Lo prometido es deuda.
Aquí les dejo el fic de Thundercracker y su episodio con cierto automóvil rosa. En realidad es parte de un compilado de historias sobre Seekers, todas de un solo capítulo y sin orden cronológico. Así que a éste le llamaré el primer capítulo. Espero lo disfruten :o)
La vida en Mach 3
Por Taipan Kiryu
Capítulo 1:
El Juego, el Alto Grado y los Automóviles Rosas
Nada rompía la tranquilidad del desierto nocturno.
El mismo frío, los mismos cactus inmóviles, los mismos depredadores buscando presas, las mismas estrellas en un cielo sin nubes…
El mismo relámpago que cortaba la noche en dos, que le rugía a los cielos su presencia y su poderío.
Un segundo relámpago siguió al primero.
-¡Ja, estás muerto Screamer!
Starscream se maldijo mientras su radar avalaba las palabras de Skywarp.
-No es justo. Te teletransportaste,- refunfuñó el Comandante Aéreo a través de su comunicador interno.
-Dijiste que esta vez podíamos usar nuestras habilidades especiales,- respondió Skywarp mientras la mira de su radar seguía ubicando la figura del jet F-15 delante de él, justo en el centro. Por un momento, el Seeker negro jugueteó con la posibilidad de disparar realmente contra el Comandante Aéreo.
-¿Dónde está Thundercracker?- preguntó Starscream.
-Ocho mecano millas atrás. No tomó muy bien que le dispararas un rayo nulificador.
-Fue de baja intensidad, ¡y además él me lanzó un trueno sónico primero!
-Lo que tú digas…
-Desciende. Estamos listos para iniciar la primera ronda.
Skywarp obedeció la orden de Starscream y ambos jets se transformaron en sus modos robóticos, aterrizando grácilmente sobre la arena del desierto.
Apenas lo habían hecho cuando se escuchó ruido de motores en el cielo y la figura azul y gris de Thundercracker se dejó ver. El Seeker azul no parecía tener ninguna prisa por reunirse con sus compañeros aéreos.
-Último, como siempre, Thundercracker,- espetó Starscream mientras el recién llegado se transformaba y descendía.
-Encuentro esta prática inútil y una absoluta pérdida de tiempo, por no decir de energía,- gruñó Thundercracker con mal disimulado desgano.
-¡Vamos, TC!- gritó Skywarp. –No es común que Screamer pase un poco de tiempo de calidad con nosotros.
-¿Le llamas tiempo de calidad a este juego estúpido? Está bien para cadetes inmaduros, pero no para guerreros de élite como nosotros. Me sorprende que te rebajes a esto, Starscream.
Starscream sonrió con hipocresía. –En verdad que es una práctica propia de cadetes… pero requiere de valor y habilidad, del temple que sólo un Decepticon puede tener. ¿Pero qué se puede esperar de ti, Thundercracker? Ni siquiera eres un verdadero Decepticon…
-¡Vas a callarte o te rompo la maldita cara, ¿escuchaste?!
-¡Vamos, vamos, enfríen esos transistores, ¿quieren?- intervino Skywarp, colocándose entre sus dos compañeros aéreos. Por lo general, él siempre estaba en uno de lados agresivos, así que ser el pacificador, al menos por una vez, lo hizo sentirse bastante extraño.
-Díselo a tu querido amigo,- se burló Starscream. –Yo estoy bastante calmado.
Skywarp colocó su brazo sobre el hombro de Thundercracker. –Es cierto, TC… ¿Por qué no te relajas y lo disfrutas? Vamos… apuesto a que no practicas El juego desde tu época de cadete, ¿no?
Thundercracker frunció el ceño. –Warp, me conoces desde que éramos novatos en la Academia de Guerra y deberías saber perfectamente que El juego nunca estuvo entre mis aficiones favoritas.
Starscream se echó a reír. -¡Noooo, si no lo dices nunca te habríamos creído, Thundercracker!
Thundercracker se forzó a controlar el impulso de dispararle a Starscream.
-Para ustedes es una diversión, pero vi a muchos Seekers hacerse pedazos "jugando" a esta estupidez.
Starscream hizo una mueca de desprecio. –Bien merecido se lo tenían, si no pudieron soportarlo. El juego no es sólo un desafío, sino una manera de probar a un guerrero. Ningún Seeker Decepticon puede preciarse de serlo si no pasó la prueba de El juego.
