Aceitunas
Disclaimer: Los personajes, así como la trama y el copyroght, le pertenecen a Hajime-dono.
Beta: Victor-kun x3
La serie de experimentos que la Mayor Hanji Zoe estaba llevando a cabo en Eren escandalizó a más de uno, no por ser precisamente controversiales, sino ridículos. O al menos eso creía el común de los mortales.
El joven titán y la científica se encerraban durante horas en el subterráneo tratando de indagar en el pasado del muchacho por medio de la hipnosis.
- Es indudable que este concepto revolucionario, aunque en desuso científicamente hablando, podría develar los misterios de los titanes. En su subconsciente, Eren debe albergar valiosos recuerdos que solo podrían regresar a la vida con los estímulos adecuados.
Así defendió su hipótesis ante Erwin y los demás.
La verdad es que no esperaban mayores resultados, pues la técnica de la hipnosis había ganado fama en los barrios bajos a manos de charlatanes místicos y adivinadores. Pero Hanji era la científica, y con su reputación nadie se atrevía a cuestionarla o al menos no de frente, además nadie tenía nada que perder.
Obedientemente recostado en un viejo sofá, apenas iluminado por unas cuantas lámparas de aceite escuchaba la solemne voz de Hanji que lo introducía lentamente al letargo.
-Muy bien, Eren. Entonces ¿tus padres te amaban?
-Sí.
-Oh, ya veo. ¿Y en ningún momento sentiste celos de su cariño cuando adoptaron a Mikasa?
-Oh, no. Yo era el revoltoso, Mikasa era obediente y sensata. Siempre la elogiaban por eso. Ella nos defendió varias veces.
-Mmmm… ¿de qué?
-Bravucones. Armin era su presa favorita y cada tanto se metía en líos.
-Ah, bueno. ¿Cómo describirías la relación con tu padre?
-Él era… muy bueno conmigo.
-¿Nada más?
Tras unos instantes en silencio, Eren parecía revolverse inquieto entre sueños, al borde de un episodio de convulsiones. Hanji lo sacó del trance y decidió que era suficiente.
-Ten cuidado, Eren.- Lo despidió preocupada. Era tan solo un niño asustado que intentaba demostrar valor y ambos lo sabían.
Las sesiones se desarrollaban con total normalidad, pero Hanji sabía que Eren bloqueaba ciertos recuerdos, tal vez involuntariamente.
-¿Algún avance con el mocoso?
Mientras Hanji repasaba los registros tratando de hallar conexiones, la voz del Sargento la extrajo de golpe. Allí estaba él apoyando en el marco de la puerta todo el heroísmo en su extensión… de ciento sesenta centímetros.
Siempre hacía eso y a Hanji comenzaba a mosquearle. Si quería saber los detalles de las sesiones estaba cordialmente invitado a presenciarlas y de paso echar una mano con la documentación.
-Parece que Eren tuvo una infancia feliz. Tú sabes, al menos.- dijo devolviendo la vista a los papeles.
-¿No dijo nada raro?
-¿Raro como qué?
-No lo sé, Hanji. –Contestó a la defensiva.-Solo preguntaba que si…
-Me parece sospechosa tu actitud, Rivaille- le cortó encarándole de repente, apenas atisbó cómo el Sargento tragaba en seco mientras se ponía de pie, escrutándole con la mirada.
-Imaginaciones tuyas, loca.
-Je… Intuición femenina más bien.
-Loca
-¿Sabes qué? Le pediré a Erwin que te obligue a venir la próxima semana. Quién sabe, a lo mejor nos ayudas a descubrir algo interesante.
-Suerte con eso, loca.- Sentenció con frialdad volviendo por sus pasos.
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Tenía esto empolvándose desde antes de iniciar el semestre. Válgame Dios, siento como si eso hubiera sido hace años en vez de pocas semanas.
Espero poder continuar el próximo viernes. Un abrazo titánico para todos :3
