale dinero que no merecías y que de seguro gastaste en esas ridículas bebidas carbonatadas tuyas.
Bueno, no pensé que íbamos a sufrir una crisis así de importante, juro que iba a devolver el dinero que saque. – Dijo Dionisio saltando a la defensiva, pero todos los demás le mandaban miradas de: "Si, claro, como no."
¿Chiron, cuanto de fondos de emergencias tienes? – Pregunto la diosa del Amor evitando levantarse y darle un coscorrón en la nuca a Dionisio por egoísta, y pensar que el también tiene un hijo en el campamento.
Pues, unos 13.000 dólares. – Respondió el centauro casi en automático.
Y ¿Cuanto tenias la última vez que lo contaste? - Pregunto un intrigado Poseidón.
Cerca de los 40.000 dólares. – De nuevo respondió automáticamente.
Un bullicio de discusiones se armo en el Anfiteatro, hasta que la vos de una niña que había permanecido callada, salvo por susurros, se fue incrementando hasta lograr sonar como la vos de una mujer adulta de unos 30 años.
¡Silencio! Pueden callarse. – Una Artemisa muy, muy enfadada por la actitud de su familia, que había crecido de la apariencia de una niña de 9 años hasta una joven de unos 25 o 30 años, aun así la diosa de la Caza y de la Luna pregunto : - Chiron, ¿con 13.000 dólares no les alcanza para cubrir sus gastos?
Si, ¿Que más cosas que no sean comida y agua pueden necesitar? – Declaro Apolo.
Pues verán, mi Lady y mi señor, el campamento está adaptado para la comodidad de los semidioses, estamos bien preparados en armas y dispositivos de entrenamiento, como los autómatas que la cabaña de Hefesto ha fabricado pero estos como las armas al utilizarse pueden dañarse y el arreglo cuesta dinero del cual tenemos poco a disposición, además las demás cabañas siempre piden algunos artículos que en viajes que realiza Argo, nuestro jefe de seguridad, a la ciudad se obtienen, como por ejemplo, libros para la cabaña de Atenea, decoraciones y fertilizantes para la cabaña de Deméter, piezas de repuestos para la cabaña de Hefestos, los lubricantes pulidores de flechas para la cabaña de Apolo, elementos cosméticos para la cabaña de Afrodita y ni hablar de los reparos en las instalaciones que pueden producir las bromas de la cabaña de Hermes, etc. – Chiron repitió la lista de gastos del campamento pero esta vez en vos alta para que la escuchen los dioses.
¡Uy! Sí que son muchas cosas, y si, la mayoría son caras. – Informo Hermes al estar internado en el mundo de los negocios actual. – Y ¿Cuál es tu idea? Por que supongo que nos has llamado para planteárnosla.
Sí, bueno, es que... verán... – Comenzó a decir nervioso y dudando de si sería buena idea decirlo, después de todo fue solo una tonta idea.
¡Habla Ya! – Gritaron todos los dioses juntos exasperados por los nervios del centauro.
Quizás ustedes puedan prestarnos un poco de dinero mortal y nosotros se lo devolveríamos a medida que los ingresos del campamento vayan mejorando. – Soltó rápidamente para luego bajar la mirada esperando unas carcajadas generales por la estúpida idea.
Sin embargo todo permaneció en silencio, Chiron levanto la vista esperando miradas furiosas, pero todos los dioses permanecían mirando a puntos X del lugar un poco ¿Avergonzados? No era imposible. Todo siguió estático hasta que una vos se escucho.
¿No se lo has dicho, cierto Dionisio? – Pregunto con vos calmada y con un ligero tono de pena, Deméter.
Pues no le veía la necesidad de que se lo comunique. – Respondió el dios.
¿Qué sucede? ¿Ocurrió algo malo? – Pregunto preocupado el centauro.
Pues, es que... hace poco más de una semana tuvimos una inspección sorpresa en el Olimpo durante una reunión de emergencia. – Explico el dios del Mar, para luego proseguir. – Nuestra Madre Rea ha aparecido en plena reunión para preguntar cómo nos iba en el poder, ella no dio signos de haberlo sabido, pero sabíamos que se había enterado de nuestra guerra contra Cronos y Gea. Nos pregunto cosas que nosotros respondimos nerviosos pero verdaderamente.
Pero las cosas se pusieron feas cuando nos pidió ver el estado de nuestros dominios y ver como llevábamos el mundo mortal, y digamos que no se fue muy feliz. – Continúo el dios del Inframundo.
Por lo tanto nos corto un poco los bienes. – Prosiguió Zeus bastante apenado.