-Bueno, yo nunca lo hice.
-Tú mismo lo acabas de decir, Thundercracker. ¿En qué te convierte eso, eh?
-¿Me estás llamando cobarde, Starscream?
-Como dije, tú mismo lo acabas de decir.
Nuevamente, Skywarp se arriesgó al colocar su preciada estructura en medio de la naciente pelea.
-Nadie aquí es cobarde, vamos… ¿Hay necesidad de ir tan lejos? Todos sabemos que el problema con TC es que no tiene tolerancia al energon de alto grado, ¿es tan grave eso?
-No, en realidad,- dijo Starscream lo más venenosamente que pudo. –Nadie puede culpar a los niños por ser eso… niños.
-¡Tengo más edad que tú, Starscream!
-Tres vorns nada más… ¡Me sorprende tu madurez, Thundercracker!
-Si tu concepto de madurez tiene que ver con embriagarse hasta perder el sentido, entonces me queda muy claro por qué has fracasado tan patéticamente en derrocar a Megatron tantas veces.
La sonrisa se borró del rostro de Starscream. -¿Qué dijiste?
-Ya me escuchaste. ¡Perdedor!
La pelea verbal hubiera degenerado en física si una fuerte explosión no hubiera sacudido los ánimos. Una pequeña tormenta de arena voló sobre las cabezas de los dos Seekers mientras un agujero en el suelo dejaba constancia de lo que acaba de suceder.
-¡Skywarp, estúpido! ¿Qué hiciste?- gritó Starscream.
Skywarp se sacudió las manos con aire triunfante. -¿Hablan de madurez? Yo soy el más joven de los tres y acabo de poner fin a su pequeña disputa.
-Sí, con una bomba cluster,- se quejó Thundercracker.
-Está comprobado que ustedes no entienden con palabras.
-Hablarás por experiencia, Skywarp.
-Sí, Screamer, hablo por experiencia… ¿Podrían dejar de pelear como un par de féminas y volver a lo nuestro? Sólo tenemos hasta el amanecer para terminar El juego y apenas hicimos un vuelo de prueba.
-No soy yo quien nos está atrasando aquí,- refunfuñó Starscream.
-¡Está bien!- cedió Thundercracker. –Lo haré, pero quiero que quede claro que va a ser terriblemente injusto para mí. Todos saben que mis sistemas no toleran el alto grado como los de ustedes.
Skywarp sonrió con malicia. -¿Entonces qué tal esto? Screamer y yo tomamos un cubo completo cada uno, y tú solo una cuarta parte, TC.
-Mmmh… no está mal pero aún es demasiado…
-¡Oh, por la maldita Matriz!- gritó Starscream. -¿Por qué no tomas un octavo de cubo, Thundercracker, o mejor aún, una céntesima parte de…?
-¡Beberé el cuarto de cubo, ¿de acuerdo?! Terminemos con esto de una vez.
Skywarp aplaudió al tiempo que de su cabina de piloto descomprimía tres cubos de energon de alto grado. –Bien, ya era tiempo. Hasta el fondo. Screamer, tú y yo nos encargaremos del resto del cubo de TC.
Starscream sujetó con violencia el brazo del Seeker negro. –Me parece bien. ¿Y, Skywarp? No me llames con apodos, o tal vez no verás el amanecer.
-Eh… claro Screamer.
Starscream sacudió la cabeza pero no dijo nada más. Los tres Seekers alzaron sus cubos, los chocaron en emblemático brindis, y los bebieron. Starscream y Skywarp los vaciaron como si se tratara de energon normal, pero Thundercracker no pudo reprimir un ligero temblor una vez que hubo terminado su ración.
-Bien,- dijo Skywarp. –Screamer, eres el líder de trío, te corresponde el primer reto.
Starscream se frotó la barbilla. –Empecemos con algo fácil. Maniobra de contención siete-tres, con giro de 56.2 grados a la derecha.
-Suena bien para mí. ¿TC?- preguntó Skywarp.
-Como sea.
-¡Al aire, entonces! ¡Y mantengan la formación de triángulo en todo momento! El que se estrelle pierde,- dijo Starscream mientras saltaba al aire y se transformaba.
Skywarp y Thundercracker siguieron a Starscream, cada uno con un abismalmente distinto grado de entusiasmo, pero con la misma potencia de turbinas.
