Del amor y un dios
Los Teen Titans y su historia no me pertenecen
1
Una Broma
Todo comenzó como un día normal, pararse a las cuatro de la madrugada, ya que Jinx había asaltado un banco, derrotarla hasta las cinco, volver a la torre, despertar a las siete al entrenamiento, ir a desayunar, y por fin… un poco de descanso.
Un poco de tiempo jugando ajedrez contra Cyborg, y otro leyendo. Raven nunca perdía el tiempo, siempre hallaba que hacer. Mientras leía, escuchaba a lo lejos, las discusiones de Cyborg y Chico Bestia por el videojuego, esos inmaduros nunca aprenderían, tomó un poco de su té.
Media hora después Robin y Starfire se habían retirado, sólo quedaban ellos tres, de un momento a otro la sala quedó en completo silencio, Raven siguió leyendo apaciblemente, ¿apaciblemente?, levantó la vista, no había nadie en la sala
--Mejor para mí—dijo y devolvió su vista al libro, pasaron unos cinco minutos en calma, hasta que…--¿qué es ese ruido?—se levantó—demonios—se subió arriba del sillón, la desesperación se apoderaba de ella, ¿dónde estaba?, escuchaba los pasos, la respiración…una bestia verde, pequeña y peluda salió de entre los cojines, Raven gritó con todas sus fuerzas y pateo al roedor, antes de caer, este se transformo en un humano
--Vaya—dijo Chico Bestia—si que pateas duro—el rostro de la chica estaba rojo, Cyborg apareció riéndose a carcajadas
--¡Te dan miedo los ratones!—no podía respirar, el rostro de Raven pasó al enojo
--Raven, lo siento—dijo Chico Bestia, tratando de aguantar la risa, la chica salió de la sala hecha una furia.
No le dolía el hecho de la broma, le dolía el hecho de que mostró uno de sus peores miedos, y era le miedo más ridículo que tenía, se iba a vengar, y esto no iba a ser cualquier venganza. Entró a su habitación tomó un libro y abrió la página indicada por un doblez, ahí estaba sabía que algún día lo iba a necesitar, siguió las instrucciones al pie de la letra, dos frascos, cenizas, velas y la invocación.
Se sentó en medio de las cenizas, dijo algunas palabras en un susurro, el suelo tembló debajo de ella, gritos estremecedores, pero ella no perdía la concentración, siguió y siguió, hasta que por fin dejó de temblar y los gritos cesaron. Observo ambos frascos, tenían dentro una especie de bruma grisácea
--Perfecto—susurro
--¡--¡--¡--¡--¡--¡--
Una introducción a este fic
Manfariel