Chiron los miro perplejo, no podía creer que una Titanide que lleva más de 5 milenios fuera del poder les haya tratado como si fueran niños pequeños y los haya mandado a la cama sin cenar. Pero otra de las cosas impactantes fue la noticia de que Madre Rea haya dado signos de vida, luego de tanto tiempo.
Chiron, mas te conviene no mirarnos así porque Madre Rea nos ha castigado. – Mascullo Atenea con los dientes que le rechinaban.
No, no mi Lady ¿Cómo cree usted que yo podría ser capaz de semejante falta de respeto? Es solo que me ha impactado la noticia de que Madre Rea haya vuelto. – Respondió el centauro aguantándose las ganas de reír y poniendo la mejor escusa posible para que no lo pulvericen.
Entonces ¿Que es lo que vas a hacer si nosotros no podemos ayudarte? – Pregunto Hefesto con la vergüenza un poco menos visible.
Pues, es una medida que no desearía tener que anunciar, pero si no nos queda de otra deberé... – Dijo el centauro impactando a todos los dioses por tal noticia.
En el área común los semidioses estaban un poco extrañados de que ni su Director de Actividades, Chiron, ni su Director del Campamento, Dionisio, el dios del Vino o Sr. D como le dicen algunos, no hayan estado presentes en el almuerzo, por lo tanto estaban siendo vigilados por Argo, el jefe de seguridad del campamento, el único hombre, monstruo o lo que sea que se con más de dos ojos ya que estos recubrían cada parte de su cuerpo convirtiéndolo en un bicho que nadie quisiera tener de mascota, sin embargo era un muy buen amigo para los que lo han llegado a conocer.
De pronto se escucho el traqueteo de los cascos de un animal al golpear el suelo, lo que significaría que Chiron estaba por llegar. Una vez el centauro hubiera aligerado su paso y pasara por el pasillo ancho que separaba las mesas en dos mitades iguales, muchos de los campistas lo notaron cabizbajo y con apariencia lúgubre, cosa rara en el ya que siempre suele ser alegre y divertido, hasta en los peores momento el siempre había tratado de ver el lado positivo a las cosas.
Las cosas estaban mal y eso lo sabían todos cuando vieron al Sr. D llegar caminando de lo más contento al área común con una sonrisa de oreja a oreja mientras tomaba de su lata de Coca-Cola Light.
Disculpen no haber almorzado con ustedes como es costumbre, pero es que tuvimos un problema bastante grave del que ocuparnos. – Dijo el centauro una vez hubiera llegado al frente de todas las mesas, carraspeando su garganta y haciendo traquetear un casco contra el suelo para así llamar la atención de los campistas que seguían comiendo, pero ya tenía la atención de la mayoría al solo entrar al área común.
Espero que ya hayan terminado de almorzar y se hayan llenado ya que con esta noticia se les va a quitar el apetito por dos meses. – Comento el Sr. D entre sorbos de su bebida.
Chiron, ¿Que es lo que está ocurriendo? – Pregunto Annabeth desde su mesa obteniendo asentimientos por la pregunta.
Muchachos, por favor silencio. Muy buena tu pregunta Annabeth. Si no me interrumpieran ya hubiera os dicho el problema. Pues verán, como sabrán este año las cosechas han sufrido una baja incalculable, por lo que no habrán ingresos suficientes para sustentar el campamento de verano. Ya hemos checado todas las soluciones posibles pero la única que funcionara es muy arriesgada para ustedes, y lo lamento mucho chicos y chicas, pero la única solución es... – El pobre centauro no sabía cómo lo iban a tomar los jóvenes, hasta el incluso estaba sorprendido de las circunstancias a las que había tenido que llegar.
La única solución es... ¿Cual, Chiron? – Apuro un chico de aspecto de elfo navideño latino llamado Leo de la cabaña de Hefesto, y él le entendía, claro que le entendía. Tener THDA no es fácil y mucho menos para el nivel de Leo, es común en el que no aguante esperar.
La única solución es... Cerrar el campamento por una temporada. – Finalizo el centauro listo para poner orden al caos que se avecinaba.
En El Próximo Capitulo: La Idea De Piper
Con la noticia, todo le cerró a Piper.
Chiron, yo tengo una idea. – Dijo Piper levantándose de la mesa.
Ven, a la Casa Grande conmigo y lo discutiremos. – Dijo el centauro caminando fuera del área común.
Chiron pensó en que sería una muy buena lección de responsabilidad para los semidioses.
Piper, llama a todo el que tengas que llamar. – Dijo el centauro ofreciéndole el celular.
No son tantos, Pipes. – Dijo Annabeth mirando la pequeña lista.
No Annabeth, estos son solo las primeras tres casas. – Le respondió Piper. – Amiga, esto recién comienza.