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Si algún Autobot hubiera monitoreado los movimientos del trío más mortífero de la armada Decepticon esa noche se habría sorprendido de sus patrones de vuelo.
A primera vista habría parecido una práctica de maniobras y rutinas evasivas, pero si dicho hipotético Autobot hubiera analizado con atención la ejecución de los ejercicios, habría notado que cada vez que los tres Decepticons volvían a elevarse después de pasar un par de minutos en tierra, lo hacían con un notorio decrecimiento de pericia. Los cubos vacíos abandonados en los lugares de aterrizaje elegidos por los Seekers habrían explicado muchas cosas.
A ningún Cybertroniano volador ordinario se le habría ocurrido retar a los cielos con uno, o varios, cubos de energon de alto grado circulando por sus sitemas. Pero nadie habría podido catalogar a ninguno de esos Seekers como Cybertronianos ordinarios.
Durante más de tres horas terrestres, Starscream, Skywarp y Thundercracker ejecutaron algunas de sus más peligrosas maniobras, cada una más difícil que la anterior, y lo hicieron en un estado de ebriedad que sólo cambiaba para aumentar.
La mecánica de El juego era bastante simple. Se bebía un cubo de alto grado, se elegía la maniobra, se ejecutaba y se aterrizaba para volver a repetir el ciclo. El líder de trío siempre tenía el privilegio de hacer la primera elección, pero el resto de los retos eran elegidos por el Seeker que finalizara primero su respectivo cubo de energon. El privilegio de los borrachos, le decían vulgarmente algunos Transformers que consideraban la práctica como salvaje e incivilizada, aunque en realidad la condenaban porque jamás se habrían atrevido a exponer sus estructuras en ella. El juego siempre terminaba igual: con uno o los tres integrantes del trío en estado crítico debido a las colisiones y caídas. Incluso, en bastantes ocasiones, se sabía que muchos no habían sobrevivido.
Lo que estuvo a punto de suceder cuando Starscream y Thundercracker casi tuvieron un choque frontal volando a Mach 2. A pesar de que un giro de último momento de Starscream evitó el desastre, ambos Seekers se precipitaron a tierra acompañados por las carcajadas de Skywarp.
Starscream se transformó en su modo robótico y aterrizó con cierta dignidad sobre sus dos pies, mientras que Thundercracker, aún en su modo alterno de jet F-15, simplemente se estrelló de punta en un gran montículo de tierra. Afortunadamente para él, había logrado disminuir su velocidad considerablemente.
Todavía riendo, Skywarp se transformó y aterrizó frente a Starscream, asegurándose de dar una buena rociada de polvo a su caído Comandante Aéreo.
-¡Sí, come mi polvo, Screamer! ¡Tú y TC son unos patéticos perdedores! ¡Yo gano!
Starscream se protegió el rostro de la nube de polvo que se le vino encima. Necesitaría una buena sesión de limpieza en cuanto regresaran al Némesis.
-¡Todavía no!- se quejó el Comandante Aéreo, haciendo lo imposible para que su embriaguez no fuera tan notoria. –Descomprime más cubos. El siguiente reto lo elegiré yo.
-Admite que perdiste, Screamer. Ya no tenemos tiempo para más retos. Además, ya no queda más alto grado. Hey, TC, ¿cómo estás?- dijo Skywarp, mirando hacia un lado.
Thundercracker no respondió pero se transformó lentamente en su modo robótico y empezó a gatear, completamente ignorante de la presencia de sus dos hermanos de trío.
-Al menos está funcionando… ¿Y tú, Screamer? ¿Qué tan ebrio estás?
-Más o menos…- balbuceó Starscream, balanceándose sobre sus piernas.
-Tengo que estar seguro… ¿Cuántos dedos ves?- dijo Skywarp, mostrándole a Starscream el dedo medio de su mano derecha.
Starscream no estaba lo suficientemente sobre-energizado como para no reconocer el gesto obsceno favorito de los humanos.
-¡Oye!-gritó Skywarp al tiempo que esquivaba el fuerte puño que le rozó el rostro.
Ambos Seekers intercambiaron una buena dosis de violentos empujones hasta que escucharon un sonido metálico.
Starscream volteó hacia el origen del sonido mientras que Skywarp enfocó su atención en el montículo de tierra vacío.
-¿Dónde está TC?-preguntó.
Starscream apuntó hacia delante de él. A lo lejos, la malla metálica de un depósito de automóviles humanos usados yacía aplastada.
