Fic
Si nos Dejan
Por Mayra Exitosa
Albertfic
Es una continuación algo diferente a las que he escrito….
Candy regresaba desecha de ver a Terry al quedarse con Susana… Albert la consentía y cuidaba para que se recuperara, sufren algunos contra tiempos, aquí es donde continúa un poco de esta nueva versión a la historia…
- Albert, gracias por ser el mejor amigo que tengo, nunca me dejes sola.
- Candy, si no logro recobrar mi memoria, eres lo más cercano a mi pasado.
- ¡Oh Albert!
Ella se lanza a abrazarlo, Albert comenzaba a tener parte de recuerdos, aun se sentía mareado, pero no había logrado recuperarse de su amnesia, aun así notaba que Candy ya no mencionaba a Terry, que por el contrario hacía mucho por continuar juntos, cuando eso ya estaba afectándola en su trabajo, en su vida y con sus vecinos.
En Broadway…
Terry había regresado de nuevo y triunfaba, se resignaba a vivir con la mujer que le había salvado la vida, lo incomodo era ver el rostro acusatorio de la madre de Susana, a tal grado que esperaba que se casaran lo antes posible. Pero para suerte de pocos, Terry no participaba mucho en la idea.
Susana había salido del hospital y se instalaba en una habitación de un hotel, esperando a que Terry terminara la temporada. Eleonor sufría en silencio por su hijo y la madre de Susana, solo esperaba que cumpliera como caballero, sin fijarse realmente en la nostalgia y la depresión en la que su hija se iba sumergiendo día a día. Una complicación por el mal tiempo, y ella padecía pulmonía, en el invierno, las complicaciones se dieron más graves y fallecía.
Terry se lamentaba, todos los periódicos y la publicidad se hicieron presentes. Pero el aun no había olvidad a Candy, la tensión incrementaba por no poder escapar de la publicidad, bebía desesperado y solo pensaba en el pasado donde estuvo con Candy, en el colegio, en sus sonrisa, en su etapa de joven estudiante y del amor que le había regalados in condiciones.
Albert regresaba de su trabajo y visitaba al Dr. Martín cuando un mareo le tumbaba, Candy que ya iba a su departamento, pensaba en ir a comprar pan, cuando vio que las personas se aglomeraban, corría y vio a Albert, ya había pasado el accidente de un auto, ahora verlo tirado en el suelo la angustiaba demasiado, el Dr. Martin también fue a ver y entre ambos lo llevaron al consultorio.
- ¡Albert! ¿Qué sientes? Porque estabas en el suelo.
- No lo sé Candy, me desvanecí, debe ser el cansancio.
- Estos días no iras a trabajar. Debes recuperarte.
Candy cuidaba de Albert, iba a trabajar al hospital ahora que ya le habían dado de nuevo la oportunidad de volver. Albert veía lugares, pero no recordaba, sin embargo estaba entusiasmado por volver a recordar.
Pronto llegaría la primavera, Candy había leído sobre la muerte triste de Susana, se manejaba la historia de que Terry se había ido a Europa, para reencontrarse con su padre, eso lo habían acordado la madre y los representantes del joven actor, para que lo dejaran tranquilo. Pero Terry volvía a Chicago a buscar a Candy. Ella salía del hospital a lo lejos la observaba Niel, y un poco más atrás Terry. Ambos sin darse cuenta la seguían, al entrar por el pasillo del departamento, dos hombres se detenían frente a la ventana del lugar, observando para poder ir a visitarla, pero ambos se quedaron asombrados cuando se escuchaba por la ventana,
- ¡Albert ya llegue!
Para Niel no era desconocido que era una liberal que vivía cerca de un vagabundo, pero que lo tuviera con ella, era demasiado. Para Terry era algo similar, apretaba las quijadas y tiraba el cigarrillo que había fumado al llegar al lugar.
En el departamento, Albert tenía la cena lista, le acariciaba el cabello y le decía que se preparara para cenar, por la ventana parecían una pareja de enamorados, Terry estaba enfurecido, recordaba muy bien a su amigo, y al parecer no había perdido el tiempo, al menos Candy estaba bastante contenta, se había tomado en serio eso de ser muy feliz.
Niel estaba incomodo, pero tenía planes y los llevaría a cabo lo antes posible, algo estaba seguro, un vagabundo podría tener problemas con los Andrew, al acercarse a Candy y por lo tanto buscaría llevársela con él. Estaba seguro que a Candy le beneficiaría mucho más estar con un Legan que con un don nadie.
Terry recordaba las cartas que tan amistosamente le había enviado antes Candy, donde aclaraba que Albert era solo un amigo, deseaba que continuara siéndolo y que al recordar que fue novia de él, Albert se fuera de su vida, lo mejor era hablar con ellos y llevársela lejos, la publicidad afectaría mucho su reunión con Candy en esos momentos con la muerte tan reciente de Susana, así que tenía que ver el lado bueno de las cosas y que Albert estuviera con ella, le daba el margen de poder estar entre amigos.