-Eh… ¿Estamos en un área poblada? No me di cuenta…- dijo Skywarp.
-Estás bastante sobre energizado para notar nada, estúpido. Vayamos por Thundercracker antes de que los Autobots asomen sus chasises por aquí.
Ambos Seekers corrieron hacia la malla derribada. Starscream cayó dos veces mientras que Skywarp no aparentaba estar ebrio en lo absoluto, haciendo honor a su fama de gran bebedor.
No tuvieron ninguna dificultad en localizar a Thundercracker. El Seeker azul había dejado un rastro inconfundible.
Lo encontraron casi hasta el fondo del lote de autos. Seguía sobre sus manos y rodillas, y era evidente que no podría ponerse de pie por sí mismo.
-Creo que TC abusó de sus límites… Tendrás que cargarlo de vuelta, Screamer. Es obvio que no podrá volar por sí solo.
-¿Yo? Olvídalo.
-Te recuerdo que eres el líder. TC y yo somos tu responsabilidad. Si regresas sin uno de nosotros, Megatron usará tu trasero como alimento de Sharkticons, aunque las pobres chatarras se indigesten.
-Avísame cuando sea el momento de reír, Skywarp, porque ese es el peor chiste que has hecho en los últimos dos… breems. Como eres el menos ebrio de los tres, te encargarás de Thundercracker.
Starscream y Skywarp llevaron su discusión hasta Thundercracker, que continuaba de rodillas y mirando fijamente hacia delante. Ni siquiera notó cuando sus dos compañeros aéreos lo levantaron, tomándolo cada uno de un brazo.
-¿Hay algo que funcione ahí adentro, TC?- rió Skywarp al ver la expresión perdida de su amigo.
-Está fundido. Vámonos pronto de aquí. Me duelen todos los hidráulicos,- se quejó Starscream.
-Chicas…
Starscream y Skywarp detuvieron por instinto la ignición de los propulsores de sus pies y miraron a su compañero aéreo.
-¿Qué dijiste?- preguntó Starscream.
-Chicas…- repitió Thundercracker, apuntando con su mano temblorosa hacia adelante.
Hacia ahí se dirigieron las miradas de sus dos compañeros aéreos. Si por un fugaz momento habían pensado en encontrar realmente la tan deseada presencia femenina, la vista de un montón de simples vehículos de transporte terrestre humanos rompió el encanto.
-No son más que chatarras terrícolas,- dijo Starscream con desprecio.
-¡Vaya! Estás peor de lo que pensé, TC… -rió Skywarp. -¿Realmente ves chicas ahí?
-Chicas…- continuó diciendo Thundercracker, comenzando a avanzar hacia su objetivo y arrastrando a Skywarp y Starscream con él.
-¡Hey, tranquilo, TC! ¿Qué crees que haces?
-Nos vamos ahora mismo, Thundercracker. Desiste, es una orden.
-No creo que te escuche, Screamer…
-Cállate y ayúdame a controlarlo. Estoy muy débil por la borrachera y no puedo detenerlo solo.
-¿Y crees que yo estoy mucho mejor que tú? El que no lo demuestre no quiere decir que no esté sobre-energizado… Además, TC es el más fuerte de los tres, ya lo sabes.
-Sí, pero entre los dos no deberíamos tener problemas para dominarlo… ¡Basta, Thundercracker! Si continúas resistiéndote consideraré esto insubordinación, te lo advierto…
La respuesta de Thundercracker vino en la forma de una violenta sacudida que casi lanzó a sus dos compañeros a tierra.
-¡Oye, tranquilo!- gritó Skywarp mientras trataba de mantener el equilibrio.
-Si no te calmas voy a dispararte un rayo nulificador, estúpido,- dijo Starscream mientras apuntaba a su errático camarada.
Thundercracker no escuchaba. Continuaba su lenta pero ansiosa travesía hacia su objetivo, ignorando el peso de sus compañeros que buscaban detenerlo.
-Escucha, TC… Esas no son féminas reales. Sólo un montón de vehículos humanos domésticos… No tienen vida, mucho menos género. Además, ¿no ves sus formas? Si fueran Cybertronianas, serían Autobots, ¿lo ves?
-Oh rayos…- susurró Starscream.
-¿Qué pasa?- preguntó Skywarp.