Candy se sentía muy contenta, tener a Albert a su lado era como tener una familia, era cierto que ambos vivían como hermanos, pero no lo eran y Albert se había convertido en el hombre de la casa y de su corazón, ya no podía concebir la idea de vivir lejos el uno del otro, pues mientras no recordara su pasado, la única que lo conocía y sabìa algo de él era ella.
Albert por su parte observaba a Candy distraída, sin que se diera cuenta la abrazaba por la espalda y le jugaba bromas,
- Vamos a ver… te regalo mi cana de la sabiduría, por tus pensamientos en estos momentos.
- ¿Tienes una cana que te da sabiduría?
Los dos soltaban las risas, como siempre lo hacían. Y es que Albert esperaba que ella le contara lo que pensaba, pero al parecer el negocio de la cana, era más interesante.
- Candy, dime… ¿Qué te tiene tan pensativa?
- Tu. Pensaba que a tu lado siento como si estuviera con mi familia, Albert.
- ¡Candy! Para mí en estos momentos, solo tú eres mi único recuerdo confiable, aunque puedo decirte que… no consigo la idea de irme de tu lado, pero si llego a recordar…
- Si llegas a recordar, júrame que nunca me dejaras, Albert. ¡Júramelo!
- No tengo porque alejarme de ti, eres la única que Pupe reconoce como mi familia, Candy.
- Gracias Albert.
- Ven, ya se está enfriando la cena.
Apenas se habían sentado, ambos se miraban juguetonamente, al saberse bien, juntos. Albert le servía y ella también le ayudaba. Pupe miraba de un lado a otro esperando ser tomada en cuenta, pero la ignoraban dándole un tazoncito con pan y sopa.
El sonido de la puerta, hacía que Albert levantara una mano deteniendo a Candy para ir a abrir, al hacerlo, Terry lo miraba con una mirada enigmática e indescifrable, Albert lo recordaba por los anuncios de Candy y en ese momento, vio su imagen en los recuerdos, como veía algunos de Candy.
- ¿Terry?
- ¡Hola… Albert!
Candy al escucharlo se asustaba, poniéndose de pie de la mesa iba a recibir al recién llegado.
- Hola Candy, estas hermosa.
- Buenas noches, Terry, Gracias.
Albert se sentía extraño, algo en él no concordaba con su visita a esas horas ahí en el departamento. Candy no sonreía, algo estaba pasando, se habían quedado tensos al saludarse.
- Será mejor que pases Terry, estábamos por cenar ¿Deseas cenar con nosotros?
- Solo si tienes un poco de vino.
- En esta casa no bebemos licor, Terry. Respondió con tristeza Candy.
Albert traía otro plato para servirle la cena, pero la mirada de Terry era extraña, los observaba inquisitivamente, algo tramaba o estaba juzgándolos, parecía mirarlos como lo hacían los vecinos, con cierta rabia en sus pensamientos reflejados en su rostro.
Al estar sentados los tres en el pequeño comedor, Candy comentaba
- Siento mucho tu perdida Terry, espero que esta vez, no te refugies en la bebida, eres un brillante actor, a Albert y a mí, no nos gustaría que nuestro amigo estuviera peleando por copas en una cantina.
- No vengo muy tomado Candy, solo bebí una copa antes de venir, quería verte, no sabía que ya estabas rehaciendo tu vida con Albert. Candy se ponía ruborizada, pero no le respondía nada. Albert se indignaba, estaba juzgándolos como los vecinos que los rodeaban, si el era amigo de ellos, porque lo hacía, al parecer deseaba hacer sentir mal a Candy, pero no lo iba a lograr.
- Terry, Candy es libre, y tiene el derecho de re hacer su vida con quien le plazca. Tu lo hiciste y nadie te ha juzgado antes.
- No es lo mismo, me vi…
- No, no es lo mismo, Terry, nosotros no vivimos lo que, tú con Susana.
- Lo siento, creo que será mejor que vuelva otro día. Bajaba el rostro Terry al ver que Albert se comportaba como un caballero y el estaba reaccionando mal, Candy intervenía para que hablara, antes de irse.
- Terry, realmente es lamentable todo lo que sucedió, es tan reciente que… debes estar pasando momentos muy confusos, la prensa anunciaba que te había ido a Europa, con tu padre.
- Si, es para que no me sigan fastidiando, me han seguido a todos lados y…
- Vamos Terry, realmente a que has venido. Preguntaba un Albert un poco molesto por como los había tratado al llegar.
- Vine por Candy.
Si nos dejan
nos vamos a querer toda la vida
si nos dejan
nos vamos a vivir a un mundo nuevo
yo creo podemos ver
el nuevo amanecer
de un nuevo día
yo pienso que tú y yo
podemos ser felices todavía
Si nos dejan
buscamos un rincón cerca del cielo
si nos dejan
haremos con las nubes terciopelo
y ahí juntitos los dos
cerquita de dios
será lo que soñamos
si nos dejan
te llevo de la mano corazón
y ahí nos vamos
Si nos dejan
de todo lo demás los olvidamos
si nos dejan
De José Alfredo Jiménez Compositor
Espero sea de su agrado, para este fic, recibí ideas de una valiosa amiga, que adora este tipo de fics... de corazón espero que te agrade Carol...
Un abrazo a la Distancia
Mayra Exitosa