-¿No lo notas, acaso? La temperatura corporal de Thundercracker está aumentando…
-Debe ser el alto grado…
-¡No, imbécil! ¿No sientes la vibración?
Skywarp se echó a reír. -¡Oh Primus, es cierto! TC… ¡en verdad te estás excitando! ¡Y por vehículos humanos! Oh por la Matriz… creo que voy a expulsar todo el alto grado que tomé ahora mismo. ¡Esto es demasiado gracioso!
Una vez más, Thundercracker ignoró a sus dos compañeros aéreos y señaló hacia delante.
-Elita…- murmuró.
Starscream y Skywarp miraron hacia donde el tembloroso Seeker azul apuntaba. En el centro del lote de automóviles, un flamante y estilizado sedán de color rosa sobresalía bajo la luz de la luna.
-¿Elita?- preguntó Starscream extrañado.
Skywarp sonrió con malicia. –Mmmhh… no puedes negar que existe cierto parecido… Bastante, en realidad. ¿Sabes qué sería gracioso? Enviar esta imagen a Optimus Prime, con alguna frase candente por supuesto. O mejor aún, decirle que tenemos secuestrada a su querida novia, y que le estamos enseñando de qué está hecho un Seeker de la armada Decepticon.
-Si no valoras tu vida, hazlo,- dijo Starscream.
-¡Elita!- gritó de repente Thundercracker, asustando a sus dos compañeros.
-¡Tranquilo, TC!- dijo Skywarp. –No es Elita One, sólo un tonto automóvil humano… Aunque si fuera Cybertroniana, la invitaría a salir, lo admito…
Starscream sonrió con malicia. –Espera… esto es interesante. ¿Estás diciendo que sientes atracción por la líder de las Autobots femeninas, Thundercracker? ¿Sabes que eso puede considerarse como traición?
-¿Traición? Tú nunca desaprovechas la oportunidad para obtener alguna ventaja, ¿verdad Screamer? A mí me parece más bien algo exótico,- dijo Skywarp. –Digo, ninguno de nosotros ha despreciado jamás las curvas de una chica Autobot, seamos honestos… ¿Pero Elita One? Es algo prohibido… aunque es atractiva, no lo niego…
-Habla por ti mismo, Skywarp. Yo jamás tendría interés en sucias Autobots. Si tú o Thundercracker han traicionado nuestra causa por lujuria, peor para ustedes.
-Ajá… que Vector Sigma te crea tus mentiras, Screamer. ¿Qué acaso nunca has tenido intimidad con una linda y prohibida fémina Autobot?
-¡Nunca!
Skywarp se echó a reír. -¿Ah, sí? ¿Y qué hay de aquellas Autobots en Kaon?
-¿Cuáles Autobots?
-Las que metiste a aquella unidad de carga después de que tomamos la ciudad, no creas que no lo noté.
-Sólo… disciplinaba su rebeldía. Nada importante.
-Pues a mí me parecía que las deseabas bastante… y ellas a ti, por alguna bizarra razón. Tal vez les atraiga la chatarra.
-Si les atrajera la chatarra, seguro que hubieran buscado tu compañía. ¡Y no, no las deseaba! Sólo estaba haciendo uso de mi legítimo derecho sobre prisioneras de guerra.
-¿Y no sería todo lo contrario? Una de ellas estaba diciendo que les exigiste que te ataran y te succionaran el…
-¡Basta! Además, no estamos hablando de mí, sino de tu amiguito y sus fantasías torcidas… Nos vamos ahora mismo, Thundercracker. ¡Es una orden!
Thundercracker se sacudió furiosamente y se deshizo del agarre de sus dos compañeros aéreos. Curiosamente, sin embargo, se mantuvo de pie.
-¿Pero qué te pasa, imbécil?- gritó Starscream.
-¡Cierto! ¿Por qué tanta obsesión con Elita One? No es que hayas estado con ella alguna vez,- dijo Skywarp.
Una sonrisa se esbozó en el rostro de Thundercracker y su expresión fue de absoluta picardía.
-Nooo…- susurró Skywarp.
-Eres un embustero,- dijo Starscream.
Thundercracker no dijo nada pero continuó sonriendo. Si hubiera sido humano, se hubiera ruborizado.
-¡Esperen, tiempo fuera!- exclamó Skywarp. -¿Estás diciendo que estuviste con Elita One? ¿Estás diciendo que tuviste intimidad con la pareja de Optimus Prime?
El Seeker azul se echó a reír. Su mirada continuaba fija en el sedán rosa enfrente de él.
-Mientes,- espetó tajantemente Starscream. –Todos saben que Elita y Optimus están unidos desde hace miles de vorns.
-Bueno, las chicas Autobots son fáciles. Basta que vean un Seeker Decepticon y abren sus cámaras de chispa,- dijo Skywarp.
-Sí, pero no su líder,- continuó Starscream. –Elita es un fruto prohibido, mucho más madura que las demás.
-No tan prohibida si TC la montó…
-No seas ingenuo, Skywarp. Por supuesto que no lo hizo.
No conforme con las palabras de su Comandante Aéreo, Skywarp le dio una fuerte palmada en el hombro a Thundercracker.
-¿Entonces, TC? ¿Le diste algo para recordar a Elita One o no?
-Un caballero no tiene memoria,- dijo el Seeker azul en voz muy baja.
-¿Qué fue lo que dijo?- preguntó Starscream.
-Naaaahh… una de esas frases de humanos. Ha estado viendo muchas telenovelas últimamente,- respondió Skywarp.
-Creí que sólo tú te degradabas a ti mismo mirando esos idiotas productos de la basura de cultura que tienen estos humanos.
-No. TC también lo hace, sólo que él es mucho más discreto.
-Ustedes son una vergüenza para la armada Decepticon.
-¿Vergüenza, Screamer? ¿Acaso no te sorprendí mirando imágenes de féminas humanas desnudas hace apenas diez ciclos solares?
-¡Con fines estrictamente científicos!
-Sí, claro… Y por eso te estabas tocando a ti mismo, ¿no?
-E-e-es mentira…
-Esas chicas no estaban mal, lo admito… ¿Cómo será interfazarse con una humana?
-¡No lo sé ni me importa! No soy un promiscuo como tú que se lleva a la cama de recarga cualquier cosa que se mueva.
-Sí, claro…
Un sonido metálico finalizó la discusión. Ambos Seekers voltearon al unísono hacia Thundercracker, que había llegado hasta su objetivo rosado.
-T-Thundercracker… ¿Acabas de abrir tu cámara de chispa?- preguntó Starscream.
-¡Así se hace, TC! ¡Enséñale a esa Autobot!
-¡No es una Autobot, y no lo alientes, Skywarp!
Con su compartimiento pectoral abierto y exhibiendo el complejo sistema de circuitos alrededor de su brillante chispa vital cuyo único propósito era transmitir y recibir placer, Thundercracker comenzó a acariciar el capó del sedán objeto de su lujuria.
-¡Cierra tu compuerta ahora mismo, Thundercracker! ¡Es una orden!
-Elita…- murmuró Thundercracker, ignorando a su oficial superior.
-¿Acaso no me escuchaste, idiota? ¡Estás haciendo el ridículo!
-Déjalo, Screamer,- dijo Skywarp entre carcajadas. –Si está un poco candente, que se desfogue un rato.
-¡¿En un vehículo humano?!
-¡Es que es tan gracioso! ¡Primus, tengo que registrar esta escena para la posteridad!
Starscream le dio un fuerte empujón a Skywarp. -¿Qué no puedes tomar nada con seriedad, pedazo de chatarra inservible? Al dar este espectáculo, Thundercracker nos degrada también a nosotros. ¡Maldita la hora en que me fueron asignados compañeros aéreos tan patéticos como ustedes!
-Nosotros también te amamos, Screamer.
Starscream estaba a punto de golpear a Skywarp, pero dirigió de nuevo su atención a Thundercracker, cuyas caricias al sedán rosa eran más que sugestivas.
-Déjate de estupideces y ayúdame a alejarlo de ahí,- ordenó Starscream.
Skywarp obedeció con desgano y entre los dos sujetaron a Thundercracker por debajo de los brazos, separándolo un poco del objeto de sus deseos.
-¡Déjenme! ¡Elita!- gritó el sobre-energizado Seeker azul.
-¡Entiende que no es Elita, maldita sea!- aulló Starscream.
Skywarp miró el pecho abierto de Thundercracker con asombro, en el que el enorme cable centro de su intimidad se exhibía en su máxima longitud. –Oh, por la Matriz… ¿Ya viste esto, Screamer? Está realmente excitado. Creo que lo mejor será soltarlo antes de que nos confunda con Elita, Chromia o quien sea.
-¡No voy a dejar que sus estupideces degraden a nuestro trío, entiéndelo! Ahora sujétalo bien mientras le encadeno las manos.
-Es más fácil decirlo que hacerlo…- refunfuñó Skywarp justo antes de que Thundercracker lo empujara violentamente hacia atrás de un violento cabezazo.
Starscream corrió la misma suerte. Tal parecía que la lujuria le había dado fuerza adicional al sobre-energizado Thundercracker.
-¡Maldito!- se quejó Starscream mientras se sujetaba el rostro. –Creo que me rompió la nariz…
-No, todavía la tienes en su sitio. ¿Qué hacemos con TC?- preguntó Skywarp mientras miraba a su perdido compañero, que había reanudado sus caricias en el sedán rosado.
-Voy a dispararle un rayo nulificador de baja intensidad. Hazte a un lado.
-¡No! En su estado, podrías matarlo.
-¿Entonces qué propones, genio?
Skywarp sonrió. -¿Por qué no lo dejamos que haga lo que quiera?
-¿Y qué se supone que va a hacer con una máquina sin vida?
-Eso es problema de él… Mira, esa cosa tiene un puerto de interfaz, ¿o no?
-Nada remotamente comparado al puerto de una Cybertroniana real.
-Mmmhhh… ¿y qué tal eso?- preguntó Skywarp, señalando una pequeña cubierta en un costado del automóvil.
-Esa es la entrada del depósito de combustible.
-Bueno… es un orificio, ¿no?
-Eres un pervertido. Lo que sugieres es asqueroso.
-¿Qué? Sólo digo que TC podrá insertarse un rato ahí y asunto concluido.
-Lo que voy a insertar es mi puño en tu cara si no te callas.
-¿Tú y cuál ejército, Screamer?
Un nuevo sonido interrumpió la discusión. Thundercracker había encontrado la compuerta de la gasolina del sedán rosa y estaba a punto de insertar su masculinidad en ella.
-Suficiente. ¡Sobre él!- ordenó Starscream.
De bastante mala gana, Skywarp obedeció. Entre los dos lograron sujetar a Thundercracker, que luchó furiosamente por no ser alejado de su "Elita."
Finalmente, después de un fuerte forcejeo, el alto grado pudo más y Thundercracker se desmayó. Cansados por el esfuerzo y por el alto grado embotando sus sentidos, Starscream y Skywarp apenas pudieron evitar que cayera al suelo.
-¿Lo ves, Screamer? Eres un aguafiestas. Debiste dejar que TC hiciera lo suyo con esa máquina… Cuando despierte se sentirá muy frustrado.
-Cállate. Ya vi suficiente degradación por hoy. Nos vamos ahora mismo.
Starscream y Skywarp se pasaron cada uno un brazo de Thundercracker por los hombros y se elevaron.
Habían pasado algunos minutos de silencioso vuelo cuando Skywarp notó algo extraño.
-Eh… ¿Screamer?
-¿Qué quieres?
-¿A dónde vamos? Ésta no es la ruta hacia la base.
-Lo sé. Vamos al puente espacial.
-¿Al puente espacial? ¿Para qué?
-Vamos a Kaon, a la mejor casa de placer que podamos encontrar. Está visto que la abstinencia hace a Thundercracker muy peligroso… Y honestamente, yo también podría usar los servicios de un par de féminas.
-¡Sí, así se habla Screamer! ¡Y que nos aten y nos succionen el…!
-¡YA CÁLLATE!
Los tres Seekers se perdieron en la noche. Atrás quedó un solitario sedán rosado. Sin vida, pero envidia de muchas féminas Cybertronianas… y orgánicas también.
Fin
¿Que si hubo algo entre Thundercracker y Elita One? Pues… esa es otra historia, que también publicaré si quieren. Creo que ya le mostré esa historia alguna vez a alguien de por aquí je je je (guiño a Dantasia), pero con gusto la subo, nada más le doy una pulidita porque la escribí muy a la carrera.
En cuanto a estas historias cortas de Seekers, las seguiré subiendo a medida que las vaya escribiendo. Si tienen alguna sugerencia, con mucho gusto será tomada en cuenta. El único requerimiento es que los protagonistas sean Starscream, Skywarp o Thundercracker, juntos o por separado. Puede ser de cualquier género: comedia, drama, acción, etc.
Gracias y agradeceré mucho sus comentarios :o)